EL ENEMIGO INVISIBLE
Eran poco antes de las cinco de la mañana, más o menos la hora en que el sol de la mañana empezaba a salir en el cielo. Mientras que la mayoría de los estudiantes estarían aun durmiendo, yo me desperté con un extraño sonido procedente del exterior de mi tienda.
Era un sonido tan sutil, tan indistinto que, por un
momento, pensé que podría estar oyendo cosas. Asomé la cabeza fuera de mi
tienda para investigar más. Y, aunque era débil, definitivamente podía oírlo. Unos
segundos más tarde, Nanase también asomó la cabeza fuera de su tienda, al
parecer se había despertado por el sonido, al igual que yo.
—¿Oyes algo?
—Sí... es débil, pero puedo
oír un ruido electrónico de algún tipo.
Tal vez debido a su baja proximidad, el sonido era tan
suave hasta el punto de que casi se mezclaba con lo que había alrededor. Es
posible que se trate de una alarma procedente de una tableta, pero este sonido
en particular lleva demasiado tiempo como para que sea así.
—¿Crees que podría ser una
alerta de emergencia?
—Desde luego, es posible.
Salí de mi tienda antes de volver a aguzar el oído para
analizar el sonido. Sonaba similar a lo que Mashima-sensei había reproducido
para nosotros durante su explicación en el crucero. Pero, por lo que pude
escuchar, había un ligero eco en él, tal vez porque provenía de lo más profundo
del bosque.
—No parece que vaya a parar
pronto, ¿verdad?
Ya había pasado más de un minuto desde que noté el sonido
por primera vez. Las alertas de advertencia estaban configuradas para sonar dos
veces, pero ambas se cortaban después de sólo cinco segundos. La única alerta
configurada para sonar continuamente así era la Alerta de Emergencia.
—Si no me equivoco, después de
cinco minutos─
—¿La escuela te localizará a
través del GPS de tu reloj y enviará ayuda a tu posición?
Si estaban en una situación en la que no podían permitirse el lujo de desactivar la alerta, entonces podrían estar en una posición bastante precaria.