Youkoso Jitsuryoku Shijou... Segundo Año Volumen 6 - Historias Cortas

 SAKAYANAGI ARISU SS - SENTIMIENTOS COMPLICADOS

 

Estaba pasando un buen rato charlando con Ayanokouji-kun, que se excusó de participar en el festival deportivo y se ausentó.

Siempre debía tener cuidado con lo que hacían los demás hasta ahora, y hoy era la única oportunidad que tenía donde nadie podía interferir.

―Sólo estabas observando, pero incluso me hiciste venir aquí a visitarte. Tampoco tienes pensado hacer nada durante el festival, ¿verdad? ... Ya veo.

Junté todas las pistas dispersas que me había estado dando durante nuestra conversación.

―En otras palabras...

De repente, me agarró suavemente por los hombros y me empujó hacia atrás.

Normalmente, esta cantidad de fuerza no era nada para la mayoría de la gente, pero como mi cuerpo es bastante débil y no lo esperaba, caí hacia atrás aturdida.

No me dolió, por supuesto. Simplemente me caí hacia atrás desde donde estaba sentada en la cama.

Debería estar viendo su cara ahora mismo, pero mis ojos daban vueltas mientras miraba al techo.

Antes de que lograra comprender la situación, Ayanokouji-kun comenzó a subirse arriba de mí.

Tenía sus manos a ambos lados de mi cabeza dejándome sin ninguna forma de escapar.

―¿Disculpa?

 

No parecía que hubiera sucumbido a sus deseos primarios.

Debería haber sido imposible, pero de alguna manera la posibilidad estaba dentro de mis cálculos.

Mis pensamientos estaban confusos y eso me impedía llegar a una respuesta.

―Mi vida escolar se basa en este plan que tengo. El hecho de que vinieras aquí hoy, mostraras interés y eventualmente llegaras a la respuesta era una posibilidad.

Como si se burlara de mí, llegó a su conclusión contra esta situación.

―Serás un estorbo si le cuentas esto a alguien más.

―¿Crees que yo... filtraría esto? 

No era tan ingenua como para no entender lo molesto que podía ser para él.

Pensé que ambos entendíamos que...

―Las posibilidades no son cero. Podrías intentar chantajearme diciendo que lo expondrás a menos que aceptara tener un encuentro contigo. No tendría otras opciones en ese caso.

―Ya veo, eso es muy cierto... Pero, ¿no podría revelar la verdad sobre la Habitación Blanca en su lugar?

Su verdadero objetivo estaba oculto.

Eso era indudablemente cierto, pero todavía no he conseguido calmarme lo suficiente como para pensar en ello.

Mientras mi mente trabajaba, tratando de calmar mis pensamientos, continué hablando con él.

―¿Empezamos la lección especial?

Vi sus ojos mientras murmuraba esto y finalmente comprendí su objetivo.

No pude evitar reírme, cerrar los ojos y esperar la lección.

Si este era su objetivo, no me importaba.

Con estos complicados sentimientos, reconocí que sería utilizada por él.

Pero, recuerda esto, Ayanokouji-kun.

Si vas a utilizarme, yo voy a utilizarte a ti hasta el final.

 

 

CHABASHIRA SAE SS - ALGO QUE NO SE PUEDE PERDONAR

 

Fue después de que terminara la clase y mi conversación con Horikita estaba a punto de terminar.

―Pronto se nos acabó el tiempo. Deja que te diga una última cosa, aunque parezca que me estoy entrometiendo demasiado. Lo más importante es lo que tú, Horikita, quieras hacer con Kushida. Piénsalo bien.

El objetivo era hacer que Kushida volviera a clase, pero esto no era tan importante ahora.

No estoy segura de la utilidad de mi consejo para ella, pero al menos espero que haya aclarado un poco sus pensamientos.

―Gracias, profesora. Ya decidí qué hacer.

―No te preocupes. Como tu profesora, esto no es nada, seguramente es algo de esperar.

Después de despedirla, volví a la sala de profesores.

Después de bajar las escaleras y entrar en el pasillo donde estaba la sala de profesores, oí a alguien corriendo por detrás.

―No corras en el pasillo...

―Sa~~~~e-chan. Yah-ho!

Pensaba advertir al alumno, pero supe que era un profesor por instinto.

―¿Eres tú, Chie? ¿Cómo vas a dar ejemplo si hasta tú estás corriendo a toda velocidad?

―¡Pe~ro, te vi justo enfrente!

―¡Deja de hacer ese pe~ro! Llámame como siempre.

No había necesidad de correr hacia mí de esta manera,

―Por cierto, estabas tardando mucho hablando con Horikita-san.

―... ¿Así que incluso escuchaste eso?

¿Cuándo demonios empezó ella?

Había un gran riesgo de que esto se filtrara si Chie se enteraba de lo de Kushida".

―Desde que la oí decir gracias.

Cuando casi había terminado, en otras palabras.

No puedo excluir el hecho de que puede haber sido una mentira, pero es cierto que tampoco me di cuenta de ella antes.

―Parece que incluso la estudiante modelo Horikita tiene muchas preocupaciones.

―Es sólo una niña, ¿verdad? Pero eso no es lo que quería decir.

Ella sonrió mientras caminaba a mi lado. Sus ojos no se reían.

―¿Por qué te has acercado a tus alumnos ahora?

―No es nada raro para un profesor titular, ¿verdad?

―Sí lo es. Tú no eres ese tipo de profesora. Nunca lo has sido hasta ahora, ¿verdad?

―Eso puede ser cierto.

―No lo reconoceré. Es imposible que Sae-chan se comporte como una profesora.

―... Lo sé.

Contesté, pero mi respuesta no llegó a ella.

 

 

AMASAWA ICHIKA SS - LA VERDAD ES QUE SIEMPRE HE

 

Al entrar en la habitación de Senpai, comencé a buscar con convicción.

Pero como se esperaba de él. Lo había limpiado todo en ese corto espacio de tiempo.

Pero ese no era mi verdadero objetivo. Mi verdadero objetivo era comprobar si esta habitación estaba intervenida o no. Parecía demasiado limpio para no estar intervenida. Si él ya había hecho un movimiento, pensé pero...

―Deberían ignorarme y disfrutar de su vida escolar. Lo recomiendo encarecidamente.

Para él, que estaba disfrutando plenamente de su libertad, yo, que era estudiante de la Habitación Blanca, sólo era una molestia.

Lo sé.

―Sí, yo también estoy de acuerdo. Creo que yo también debería hacerlo pero...

Por eso quiero exponer a Takuya y dejar que se enfrenten lo antes posible.

Si pudiera observar a Ayanokouji-senpai de cerca, tocarlo, sentirlo, lo entendería.

Pero Senpai no caería. Ninguna emoción en absoluto, ya que sólo estaba esperando que me fuera.

Quería molestarlo así que encaré mi trasero en su dirección.

Desde este ángulo, se podía ver eso y aquello y me pregunté si eso funcionaría.

―¿Atraído por mi ropa interior? Qué pervertido.

Soy yo la que le muestra así que qué demonios estoy diciendo, ¿no?

―Lo siento, me preocupa más lo que puedas estar haciendo si te quito los ojos de encima.

Inteligente, pero poco interesante.

Nuestra conversación volvía naturalmente a tratar sólo temas cotidianos, así que volví a mover el tema.

Me di la vuelta y me acerqué a él, pero ni siquiera levantó una ceja.

―Creo que a estas alturas ya se han alborotado. Me parece que se han equivocado en sus métodos y objetivos. En lugar de volver a la Habitación Blanca, están más centrados en expulsarte.

―Qué tema tan molesto.

No se le notaba en la cara, pero seguramente era cierto que le parecía una molestia.

―Eso puede ser cierto para ti, sí. Llevo un rato pensando en esto, pero ¿qué tal si te los revelo y te dejo hacer lo tuyo?

Pero ni siquiera se molestó en informarse. Su premisa era que yo no era de fiar y que no quería escuchar información innecesaria de mi parte.

No respondió a mi propuesta porque leía a sus oponentes uno, dos pasos por delante.

La verdad es que quiero estar a su lado.

Aunque sea una molestia, sólo estar cerca de la persona a la que admiras. Pero...

No hay garantía de que mi vida escolar pueda continuar para siempre.

 

 

KARUIZAWA KEI SS - DETRÁS DE ESCENA

 

Esta es otra historia corta que ocurrió detrás de escena durante el festival escolar.

Sucedió después de que terminaran las clases, el día en que nuestra clase acordó hacer del maid café nuestro evento principal.

―¿Conoces esta cosa sobre el evento? Realmente quería intentar hacer esta otra cosa, ¿sabes?

―¿Oh? ¿Entonces por qué no lo propusiste?

Según la propuesta de Horikita, la persona que sugiriera un evento aprobado recibiría una recompensa.

Kei quería más Puntos Privados, así que tratar de sugerir algo no sonaba como una mala idea.

―Lo sé, pero...

Aunque ella quería hacer algo, claramente no mostraba ninguna señal de ello.

¿Por qué no responde? ¿Debería esperar un poco?

―¡Es tan embarazoso!

―¿Lo es?

―Ah, uhm, eso no.

Probablemente le recordó algo mientras agitaba sus dos manos, tratando de negarlo.

―Sólo pensé que sería infantil de mi parte.

―¿No crees que los festivales escolares también se prestan a ello?

Todavía no se sabía lo que iban a hacer la mayoría de las otras clases, pero la clase A de 3er año iba a hacer una casa del terror y un laberinto.

En ese sentido, que fuera un poco infantil no suponía ningún problema.

―Puede ser posible dependiendo del presupuesto, ¿sabes?

Un evento ideal en el que se pudieran obtener muchos ingresos gastando lo menos posible es algo a lo que todas las clases están atentas.

―S-sí...

―De todos modos, ¿intenta decirlo?

Ya que estamos solos desde hace bastante tiempo, no había ningún problema, no importaba el tiempo que tomara.

―Kiyotaka, te gustan los libros, ¿verdad?

Eso es repentino, y no parecía tener ninguna relevancia para el tema.

―¿Hmm? Ah, así es.

Desde que era pequeño, nunca he odiado la lectura.

Aunque había veces que no se nos permitía hablar, nos dejaban leer.

―¿Te gustan los cuentos de hadas?

―¿Cuentos de hadas?

Me gustan los libros, pero esto era inesperado.

―He leído algunos.

―Ah, claro que puedes ser convencional a veces, Kiyotaka.

Kei parecía sorprendida.

―¿Qué crees que soy?

―Mira, normalmente nunca sonríes, y que leas cuentos de hadas no encaja con tu imagen, ¿verdad?

―Eso es una grosería.

―¿Cuál has leído?

―¿Está relacionado con lo que querías hacer para el festival?

―Vamos, sólo contesta.

Aunque parece más interesada en cuáles he leído.

―Veamos...

Aunque esto ocurrió cuando era bastante joven, recordé.

―Para empezar, El aula volante. 

―...... ¿Qué?

―Luego El Jardín Secreto. El Príncipe Feliz también.

―.........

Kei se quedó en silencio.

―¿Qué pasa?

―Uhm.... ya sabes, ¿eh?

Otro extraño silencio.

―¿Eh?

¿Dije algo raro?

Todos y cada uno de ellos son sin duda clasificados como cuentos de hadas.

―Estábamos hablando de cuentos de hadas, ¿no?

―Efectivamente, cuentos de hadas, pero también están clasificados como literatura infantil ―replanteé.

No tengo ni idea de por qué está tan desconcertada.

―Tu respuesta está tan lejos de lo que esperaba...

―¿Qué esperabas entonces?

―Normalmente, son Los tres cochinitos, Caperucita Roja o algo parecido.

Ya veo. Ciertamente he oído hablar de ellos antes.

―Nunca los he leído.

―¿Ehhhh?

―¿Es algo de lo que sorprenderse?

Se siente como si de alguna manera se estuviera burlando de mí.

―Cómo decirlo, sí, ese es el Kiyotaka que conozco.

―Bueno, volviendo al tema, ¿lo que querías hacer está relacionado con esos cuentos de hadas?

―Pues... quería hacer una obra de teatro.

―¿Una obra de teatro? No suena tan mal.

―¿De verdad?

―Por supuesto, ya ha pasado mucho tiempo de preparación, y puede que ya no sea realista, pero la sugerencia en sí no es una mala idea.

De hecho, si Kei asociaba los festivales escolares con las obras de teatro, entonces valía la pena volver a investigarlo.

―¿Qué cuento de hadas querías hacer?

Eso también me interesaba un poco.

―Ya sabes, después de todo soy una chica, así que tal vez Cenicienta, La Bella y la Bestia.

Esos suenan como cuentos de hadas que les encantarían a las chicas.

―Pero...

Dijo, y luego se quedó en silencio.

―La obra que más quería hacer es, La Bella Durmiente, creo.

―¿La Bella Durmiente...?

Me parece recordar el título, pero lamentablemente no lo he leído.

―¿Cómo es la historia?

―¿Eh? ¿No conoces éste tampoco? Me sorprende que te consideres un amante de los libros.

―Lo siento por eso.

Creo que tal vez mis sentimientos fueron heridos allí.

Escuché su torpe recuento de la historia y creo que lo entendí.

Una hija nacida en la realeza fue maldecida por una bruja y se quedó dormida durante mucho tiempo. Al final, llegó un príncipe y la besó.

Y entonces ella se despertó y vivieron felices para siempre...

Bueno, eso parece ser lo habitual en los cuentos de hadas.

―Cuando era pequeña, no me gustaba mucho el cuento. Pero, de alguna manera se parece a mí. Mi corazón siempre estaba dormido. Pero entonces llegaste tú y me despertaste... ―Dijo, como si estuviera hechizada en alguna fantasía suya―. Yo actuaré de princesa y tú de príncipe. ¿No crees que sería fantástico?

―... Ya veo.

Ahora comprendí al escucharla.

―No sugiero que sea la elección correcta. Con ese casting, nuestros compañeros de clase se burlarán de nosotros, no, más bien tirarán piedras.

―Eso ya lo sé. Por eso no dije nada, ¿sabes?

Me siento terriblemente aliviado de que haya podido controlarse.

La forma en que estaba viendo el festival escolar es buena y todo, pero la parte en la que está haciendo lo que le da la gana es demasiado.

―Parece que mi príncipe es un poco provocador.

Que te digan eso es preocupante.

―¿Si me duermo de nuevo, asegúrate de despertarme con un beso?

―¿Te despertarás sólo con uno?

―¿Hmm? No lo sé. Puede que sean necesarios diez, o incluso cien ―Dijo suplicante.

Después de que respondiera a sus deseos, sonrió débilmente.

―No importa, he terminado con los cuentos de hadas.

―¿Por qué tan repentinamente?

―Estoy más que bien con la realidad.

Se apoyó alegremente en mí y cerró los ojos como si se durmiera.










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