SAKAYANAGI ARISU SS - SENTIMIENTOS COMPLICADOS
Estaba pasando un buen rato charlando con Ayanokouji-kun,
que se excusó de participar en el festival deportivo y se ausentó.
Siempre debía tener cuidado con lo que hacían los demás
hasta ahora, y hoy era la única oportunidad que tenía donde nadie podía
interferir.
―Sólo estabas observando, pero
incluso me hiciste venir aquí a visitarte. Tampoco tienes pensado hacer nada
durante el festival, ¿verdad? ... Ya veo.
Junté todas las pistas dispersas que me había estado dando
durante nuestra conversación.
―En otras palabras...
De repente, me agarró suavemente por los hombros y me
empujó hacia atrás.
Normalmente, esta cantidad de fuerza no era nada para la
mayoría de la gente, pero como mi cuerpo es bastante débil y no lo esperaba,
caí hacia atrás aturdida.
No me dolió, por supuesto. Simplemente me caí hacia atrás
desde donde estaba sentada en la cama.
Debería estar viendo su cara ahora mismo, pero mis ojos daban vueltas mientras miraba al techo.
Antes de que lograra comprender la situación,
Ayanokouji-kun comenzó a subirse arriba de mí.
Tenía sus manos a ambos lados de mi cabeza dejándome sin
ninguna forma de escapar.
―¿Disculpa?
No parecía que hubiera sucumbido a sus deseos primarios.
Debería haber sido imposible, pero de alguna manera la
posibilidad estaba dentro de mis cálculos.
Mis pensamientos estaban confusos y eso me impedía llegar a
una respuesta.
―Mi vida escolar se basa en
este plan que tengo. El hecho de que vinieras aquí hoy, mostraras interés y
eventualmente llegaras a la respuesta era una posibilidad.
Como si se burlara de mí, llegó a su conclusión contra esta
situación.
―Serás un estorbo si le
cuentas esto a alguien más.
―¿Crees que yo... filtraría
esto?
No era tan ingenua como para no entender lo molesto que
podía ser para él.
Pensé que ambos entendíamos que...
―Las posibilidades no son
cero. Podrías intentar chantajearme diciendo que lo expondrás a menos que
aceptara tener un encuentro contigo. No tendría otras opciones en ese caso.
―Ya veo, eso es muy cierto...
Pero, ¿no podría revelar la verdad sobre la Habitación Blanca en su lugar?
Su verdadero objetivo estaba oculto.
Eso era indudablemente cierto, pero todavía no he
conseguido calmarme lo suficiente como para pensar en ello.
Mientras mi mente trabajaba, tratando de calmar mis
pensamientos, continué hablando con él.
―¿Empezamos la lección
especial?
Vi sus ojos mientras murmuraba esto y finalmente comprendí
su objetivo.
No pude evitar reírme, cerrar los ojos y esperar la
lección.
Si este era su objetivo, no me importaba.
Con estos complicados sentimientos, reconocí que sería
utilizada por él.
Pero, recuerda esto, Ayanokouji-kun.
Si vas a utilizarme, yo voy a utilizarte a ti hasta el
final.
CHABASHIRA SAE SS - ALGO QUE NO SE PUEDE PERDONAR
Fue después de que terminara la clase y mi conversación con
Horikita estaba a punto de terminar.
―Pronto se nos acabó el
tiempo. Deja que te diga una última cosa, aunque parezca que me estoy
entrometiendo demasiado. Lo más importante es lo que tú, Horikita, quieras
hacer con Kushida. Piénsalo bien.
El objetivo era hacer que Kushida volviera a clase, pero
esto no era tan importante ahora.
No estoy segura de la utilidad de mi consejo para ella,
pero al menos espero que haya aclarado un poco sus pensamientos.
―Gracias, profesora. Ya decidí
qué hacer.
―No te preocupes. Como tu
profesora, esto no es nada, seguramente es algo de esperar.
Después de despedirla, volví a la sala de profesores.
Después de bajar las escaleras y entrar en el pasillo donde
estaba la sala de profesores, oí a alguien corriendo por detrás.
―No corras en el pasillo...
―Sa~~~~e-chan.
Yah-ho!
Pensaba advertir al alumno, pero supe que era un profesor
por instinto.
―¿Eres tú, Chie? ¿Cómo vas a
dar ejemplo si hasta tú estás corriendo a toda velocidad?
―¡Pe~ro, te vi justo enfrente!
―¡Deja de hacer ese pe~ro!
Llámame como siempre.
No había necesidad de correr hacia mí de esta manera,
―Por cierto, estabas tardando
mucho hablando con Horikita-san.
―... ¿Así que incluso
escuchaste eso?
¿Cuándo demonios empezó ella?
Había un gran riesgo de que esto se filtrara si Chie se
enteraba de lo de Kushida".
―Desde que la oí decir
gracias.
Cuando casi había terminado, en otras palabras.
No puedo excluir el hecho de que puede haber sido una
mentira, pero es cierto que tampoco me di cuenta de ella antes.
―Parece que incluso la
estudiante modelo Horikita tiene muchas preocupaciones.
―Es sólo una niña, ¿verdad?
Pero eso no es lo que quería decir.
Ella sonrió mientras caminaba a mi lado. Sus ojos no se
reían.
―¿Por qué te has acercado a
tus alumnos ahora?
―No es nada raro para un
profesor titular, ¿verdad?
―Sí lo es. Tú no eres ese tipo
de profesora. Nunca lo has sido hasta ahora, ¿verdad?
―Eso puede ser cierto.
―No lo reconoceré. Es
imposible que Sae-chan se comporte como una profesora.
―... Lo sé.
Contesté, pero mi respuesta no llegó a ella.
AMASAWA ICHIKA SS - LA VERDAD ES QUE SIEMPRE HE
Al entrar en la habitación de Senpai, comencé a buscar con
convicción.
Pero como se esperaba de él. Lo había limpiado todo en ese
corto espacio de tiempo.
Pero ese no era mi verdadero objetivo. Mi verdadero
objetivo era comprobar si esta habitación estaba intervenida o no. Parecía
demasiado limpio para no estar intervenida. Si él ya había hecho un movimiento,
pensé pero...
―Deberían ignorarme y
disfrutar de su vida escolar. Lo recomiendo encarecidamente.
Para él, que estaba disfrutando plenamente de su libertad,
yo, que era estudiante de la Habitación Blanca, sólo era una molestia.
Lo sé.
―Sí, yo también estoy de
acuerdo. Creo que yo también debería hacerlo pero...
Por eso quiero exponer a Takuya y dejar que se enfrenten lo
antes posible.
Si pudiera observar a Ayanokouji-senpai de cerca, tocarlo,
sentirlo, lo entendería.
Pero Senpai no caería. Ninguna emoción en absoluto, ya que
sólo estaba esperando que me fuera.
Quería molestarlo así que encaré mi trasero en su
dirección.
Desde este ángulo, se podía ver eso y aquello y me pregunté
si eso funcionaría.
―¿Atraído por mi ropa
interior? Qué pervertido.
Soy yo la que le muestra así que qué demonios estoy
diciendo, ¿no?
―Lo siento, me preocupa más lo
que puedas estar haciendo si te quito los ojos de encima.
Inteligente, pero poco interesante.
Nuestra conversación volvía naturalmente a tratar sólo
temas cotidianos, así que volví a mover el tema.
Me di la vuelta y me acerqué a él, pero ni siquiera levantó
una ceja.
―Creo que a estas alturas ya
se han alborotado. Me parece que se han equivocado en sus métodos y objetivos.
En lugar de volver a la Habitación Blanca, están más centrados en expulsarte.
―Qué tema tan molesto.
No se le notaba en la cara, pero seguramente era cierto que
le parecía una molestia.
―Eso puede ser cierto para ti,
sí. Llevo un rato pensando en esto, pero ¿qué tal si te los revelo y te dejo
hacer lo tuyo?
Pero ni siquiera se molestó en informarse. Su premisa era
que yo no era de fiar y que no quería escuchar información innecesaria de mi
parte.
No respondió a mi propuesta porque leía a sus oponentes
uno, dos pasos por delante.
La verdad es que quiero estar a su lado.
Aunque sea una molestia, sólo estar cerca de la persona a
la que admiras. Pero...
No hay garantía de que mi vida escolar pueda continuar para
siempre.
KARUIZAWA KEI SS - DETRÁS DE ESCENA
Esta es otra historia corta que ocurrió detrás de escena
durante el festival escolar.
Sucedió después de que terminaran las clases, el día en que
nuestra clase acordó hacer del maid café nuestro evento principal.
―¿Conoces esta cosa sobre el
evento? Realmente quería intentar hacer esta otra cosa, ¿sabes?
―¿Oh? ¿Entonces por qué no lo
propusiste?
Según la propuesta de Horikita, la persona que sugiriera un
evento aprobado recibiría una recompensa.
Kei quería más Puntos Privados, así que tratar de sugerir
algo no sonaba como una mala idea.
―Lo sé, pero...
Aunque ella quería hacer algo, claramente no mostraba
ninguna señal de ello.
¿Por qué no responde? ¿Debería esperar un poco?
―¡Es tan embarazoso!
―¿Lo es?
―Ah, uhm, eso no.
Probablemente le recordó algo mientras agitaba sus dos
manos, tratando de negarlo.
―Sólo pensé que sería infantil
de mi parte.
―¿No crees que los festivales
escolares también se prestan a ello?
Todavía no se sabía lo que iban a hacer la mayoría de las
otras clases, pero la clase A de 3er año iba a hacer una casa del terror y un
laberinto.
En ese sentido, que fuera un poco infantil no suponía
ningún problema.
―Puede ser posible dependiendo
del presupuesto, ¿sabes?
Un evento ideal en el que se pudieran obtener muchos
ingresos gastando lo menos posible es algo a lo que todas las clases están
atentas.
―S-sí...
―De todos modos, ¿intenta
decirlo?
Ya que estamos solos desde hace bastante tiempo, no había
ningún problema, no importaba el tiempo que tomara.
―Kiyotaka, te gustan los
libros, ¿verdad?
Eso es repentino, y no parecía tener ninguna relevancia
para el tema.
―¿Hmm? Ah, así es.
Desde que era pequeño, nunca he odiado la lectura.
Aunque había veces que no se nos permitía hablar, nos
dejaban leer.
―¿Te gustan los cuentos de
hadas?
―¿Cuentos de hadas?
Me gustan los libros, pero esto era inesperado.
―He leído algunos.
―Ah, claro que puedes ser
convencional a veces, Kiyotaka.
Kei parecía sorprendida.
―¿Qué crees que soy?
―Mira, normalmente nunca
sonríes, y que leas cuentos de hadas no encaja con tu imagen, ¿verdad?
―Eso es una grosería.
―¿Cuál has leído?
―¿Está relacionado con lo que
querías hacer para el festival?
―Vamos, sólo contesta.
Aunque parece más interesada en cuáles he leído.
―Veamos...
Aunque esto ocurrió cuando era bastante joven, recordé.
―Para empezar, El aula volante.
―...... ¿Qué?
―Luego El Jardín Secreto. El
Príncipe Feliz también.
―.........
Kei se quedó en silencio.
―¿Qué pasa?
―Uhm.... ya sabes, ¿eh?
Otro extraño silencio.
―¿Eh?
¿Dije algo raro?
Todos y cada uno de ellos son sin duda clasificados como
cuentos de hadas.
―Estábamos hablando de cuentos
de hadas, ¿no?
―Efectivamente, cuentos de
hadas, pero también están clasificados como literatura infantil ―replanteé.
No tengo ni idea de por qué está tan desconcertada.
―Tu respuesta está tan lejos
de lo que esperaba...
―¿Qué esperabas entonces?
―Normalmente, son Los tres
cochinitos, Caperucita Roja o algo parecido.
Ya veo. Ciertamente he oído hablar de ellos antes.
―Nunca los he leído.
―¿Ehhhh?
―¿Es algo de lo que
sorprenderse?
Se siente como si de alguna manera se estuviera burlando de
mí.
―Cómo decirlo, sí, ese es el
Kiyotaka que conozco.
―Bueno, volviendo al tema, ¿lo
que querías hacer está relacionado con esos cuentos de hadas?
―Pues... quería hacer una obra
de teatro.
―¿Una obra de teatro? No suena
tan mal.
―¿De verdad?
―Por supuesto, ya ha pasado
mucho tiempo de preparación, y puede que ya no sea realista, pero la sugerencia
en sí no es una mala idea.
De hecho, si Kei asociaba los festivales escolares con las
obras de teatro, entonces valía la pena volver a investigarlo.
―¿Qué cuento de hadas querías
hacer?
Eso también me interesaba un poco.
―Ya sabes, después de todo soy
una chica, así que tal vez Cenicienta, La Bella y la Bestia.
Esos suenan como cuentos de hadas que les encantarían a las
chicas.
―Pero...
Dijo, y luego se quedó en silencio.
―La obra que más quería hacer
es, La Bella Durmiente, creo.
―¿La Bella Durmiente...?
Me parece recordar el título, pero lamentablemente no lo he
leído.
―¿Cómo es la historia?
―¿Eh? ¿No conoces éste
tampoco? Me sorprende que te consideres un amante de los libros.
―Lo siento por eso.
Creo que tal vez mis sentimientos fueron heridos allí.
Escuché su torpe recuento de la historia y creo que lo
entendí.
Una hija nacida en la realeza fue maldecida por una bruja y
se quedó dormida durante mucho tiempo. Al final, llegó un príncipe y la besó.
Y entonces ella se despertó y vivieron felices para
siempre...
Bueno, eso parece ser lo habitual en los cuentos de hadas.
―Cuando era pequeña, no me
gustaba mucho el cuento. Pero, de alguna manera se parece a mí. Mi corazón
siempre estaba dormido. Pero entonces llegaste tú y me despertaste... ―Dijo,
como si estuviera hechizada en alguna fantasía suya―. Yo actuaré de princesa y
tú de príncipe. ¿No crees que sería fantástico?
―... Ya veo.
Ahora comprendí al escucharla.
―No sugiero que sea la
elección correcta. Con ese casting, nuestros compañeros de clase se burlarán de
nosotros, no, más bien tirarán piedras.
―Eso ya lo sé. Por eso no dije
nada, ¿sabes?
Me siento terriblemente aliviado de que haya podido
controlarse.
La forma en que estaba viendo el festival escolar es buena
y todo, pero la parte en la que está haciendo lo que le da la gana es
demasiado.
―Parece que mi príncipe es un
poco provocador.
Que te digan eso es preocupante.
―¿Si me duermo de nuevo,
asegúrate de despertarme con un beso?
―¿Te despertarás sólo con uno?
―¿Hmm? No lo sé. Puede que
sean necesarios diez, o incluso cien ―Dijo suplicante.
Después de que respondiera a sus deseos, sonrió débilmente.
―No importa, he terminado con
los cuentos de hadas.
―¿Por qué tan repentinamente?
―Estoy más que bien con la
realidad.
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