Youkoso Jitsuryoku Shijou Shugi no Kyoushitsu e Volumen 11 - Capítulo 3

OPONENTES 


Ese mismo día, durante el almuerzo, casi todos los estudiantes de la clase C acordaron reunirse en el salón de clases. 

Los estudiantes que no traían sus almuerzos a la escuela debían salir y comprar uno, y luego volver a reunirse en el salón inmediatamente después. 

Como yo era uno de los que no trajo el almuerzo, dejé el aula. 

Luego, me dirigí a un lugar aislado y contacté a dos personas específicas con mi teléfono. 

Pude contactar con la primera inmediatamente ya que le había enviado un mensaje antes. 

En cuanto a la otra persona... 

Después de terminar, compré rápidamente mi almuerzo y regresé al salón. 

Para cuando volví, sólo había dos personas que no habían regresado a la clase. 

La primera era Koenji Rokusuke, un estudiante que no podía ser atado por nadie. 

La otra persona era Hirata Yousuke. 

Aparte de esos dos, había 37 estudiantes reunidos en el aula. 

—Parece que Hirata-kun no se va a unir. 

—Parece que no. 

Aunque algunas personas expresaron sus preocupaciones, se nos estaba acabando el tiempo con cada momento que pasaba. 


Sería mejor para todos si organizáramos el mayor número posible de conversaciones para la selección de eventos. Cada una de ellas cuenta. 

—“Pasar la página”, ¡mi trasero! Al final, ese tipo no tiene planes de tomarse esto en serio, ¿verdad? 

Podía entender por qué Sudou estaba al borde de un estallido. 

Seguramente algunos de nosotros pensamos que Koenji podría tomarse las cosas más en serio, aunque sólo fuera en la superficie. 

Sin embargo, la realidad no es tan amable. 

O más bien, los humanos no son los que cambian tan fácilmente. 

Patinando con palabras coloridas y poco entusiastas, Koenji probablemente seguiría dándonos la espalda. 

Pero no creo que eso funcione para siempre. 

Tarde o temprano, otro examen como El Voto de la Clase volvería a ocurrir. 

Y cuando llegue ese momento, Koenji será el que tendrá que pagar el precio. 

—Que se joda ese pedazo de mierda, vamos a empezar. 

—No dejes que te afecte. De todas formas, hice copias del folleto que Chabashira-sensei nos dejó para que todos puedan tener uno. Las distribuiré ahora. Léanlo cuidadosamente mientras comen. Tendremos una discusión más profunda sobre los detalles después de clases. 

Ahora que Hirata está descartado, Horikita no tiene más remedio que dar un paso adelante y liderar este proceso. 

—Si hay algo que no entiendan, por favor, siéntanse libres de venir a preguntarme sobre ello mientras comemos. 

Por lo que parece, Horikita ya leyó el folleto y lo entendió todo. 



PARTE 1 

El mismo día, después de que todas las clases terminaran... 

Chabashira-sensei ordenó a la clase que enviara al comandante, quienquiera que sea, al pasillo lo antes posible y que saliera del aula. 

Hirata fue la primera persona en levantarse de su asiento. 

—Erm... Los eventos... Estaremos discutiendo... 

Una de las chicas, Nishimura, trató de llamarlo rápidamente. 

Sin embargo, sus palabras no pudieron llegarle ya que él salió silenciosamente de la clase. 

—Hirata-kun... 

Nishimura y muchos otros estudiantes fueron sorprendidos por la intensa atmósfera de abatimiento que rodea a Hirata. 

La única excepción fue Koenji, que miraba casualmente su teléfono como si no hubiera notado nada en absoluto. 

—Voy... a ir al baño un rato. Vuelvo enseguida. 

La que dijo esto no fue otra que Mei Yu Wang, una estudiante a la que todos llaman Mii-chan. 

Aunque dijo que iba al baño, seguro que fue a perseguir a Hirata. 

—Ya que no es útil, supongo que al final tendré que hacerlo. 

Horikita tomó la iniciativa y se preparó para subir al podio de los maestros. 

—Lo siento, pero te dejo esto a ti. Tengo mis deberes como comandante con los que lidiar. 

—Sí. Ve a la sala multiusos para decidir a qué clase nos enfrentaremos. Si te dan a elegir, elige la clase D. 

—Lo sé. No esperes demasiado de mí. 

Me levanté de mi asiento y dejé el aula. 

Como aquel que asumió las responsabilidades de comandante, salí al pasillo. 

—Así que eres tú esta vez, Ayanokouji. ¿Quién demonios es el comandante? 

Con un suspiro exasperado, Chabashira-sensei miró en la dirección en la que Hirata y Mii-chan se habían ido. 

—Soy yo. Soy el comandante. 

—¿Oh...? 

Juntos, los dos nos dirigimos al edificio especial. 

—¿No está un poco lejos el edificio especial cuando sólo vamos a seleccionar a nuestros oponentes? 

—También repasaremos los detalles de cómo manejarás las cosas el día del examen. 

Apenas había alguien alrededor cuando llegamos al edificio especial, así que el sonido de nuestros pasos fue notablemente más fuerte de lo habitual. 

—Pasaste por mucho para conseguir un punto de protección, sólo para ser forzado a convertirte en el comandante. Qué mala suerte. 

—No fui forzado. Yo mismo me ofrecí para el puesto. 

Chabashira-sensei dejó de caminar por un momento. 

—...¿Lo hiciste? 

—¿Hay algo malo en eso? 

—Creí que odiabas atraer atención innecesaria. 

Chabashira-sensei interrogó. 

—La única diferencia era si me obligaban o no a hacerlo. 

—Ya veo. Dices que en cualquier caso, no estabas en una posición en la que pudieras rechazarlo. 

Al final del día, los estudiantes que ganaron un punto de protección tenían muchas más probabilidades de convertirse en el comandante. 

Si se negaban, sólo estarían a salvo de la expulsión. 

En ese caso, ¿elegirían ser empujados por un acantilado? ¿O elegirían saltar en sus propios términos? 

—Sea lo que sea que haya pasado, al convertirte en el comandante, has asumido una gran responsabilidad. Si tomas cualquier atajo, la clase C será la que pague el precio. 

Como no había nadie alrededor para escucharla, Chabashira-sensei habló con valentía. 

—¿Me está amenazando? 

Cuando me giré para mirarla, mostró una ligera sonrisa. 

—Eres libre de pensar lo que quieras. Sin embargo, definitivamente lo estaré esperando, Ayanokouji. Porque ahora, después de todo lo que ha pasado, finalmente podré ver de qué estás hecho realmente. 

Su corazón estaba puesto en llegar a la clase A, Chabashira-sensei parecía tener grandes expectativas de que yo continuara avanzando. 

—No hay garantía de que gane. 

—¿Es así? Lo siento, pero yo, por mi parte, no puedo imaginar que pierdas. 

Después de eso, ninguno de los dos dijo mucho más mientras nos dirigíamos a la sala multiusos. 



PARTE 2 

Llegamos a la sala multiusos dentro del edificio especial, la sala que parecía ser el centro del examen especial. 

—Parece que los otros tres ya llegaron. 

La puerta ya estaba abierta. Dentro, podía ver a los profesores de las otras clases, cada uno acompañado por un estudiante. De la clase A, era Sakayanagi. De la clase B, era Ichinose, y de la clase D, era Kaneda. 

No es de extrañar que cada uno de nosotros tuviera un punto de protección. 

También había dos computadoras instaladas directamente opuestas, cada una conectada a un gran monitor. 

—Ahora que todos los comandantes se han reunido, comencemos a decidir los emparejamientos de clase. Haré que cada uno de ustedes saque un boleto de esta lotería. El estudiante que saque un boleto con un círculo rojo en él podrá elegir su oponente. 

Mashima-sensei nos presentó una caja de lotería y le pidió a Sakayangi que sacara. Sin embargo, ella se negó. 

—Como dicen, las cosas buenas vienen a aquellos que esperan. No me importa ser la última, así que por favor, Ichinose-san. 

—Bueno, ¡no me importa hacerlo! 

Ichinose sacó primero, seguida de las clases C y D. Como las papeletas no estaban dobladas, supimos el resultado del sorteo casi de inmediato. Al final, Kaneda de la clase D sacó el billete ganador con el círculo rojo en él. 

Es decir, la clase D ganó el derecho de elegir a su oponente. 

—Parece que no hay necesidad de revisar la última papeleta, ¿verdad, Mashima-sensei? 

Mashima-sensei sacó el último papelito de la caja de la lotería y, no hace falta decir, que no había ningún círculo rojo en él. 

—Parece que las cosas buenas no llegaron esta vez, Sakayanagi. 

—Me pregunto sobre eso. No necesariamente tengo que sacar el boleto ganador para llegar a la cima al final. 

—Me parece que la clase A cree que pueden descansar tranquilos sin importar con quién se enfrenten. 

—Oh, ese no es el caso. Si es posible, me gustaría evitar la confrontación con tu clase, Ichinose-san. 

La respuesta de Sakayanagi hizo difícil saber si sólo estaba siendo educada o si había dado su honesta opinión. 

—¿Podrías decirnos qué clase vas a elegir? 

A petición de Mashima-sensei, Kaneda asintió con la cabeza. 

En algún momento desde esta mañana, incluso la clase D ha tenido una discusión para saber contra cuál de las otras clases ir para asegurar la mayor posibilidad de ganar. 

—No dudaré entonces. A la clase D le gustaría competir contra... la clase B. 

Kaneda le declaró la guerra a un oponente totalmente inesperado. 

—¿Y estás seguro de que quieres elegir la clase B? 

—Sí. 

Habiendo confirmado la decisión de Kaneda, Mashima-sensei finalizó los enfrentamientos entre las clases. 

Con la competencia entre la clase D y la clase B grabada en piedra, la clase C competiría, lógicamente, contra la clase A. 

—Estaba convencido de que elegirías la clase C, pero la clase B... ¿Por qué? 

Sakayanagi hizo una pregunta, interesado en averiguar el razonamiento de Kaneda. 

—Para cambiar las cosas de como están ahora, tenemos que quitarle tantos puntos como sea posible a las clases altas. Dicho esto, por el momento también queremos evitar luchar contra la clase A. 

Como la clase A es un oponente bastante difícil, optaron por la clase B. 

—¿Es así? En lo que a mí respecta, nos has ahorrado el problema de enfrentarnos a un formidable oponente como la clase B. Le deseo a la clase D la mejor de las suertes. 

Sakayanagi ofreció su gratitud a Kaneda con una ligera reverencia. Aunque, un poco de engaño entre bastidores nos había llevado a la situación actual. Aunque no hace falta decir que el sorteo de Kaneda no había sido más que una coincidencia, este resultado ya se había arreglado sin importar quién sacara la papeleta ganadora. 

Me puse en contacto con Ichinose e Ishizaki antes de que la escuela terminara, diciéndoles que quería que la clase C compitiera contra la clase A. 

Al parecer, Ichinose estaba realmente interesada en competir contra la Clase A e incluso planeaba hacerlo, pero al final, cedió porque me debía un favor. En cuanto a Ishizaki y la Clase D, planeaban desafiar a la Clase B de todos modos, así que no hubo complicaciones. 

Todo esto sólo para asegurar mi enfrentamiento con Sakayanagi y la Clase A. 

El único problema habría sido si hubiera ganado el sorteo. 

Ya que Horikita me había dicho que eligiera la clase D si me daban la opción, habría tenido que inventar una excusa convincente. 

Sin embargo, mi probabilidad de ganar era sólo una de cuatro, así que no estaba muy preocupado. En pocas palabras, todo el asunto había sido un trabajo arreglado desde el principio. También estaba seguro de que Sakayanagi sabía que yo había hecho algunos arreglos por adelantado. 

De esta manera, los enfrentamientos entre clases se decidieron con anterioridad. 

—Una vez hecho esto, ahora explicaré el sistema que utilizarán el día del examen. Estarán en esta sala, usando una computadora similar a las dos que hemos instalado aquí. Aquí es donde asignarán a sus compañeros de clase a los eventos en tiempo real. 

Chabashira-sensei fue a la computadora de la izquierda y reprodujo el monitor en la pantalla grande. 

Mientras Chabashira-sensei operaba la computadora, Mashima-sensei continuó su explicación. 

—Como ejemplo, este es un catálogo de todos los estudiantes de la clase A. Usando el ratón, arrastrarán el retrato de un estudiante y lo dejarán caer en la caja del evento en el que participarán. Si cometen un error o reconsideran sus elecciones a la mitad, sólo tienen que arrastrar y soltar la foto fuera de la caja y volver a seleccionarla desde allí. Alternativamente, también pueden hacer todo esto con la pantalla táctil. 

—Esto parece un videojuego, ¿verdad? 

—¡De verdad que sí, ¿no?! 

Ichinose y Hoshinomiya-sensei tuvieron una divertida conversación aparte. 

—Se impondrá un límite de tiempo para seleccionar los participantes de cada evento, que está representado por el número que actualmente se ve en la pantalla en la cuenta regresiva. Cuantos más estudiantes haya en un evento determinado, más tiempo tendrán para seleccionarlos. Pueden esperar que se les dé aproximadamente treinta segundos por persona. 

Es decir, teniendo en cuenta un evento de diez personas, tendríamos aproximadamente 300 segundos para tomar una decisión. 

—Si no hacen una selección dentro del límite de tiempo establecido, los espacios restantes se llenarán con alguien elegido al azar, así que tengan eso en cuenta. Por el contrario, si acaban seleccionando demasiados estudiantes, el exceso de participantes también será forzado a salir al azar. 

En otras palabras, está estrictamente prohibido sobrepasar el límite de tiempo. 

—Una vez que comience un evento, el encuentro será transmitido en vivo en este gran monitor. 

Las imágenes de una partida de shogi empezaron a aparecer en el monitor, como las que se ven en la televisión. 

—Las reglas de cómo un comandante puede participar en el evento en curso serán listadas en su pantalla después de que el evento haya comenzado. 

La grabación en el monitor cambió para mostrar la pantalla de la computadora izquierda una vez más, donde se mostraron las palabras 『 En algún momento durante el juego, el comandante puede pausarlo y volver a hacer una jugada 』. 

Este era un ejemplo de las reglas a las que Mashima-sensei acababa de referirse. 

—Como comandante, pueden elegir intervenir en cualquier momento haciendo clic en la regla que quieran aplicar. Asegúrense de tener esto en mente. 

El monitor volvió a cambiar al video de Shogi una vez más. 

—No se les permitirá dar instrucciones a sus compañeros por teléfono. En su lugar, adoptaremos un sistema de texto hablado que leerá los mensajes que les envíen. Después de que escriban su mensaje y lo envíen, se reproducirá a través de los auriculares de su compañero de clase. 

Esto significa que una máquina leerá automáticamente nuestros mensajes después de que los enviemos. Esto se hacía seguramente para evitar que transmitiéramos más información de la que se nos permitía. Usando la partida de shogi como ejemplo, los comandantes sólo pueden intervenir una vez para cambiar un movimiento en el tablero, pero si son cuidadosos con la forma en que formulan sus instrucciones, podrían ser capaces de transmitir dos o tres movimientos con las instrucciones. 

—Si un comandante se pasa de la raya e interfiere en un evento de una manera que las reglas no permiten, su clase puede ser descalificada y perder el evento. 

Me lo esperaba. Es de suponer que alguien revise cuidadosamente cada mensaje que enviamos a nuestros compañeros. 

—Para cada evento, sólo una persona de cada clase podrá usar uno de los auriculares. Incluso en un evento de equipo, sólo una persona podrá recibir instrucciones. Como comandante, tendrán que elegir quién será esta persona. 

Por lo que parece, tenía más en mi plato de lo que esperaba. 

Aunque había muchas cosas que podíamos decidir antes, siempre teníamos que estar preparados para circunstancias inesperadas. 

—Se les permitirá enviar sus instrucciones cuando quieran, siempre y cuando se respeten las reglas. 

Podíamos cambiar libremente la disposición de la pantalla cuando quisiéramos, incluyendo minimizar o maximizar ciertos aspectos de la pantalla para mostrar sólo la información que queríamos ver. 

Entre observar a los estudiantes en el evento en curso y hacer los preparativos para el siguiente, habría muchas cosas que hacer para mantenernos ocupados. 

—Esto concluye mi explicación de los deberes y procedimientos del comandante. ¿Hay alguna pregunta? 

Mashima-sensei echó un vistazo rápido por toda la habitación, pero nadie parecía tener algo que quisiera mencionar. 

—Muy bien entonces, eso es todo por hoy. Si alguno de ustedes quiere revisar el sistema o comprobar algo, se les permitirá visitar el aula multiusos bajo la supervisión del profesor hasta una semana antes del examen. Pueden retirarse. 

Con eso, la explicación se terminó y todos nos fuimos. 



PARTE 3 

Después de regresar a mi dormitorio, le envié un mensaje a Horikita sobre la clase a la que nos enfrentaríamos y comencé a pensar en cómo cumplir con mis deberes como comandante. En retrospectiva, esta era la primera vez que me enfrentaría a un examen especial directamente. 

Con toda honestidad, si esta fuera una batalla de uno contra uno, no creo que pierda. 

Sin embargo, esta es una batalla en la que tengo que comandar a toda la clase. 

Sólo podré luchar confinado en el ámbito de las habilidades de mis compañeros de clase. 

Con un ejército de niños, ni siquiera un estratega sin igual como Sun Tzu tendría oportunidad contra un ejército de personas adultas. 

Aunque la capacidad única del comandante para intervenir en los eventos sería la clave de la victoria, todavía me faltaría algo fundamental que necesito para poder competir. 

Es decir, necesito captar el potencial actual de la Clase C. 

¿A quién le gusta y a quién no le gusta alguien? ¿Cuáles son sus puntos fuertes? ¿Sus debilidades? 

Sin entender todas las diferentes piezas del rompecabezas, el camino a la victoria no se abrirá. 

Además, en lo que se refiere a la creación de redes y habilidades de liderazgo, claramente me quedo corto en comparación con el resto de la clase. En este momento, ni siquiera sé qué le gusta comer a la gente como Shinohara u Onodera. 

Siendo así, ¿qué debería hacer primero? 

La respuesta es obvia. Necesito llegar a alguien que conozca la clase como si fuera la palma de su mano. 

Era simple, pero no tenía ninguna otra opción. 

Sólo había tres personas que podían cumplir con este criterio: Kei, Hirata y Kushida. 

Idealmente, quería consultar a los tres. 

Sin embargo, dada la situación actual, la única que definitivamente estará dispuesta a ayudarme será Kei. 

Hirata todavía no se recupera, y Kushida ha sido profundamente herida durante la votación de la clase. Mientras no lo mostraba en la superficie, seguramente está furiosa con Horikita. No sé cuánto escepticismo tiene hacia mí, pero es seguro asumir que se ha vuelto más cautelosa conmigo que antes. 

Alrededor de las seis de la tarde, justo cuando el sol comenzaba a ponerse, sonó mi timbre. 

Sin dudarlo, abrí la puerta e invité al visitante a mi habitación. 

—...Heyo. 

La visitante se llama Karuizawa Kei, que todavía tiene el uniforme de la escuela. 

—¿Acabas de regresar de la escuela? 

—Eso es porque, a diferencia de ti, tengo un montón de amigos. Además, hoy soy la estrella. 

Su elección de palabras fue un poco peculiar. Se giró para mirarme. 

—¿La estrella? ¿Por qué? 

Viendo que no entendía a qué se refería, Kei apartó la vista de mí con una mirada ligeramente irritada. 

—...Lo que sea, no es nada. De todas formas, ¿no es raro que me llames en un momento como éste? ¿Y qué pasa cuando dices que ya no necesito tener cuidado? ¿No dijiste que sería un problema si alguien nos viera? 

Ella miró incómodamente alrededor de mi habitación. 

—Está bien. Después de todo lo que ha pasado, ya no creo que sea necesario. 

—Por Hashimoto-kun de la clase A, ¿verdad? ¿Y los estudiantes de la clase superior que nos vieron juntos? 

—Algo así. 

—Nuestra relación se irá haciendo pública poco a poco, lo sabes, ¿verdad? ¿Y eso está bien para ti? 

—No tengo ningún problema con eso. 

Mi respuesta inmediata pareció darle a Kei algo de tranquilidad, mientras daba un suspiro de alivio. 

—Bueno, entonces, está bien, supongo. 

Es cierto que algunas acciones serían más fáciles de llevar a cabo si nadie supiera de mi conexión con Kei. 

Pero la situación comenzaba a cambiar gradualmente. 

Además, sería más fácil para Kei moverse abiertamente a partir de ahora en vez de actuar como espía. 

—Pero, verás... tú y yo seguimos siendo un chico y una chica de la misma clase, ¿sabes? Si se corre la voz de que me vieron venir aquí, ¿no empezarán a correr rumores raros sobre cómo los dos estamos solos? 

¿Siempre ha sido del tipo que se preocupa por algo así? 

—Soy el comandante de este examen, y tú eres una figura central de la clase C. El que nos reunamos en privado no debería ser demasiado extraño. 

Para asegurarme de que se sintiera cómoda, añadí una capa extra de razonamiento a mi explicación. 

—Umm, bueno, supongo que es verdad... 

Algo de esto todavía parecía molestarla. 

—Hablando de eso, ¿por qué aceptaste ser el comandante? No eres el tipo de persona que se sentiría obligada a hacerlo sólo porque tienes un punto de protección. 

Como era de esperar, ella entiende el tipo de persona que soy, al menos hasta cierto punto. 

—Sentimientos personales aparte, necesitaba mostrar mi sinceridad a la clase. Yamauchi acaba de ser expulsado, así que todo el mundo sigue bastante paranoico. Nominarme yo mismo para el papel era la mejor opción disponible. 

—¿Eso es todo? 

—Eso es todo. 

—Si fuera yo, no me habría convertido en la comandante, sin importar lo que pasara. 

Sólo pudo tomar una postura así por la imagen que se había establecido para sí misma. Incluso si insistiera obstinadamente en que el punto de protección era suyo para usarlo como quisiera, nadie sería capaz de usarlo en su contra. Era realmente impresionante. 

—Cambiemos de tema. Háblame del estado interno de la clase. 

—Estado interno, ¿eh? Como que, ni siquiera sé por dónde empezar. Para tu información, no es como si yo lo supiera todo, ¿bien? Especialmente cuando se trata de los chicos. No sé nada de ellos. 

—Está bien. Si es posible, espero consultar con Hirata y Kushida en algún momento más adelante. 

Esta esperanza no era nada más que eso. Una esperanza. 

Por el momento, no sabía si iban a hablar conmigo o no. 

—Claro, te enterarás de casi todo sobre la clase si hablas con los dos, pero igual... 

Kei se detuvo por un momento y cansada cruzó los brazos frente a ella. 

—Aparte de Kushida-san, ¿no crees que parece imposible llegar a Yousuke-kun? Parece que se ha rendido por completo. 

—¿Estás preocupado por él? 

—Bueno, sí. A nadie en la clase C le gusta ver Yousuke-kun así. 

Clase C sin Hirata, una situación en la que estamos en total desventaja. Como nadie está dispuesto a dar un paso al frente y mediar, la clase carece de un sentido general de estabilidad. 

—De cualquier manera, te escucharé primero. 

—Será difícil para mí conversar tanto, así que, ¿podemos hacer esto contigo haciéndome preguntas, ok? 

Si eso es lo que ella quería, yo cumpliría. Preguntaré por cada chica una por una. 

Seguí la lista de la clase, y procedí a memorizar la información relevante de cada chica de la clase C. 




PARTE 4 

—...Y eso debería ser todo. 

En poco menos de diez minutos, obtuve casi toda la información necesaria de Kei. 

—Oye. ¿Estás seguro de que no necesitas tomar notas o algo así? Aunque me ruegues, no voy a explicarte todo de nuevo, ¿de acuerdo? 

—Está bien. 

—¿Estás diciendo que lo tienes todo memorizado? 

—Más o menos. 

—Oh wow. Qué impresionante. 

Kei me elogió, pero por la forma en que lo hizo pareció que no lo decía en serio. 

—De todos modos, nuestro oponente será de clase A esta vez, ¿verdad? ¿No va a ser súper difícil para ti? 

—No soy yo quien va a competir. Eso dependerá de ti y del resto de la clase. Sólo porque pueda intervenir como comandante no significa que siempre pueda dar la vuelta a una situación difícil. De hecho, yo debería ser el que pregunte si estarás bien. 

—¿Y-Yo? yo… 

Trató de decir algo, pero las palabras parecían atascarse en su garganta. 

—... ¿Podrías asegurarte de que no tenga que participar? 

—No soy el único que decide eso. Dependiendo de lo que haga la clase A, puede que incluso tengas que participar dos veces. 

—No, no, no, de ninguna manera. ¡No soy buena para estudiar y soy terrible en los deportes! 

Sacudió la cabeza frenéticamente, haciendo hincapié en que no quería que la obligaran a participar. 

—¡Si eres tú, Kiyotaka, estoy segura de que puedes vencer a Sakayanagi! 

Con esto, me miró con el pulgar hacia arriba. Probablemente sólo quería evitar participar y no asumir ninguna responsabilidad por el resultado. 

Sin embargo, ni siquiera Kei podía comprender el verdadero alcance de mis habilidades. 

—Además, nadie espera que venzas a la clase A. ¿No hace eso que todo sea más fácil? 

—Sí, supongo. 

Todo es fácil cuando no se espera mucho de ti. 

—Entonceeeeees... ¿es esto todo de lo que querías hablarme? ¿No dijiste que teníamos que vernos en persona? 

Kei hizo un puchero, la mirada en sus ojos diciendo “Si no hay nada más, podríamos haber hablado por teléfono”. 

—Algunas cosas son más fáciles de entender cuando se comunican en persona. 

La expresión de Kei se endureció aún más. Esta no parecía ser la respuesta que ella esperaba. 

—Humph... Entonces parece que hemos terminado. Bueno... me iré, ¿sí? 

Con todo lo importante discutido, Kei se excusó. 

En este punto, probablemente no pensó que pasaría algo más aunque siguiera dejando caer indirectas. 

—Me pondré en contacto contigo de nuevo si surge algo importante. 

—...Claro, lo que sea. 

Me pareció que esperaba algo todo este tiempo, pero ahora era como si se hubiera dado por vencida. 

Supongo que se iba a mantener terca hasta el final, sin querer abordar el tema ella misma. 

Me habría facilitado mucho las cosas a mí también si lo hubiera dicho... 

—Espera un momento. Todavía tengo algo que decir. 

Me levanté y me acerqué a mi cajón. 

Antes de que viniera, guardé algo especial para que no lo notara cuando entrara en la habitación. 

—¿Qué es...? ¡Si tenías algo que decir, deberías haberlo dicho antes! 

—Es sólo que hoy es tu cumpleaños, ¿no? 

—¿Eh? ¿En serio? ¿Sabías...? 

Saqué de mi cajón el algo especial que preparé para ella. Lo pedí en una de las tiendas del campus e hice que lo enviaran envuelto en papel de regalo para la ocasión especial. 

—Sólo estaba bromeando un poco. 

—B-bueno, deja de hacer cosas raras como esas. Si tienes un regalo, deberías habérmelo dado antes, ¿no? Ya recibí un montón de cosas buenas de mis amigos, así que será mejor que esto valga la pena. 

Mientras hablaba, extendió la mano para recibir el regalo, sin querer mirarme a los ojos mientras lo hacía. 

Viendo a Kei actuar así, inmediatamente me detuve de darle el regalo. 

—¿Estabas esperando esto? 

—¿N... n-no realmente? 

—Si ese es el caso, supongo que siempre podría devolverlo. 

—¿Qué...? ¿Qué? ¡No puedes cambiar de opinión una vez que has decidido darle algo a alguien! 

Su respuesta fue casi imposible de entender. 

—Aunque también es tu regalo de agradecimiento por el Día Blanco. 

—Qué típico... Así que eres el tipo de persona que hace todo a la vez porque es demasiado trabajo para hacer otra cosa, ¿eh? 

Kei suspiró exasperadamente y me quitó el regalo de la mano. 

Una mirada suspicaz apareció en su rostro tan pronto como lo sostuvo en sus manos. Después de todo, es una caja pequeña y cuadrada, y además, no pesa mucho. 

—¿Al menos pusiste algo en ella? 

—No tendría el valor de regalarte una caja vacía. 

Ya podía imaginar lo enojada que se pondría si hiciera algo así. 

—Entonces supongo que no te importará si me aseguro de eso, ¿eh? 

Kei habló como si fuera un oficial de policía interrogando a un sospechoso, y revisó el contenido de la caja. Desenvolvió cuidadosamente el papel de regalo y quitó la tapa de la caja que estaba escondida debajo. 

Dentro de la caja había una sola pieza de metal que resplandecía con un brillo dorado y luminoso. 

—¿Qué... qué es esto? 

Aunque parecía inmensamente sorprendida, estaba claro que casi todo el mundo sabría exactamente lo que era. 

—Es un collar. 

—¡B-bueno, obviamente! Este regalo es como, ¡es demasiado! 

—¿Demasiado? 

—¡Los collares no son el tipo de cosas que los amigos se regalan! 

O eso dice, pero... 

Incliné la cabeza, no estaba seguro de a dónde quería llegar Kei. 

Sin embargo, no creo que estuviera esperando una respuesta de mi parte. En vez de eso, parecía que tenía ganas de decir algo más. 

—Además, ¿sabes qué más? ¡Esto ni siquiera se ve bien en mí! ¡Tiene forma de corazón! 

En este punto, se refería a que el colgante del collar tenía forma de corazón. 

Aparentemente, el regalo de cumpleaños que había elegido no era muy bueno. 

—¡Tiene forma de corazón! 

Parecía particularmente descontenta con esa forma, ya que se molestó en enfatizarlo por segunda vez. 

Su cara se estaba poniendo roja mientras expresaba su insatisfacción. Cualquiera se sentiría un poco herido después de escuchar tan duras objeciones, incluso yo. 

Después de todo, al final del día, se da un regalo para extender felicidad. 

—¿No fue esto caro? 

—Bueno, no fue barato. Fueron como veinte mil yenes. 



—Veinte mil... ¿Por qué te has esforzado tanto en conseguir un collar tan caro? 

—¿Por qué? 

Kei me miró, su cara se volvió aún más roja que antes. 

Dada la situación, parecía que lo mejor era responderle honestamente. 

—A decir verdad, nunca antes le he dado algo como un regalo de cumpleaños a una chica. Así que decidí investigar un poco en Internet como punto de partida. Me encontré con un importante sitio web de compras en línea, Rakkan Ichiba, donde recomendaban ese collar como el regalo de cumpleaños número uno para las chicas. Incluso se mencionaba que sería especialmente popular entre las chicas de preparatoria. 

Todavía puedo recordar cómo el sitio web lo considera el mejor regalo, sin importar si tienes una relación o no. 

Decidí que era un precio razonable a pagar ya que le iba a dar un solo regalo tanto para su cumpleaños como para el Día Blanco. 

—Dios mío... 

Por alguna razón, Kei me miró y se estremeció. 

Pensé que esta vez podría haber estropeado algo. 

—Eres tan inteligente y sin embargo, un poco idiota cuando se trata de cosas como esta. Es como si hubieras nacido ayer o algo así. En primer lugar, aunque dijera que esto sería un éxito entre las chicas de preparatoria, es el tipo de cosas que las chicas quieren elegir por sí mismas. De esa manera, pueden elegir algo que les guste o que se adapte a sus gustos. Bueno, por lo menos no me has comprado un anillo o algo así donde tendrías que haber sabido el tamaño de mi dedo... En pocas palabras, este regalo sólo consigue como, 10 de 100 puntos, ¿ok? 

Preparé un regalo tan caro, pero el resultado fue desastroso. 

Acababa de explicarme cómo eran las chicas de preparatoria, pero todavía hay mucho sobre lo que tengo que reflexionar. 

Elegí el regalo con las mejores intenciones, pero es difícil decir si realmente consideré cómo se sentiría ella al respecto. 

—¿Y si te hubiera dado una simple caja de postres? 

—Eso te subiría a un 15 de 100. 

Pensar que una simple caja de dulces hubiera sido mejor que un collar de veinte mil yenes... 

—No creo que puedas devolverlo ahora que fue abierto, pero si no lo quieres puedes dejarlo aquí. Si quieres, puedo conseguirte una caja de pasteles o algo así en unos días. 

Le ofrecí una alternativa, lamentando profundamente mi falta de preparación e investigación. 

Después de todo, un regalo de 15 puntos probablemente haría más feliz a Kei que uno de 10 puntos. 

Al menos, eso es lo que pensé... 

—… 

Kei miró fijamente el collar por un momento antes de voltearse a mirarme. 

Y entonces, a pesar de lo que acababa de decir, se puso el collar alrededor del cuello. 

Luego pidió usar mi espejo por un segundo y continuó viendo cómo se veía en ella. 

—Hmm... Como pensaba, el corazón es un poco infantil... Pero como tengo un cuerpo tan sexy, cualquier cosa termina viéndose bien en mí... 

Aunque no podía dejar de preguntarme de qué hablaba esta estudiante de primer año de preparatoria, Kei hablaba completamente en serio. 

Se tomó un momento para ver cómo se veía el collar desde todos los ángulos antes de finalmente asentir con la cabeza. 

Pensé que me lo devolvería después de probárselo, pero en vez de eso, puso cuidadosamente el collar en su caja y lo puso en su bolso. 

—Bueno, esta fue la primera vez que le diste un regalo a una chica, ¿verdad? Seré amable y lo aceptaré, sólo por esta vez. 

—...Bueno, eso me parece bien. 

De todos modos, no era como si yo fuera capaz de dárselo a alguien más si ella se negaba a aceptarlo. 








24 comentarios:

  1. Kiyotaka es todo un galán.Lo más probable que haya una historia corta de esta parte, ya quiero leerla🤭

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  2. Los modales forman al hombre. Galanazo nos salio Kiyopon xD

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  3. Hay que lindo realmente quiero que esos dos sean pareja encerioooooo

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