EL MONÓLOGO DE NAGUMO MIYABI
ANTES DE DARME CUENTA, era el mejor tanto en los estudios
como en los deportes.
Me di cuenta de que había gente a mi alrededor que
intentaba aprovecharse de mí.
No me esforzaba especialmente.
Me enseñaban las mismas cosas en el mismo periodo de
tiempo, pero mi capacidad para aprender era mejor que la de los demás.
Era... como un prerrequisito inesperado para llegar a ser
popular.
La popularidad es un don.
Desde temprana edad, tuve el talento para ser popular.
Por supuesto, sabía que no le gustaba a todo el mundo.
Especialmente a los que eran rivales.
Pero no importaba.
Para bien o para mal, mientras la gente me considere
popular, eso es lo único que importa.
Mi vida como un chico popular siguió siendo la misma
durante toda la primaria y la secundaria: un camino deslumbrante.
No obstante, no he podido deshacerme de la pequeña y
misteriosa incomodidad que a veces siento.
Una incontenible sensación de incomodidad.
Es lo único que siguió latente en el fondo de mi mente durante toda mi impecable vida.
Aunque me aceptaban y me seguían muchas personas, seguía
sintiendo una sensación de malestar que nunca desaparecía.
Pero decidí no preocuparme.
No pasa nada mientras pueda seguir siendo el mejor y el más
popular, independientemente de si me siento incómodo o no.
Ese era el plan.
Pero todo cambió cuando entré en la preparatoria.
No pude evitar que una intensa sensación de incomodidad
saliera a la superficie.
Horikita Manabu.
El hombre que era un año mayor que yo era alguien objeto
del respeto de muchos.
Era mucho más deslumbrante e inteligente que yo, y tenía
una convicción que era cualquier cosa menos frívola.
Y luego había otro chico un año por debajo de mí que era
diferente de Horikita Manabu, pero tenía un talento especial.
Ayanokouji Kiyotaka... era totalmente diferente. Tenía una
actitud arrogante, pero su habilidad era innegablemente real.
Lo que logré no fue menos que aquellos dos.
Con una insaciable sensación de incomodidad, a veces me
pregunto.
¿Soy bueno de verdad?
¿O sólo fui un rey desafortunado que nunca tuvo un buen
oponente?
No puedo evitar pensar en ello.
Esa es la verdadera naturaleza de mi malestar. Así que
tengo que conformarme con hacer desaparecer esa sensación de incomodidad.
Debo derrotar a Ayanokouji y alcanzar el verdadero poder.
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