CAPÍTULO 71
Cuando llegaron al lugar de los hot pots, Tong Yao se
debatía en el centro de su mente sobre si pedir la langosta o el plato de carne
de 888RMB...
Una voz dijo: "¿Eres una campesina? ¿Nunca has comido
langosta antes?"
Otra voz dijo: "¿Eres una pueblerina? ¿Nunca has
comido bistec?"
Una voz dijo: "Puedes comer carne de vaca cualquier
día".
Otra voz dijo: "¿Cómo puede alguien comer carne de
vaca de 888RMB todos los días? ¿No has olvidado que te han descontado 120K de
tu sueldo?"
Una voz dijo: "¿Comer carne de 888RMB te hará
volar?"
Otra voz dijo: "Bueno, no lo sé, así que quiero
probarlo. ¿Quién sabe?"
Tong Yao, sumida en sus pensamientos, sostenía su cabeza
con el brazo, conteniendo a duras penas la saliva en su boca. Cuando el autobús
se detuvo, se levantó de su asiento y empezó a bajar. Caminó un par de pasos
antes de que Lu Yue la llamara.
―¿Qué te pasa en el pie?
¿Estás cojeando?
Tong Yao giró la cabeza hacia atrás y luego la bajó para
comprobar su pie. Había una mancha roja en la parte posterior de su talón
derecho donde se había formado una ampolla... -Se debía a una simple razón, los
nuevos zapatos del equipo que llevaba puestos habían rozado la parte posterior
de su pie.
Tong Yao:
―Es una ampolla. Los zapatos
nuevos me rozaron el pie.
Lu Yue:
―Oh, ¿eres muda? ¿Por qué no
dijiste nada antes sobre los zapatos?
Mientras Tong Yao bajaba cojeando del autobús, Lu Sicheng se acercó por detrás y utilizó sus dos manos para levantarla al suelo.
―Todos los zapatos nuevos son
así. No es gran cosa. Iré a comprar unas vendas al mercado cercano a la base
cuando volvamos ―Tong Yao miró a Lu Sicheng―. Mi amiga batió el récord de
compras en Las Vegas durante 12 horas seguidas. A la cuarta hora, sus tacones
ya habían empezado a rozar y siguió comprando durante las siguientes 8 horas,
como una sirena bailando en la punta de un cuchillo.
Xiao Rui:
―Una sirena adicta a las
compras.
Dios Ming:
―¿Esta sirena de la que hablas
es la novia de nuestro Midlaner de al lado?
Tong Yao asintió. Todos los hombres del grupo tenían las
mismas expresiones en sus rostros: Simpatía por Ai Jia.
Sólo los hermanos Lu Sicheng y Lu Yue no se mostraron
sorprendidos, parecía que estaban muy acostumbrados a este tipo de
comportamiento por parte de las mujeres. Lu Sicheng no dijo nada, pero Lu Yue
sí:
―Si gastar dinero permite a
las mujeres dejar de regañar o buscar problemas, entonces eso significa que
podemos vivir más tiempo. Si lo piensas así, entonces estarás de acuerdo en que
vale la pena dejar que gasten el dinero.
Tong Yao levantó el pie para darle una patada:
―Sí, las mujeres somos todas
así, ¿no es cierto que somos lindas? Yo también puedo hacerlo, pero no tengo el
dinero... -Ah, no hables de dinero, ahora de repente me duele el pecho.
―Te lo mereces.
Después de decir eso, Lu Sicheng abrió la puerta del local
de hot pots. Cuando entraron en el restaurante, descubrieron que también había
otros equipos...
Además del equipo de Tong Yao, estaba el equipo Huawei y el
equipo Dinastía Qing del grupo B. Los dos equipos estaban sentados cerca el uno
del otro. El Jungler de Huawei, Li Huanshuo, estaba apoyado en la espalda del
Jungler de la Dinastía Qing, sosteniendo una copa de vino en su mano mientras
lo llamaba "gege" en coreano. Detrás de él, una chica que parecía un
miembro del personal le tiraba de la manga mientras tomaba fotos a escondidas
de los dos junglers...
Parecían como si fueran una torre de Jenga.
Lu Sicheng:
―Mira.
Tong Yao:
―¿Qué?
Lu Sicheng:
―Este tipo siempre tiene
chicas a su alrededor.
Tong Yao:
―......
En realidad, Tong Yao no estaba prestando atención a Li
Huanshuo para nada. Se estaba centrando en el chico que estaba siendo sujetado
y que llevaba el uniforme de la Dinastía Qing....... Si Tong Yao recordaba
correctamente, la primera ronda de partidas de su equipo contra el grupo B la
semana que viene sería contra la Dinastía Qing. El equipo quedó en tercer lugar
la temporada pasada... con cuatro chinos y un coreano. El jugador coreano era
el que estaba inmovilizado por Li Huanshuo en este momento. Todo el mundo lo
llamaba Long Ge, un tipo de jugador bondadoso---
¿Por qué pensaba eso?
Tong Yao había visto los vídeos de competición del equipo.
Ella personalmente pensó que el chino de este coreano era incluso mejor que el
de Lu Sicheng ...... Porque al menos les decía a sus compañeros cuando el
equipo estaba en desventaja: Está bien. Podemos ganar. Todo el mundo a por
ello, no se rindan.
-- A diferencia de Lu Sicheng, que no sólo hablaba unas
pocas palabras cuando estaba en desventaja, sino que hablaba aún menos cuando
estaban ganando. Si no fuera por el parlanchín Little Fatty, uno tendría la
impresión errónea de que su carril de bots estaba vacío, especialmente durante
la primera partida, cuando todo el mundo estaba ocupado en sus propios
carriles.
Además, el año pasado, la Dinastía Qing sufría para
mantenerse en la liga mayor, pero gracias a este hábil jungler, el equipo
obtuvo el tercer puesto en la temporada de primavera de este año.
Lo único en lo que pensaba Tong Yao en ese momento era en
cómo derrotar a este equipo la próxima semana. De repente, una mano la hizo
girar a la fuerza. El hombre que estaba detrás de ella le preguntó con cara de
piedra:
―¿A quién estás mirando?
―Long Ge ―Tong Yao respondió
sin pensar.
―¿Qué? Long Ge, ¿lo conoces
bien? Es un jungler y nunca juega de Midlaner. Es imposible que se hayan
enfrentado antes o que se conozcan bien. ¿Estás coleccionando sellos otra vez?
Tú...
―...... No lo hago. ¡Qué
tontería lo de coleccionar! Estaba pensando que este tipo sólo vino a China
esta temporada de primavera y su chino ha mejorado mucho, por no mencionar que
ha salvado a todo un equipo. Es realmente un personaje ―Dijo Tong Yao―:
Deberías considerar la posibilidad de que te enseñe algo de chino......... No
te limites a decir todo el tiempo: Little Fatty, avanza dos pasos para recibir
algo de daño y así poder conseguir algunas muertes.
Lu Sicheng:
―......
Mientras Lu Sicheng miraba en silencio, Little Fatty, que
estaba de pie detrás de Tong Yao y Lu Sicheng, emocionadamente dio a Tong Yao
un pulgar hacia arriba...
Mientras tanto, Li Huanshuo levantó la cabeza y vio a Tong
Yao.
Sus ojos se iluminaron e inmediatamente se dirigió hacia
ella, sin tener en cuenta la protesta de la empleada. Primero saludó a Lu
Sicheng, que estaba detrás de Tong Yao, y luego la cogió del brazo:
―Jiejie, ¿por qué estás aquí
también?
―Para cenar ―Tong Yao sonrió.
Lu Sicheng tiró de su chaqueta por detrás.
Tong Yao se liberó tranquilamente de la mano de Li
Huanshuo.
―Ayer, cuando estaba en
streaming, alguien habló mal de ti ―Li Huanshuo dijo francamente en chino
descompuesto―. Lo regañé. No dejo que digan nada de ti. Eres muy buena.
Tong Yao miró su rostro expectante. Tenía muchas ganas de
darle una palmadita en la cabeza y elogiarlo, pero su capitán la observaba
desde atrás. Sólo pudo agradecerle brevemente. Luego bajó la voz:
―No vuelvas a hacer eso. Y si
te desacreditan a ti también, entonces estarás atrapado conmigo.
Li Huanshuo dijo tímidamente:
―No entiendo.
No entendía lo que significaba la frase china
"ensnared" (atrapado).
Se giró para preguntar a Lu Sicheng y éste le dijo que
adivinara, sin intención de decírselo. Li Huanshuo se dirigió entonces a Long
Ge en busca de ayuda. Long Ge le explicó en coreano y levantó la cabeza para
mirar en dirección a Tong Yao... -Long Ge y Lu Sicheng empezaron a jugar
profesionalmente más o menos al mismo tiempo. Incluso empezó a jugar en la
región de Corea un poco antes que Lu Sicheng. Saludó con la cabeza a Lu
Sicheng.
Entonces Long Ge se giró para decir algo a Li Huanshuo y
éste empezó a emocionarse......
Li Huanshuo volvió a dirigirse a Tong Yao:
―Tailun Ge dijo que eres muy
interesante. Le dije que de ninguna manera, que eres la novia de otro hombre.
Aunque no lo seas, soy el segundo en la fila.
Tong Yao no sabía cómo responder. No sabía cómo explicarle
a Li Huanshuo que decir que ella es interesante no significaba que él estuviera
interesado en ella......
Tong Yao y sus compañeros dejaron a Li Huanshuo y a los
demás para ir a su mesa en la parte trasera del restaurante.
Little Fatty había oído la conversación de Tong Yao con Li
Huanshuo y soltó una risita:
―¿Por qué le gustas a todos
los junglers... tu ex novio, ese chico al que le diste sopa de pollo para el
alma, o este Li Huanshuo. ¿Ahora incluso tus incidentes de combate llaman la
atención?
―No lo sé. Probablemente por
mi buen aspecto ―Tong Yao se sentó a la izquierda de Lu Sicheng y tomó
distraídamente el menú―: No escuches a Li Huanshuo.
Lu Sicheng:
―¿Dijo algo malo?
Tong Yao levantó la cabeza del menú:
―¿Qué?
Lu Sicheng:
―¿Cuántas langostas quieres?
Tong Yao:
―Muchas.
Lu Sicheng:
―Ojos grandes, estómago
pequeño.
Tong Yao:
―Me la llevaré a casa si no me
la puedo acabar. Dabing no ha comido langosta antes. Después de comer langosta,
el gato probablemente pueda limpiar su caja de arena.
Todos:
―......
Ya eran las 10 de la noche cuando el equipo llegó a la
base.
Tong Yao había dormido todo el camino de vuelta en el
autobús después de atiborrarse en la cena. Little Fatty tuvo que despertarla
cuando el autobús se detuvo frente a la base. Se quitó la chaqueta de la cabeza
y miró a su alrededor confundida.
―......¿Dónde está nuestro
capitán?
Xiao Rui:
―Lo único que sabes es buscar
a tu papá en cuanto abres los ojos.
Tong Yao se sonrojó:
―Eh.
Little Fatty:
―Cheng Ge se fue a comprar
cigarrillos.
Tong Yao murmuró:
―Oh. ¿No dejó ya de fumar?
Se levantó de su asiento y dio un paso. El agudo dolor de
su talón derecho le recordó que había olvidado que el autobús se detuviera en
la farmacia para comprar unas vendas.
Tong Yao saltó del autobús, entró en la base y se quitó los
zapatos.
―Little Fatty, llama a nuestro
capitán de mi parte y pídele que compre unas vendas para mí...
Little Fatty, sin mucha expresión en su rostro, levantó la
chaqueta de Lu Sicheng de sus brazos. El celular de Lu Sicheng estaba en su
chaqueta.
Tong Yao:
―......Maldición, iré a
comprarlas yo misma más tarde.
Tiró irritada su mochila en su asiento. Su gato, Dabing,
estaba durmiendo en la silla de Lu Sicheng. Tong Yao enterró su cara en la
barriga de dicho gato. La barriga de Dabing estaba un poco húmeda, pero pensó
que el gato se habría mojado al beber agua... Se levantó y encendió la
computadora. Luego miró el escritorio de Lu Sicheng y preguntó casualmente a
Little Fatty:
―Oye, Little Fatty, ¿por qué
sólo quedan dos peces de colores en la pecera de Cheng Ge?
¿Acaso no cuidaba siempre bien de sus peces? ¿No se negaba
a que le ocurriera ningún accidente a los peces? ¿No se acordaba siempre de
cambiar el agua para los peces aunque él mismo se estuviera muriendo de sed?
―No puede ser ―Little Fatty
respondió desde lejos―: Todavía había 3 antes de salir esta tarde.
Tong Yao:
―Imposible. Ven a ver por ti
mismo. Hay exactamente...
Tong Yao:
―......
Tong Yao dejó de hablar abruptamente.
Bajó la cabeza, como si de repente hubiera entendido algo,
y miró al gato que estaba perezosamente tumbado en la silla de Lu Sicheng.
Levantó el gato gordo y se acercó lo suficiente como para oler su boca... -¡El
olor a pescado era tan fuerte que empezó a sentir pánico y casi vomita la
langosta que tenía en el estómago!
Sin demora, Tong Yao utilizó su uniforme para limpiar la
boca del gato y lo cogió en brazos. Subió corriendo con el gato a su habitación
y lo arrojó a la cama, luego se dio la vuelta y cerró la puerta tras de sí... Justo
cuando oyó el clic de la puerta, alguien entró en la base. Lu Sicheng entró
llevando una bolsa del supermercado.
Antes de que pudiera quitarse los zapatos, vio una silueta
que bajaba del segundo piso como un torbellino. Se detuvo y levantó la bolsa en
la mano:
―Enana, tu venda...
Antes de que pudiera terminar la frase, dicha silueta se
abalanzó sobre él con los dos brazos abiertos en un apasionado abrazo que nunca
había visto.
Lu Sicheng:
―......
Lu Sicheng utilizó una de sus grandes manos para cubrir el
rostro de Tong Yao y apartarla de él:
―¿Qué está pasando?
Tong Yao le quitó las manos de encima y dio un paso atrás:
―Ahora que lo pienso, no he
agradecido debidamente a nuestro capitán la educación que me ha dado. Eres como
mi segundo padre...... Nuestro capitán es amable y benévolo. Su corazón es tan
gentil como el de un Buda. Ama a todos los seres vivos de la tierra, honra las
leyes de la naturaleza y respeta la cadena alimenticia en la que los fuertes se
aprovechan de los débiles. Nunca hace demandas o quejas irrazonables...
Lu Sicheng:
―Tong Yao.
Tong Yao:
―......
Lu Sicheng:
―No te vayas por las ramas.
Tong Yao:
―Mi gato, según las leyes de
la naturaleza, se comió tu pescado.
Acababa de regresar de un infierno helado.
Ahora, tenía el presentimiento de que estaba en el camino
de vuelta.
CAPÍTULO 72
Lu Sicheng metió la bolsa de plástico en las manos de Tong
Yao, se quitó los zapatos y fue a comprobar sus peces.
Tong Yao abrió la bolsa y miró dentro. Sólo había una bolsa
de patatas fritas y una caja de vendas. Parecía que todo había sido comprado
específicamente para ella......Tong Yao se sintió aún peor. Con la bolsa en la
mano, siguió a Lu Sicheng hasta su escritorio y lo vio levantar la pecera con
una mano para comprobarlo. Tong Yao:
―Uhr...
Lu Sicheng se dio la vuelta.
Tong Yao retrocedió un gran paso. Tenía miedo de que le
tirara la pecera a la cabeza con rabia.
Miró nerviosamente a Lu Sicheng y apretó su disculpa entre
los dientes. Little Fatty, que por fin se había dado cuenta de lo sucedido, se
acercó para apoyarla:
―Anímate, piensa que a tu pez
le han salido alas y ha salido volando... -En el mar del norte hay un pez
llamado Kun...... [*]
[*]: Hace referencia a la "Excursión sin
preocupaciones" de Zhuangzi, una historia de una lista compilada de
escritos de Zhuangzi y que se conoce como uno de los dos textos fundacionales
del taoísmo.
Lu Sicheng levantó los párpados para echar una mirada a
Little Fatty. Little Fatty dejó de hablar sin ningún tipo de reparo. Lu Sicheng
volvió a colocar la pecera en el escritorio, se puso los auriculares y volvió a
conectar el resto de su equipo a la computadora. Lo hizo todo con un solo
movimiento, aunque se podía intuir por sus movimientos que no estaba ni mucho
menos de buen humor.
--Tong Yao no emitió ni un solo sonido en todo el tiempo
que duró la reunión.
No se sentó en su silla hasta que Lu Sicheng se conectó e
inició una partida. Movió su silla un poco lejos de la de él. Mientras se
sentaba en su silla, oyó a Lu Sicheng decir:
―Venda.
Tong Yao:
―......
Levantó la vista hacia él y descubrió que sus ojos no
habían abandonado la pantalla en absoluto. Respondió con un "Oh, oh",
luego sacó las vendas de la bolsa y se puso una en el talón ensangrentado.
Después comenzó el streaming...
El streaming pronto atrajo a una gran audiencia. Los
espectadores vieron a Smiling sentada a un lado de la cámara, casi fuera del
encuadre. Todos comenzaron a pedirle una explicación.
Tong Yao:
―Hay una sensación de malestar
en el asiento de al lado. Es tan fuerte que casi puede atravesarme.
[......Demonios, idiota.]
[¿Cómo puede una persona tan idiota aplastar a todos los
demás jugadores? Me gusta.]
[hhhhhhh, esposa, ¿qué pasa?]
[¿No acabas de volver del infierno helado?]
[Esta tarde algunos fanáticos juraron que ustedes dos
volvieron a estar en buenos términos. En el estacionamiento, tu capitán te
protegió a la fuerza].
Tong Yao:
―Sí, sí, sí, hubo un breve
momento en el que volví del infierno helado. Pero ahora he vuelto... -Sin
embargo, esta vez no es mi culpa, fue esa bestia Dabing... -Así es, ese gato.
El gato le arrebató el pez a mi capitán mientras no había nadie en la
base........................
Tong Yao echó un vistazo a Lu Sicheng, que seguía con los
auriculares puestos y ocupado con una partida de ranking. Tragó saliva y volvió
a mirar los bullet comment...
Tong Yao:
―Me disculpé. Es necesario
disculparse. ¿Qué más puedo hacer? Pero, si disculparse es útil, ¿por qué
seguimos necesitando policías?
Tong Yao:
―Sí, Dabing está en la cárcel
ahora. Sí, he encerrado al gato en la jaula... He ordenado al gato que
reflexione sobre sus errores y corrija sus malas acciones. Si hay una próxima
vez, lo enviaré de vuelta a mi ciudad natal....... No es que sea cruel, los
peces de colores estaban aquí primero y han estado nadando felizmente durante
mucho tiempo. ¿Qué derecho tenía Dabing a tragarse ese pez, verdad?
Mientras hablaba, miró la pecera. Todavía había varios
pelos de gato flotando en la superficie del agua de la pecera. Acosada por la
culpa, Tong Yao se acercó para arrastrar la pecera... -Lu Sicheng se quitó los
auriculares:
―¿Qué estás haciendo?
Tong Yao utilizó sus dedos para remover el agua y sacó un
pelo:
―Pelo de gato...... Iré a
cambiar el agua por ti.
Lu Sicheng dijo con cara de piedra:
―Bájala.
Tong Yao utilizó sus dos manos y empujó suavemente la
pecera a su posición original.
Antes de que Tong Yao se fuera a la cama esa noche, levantó
la voz para que Lu Sicheng pudiera oírla incluso con los auriculares puestos,
para anunciar a todos sus compañeros que Dabing estaba encerrado en la jaula
sin libertad y que se le negaría la comida enlatada hasta que reconociera sus
errores... Cuando pasó junto a la jaula, Dabing apretó la cara contra el
lateral de la jaula y siguió maullando. Tong Yao apretó los dientes y pasó de
largo, sin pensar: Si era parcial con el gato, entonces Dabing no sería el
único que no vería salir el sol mañana.
Tong Yao subió las escaleras y se duchó. Después, vio el
mensaje de WeChat de Jinyang...
[Mamá de Ah Mao:
....................................¿Dabing está en un gran problema?]
[Mamá de Ah Mao: Tu capitán está buscando en internet
pirañas...... Es tan gracioso que se me ha caído el celular en la cara].
Tong Yao:
―......
... ...
Tong Yao tuvo una noche de insomnio.
Primero, tuvo que acostumbrarse a dormir sola, sin un gato
a su lado. Luego tuvo que preocuparse por lo que pasaría cuando su gato y su
capitán se quedaran solos abajo...
Tuvo pesadillas toda la noche y se levantó muy temprano a
la mañana siguiente.
Bajó las escaleras y descubrió que la jaula de Dabing
estaba vacía, el gato no estaba allí. A Tong Yao le dio un vuelco el corazón;
temía encontrar el cadáver de un gato tirado a mitad de camino por el
retrete... -Buscó ansiosamente por la base y finalmente encontró a su gato en
el sofá del salón. El gato estaba perfectamente intacto y tranquilamente
agazapado sobre el cuerpo de un hombre, enseñándole los dientes a ella, la
persona que lo había encerrado dentro de la jaula......
La razón por la que el gato tenía el valor de ser tan
altivo seguramente tenía algo que ver con la persona que tenía bajo sus pies...
-Debajo del trasero peludo del gato, el capitán de ZGDX estaba tumbado boca
arriba en el sofá con los ojos cerrados con tenues bolsas azuladas. Su vientre
subía y bajaba a intervalos regulares.
Estaba profundamente dormido.
Ni siquiera se dio cuenta de que un gato de más de una
docena de kilos estaba sentado encima de su estómago, usándolo como alfombra.
Tong Yao se giró para comprobar su computadora, que seguía
conectada a la espera de una partida de ranking ....... Pero su identificación
ya había sido expulsada de la cola, probablemente porque no había respondido
cuando se encontró una partida antes.
Seguro que había jugado partidas de ranking durante toda la
noche. Cuando finalmente se cansó de ellas, probablemente ya había amanecido y
estaba demasiado cansado para subir a dormir.
......Qué hombre tan adicto a Internet.
Tong Yao se acercó ligeramente a la computadora de Lu
Sicheng para cerrar el juego y la apagó por él. Se giró para coger una pequeña
manta de otro sofá y agitó la mano para que Dabing se apartara de Lu Sicheng.
El gato saltó de su estómago. Mientras Tong Yao se inclinaba para poner la
manta sobre su cuerpo...
Una gran mano se acercó a su cabeza desde la nuca y la
empujó hacia abajo. Tong Yao fue tomada por sorpresa cuando toda su cara fue
empujada contra el apretado abdomen de Lu Sicheng. Justo en ese momento, oyó al
hombre decir con voz aturdida:
―Quédate quieta o piérdete si
sigues moviéndote.
Luego acarició el pelo de Tong Yao como si acariciara al
gato.
Todo el cuerpo de Tong Yao se puso rígido. Sus dos manos se
agarraron al borde del sofá mientras su cara se enterraba en el estómago del
hombre, con sólo una fina manta y su ropa separándola de él. Cuando respiró, su
nariz se llenó de su olor.
--Si alguien viniera ahora, probablemente no podría......
Antes de que Tong Yao pudiera terminar su pensamiento, escuchó
el sonido de una puerta abriéndose en el piso de arriba. Little Fatty, con los
ojos somnolientos, salió con una camiseta blanca de tirantes y sus grandes
calzoncillos de Ultraman:
―Cheng Ge, mierda, aún no te
dormiste, ya me desperté...
La voz de Little Fatty se detuvo bruscamente.
Tong Yao ni siquiera tuvo la oportunidad de levantar la
cabeza para explicarle a Little Fatty, ya que la gran mano en la parte
posterior de su cabeza seguía ejerciendo una cantidad constante de presión...
-Al segundo siguiente, Little Fatty murmuró:
―Todavía no me levanté, estoy
caminando dormido ―Luego se dio la vuelta y regresó a su habitación.
Unos segundos después, sonó el celular de Lu Sicheng.
Tong Yao se esforzó por alcanzar su celular en el sofá y lo
tomó para echar un vistazo...
[El gordo redondo: No esperaba que fueras este tipo de
capitán. Fui demasiado ingenuo].
CAPÍTULO 73
[El gordo redondo: ¿Por qué tuve que verlo?]
[El gordo redondo: ¿Por qué soy yo otra vez?]
[El gordo redondo: Sólo me levanto temprano menos de 5 días
de los 365 que tiene el año. ¿Por qué tienes que elegir esos días para quemarme
los ojos...? --...................................Espera un momento... tal vez
eres así todos los días..........................................]
[El gordo redondo: voy a llamar a la policía].
El celular seguía sonando en la mano de Tong Yao y ella
veía cómo la cadena de mensajes se iba distorsionando cada vez más. Finalmente,
no pudo aguantar más, tiró el celular al suelo y se llevó la mano a la
cabeza...
En su sueño, Lu Sicheng soñó que una mujer fantasma de
aspecto siniestro le arrastraba de la mano hacia unas vías de tren.
Sobresaltado, giró violentamente su mano y agarró la fría mano del fantasma--
-Al mismo tiempo, despertó de su sueño y abrió mucho los ojos. Lo primero que
vio fue un gran gato que le miraba fijamente sobre la mesa de café con sus
grandes ojos brillantes, y luego se dio cuenta de a quién pertenecía la mano
que había agarrado firmemente......
Era la mano de la Midlaner de su equipo.
Estaba usando una de sus manos para apoyarse en el borde
del sofá. Su cuerpo se inclinaba hacia un lado y su pelo estaba desordenado,
como si la hubieran maltratado de alguna manera. Su muñeca estaba firmemente
rodeada por la mano de él; su piel clara se estaba enrojeciendo en forma de dedos...
Tong Yao se inclinó hacia delante, acortando la distancia
entre los dos.
Lu Sicheng:
―......
Lu Sicheng:
―¡Hey, whoa!
Había una rara expresión de pánico en el normalmente
inexpresivo rostro de Lu Sicheng. Muy alarmado, le tiró la muñeca y saltó a la esquina
del sofá como si estuviera asustado.
Tong Yao:
―¿¿¿¿¿…?????
Lu Sicheng:
―¿Qué estás haciendo? ¿Qué
haces acercándote tanto cuando alguien está durmiendo?
Tong Yao levantó la mano para comprobar las marcas rojas de
su muñeca, y luego echó una mirada a su capitán, que actuaba como si acabara de
ser violado....... Reprimió el impulso de darle una buena bofetada en la cara y
señaló hacia arriba mientras hablaba con cara de piedra:
―Esta mañana bajé para
comprobar si mi gato seguía vivo......
Las pupilas marrón oscuro de Lu Sicheng se tensaron
ligeramente, pero actuó como si no se fiara de ella:
―¿Por qué necesitas comprobar
si tu gato está vivo o no? ¿Qué clase de excusa es ésa? ¿Cómo puede morir de
repente un gato sano?
Tong Yao asintió y pensó que quizá no se había explicado
con claridad, así que añadió:
―Oh. Bajé esta mañana para
comprobar si mi gato había muerto estrangulado y estaba a punto de ser arrojado
por el retrete...
Lu Sicheng:
―......
Tong Yao:
―Entonces descubrí que te
habías quedado dormido mientras seguías en la cola de una partida de ranking.
Tu stream también estuvo encendido durante varias horas; el stream estaba lleno
de signos de interrogación y de fans que jugaban a juegos de cartas para pasar
el tiempo. Lo apagué todo por ti... -Entonces, basándome en mi bondad, temí que
te resfriaras y te busqué una manta.
Tong Yao señaló la manta sobre las rodillas de Lu Sicheng.
Tong Yao:
―Mientras te ponía la manta,
empujaste mi cara hacia tu barriga ―Tong Yao señaló su propia cabeza―: Y me
desordenaste el pelo.
Lu Sicheng:
―¿Cómo es posible?
Tong Yao:
―Pensaste que era Dabing.
Lu Sicheng:
―......Cómo podría...
Tong Yao:
―Finalmente, el desenlace es
que Little Fatty lo vio por casualidad.
Tong Yao cogió el celular de Lu Sicheng y se lo lanzó...
-Lo cogió y revisó su WeChat. La expresión de su rostro pasó de estar perdido a
la sorpresa, antes de volver a calmarse. Tong Yao lo observó con una mirada
seria. Lu Sicheng marcó un número en su teléfono. El teléfono sonó un par de
veces antes de que la otra persona contestara. Lu Sicheng dijo:
―¿Hola, Little Fatty? Te
equivocas, no hicimos nada... -¿Quién haría eso en la sala de estar? Tú no
tienes cerebro, pero yo sí.
Colgó justo después.
Tong Yao:
―Sería más creíble si no
hubieras hablado con tanta dureza... -Incluso creo que parece que lo estás
intimidando.
―Oh ―Dijo Lu Sicheng―: ¿Qué
crees que Little Fatty pensó que estábamos haciendo?
Tong Yao:
―......
Lu Sicheng:
―¿Todavía crees que lo estoy
intimidando?
Tong Yao:
―............
Tong Yao bajó la cabeza y se quedó callada.
Lu Sicheng bostezó y se quitó la manta de encima mientras
se levantaba. Se acercó al refrigerador para sacar una lata de cola fría.
Después de tomar un sorbo, al notar que Tong Yao estaba de costado mirándolo
con una mirada seria, hizo una pausa y preguntó como si acabara de recordar
algo:
―¿Por qué me estabas mirando?
Tong Yao:
―......Hoy es martes.
Lu Sicheng:
―Sí.
Tong Yao:
―No hay sesión de
entrenamiento.
Lu Sicheng:
―¿Mmm?
Tong Yao levantó la mano, con un poco de inquietud, y se
llevó el pelo detrás de la oreja. La luz del sol brilló a través de la ventana
sobre ella y Lu Sicheng pudo ver desde su ángulo el lado de su mejilla de color
claro--- Y pudo ver que el lóbulo de su oreja se volvía rosa......
Lu Sicheng apartó los ojos, se echó el refresco de cola a
la boca mientras su nuez de Adán se movía hacia arriba y hacia abajo.
Después de un largo rato, oyó que la Midlaner de su equipo
empezaba a hablar lentamente:
―Estaba pensando que, ya que
no tenemos mucho que hacer hoy, puedo ir contigo al mercado a comprar un pez de
colores... -Pero no habías dormido anoche porque estabas jugando juegos de
ranking. Creo que tal vez...
Lu Sicheng:
―......
Lu Sicheng tiró la lata vacía a la basura, haciendo un
crujido que interrumpió a Tong Yao. Echó una mirada a Tong Yao, que estaba
sentada en el suelo junto al sofá. Después de un largo rato, dijo con
rotundidad:
―Sí, de acuerdo. Dame media
hora, necesito ducharme y cambiarme.
Tong Yao:
―......
Lu Sicheng miró sus manos y se frotó los dedos. Luego dijo
cruelmente:
―Por favor, también lávate el
pelo antes de salir.
Tong Yao:
―.............
Lu Sicheng subió entonces las escaleras, abrió la puerta y
la cerró.
Con el ruido sordo de la puerta al cerrarse, Tong Yao se
estremeció de repente, como si acabara de darse cuenta de algo... -Su cerebro
empezó a funcionar lentamente de nuevo hasta que se dio
cuenta:.....................................Lu Sicheng había aceptado salir con
ella al mercado.
Tong Yao:
―.................................................
Se sintió como si algo hubiera explotado en su cerebro.
Hasta se olvidó de replicar que su pelo no estaba graso en absoluto. Su cerebro
estaba ocupado por el hecho de que "él aceptó ir al mercado con ella".
Tong Yao se levantó aturdida y flotó hacia arriba como si hubiera nubes
multicolores bajo sus pies...
......
Subió, se duchó, se puso crema facial, se secó el pelo, se
puso loción corporal y se maquilló.
Tong Yao abrió su armario para comprobar que todo lo que
tenía dentro eran camisetas y pantalones. Cerró el armario con desesperación...
-Después de unos segundos, se dio cuenta de que esa era toda su colección de
ropa. Volvió a abrir el armario en silencio y empezó a buscar ropa que no fuera
en blanco y negro, que no tuviera palabras extrañas en la parte delantera, que
no tuviera feos personajes de dibujos animados, que no fuera el uniforme de un
equipo y que no pareciera ropa de hombre. Finalmente, todo lo que le quedaba
sobre la cama era un montón de camisetas que incluso un estudiante de
preparatoria encontraría aburrido. Las miró pensativa.
No sabía que tenía tan pocas camisetas.
Lamentó no haber comprado nunca unas faldas.
Quitó toda la ropa de la cama y se puso a rodar sobre ella.
Sacó su celular y envió un mensaje a Jinyang en WeChat: [Después de todo, ¿soy
una mujer?]. Dejó de moverse en el momento en que pulsó el botón para enviar el
mensaje...
Sus dos ojos se iluminaron.
Tong Yao saltó de la cama, sacó su maleta del armario, la
abrió y sacó una camisa de vestir blanca a rayas azules y una falda plisada de
color más oscuro -fueron regalos de cumpleaños de Jinyang el año pasado-. Esa
era la única cosa infantil que Jinyang podía soportar en la ropa que le
regalaba a Tong Yao.
Tong Yao se puso rápidamente la camisa y la falda, se
precipitó frente al espejo para meter la camisa dentro de la falda y giró en
círculo después de alisar la camisa. Tenía la cintura estrecha, las piernas
rectas y el vientre plano, ya que no había desayunado ......
Satisfecha con lo que veía en el espejo, comprobó la hora y
cogió apresuradamente el bolso negro de cadena que rara vez usaba y se dirigió
a la puerta. Justo antes de tocar el pomo de la puerta, se detuvo de repente y
volvió al espejo.
Frente al espejo, comprobó que su rímel no tenía grumos, el
color de su mejilla era perfecto y el color del lápiz labial era el adecuado
para sus labios. Cogió el aceite acondicionador para el cabello que había en su
tocador y se aplicó un poco en las puntas de su pelo alborotado...
Podía oler la fresca fragancia del aceite.
Tong Yao recogió el bolso y sacó una caja de zapatos
amarillos nuevos de debajo de la cama... -Abrió la caja y descubrió un par de
sandalias negras con plataforma y cuerdas negras que rodeaban los tobillos,
delineando perfectamente el contorno de los pies de la usuaria-......
Esto también fue un regalo de Jinyang cuando la sandalia de
Tong Yao se rompió en un incidente anterior. Jinyang no podía soportar las
incesantes quejas de Tong Yao y le envió otro par.
Tong Yao se apresuró a ponerse una de las sandalias. Estaba
muy satisfecha con los 5 mm más de longitud que las plataformas añadían a sus
piernas. Además, los zapatos de plataforma le parecían cómodos y bastante
amables para alguien como ella, que no podía soportar los tacones altos... -Se
quitó la sandalia y llevó el par en la mano, luego abrió la puerta y corrió
escaleras abajo......
Su corazón latía con fuerza.
Estaba deseando ver cómo quedaría delante de ese hombre...
Ya había unas cuantas personas en el primer piso.
Xiao Rui vio a Tong Yao bajando y apresuradamente metió a
Dabing, que ya estaba a medio camino de la jaula, de nuevo en la jaula mientras
escondía la lata de comida detrás de él--- Estaba a punto de decir algo cuando
notó la falda y las piernas rectas de piel clara de Tong Yao.
Xiao Rui:
―¿¿¿…??? ¿¿Qué es esto?? ¿¿¿Desde
cuándo tenemos una chica en nuestra base???
Tong Yao no tuvo tiempo de responder y simplemente levantó
la mano como si fuera a lanzar los zapatos a Xiao Rui. En ese momento, Xiao Rui
se fijó en el logo de sus zapatos...
Lu Sicheng abrió por casualidad su puerta al mismo tiempo.
Llevaba una camiseta negra y unos jeans oscuros que dejaban
ver sus anchos hombros y su estrecha línea de cintura.
Los jeans bien confeccionados hacían resaltar sus largas
piernas-- -Su pelo parecía un poco húmedo, pues acababa de salir de la ducha.
La barba incipiente de su cara había desaparecido por
completo. Se apoyó en la barandilla y miró a Tong Yao:
―¿Esperaste mucho tiempo?
Tong Yao:
―Acabo de bajar.
Tong Yao se bajó las sandalias y se agachó para ponérselas.
Lu Sicheng bajó las escaleras y miró las sandalias en la
mano de Tong Yao.
Se dio la vuelta y sacó un par de zapatos casuales negros
que tenían un par de ojos triangulares amarillos de monstruo, en lugar de
zapatillas o chanclas. Bajó la cabeza y comenzó a ponerse los zapatos.
Xiao Rui:
―¿¿¿¿¿¿….??????
¿Qué está pasando? ¿Por qué elegirían la misma marca de
zapatos qué ponerse?
La cabeza de Xiao Ru estaba llena de signos de
interrogación.
Hasta que los dos salieron por la puerta principal de la
base después de ponerse los zapatos, Xiao Rui seguía de pie en el mismo lugar,
con la postura congelada:
―¿Qué está pasando aquí?
Detrás de él, un gran trasero con ropa interior de Ultraman
sobresalía por la puerta abierta del refrigerador. Little Fatty dejó de buscar
comida y miró a Xiao Rui:
―¿De qué estás hablando?
Xiao Rui:
―¿A dónde van los dos C de
nuestro equipo?
Little Fatty:
―Dijeron que iban al mercado a
comprar peces de colores.
Xiao Rui:
―¿Qué?
Little Fatty:
―Van al mercado a comprar
peces de colores.
Xiao Rui:
―¿Es el mercado junto a la
Oficina de Asuntos Civiles o la Oficina de Asuntos Civiles justo al lado del
mercado?
Little Fatty:
―......
Xiao Rui:
―Es verano, es cuando todos
los animalitos se ponen inquietos......................... ¡Es una cita, tonto,
es una cita! Estos dos son tan descarados, aunque nuestro club no lo ha
desautorizado......Pero ......maldición, ¿por qué me siento tan irritado? Hoy
en día, hasta un retrasado y una niña de primaria pueden tener una cita, pero
yo, una persona normal como yo, ¡todavía estoy soltero! ¡! !
CAPÍTULO 74
Aunque el director del equipo creía que Tong Yao y Lu
Sicheng iban a ir al mercado y a atar el nudo al mismo tiempo, en realidad la
conversación en el coche fue la siguiente...
Tong Yao:
―Cheng Ge, me enteré de que
estabas buscando alevines de piraña en Internet después de que yo me fuera a la
cama......
Lu Sicheng:
―Así es.
Tong Yao preguntó después de un momento de silencio:
―¿Encontraste algo?
―De alguna manera la búsqueda terminó
en Venus Flytraps ―Lu Sicheng respondió―: Como tendría el mismo efecto en la
pecera, acabo de comprarlo.
Tong Yao buscó Venus Flytrap en su celular y se quedó en
silencio después de ver las imágenes del aspecto sanguinario de la planta:
―¿De qué efecto estás
hablando?
―Quien mete la mano dentro de
la pecera es mordido.
―......
Tong Yao miró por el parabrisas sin expresión en su rostro.
En el interior del coche reinó el silencio durante el resto del trayecto. Lu
Sicheng se concentraba en la conducción mientras Tong Yao se preguntaba:
"¿Pretende que me muerda a mí o al gato?"...... Cuando llegaron al
mercado, Tong Yao abrió la puerta y vio un mercado abarrotado. Este mercado se
especializaba en la venta de flores y todo tipo de mascotas. Un labrador con un
cartel colgado del cuello que decía "Busco pareja, tengo dinero",
pasó junto a Tong Yao. Tong Yao no podía apartar los ojos del perro.
Tong Yao:
―......
Increíble, hasta un perro sabía venir a este mercado a
buscar pareja.
Lu Sicheng estacionó el coche y se acercó. Echó un vistazo
a la enorme multitud que había al frente y otro a la persona que estaba a su
lado, que aún era demasiado bajita y llevaba zapatos de plataforma y quedaría
sepultada entre la multitud. Se detuvo un momento y luego dijo con rotundidad:
―Estoy pensando en ponerte un
sistema de autoalarma. Con sólo pulsar un botón, sonará una alarma y no tendré
miedo de perderte entre la multitud.
―........................ ―Tong
Yao estaba un poco inquieta―: Tengo un celular. ¿Quién necesita una alarma? Si
nos separamos, por favor, llámame al celular.
―No lo haré ―Lu Sicheng la
miró de refilón―: Sólo sígueme de cerca.
Con su altura y su llamativa vestimenta, Lu Sicheng no sólo
destacaba entre la multitud, sino que también la separaba como Moisés. Al
seguirlo de cerca, a Tong Yao le resultó más fácil moverse entre la
multitud......
Tong Yao se quedó detrás de Lu Sicheng. El hombre era como
una colina frente a ella, bloqueando su vista al frente. Todo lo que podía ver
cuando levantaba la cabeza era su ancha espalda y los pendientes de sus
orejas....... Los pendientes de plata le quedaban muy bien. Tong Yao no recordaba haberlo visto antes
llevarlos. Fijó sus ojos en ellos...
―Cheng Ge.
―¿Qué?
―Ni siquiera sabía que
tuvieras las orejas perforadas. Te queda bien llevar pendientes. ¿Por qué no te
los pones en la base?
―¿Para quién me los pondría en
la base?
―.......¿Entonces para quién
los llevas ahora? ―Tong Yao no podía entenderlo―: ¿Los peces?
―¿No llevas una falda? ¿Para
quién la llevas? ¿El gato?
―Hasta te pusiste zapatos
nuevos.
―¿Tus zapatos son viejos?
―......
―......
Fue un momento de dulce vergüenza.
Mientras Tong Yao se preguntaba cuándo podrían
complementarse el uno al otro con sinceridad, Lu Sicheng se detuvo bruscamente
cuando la multitud frente a él se detuvo... -Tong Yao, que seguía concentrada
en sus pendientes, chocó con Lu Sicheng. Para estabilizarse, Tong Yao agarró la
muñeca de Lu Sicheng por instinto.
Después de que la multitud se dispersara lo suficiente como
para que pudieran continuar, Lu Sicheng seguía allí, inmóvil. Bajó la cabeza
para ver la mano en su muñeca y se detuvo un momento:
―Enana.
Tong Yao:
―¿…?
Lu Sicheng:
―Parece que hoy te estás
aprovechando mucho de mí, ¿qué pasa?
Tong Yao:
―................................... ¡Jódete!
Tong Yao tiró la mano de Lu Sicheng y retrocedió tres pasos
para mostrar su inocencia... --Lu Sicheng golpeó ligeramente:
―Ni siquiera puedes llevar
bien los zapatos con tacón, para qué molestarse en fingir ser una adulta.
Luego se dirigió hacia la sección de peces. Tong Yao se
quedó en el mismo lugar y se quedó mirando su espalda durante un rato antes de
alcanzarlo apresuradamente.
......Había mucha menos gente en la sección de peces.
Lu Sicheng tenía la intención de comprar el tipo de pez
dorado más barato. Eligieron al azar un puesto para preguntar los precios. Tong
Yao se puso en cuclillas frente al puesto con una pequeña red de pesca en la
mano. Sus ojos seguían a los peces que nadaban. Preguntó sin mirar atrás:
―Cheng Ge, ¿cuántos quieres?
―Los que quieras.
―¿De qué color?
―Negro.
―Esos dorados y rojos se ven
mucho mejor. Las colas son como pequeños paraguas.
―¿Ah, sí? Yo quiero los
negros.
―El rojo se ve más bonito y
festivo. Mira ese, es tan alegre. Puedes decir sólo con mirarlo que vivirá para
siempre...
―El que tenía antes podría
vivir para siempre si un gato gordo no se lo hubiera comido -- -- Dije que
quiero uno negro. Deja la red. ¿Quién va a comprar el pez, tú o yo?
Lu Sicheng se puso en cuclillas junto a Tong Yao y le quitó
la red de las manos. Tong Yao quiso devolvérsela, pero Lu Sicheng se apartó con
cautela para no llegar a ....... Se pusieron en cuclillas frente al puesto,
empujándose, discutiendo sobre si comprar un pez dorado rojo o negro, cada uno
de los cuales valía sólo 1,5 RMB. Estaban teniendo una auténtica discusión...
―Es mi pecera, yo decido.
―¿Por qué te disgusta tanto el
rojo? Entonces, en el futuro, déjame tener siempre la pecera roja.
―Sólo trata de tocar mi buff
rojo.
―Eres tan capaz, ¿por qué no
convences a los desarrolladores para que te hagan un buff negro en la jungla?
Sólo di que te gustaría que fuera así, no se aceptan objeciones. Es tu jungla,
tú decides. Así de fácil.
―Eres muy habladora.
Hablaron una y otra vez durante unos 10 minutos, 8 de los
cuales fueron discutiendo quién se quedaría con los buffs de la jungla... -El
dueño no sabía qué pensar de la pareja de buen aspecto que parecía decir
tonterías con total seriedad......
Finalmente, el dueño no pudo aguantar más. Temía que estos
dos discutieran delante de su puesto durante todo el día por un simple pescado
de 1,50RMB. Les interrumpió:
―Joven, ¿por qué no escuchas a
esta muchacha? ¿Qué sentido tiene discutir por esto con tu novia? Los hombres
siempre sufrimos cuando las mujeres se irritan... -Espera al mes que viene,
cuando se niegue a tomarte de la mano y diga que es porque no le dejaste
comprar un pescado de su color favorito el mes pasado, entonces te arrepentirás
de lo de hoy.
Lu Sicheng:
―......
Mientras Lu Sicheng hacía una pausa, Tong Yao aprovechó
para volver a tomar la red, sacó el pez que había estado observando y lo puso
en un pequeño cuenco a un lado. A continuación, puso rápidamente la red en la
mano del dueño con una sonrisa:
―Debe estar bromeando. No soy
su......
―¿Venderá el pez por 1 RMB? ―preguntó
Lu Sicheng.
Tong Yao no podía creer lo que había oído y se volteó para
mirar a Lu Sicheng: Un hombre que conduce un Maserati está regateando por
cincuenta céntimos de descuento. Eso es inhumano.
Lo que más le sorprendió fue que el propietario aceptara.
El dueño recogió alegremente el pez rojo y le dijo a Lu
Sicheng cuando le entregó el pez:
―Mi novia es exactamente igual
que la tuya: testaruda. No puedo dominarla de ninguna manera.
Lu Sicheng no dijo nada. Cogió la bolsa de plástico y la
levantó en alto para comprobar el pez de colores a la luz del sol...
La mirada seria y cariñosa en su cara lo convirtió en un
verdadero idiota
Tong Yao puso los ojos en blanco y le dijo al dueño:
―Este amigo y yo no somos como
usted piensa--
Una mano le dio unas ligeras palmaditas en la nuca que la
detuvieron a mitad de la frase por segunda vez. Levantó la vista y vio a Lu
Sicheng, inexpresivo, mirándola con sus distantes ojos marrón oscuro:
―¿Qué estás mirando? Paga.
―......
Tong Yao no tuvo más remedio que sacar una moneda de su
bolsillo y la puso en manos del dueño.
―Vamos ―Dijo y se dio la
vuelta para marcharse, Tong Yao se levantó para seguirlo...
-Un hombre que empujaba un carro lleno de mercancías pasó
justo entre Tong Yao y Lu Sicheng. Tong Yao tuvo que detenerse y esperar a que
el carro pasara. La multitud pronto le bloqueó la vista. Tong Yao se puso de
puntillas tratando de encontrar dónde había ido Lu Sicheng. Justo en ese
momento, una gran mano la alcanzó desde un lado y la jaló de repente:
―Estoy aquí, ¿dónde estás
mirando?
Tong Yao se tambaleó hacia su dirección.
―¿Por qué llevas una camisa de
manga larga en un día caluroso?
Cuando estuvo lo suficientemente cerca de él, lo escuchó
comentar con rotundidad. Tong Yao levantó la vista sorprendida pero encontró
poca emoción en el rostro de Lu Sicheng. Él se giró para avanzar. Una de sus
manos llevaba el pez dorado que nadaba dentro de la bolsa de plástico y la otra
se aferraba a la fina muñeca de ella, sin soltarla......
No soltó su agarre hasta que estuvieron de vuelta en la
entrada del mercado, donde había menos gente. Miró sin rumbo los coches y la
gente que le rodeaba y frunció ligeramente el ceño, pues había olvidado dónde
estacionó el coche.
―Cada vez que vienes a este
lugar, pierdes tres años de tu esperanza de vida. Si quieres que muera antes,
puedes dejar que tu gato se coma uno de mis peces otra vez.
Tong Yao:
―......
Tong Yao estaba a punto de decir algo cuando su atención se
distrajo con unos gatitos en un puesto al lado de la carretera... -Uno de los
gatitos, dentro de una caja de cartón destartalada, estaba profundamente
dormido bajo la luz del sol, con un aspecto tonto y despreocupado igual que
Dabing......
Ese gatito atrajo a Tong Yao como un imán.
Lu Sicheng, ahora molesto por no poder encontrar su coche,
giró la cabeza para descubrir que la persona que estaba a su lado hace un
segundo había desaparecido. Levantó las cejas y empezó a buscar con la mirada.
En el borde de la carretera, encontró a su Midlaner con una falda corta y esos
animalitos peludos justo delante de ella...
Se enfadó todavía más.
Se acercó y estaba a punto de advertir a Tong Yao que no se
precipitara, ya que ella estaba preguntando al dueño cuánto costaba el gatito.
En ese momento escuchó una suave voz femenina por detrás:
―¡Aiya, qué gatito tan bonito!
Justo después, una mano llegó desde atrás, empujó la mano
de Tong Yao hacia un lado y cogió el gatito......Tong Yao, irritada, sintió
como si alguien le hubiera quitado un bocado de comida de la boca. Frunció el
ceño y estuvo a punto de decir que ella había estado allí primero, pero cuando
levantó la vista, vio a un hombre alto detrás de una bonita mujer. El hombre
estaba bien vestido, llevaba una máscara facial que sólo dejaba al descubierto
la mitad de su nariz, un par de cejas gruesas y unos ojos grandes...
Le resultaba muy familiar.
Tong Yao: "Eh". Se devanó los sesos tratando de
relacionar el rostro con las personas que conocía. Entonces oyó a Lu Sichengg,
que estaba detrás de ella, saludar al hombre en coreano con un tono de voz
bastante frío.
A juzgar por la pronunciación, Lu Sicheng se dirigía a él
como Ge.
......¿Tailun Ge?
Tong Yao tardó en darse cuenta de que el hombre que tenía
delante era el jungler coreano de la Dinastía Qing. Estaba a punto de saludarlo
cuando la mujer que había agarrado el gatito de la mano de Tong Yao recogió el
gato y se acercó al hombre. Ella rodeó el brazo de Xu Tailun y dijo:
―Cómprame esto. Quiero este
gatito, puede hacerme compañía cuando no estés conmigo.
Era bastante dulce y pegajosa.
La mujer ni siquiera se molestó en mirar a Tong Yao, sino
que echó un vistazo a Lu Sicheng y luego centró sus ojos en Xu Tailun.
Mientras tanto, Xu Tailun no emitió ningún sonido, sólo
echó una mirada a Lu Sicheng, y luego bajó la cabeza para mirar a Tong Yao. Sus
oscuras pupilas se movían rápidamente de un lado a otro antes de calmarse...
-Ni siquiera devolvió el saludo de Lu Sicheng. Lu Sicheng levantó a Tong Yao y
se dio la vuelta para alejarse.
Antes de que se alejaran, Tong Yao oyó que la mujer susurraba
a Xu Tailun:
―¿Ese es Chessman?
Tong Yao no tuvo la oportunidad de escuchar la respuesta...
-¿Ella conocía a Chessman? ¿Estaba en el círculo de los deportes electrónicos?
Entonces, ¿por qué no reconocía a Tong Yao y no parecía saber a ciencia cierta
cómo era Lu Sicheng?
Tong Yao estaba confundida.
―......Espera, espera, ¿cuál
es la prisa? Mi gatito. Yo llegué primero.
Lu Sicheng localizó su coche y abrió la puerta:
―¿No es suficiente tener ese
gato gordo tuyo? ¿Quieres otro? Ya tenemos dos alborotadores en la base, me
niego a tener un tercero.
―¿Cómo vamos a tener dos? ―Lu
Sicheng empujó la cabeza de Tong Yao para meterla en el coche. Tong Yao se
sentó pero no estaba dispuesta a rendirse.
―Tú y el gato.
―.........................Ese
gatito es tan lindo, como el hermanito de Dabing... -Me obligaron a ver el PDA
de esa mujer y luego me quitó el gatito, ¡no podré cenar esta noche! ―Tong Yao
se giró hacia el otro lado para mirar a Lu Sicheng mientras se subía al asiento
del conductor.
―¿Qué PDA?
―Ese jungler de la Dinastía
Qing y su novia.
―Su novia es la anfitriona de
las competiciones profesionales coreanas. Hubo un montón de PDA ayer durante su
transmisión ―Lu Sicheng arrancó el coche mientras hablaba―: No sé quién es la
mujer que se llevó tu gatito. Probablemente sea una fan de la Dinastía Qing, de
las que sólo ven sus juegos, o tal vez ni siquiera vea los juegos y sólo le
guste perseguir a los jugadores. Da mala fama a todas las fangirls de este
círculo... -Oh, sí, ¿no es de las que más te repugnan?
―¿¿¿¿¿¿.........................................??????
¿Así que tenía una aventura? ¡Qué infiel!
A Tong Yao no le importaba quién era la mujer, pero Xu
Tailun, ¿pensó que era uno de los raros tipos dulces entre todos los jugadores
profesionales? ¡!
―Así es, Xu Tailun siempre es
así. Ahora, por favor, mira por el espejo retrovisor tu propia expresión en la
cara... -¿La viste? ¿Ves la vergüenza con V mayúscula escrita en tu cara?
¿Ahora todavía quieres que aprenda chino con él?
―..............................
―¿Lo quieres?
Tong Yao permaneció en silencio, su cara ahora estaba roja.
Al ver que Lu Sicheng no iba a empezar a conducir el coche hasta que obtuviera
su respuesta, Tong Yao tuvo que ceder. Bajó la cabeza y la sacudió.
Lu Sicheng estaba satisfecho.
―Hrm, primero es Li Huanshuo,
luego Xu Tailun, nunca se puede saber cómo es realmente una persona. Mejor
mantén la boca cerrada en el futuro.
―......¿Por qué no me lo
dijiste aquel día?
―No me creerías aunque te lo
dijera. Seguro que habrías dicho que sólo estoy celoso y que acuso a los demás
sin pruebas.
―......
Urh, no era necesariamente algo bueno tener un capitán que
la conociera tan bien, pensó Tong Yao. Él podía aprovechar cualquier
oportunidad para darle un sermón y no le daba la oportunidad de defenderse.
CAPÍTULO 75
Tong Yao y Lu Sicheng salieron del mercado alrededor del
mediodía.
Las secuelas de conocer la verdadera naturaleza de ese
jungler hicieron que Tong Yao tuviera hambre... -Pero le daba vergüenza
decírselo a Lu Sicheng y se limitó a mirar por la ventana del coche......
Podía sentir cómo se le revolvía el estómago.
Al ver que estaban cerca de la base, Tong Yao trató de
recordar si aún quedaba carne y verduras en la nevera que pudiera poner en sus
fideos instantáneos. Podría añadir un huevo y una rodaja de queso...... Cuanto
más pensaba Tong Yao en ello, más hambre sentía. Deseaba tanto el tazón de
fideos que casi empezó a babear...
Pero ocurrió algo inesperado.
Cuando ya estaban casi en la base, Lu Sicheng giró de
repente hacia un camino que se alejaba de ésta...
Tong Yao:
―¿......?
―¿A dónde vamos? ―Al ver que
sus fideos instantáneos se hacían más lejanos, Tong Yao se puso ansiosa―: Cheng
Ge, nuestra base está en la otra dirección. ¿Por qué vas en esta dirección? ¿Te
equivocaste de camino?
―No, no lo hice.
―¿Cómo puede ser eso?
―No me equivoqué de camino ―dijo
Lu Sicheng―: Siéntate bien. ¿Hay espinas en tu asiento o eres incapaz de
quedarte sentada?
Tong Yao se tiró de nuevo en el asiento:
―...........................Lu
Sicheng, ¿a dónde vas exactamente?
Se dirigió a él con su nombre completo.
Con ambas manos en el volante, las comisuras de los labios
de Lu Sicheng se curvaron, pero él no la corrigió. Era divertido oírla
pronunciar su nombre con los dientes apretados.
Decidió burlarse un poco de ella y dijo perezosamente:
―Voy a buscar un lugar para
cambiarte por un poco de vino...
―Tengo mucha hambre ahora
mismo y sólo quiero volver a la base para poder comer un tazón de fideos
instantáneos humeantes. No tengo ganas de bromear contigo. Así que antes de que
te machaque en la tierra y te ponga la camiseta roja durante un mes sin
importar qué partida sea, será mejor que me hables más amablemente.
―......
Lu Sicheng miró a su pasajera como si estuviera viendo a un
loco. Al notar que ella hablaba en serio y que parecía dispuesta a saltar y
morderlo en cualquier momento, Lu Sicheng se detuvo un momento antes de hablar
en tono normal:
―Voy a comer. Yo también tengo
hambre. Esta mañana, cuando saqué la coca de del refrigerador, me di cuenta de
que no quedaba nada en ella. ¿Quieres volver rápido a la base para mezclar los
fideos con las latas de comida para gatos?
―......
―Por fin te lavaste el pelo y
te maquillaste, ¿merece la pena sólo ir al mercado?
―Si no vale la pena sólo ir al
mercado, ¿entonces vale la pena si me muero de hambre en el camino?
―...... ―El hambre había
llevado a Tong Yao a ser más valiente de lo que nunca había sido. El disgusto
estaba escrito en su cara. Lu Sicheng renunció a discutir con ella―. ¿Qué
quieres comer?
―Fideos.
―¿No les gusta a las chicas
comer comida japonesa o algo así?
―¿Chicas? ¿Qué es eso? Quiero
comer fideos. Fideos con sopa caliente y humeante y carne y huevos. Si hay un
género al que le gusta comer fideos en el mundo, entonces yo soy ese género.
―......
Lu Sicheng estacionó el coche en un centro comercial
cercano a su base. Colgó la bolsa de plástico en el espejo retrovisor y le hizo
un agujero. Lu Sicheng palmeó el volante:
―Bájate, vamos a comer.
Tong Yao miró el pez dorado que nadaba dentro de la bolsa:
―En las noticias dijeron que
no se pueden dejar mascotas solas en el coche. ¿Los peces de colores cuentan
como mascotas?
Lu Sicheng:
―Bueno, ¿qué se supone que
debo hacer cuando lleve a la mascota hambrienta para comer?
Tong Yao:
―......
Lu Sicheng:
―El pez no puede hablar por lo
que está en una posición de desventaja, ¿satisfecha? Déjame enseñarte una
lección de vida. Cuando estés en una posición ventajosa, sólo sé feliz y no
digas demasiado... -Ahora, sal del coche, si no, puedes quedarte en el coche
con el pez.
Tong Yao:
―......
Tong Yao hinchó las mejillas y siguió murmurando algo
mientras se quitaba el cinturón de seguridad y salía del coche. Lu Sicheng
también salió del coche y condujo a Tong Yao fuera del estacionamiento.
Cinco minutos más tarde, Tong Yao y Lu Sicheng se
detuvieron en un local de ramen...
Entraron en el local y lo encontraron casi vacío,
probablemente porque era un día laboral. Se sentaron en una mesa de la esquina.
Tong Yao abrió el menú y pidió rápidamente el ramen que quería, luego fijó sus
ojos en Lu Sicheng.
Lo miró fijamente durante al menos diez segundos.
Finalmente, Lu Sicheng no pudo aguantar más y le dio la
vuelta al menú. Le dijo al camarero con cara de pocos amigos:
―Quiero lo mismo. Eso es todo
por ahora. Por favor, dese prisa, alguien se está muriendo de hambre.
Tong Yao le dedicó una fea cara. Divertido, el camarero
anotó rápidamente el pedido y se dio la vuelta para marcharse. Con mucha
consideración, dejó uno de los menús en la mesa para Lu Sicheng... -Lu Sicheng
miró a Tong Yao como diciendo "¿ya estás satisfecha?". Lu Sicheng
volvió a abrir el menú y pidió lentamente unas cuantas guarniciones más......
Un rato después, los platos de acompañamiento llegaron
primero, antes del ramen.
Lu Sicheng separó los palillos:
―Come primero algunos de estos
por ahora. No me mires así, nadie te impide comer.
Tong Yao guardó silencio, pero apartó los ojos de Lu
Sicheng... -Después de comer un trozo de ala de pollo, la sensación de hambre
desapareció y sus ansias de comer se calmaron. Echó un vistazo rápido al hombre
sentado enfrente: de alguna manera ahora no parecía tan molesto.
Cuando llegó el ramen, comieron tranquilamente sus
fideos...
Desde que a Tong Yao le redujeron la paga, hacía tiempo que
no comía un gran trozo de carne a menos que lo pagara otra persona. Enterró la
cabeza en el cuenco de ramen, disfrutándolo a fondo. El hombre que estaba
frente a ella bajó de repente los palillos para sacar su celular. Preguntó
despreocupadamente:
―¿Qué hacemos después de
comer?
Tong Yao tardó en darse cuenta de que Lu Sicheng le estaba
hablando a ella:
―Volver a la base......
La interrumpieron antes de que pudiera terminar de decir
"y jugar partidas de ranking".
Lu Sicheng:
―Hoy no hay entrenamiento. No
tengo ganas de jugar partidas. Tal vez vaya a ver una película......<Día de
la Independencia 2> acaba de salir y no la he visto. Llevo mucho tiempo
esperando y si Little Fatty llega a verla primero, me volverá a estropear la
trama. Esta vez, iré a verla antes que él. Tú vendrás conmigo.
Tong Yao:
―......
......¿Qué estaba pasando?
Eran todas frases afirmativas de principio a fin.
................................¿¿¿Qué fue eso???
Tong Yao sorbió tranquilamente los fideos en su boca y
pensó en ello:
―¿Ir al cine? ¿Sólo nosotros
dos?
―Sí ―Lu Sicheng ni siquiera
levantó la cabeza y siguió golpeando su celular―: Resulta que hay un cine
recién abierto en el último piso de este centro comercial...... ¿Cómo se
llamaba? Ah, Teatro Wantai. Tengo entradas.
Tong Yao:
―...... ¿Sólo nosotros dos
vamos a ver una película? ¿Qué pasa?
Lu Sicheng:
―¿Qué quieres decir? ¿No es
normal que dos personas vean una película? ¿Siempre ves una película tú sola?
Tong Yao negó con la cabeza e iba a decir que siempre iba
con sus amigas. Pero pensándolo bien, Jinyang nunca querría ver una película
extranjera. Cuando vio Transformers con ella, tuvo que explicarle pacientemente
todo a Jinyang: Los de color son los buenos y los de metal negro son los malos.
Los buenos luchan con los malos y tratan de expulsar a los malos de la
Tierra......
Tong Yao asintió entonces:
―Es bastante agradable ver una
película yo sola. No tengo que preocuparme de interactuar con la persona que
está a mi lado.
Lu Sicheng se quedó un poco sorprendido por su respuesta,
pero pronto sonrió:
―No te molestaré.
Tong Yao miró los labios ligeramente curvados hacia arriba
y asintió:
―Oh, entonces está bien.
Lu Sicheng dejó el celular después de que Tong Yao aceptara
y Tong Yao continuó concentrándose en su ramen... -Después de unos cuantos
bocados más, empezó a sentir que algo estaba mal: ¡La cuestión no debería ser
si hay alguien molestándola en la película!
Tong Yao dejó los palillos:
―Capitán, me engañaste de
nuevo.
Lu Sicheng:
―Sí ―Entonces agarró el
celular de la mesa, sin levantar la vista, y empezó a pasar el teléfono de
nuevo mientras preguntaba―: ¿Qué te hice?
Tong Yao:
―Me engatusaste para que viera
esta película contigo.
Los dedos de Lu Sicheng se detuvieron en su celular:
―¿Tengo que engatusarte para
que vayas al cine conmigo?
Tong Yao:
―......
Lu Sicheng:
―Entonces tienes un gran
problema. Estoy muy triste.
Tong Yao:
―...... Lo siento.
Tong Yao:
―..................................................
Tong Yao:
Lu SiCheng claramente queriendo tener una cita con Tong Yao y ella que no capta ni una 🤣 son tan divertidos, los amo jajaja
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