Entrada destacada

PETICIONES

Bueno, después de 7 años terminamos Gamers!, hace poco también terminamos Sevens. Con esto nos quedamos solo con Monogatari Series como seri...

Youkoso Jitsuryoku Shijou Shugi no Kyoushitsu e Volumen 10 - Epílogo

LOS EXPULSADOS 


El sábado por la mañana, el día del examen, llegó finalmente. 

Al parecer, casi todas las clases lograron tomar una decisión. 

La clase A eligió expulsar a Katsuragi y la clase D eligió expulsar a Ryuuen. 

La clase B continuaba creyendo que nadie sería expulsado. 

Por supuesto, existía la posibilidad de que nada de eso resultara como se había planeado. Todo el mundo tenía la oportunidad de encarar la expulsión. 

Nadie lo sabría con seguridad hasta que los resultados fueran revelados. 

Aunque una clase trabajara en conjunto para deshacerse de alguien, no importaría mucho si lograban reunir suficientes votos de aprobación de las otras clases. 

Lo importante ahora era lo que se hacía con el poco tiempo que nos quedaba. 

Ni siquiera yo estaba cien por ciento a salvo. 

No había garantías absolutas como esa en este examen. 

Aunque teníamos que estar en el aula a la misma hora de siempre, el examen comenzaría un poco más tarde, a las nueve. 

En este momento apenas eran las ocho y media. 


¿Debemos tomar esta breve prórroga como una especie de consideración por parte de la escuela... o hay otra razón? 

Tal vez sea un truco para mantenernos alerta hasta el final. 

—¿Realmente no hiciste nada? 

—¿Qué? 

—Te pregunto si realmente te mantuviste al margen y no te involucraste en nada de esto, aunque estuvieras en peligro. 

—¿Parece que he hecho algo? 

—...No en la superficie. 

—Ahí está tu respuesta. Esta vez no hice nada. Más bien, tú eres la que me salvó. 

—Entonces no sería gracioso que te expulsaran por eso. 

—Todavía más si me expulsan después de pelear como tú lo hiciste. 

Esta podría ser la última conversación que tendríamos como vecinos. 

—Supongo. 

Horikita respondió despectivamente. 

Justo así, la clase dio la bienvenida al examen en silencio. 

Al menos, eso es lo que pensé... En el último momento, algo sucedió una vez más. 

—Por favor, escuchen todos. 

El que rompió el silencio no fue otro que Hirata. Ayer discutió con Horikita, pero no había hecho nada más que eso. 

Sólo habló tontamente de votar por Horikita. 

Por supuesto, es posible que algunos de los estudiantes que admiran a Hirata voten en contra de ella. 

Sin embargo, eso sería demasiado débil para un golpe definitivo. 

Dentro de la clase C, la evaluación de Horikita es relativamente alta. 

A pesar de que su forma de hablar franca y directa es aguda y punzante, también da una impresión de fiabilidad. 

—Después de escuchar lo que Horikita-san y todos los demás tenían que decir ayer, he llegado a una conclusión. El enfoque principal de este examen... es por quién deberíamos emitir nuestros votos de desaprobación, ¿verdad? 

Hirata estaba tranquilo y sereno mientras hablaba. 

—¿Todavía... va a decir algo? 

—Parece que sí. 

Si no lo tuviera, no estaría tratando de decir algo así en el último minuto. 

—Qué desperdicio. No tiene un plan. Sólo intenta retrasar lo inevitable. 

No, es difícil decirlo con seguridad... 

Pude ver indicios de una nueva determinación en los ojos de Hirata. 

—En primer lugar, me gustaría disculparme por lo que pasó ayer, cuando dije que votaría en contra de Horikita-san. 

Justo como pensaba, Hirata inclinó su cabeza ante Horikita para disculparse por su grosero comportamiento. 

—No hay nada por lo que tengas que disculparte. ¿Qué es lo que estás haciendo? 

—Decidí que eres necesaria para el éxito de nuestra clase. 

—Si ese es el caso, ¿has pensado en quién es innecesario? 

—Sí. Lo hice. 

Hirata habló firmemente, haciendo que Horikita vacilara por un momento. 

—...¿Podrías decirnos quién? 

—Se los diré ahora mismo. 

Hirata se levantó lentamente de su asiento y se puso detrás del podio de enseñanza, tal como Horikita lo hizo el día anterior. 

—Me encanta esta clase. Creo que todos y cada uno de ustedes son necesarios. No importa lo que diga alguien, o lo que haga cualquiera de ustedes, eso no cambiará. Pero, ya sé que eso no resolverá nada. 

Después de todas sus dificultades, esta es la respuesta a la que Hirata llegó. 

Me pareció que nada cambió con respecto a lo que me contó ayer. 



—Quiero que todo el mundo emita un voto de desaprobación por mí. 



Hirata dijo lo que pensé que diría. 

—¿¡Cómo podría alguno de nosotros hacer algo así!? 

Exclamó Mii-chan, y otras chicas expresaron pensamientos similares sucesivamente. 

—Estará bien si me expulsan. Estoy preparado para al menos hacer eso. 

—Piensa en lo que dices... ¿Te has vuelto loco? 

Horikita levantó inconscientemente su voz, aunque, dada la situación, sería bueno dejar que Hirata diga lo que quiera. 

—¿Vas a sacrificarte sólo porque no puedes decidir a quién expulsar? 

—¿Lo dijiste bien, Horikita-san? ¿Que si un estudiante quiere ser expulsado, no habría nada más de lo que tengamos que hablar? 

—Eso... 

—Así que me ofrezco como voluntario. 

—Nadie en esta clase quiere ver que te expulsen. Tú actúas como mediador para resolver los conflictos de la clase. Esto es demasiado ridículo. 

—De cualquier manera, no me importa. 

No estaría mal decir que la clase C estaba al borde del caos. 

En este punto, no había sorpresas sobre contra quién votaría la gente. La pregunta clave cambió de "¿Quién obtendría los votos de desaprobación?" a "¿Quién obtendría los votos de aprobación?". 

Sin Hirata, los futuros exámenes especiales serían mucho más difíciles. 

Ese es el riesgo de perder a una de las figuras centrales de la clase. 

—¡No hay absolutamente, ni de broma, ninguna posibilidad de que use un voto de desaprobación para Hirata-kun! 

Shinohara y el resto de las chicas comenzaron a hablar en grupo para defender a Hirata. 

El corazón de Hirata seguramente se sentía muchísimo peor cada vez que hablaban por él. 

—No hay razón para que ustedes me defiendan. Ya los odio a todos ustedes. 

Su tono era el mismo de siempre, pero las palabras que dijo eran frías. 

—Así que, por favor, permítanme hacer esto más fácil para todos nosotros. 

—¡Yo... votaré por Hirata! —Gritó Yamauchi—. ¡Si es por Hirata, creo que todos los demás deberían votar por él también! 

Luego continuó gritando cosas como esa. 

—Ya veo. Esta es la última resistencia de Yamauchi-kun... 

Lo más probable es que Yamauchi se haya puesto en contacto ayer con Hirata y le haya suplicado que no quería ser expulsado, rogándole que lo ayudara. 

Esa puede ser una de las razones por las que Hirata decidió firmemente ser expulsado. 

Entonces, después de un largo silencio, Chabashira-sensei entró en el aula. 

—Bien, entonces, la votación de la clase comenzará ahora. Una vez que su nombre sea pronunciado, por favor diríjanse a la sala de votación. 

No parecía que fuéramos a votar todos al mismo tiempo en el salón de clases. 

No había garantía de que no viéramos los votos de los demás. La escuela hacía lo que podía para asegurar que los votos permanecieran anónimos. 

Ahora, ¿cómo resultará todo a partir de aquí...? 



PARTE 1 

Dentro de la Clase A esa misma mañana, todos esperaban pacientemente el anuncio de los resultados. 

El resultado ya había sido decidido desde que se anunció el examen suplementario, y tampoco hubo objeciones al respecto. 

Cuando sonó la campana, Mashima-sensei entró en el aula para anunciar el resultado. 

Estaba tan tranquilo como siempre. No tenía una opinión muy clara sobre lo que estaba a punto de ocurrir. 

No, más bien, era como si simplemente intentara no pensar mucho en ello. 

Habían pasado cuatro años desde que se convirtió en profesor de la Preparatoria, y había visto a muchos estudiantes ser expulsados en ese tiempo. 

—Ahora anunciaré los resultados del examen especial suplementario. Para empezar, el estudiante que recibió más votos de aprobación... eres tú, Sakayanagi, con un total de treinta y seis votos. 

—No esperaba que todos ustedes votaran por mí. Realmente debo agradecer a todos. 

Ella respondió con palabras vacías de gratitud. Casi todos en la clase votaron por ella. 

—A continuación... anunciaré el estudiante que recibió más votos de desaprobación. Estoy seguro de que todos ustedes ya lo saben, pero la persona cuyo nombre se mencione será expulsada. Después de esto, tendrá que hacer sus maletas y venir conmigo a la sala de profesores. 

El aula estaba completamente en silencio. 

Todos los estudiantes estaban callados mientras esperaban que el nombre fuera mencionado. 

—En último lugar, con treinta y seis votos de desaprobación... 

Hizo una pausa de una fracción de segundo, y luego... 



—Yahiko Totsuka. 



Habló. 

El nombre resonó por toda la silenciosa aula. 

—¡Qué absurdo! ¿Qué está pasando? 

Katsuragi se levantó de su asiento, levantando la voz después de que los resultados se hubieran hecho patentes. 

—K-Katsuragi-san... ¿Por qué? ¿Qué...? 

También Totsuka miró a Katsuragi con una expresión de incredulidad en su cara. 

Recibió una abrumadora mayoría, treinta y seis, de los votos de desaprobación de la clase, asegurando su expulsión. 

Entonces, Mashima-sensei reveló el número total de votos que cada estudiante de la clase recibió. 

Katsuragi se colocó justo detrás de Totsuka con un total de treinta votos de desaprobación. 

—¿Qué está pasando aquí, sensei? El que debería ser expulsado soy yo... 

—No hay ningún error. 

Mashima-sensei interrumpió a Katsuragi, respondiendo con calma a su pregunta. 

Una joven comenzó a hablar, como si quisiera arrojar luz sobre una situación tan inexplicable. 

—Katsuragi-kun, parece que te han dado algunos votos de aprobación. Qué maravilloso. 

Al escuchar eso, Katsuragi finalmente entendió. 

Esto no ocurrió debido a algún tipo de error. Más bien, fue el resultado de uno de los planes de Sakayanagi. 

—¡Espera, Sakayanagi! ¡El que debería ser expulsado soy yo! 

—¿Expulsión? ¿A ti? No eras el objetivo en primer lugar. 

Ella respondió con decisión. 

—Deja de bromear conmigo. ¡Definitivamente dijiste que te ibas a deshacer de mí! 

—Ahora que lo pienso, tienes razón, ¿no? Dije que me iba a deshacer de ti, pero... eso fue sólo una mentira. 

Sin una pizca de aprehensión, Sakayanagi sonrió gentilmente. 

—¿Por qué... por qué? 

—Es simple. Totsuka-kun no aporta ningún beneficio a la Clase A. Por otro lado, eres agudo, y tus reflejos tampoco son nada de lo que burlarse. Esto, combinado con tu cabeza tranquila, te hace útil a tu manera. Este examen es perfecto para deshacerse de alguien innecesario, por lo que sólo un idiota se desharía de alguien a quien todavía le queda uso. 

Katsuragi hizo un gesto de dolor, incapaz de refutar su punto. 

Aunque, esa no era la única razón por la que Sakayanagi hizo esto. 

Originalmente, Totsuka no era el único que se ponía del lado de Katsuragi. Aunque su intención era hacer de Katsuragi un ejemplo implacable por ir en su contra, la expulsión de Totsuka tendría un impacto aún mayor en la Clase A. 

Inculcaría la idea de que, si te pones del lado de Katsuragi, serás el próximo en verte en los zapatos de Totsuka. 

—¿Por qué harías esto de forma tan indirecta...? 

—¿No es natural que alguien haga todo lo posible para evitar la expulsión? Hay muchos votos de aprobación flotando alrededor de las otras clases en este examen. Si Totsuka-kun hubiera ido a conseguirlos de las otras clases para salvarse, no creo que hubiéramos podido hacer que lo expulsaran. 

No podía saber con seguridad que otra clase no decidiría caprichosamente salvar a Totsuka. 

Sin embargo, si señalaba a Katsuragi desde el principio, nadie se molestaría en usar sus votos de aprobación con Totsuka. 

—Gracias por tu duro trabajo, Totsuka-kun. Asegúrate de cuidarte cuando salgas de la escuela. 

—¡Maldita sea! ¡Maldita sea! ¡Maldita sea...! 

Totsuka se encorvó como si estuviera a punto de derrumbarse. Katsuragi no pudo encontrar las palabras adecuadas para consolarlo. 

Totsuka normalmente se habría alegrado mucho al saber que Katsuragi no iba a ser expulsado. 

Pero ahora que él mismo era expulsado, eso ya no importaba. 

En cambio, sólo podía sentir resentimiento cuando se preguntaba por qué tenía que ser él en vez de su amigo. 

Si Katsuragi hubiera sido expulsado, Totsuka Yahiko habría sido capaz de permanecer en la Clase A. Y aunque le hubiera disgustado, habría seguido a Sakayanagi hasta la graduación. Y entonces, habría tenido éxito en la vida. 

Aunque se sentía culpable por ello, ya había empezado a imaginar vagamente su maravilloso futuro como graduado de la Clase A. 

Pero debido a este repentino giro del destino, lo perdió todo. 

—Salvarlo con veinte millones de puntos... es quizá imposible. 

—Correcto. Desafortunadamente, aunque sumáramos todos nuestros puntos, no tendríamos suficiente. 

—Totsuka, no hay... ninguna manera de revocar esta decisión. 

El profesor de la clase, Mashima-sensei, habló de forma definitiva mientras enterraba el dolor dentro de su corazón. 

—……… 

Totsuka se quedó sin palabras, incapaz de hacer otra cosa que no fuera asentir con la cabeza. 

—Totsuka, por favor, por el momento ven conmigo a la sala de profesores. Te dejaré recoger tus cosas más tarde. 

Considerando los sentimientos del joven, Mashima-sensei pidió que Totsuka saliera del salón. 

Su expulsión estaba grabada en piedra, por lo que permanecer en la aula solo serviría para herirlo más. 

—Por cierto, Mashima-sensei... ¿Puedo preguntarle algo? 

—¿Qué pasa, Sakayanagi? 

Cuando Mashima-sensei empezó a salir del aula con Totsuka, la voz de Sakayanagi le detuvo. 

Ordenó a Totsuka que esperara en el pasillo antes de girarse para escucharla. 

—Aunque es una pena que Totsuka-kun haya tenido que ser sacrificado... Ya se ha decidido quién será expulsado en las otras clases, ¿verdad? 

—Tentativamente. Tan pronto como los resultados estén listos, se publicarán en el tablón de anuncios del primer piso. 

—Entonces, dependiendo de los resultados, ¿es posible que haya consecuencias para Katsuragi-kun? 

—¿De qué estás hablando, Sakayanagi? 

Katsuragi la interrogó, sin estar seguro de a dónde quería llegar. 

—Sólo estoy pidiendo referencias futuras. 

Por un momento, Mashima-sensei, al igual que Katsuragi, no parecía entender el significado de las palabras de Sakayanagi. 

No había considerado la posibilidad de que ella le preguntara sobre "eso". 

Sin embargo, al ver la valiente sonrisa de Sakayanagi, Mashima-sensei cambió de opinión. 

—...No importa quién sea expulsado, no habrá consecuencias. "Eso" no funciona así. Si, por alguna razón, hubiera consecuencias, ni siquiera tú podrías aprovecharte de ello muy fácilmente. 

—Eso es sin duda cierto. Muchas gracias por responder. 

Después de que Mashima-sensei saliera del aula, Katsuragi se acercó tranquilamente a Sakayanagi. 

En respuesta, Hashimoto y Kitou se levantaron apresuradamente para obstruirle el paso ante la remota posibilidad de que recurriera a la violencia. 

Sin embargo, antes de que Katsuragi pudiera decir una palabra, Sakayanagi habló. 

—No hay razón para que me guardes rencor, Katsuragi-kun. Alguien tenía que ser expulsado durante este examen. Ya fueras tú o Totsuka-kun, los resultados deben ser tomados en serio. El hecho es que hubo una votación. Una en la que participaron todos los estudiantes de la clase A. 

—... Lo entiendo. 

Katsuragi no planeaba ponerse violento. Sólo pretendía desahogar su insatisfacción con ella. 

Y aún así, Sakayanagi puso fin incluso a eso. 

—Está bien entonces. Después de todo, no quiero que retrases el avance de nuestra clase porque te consuma la desesperación. Sin embargo... Si por casualidad en el futuro te enfrentaras a la Clase A... 

—Te dije que lo entendía. No tienes que arrastrar a nadie más en esto. 

—Me alegra ver que eres tan sensato. 

Si Katsuragi le mostraba sus colmillos a Sakayanagi por resentimiento a causa de la expulsión de Totsuka, Sakayanagi lo amenazó con expulsar a otra persona la próxima vez. Sakayanagi era muy consciente de que, mientras Katsuragi fuera obediente, podía contribuir en gran medida al futuro éxito de la Clase A. 

Así, Katsuragi se rindió por completo. Sin ningún medio de ir en contra de ella, no tenía otra opción que levantar la bandera blanca y rendirse ante Sakayanagi. 

—Bueno, entonces... me pregunto cómo están las otras clases en este momento. 

Por supuesto, en lo que a Sakayanagi se refiere, la clase B y la clase D ni siquiera merecían la pena. 

Lo único que le importaba era lo que había sucedido dentro de la Clase C, la clase en la que estaba Ayanokouji. No podía evitarlo, pero estaba ansiosa por escuchar sobre ello. 



PARTE 2 

En la Clase C, el sonido de Yamauchi golpeando incansablemente su pie era extremadamente molesto. 

—Oye, Haruki... Intenta calmarte un poco. 

Ike le susurró en voz baja una advertencia. 

—C-cállate. Ya lo sé. 

—Fufufu. En cualquier caso, parece que tu derrota está cerca, ¿no crees? 

—¿Eh? ¿A dónde quieres llegar, Koenji? No me van a expulsar, considerando las otras opciones. 

Yamauchi se giró y miró a Koenji con una sonrisa espeluznante en su rostro. 

—Creo que es justo decir que, de todos los de la clase, un número considerable de estudiantes han votado en tu contra. 

Ike y Sudou se sentaron en silencio, incapaces de ayudar a Yamauchi mientras Koenji avivaba las llamas. Hirata, sin embargo, intervino. 

—Así no es como va a resultar esto. El que será expulsado soy yo. 

—¿Todavía sigues con eso? No te has dado cuenta todavía, ¿verdad? 

—...¿De qué estás hablando? 

Koenji sacó su teléfono con una sonrisa audaz en su rostro. 

—Este mensaje me lo envió una de las chicas de nuestra clase. Dice así: “Creo que Hirata-kun tiene la intención de sacrificarse y ofrecerse como voluntario para ser expulsado mañana. Puede que termine diciendo algo hiriente sobre todos o que se haga pasar por un mal tipo, pero esos no serán sus verdaderos sentimientos. Por favor, tengan fe en él y no voten en su contra por ello”. Me parece que fue enviado a todos menos a ti y a Yamauchi-kun. 

Hirata se acercó a Koenji y leyó el mensaje en el teléfono por sí mismo. 

—La mayoría de los estudiantes se compadecerían de ti después de ver un mensaje como éste. Después de todo, no es falso que hayas pasado este último año tomando medidas por el bien de la clase. ¿No tendría más sentido para ti conseguir más votos de aprobación por esto? 

—No puede ser... 

El plan de Hirata para conseguir la mayoría de los votos de desaprobación había fracasado. 

Por supuesto, esto afectó negativamente a los estudiantes que corrían más riesgo de ser expulsados. 

Horikita se giró silenciosamente hacia mí y habló. 

—Estás terriblemente tranquilo. Es casi como si ya hubieras previsto lo que sucederá. 

—Probablemente también sabes lo que pasará. 

—Incluso si lo hiciera, no me sentaría a mirar con tanta complacencia. Mientras haya espacio para la incertidumbre, todavía hay razones para preocuparse. 

Koenji interrumpió, como si respondiera a Horikita. 

—El único que debería estar preocupado es él. 

Casi todos los alumnos de la clase dirigieron su mirada hacia Yamauchi, preguntándose cómo respondería después de escuchar algo así. 

Yamauchi se puso de pie lentamente y se dio la vuelta para ver Koenji. 

Su expresión era de confianza, una expresión que decía que estaba seguro de sus posibilidades de triunfar. 

—...Hah. 

Yamauchi se rió de Koenji con desprecio. 

—Adelante, di lo que quieras... La persona que va a ser expulsada no voy a ser yo. 

—¿Oh? ¿Y nos dirás por qué? 

—Bien. Lo haré. 

Parecía que Yamauchi ya no podía soportar que Koenji dijera lo que quisiera. 

—¿Cuántos de ustedes votaron en mi contra? ¿Veinte de ustedes? ¿Treinta? No traicioné específicamente a ninguno de ustedes, ¿y aún así me tratan de esta manera? ¡Es irrazonable! Pero está bien. Los perdonaré —con una sonrisa desconsiderada, Yamauchi se acercó a Ike y le dio una palmada en el hombro. 

—Lo siento, Kanji. Por hacer que te preocupes tanto por mí. 

—S-sí. 

Totalmente inconsciente de lo que su amigo quería decir, Ike no pudo hacer otra cosa que asentir. 

—Hay varias personas aquí que podrían ser expulsadas aparte de mí, ¿verdad? Están Kanji, Sudou, Koenji, y Ayanokouji, pero me pregunto cuántos votos de aprobación obtendrán. ¡Estoy tan preocupado! 

—Por lo que dices, parece que esperas obtener un gran número de votos de aprobación. 

—Sí, eso es. Los tendré. 

—Incluso si tus amigos se sintieran lo suficientemente apenados como para apoyarte, sólo obtendrías unos cuatro o cinco votos, en el mejor de los casos. ¿Estás diciendo que eso es suficiente para ponerte en la zona segura? 

—Está bien. Eso sería suficiente. Jajaja... Sí, no importa por quién hayas votado, ¡todo es inútil! —Yamauchi levantó ostentosamente sus brazos en el aire—. ¡Sakayanagi-chan prometió que me daría veinte votos de aprobación! En otras palabras, aunque la mayoría de la clase vote en mi contra, ¡no seré yo quien sea expulsado! 

Al darse cuenta de que no tenía sentido seguir ocultándolo, Yamauchi decidió mostrar sus cartas. 

—Por eso no importa cuántos de ustedes hayan votado en mi contra... ¡Estoy protegido por la Clase A! 

Los votos ya habían sido emitidos. 

Probablemente era cierto que Yamauchi hizo una promesa como esa con Sakayanagi. 

Asumiendo que obtuvo cinco votos de aprobación de la Clase C y veinte de la Clase A, incluso en el peor de los casos, solo terminaría con un máximo de nueve votos de desaprobación. 

Si dice la verdad, difícilmente se puede considerar que esté en riesgo de ser expulsado. 

El peligro se desplazaría entonces hacia Koenji y yo. Hasta Ike y Sudou podrían estar en problemas. 

—Si ese es el caso, entonces ¿por qué pareces tan ansioso? 

Yamauchi no parecía tranquilo en absoluto. Temblaba sin parar. 

Era la prueba de que, mentalmente, estaba bajo una increíble cantidad de estrés. 

—Eso es... 

—Como hiciste una promesa con el enemigo, te aseguraste de firmar un contrato, ¿verdad? Es uno de los fundamentos básicos de las negociaciones. 

—N-no, pero eso es... 

—Una simple promesa verbal no cuenta para nada. La pequeña señorita no es tan misericordiosa. 

—¡Claro que lo sé! ¡Está bien! 

Las palabras de Koenji simplemente no fueron capaces de llegar a él. 

Yamauchi sólo podía creer que Sakayanagi no se retractaría de su palabra. No había nada más que pudiera hacer. 

Debió de contactar con Sakayanagi muchas veces anoche para asegurarse de que todo saliera como él esperaba. 

—Vaya, vaya, entonces debes estar muy tranquilo. Parece que el voto de desaprobación que emití por ti no tuvo sentido. 

—Así es, no tuvo sentido. ¡No tuvo sentido! 

—Cállate, Yamauchi. Pude escuchar tus gritos desde el pasillo —Justo entonces, llegó Chabashira-sensei—. Los hice esperar a todos ustedes. Anunciaré los resultados de la clase C. Por favor, tomen asiento. 

El momento del juicio finalmente llegó. 

Muy pronto, un estudiante sería expulsado de esta clase. 

¿Sería Yamauchi, que se decía a sí mismo que todo estaría bien? 

¿Sería Sudou o Ike, uno de los candidatos secundarios a la expulsión? 

¿Sería Hirata, que esperaba pacientemente el anuncio de los resultados? 

¿Sería Koenji, que estaba tan desatento como siempre? 

¿Sería Horikita o yo, que vigilábamos tranquilamente el aula? 

O, ¿acabaría siendo otra persona completamente diferente? 

—Para empezar, anunciaré a los tres que terminaron con más votos de aprobación. En tercer lugar está... Kushida Kikyou. 

Kushida suspiró con alivio cuando escuchó como la nombraban. 

Aunque Yamauchi la atacó ayer, acabó ganándose muchos votos de aprobación. 

Si se tiene en cuenta el hecho de que es adorada por sus compañeros de clase, un resultado como éste tiene sentido. 

—A continuación, en segundo lugar... 

Chabashira-sensei empezó a leer un poco más despacio. 

Ni siquiera yo podía predecir completamente el nombre de quién iba a decir. 

—Eres tú, Hirata Yousuke. 

—¡…! 

En el momento en que fue nombrado, Hirata cerró los ojos y miró hacia el cielo. 

El vergonzoso comportamiento que mostró ayer no tuvo consecuencias significativas. 

Hirata trabajó duro este último año, pasando por buenos y malos momentos por el bien de la clase. 

Se había ganado una enorme cantidad de confianza, especialmente de las chicas de la clase. 

Aunque no hubiera conseguido que Kei difundiera ese mensaje de texto ayer, su clasificación apenas habría cambiado. 

—P-pero, si Hirata se colocó en segundo lugar... ¿quién se colocó en primer lugar? 

Desde el principio, todos esperaban que Hirata y Kushida obtuvieran la mayoría de los votos de aprobación. 

Era razonable que ocuparan el segundo y el tercer lugar, pero este resultado significaba que había alguien que los superaba a ambos. 

—...En cuanto al primer lugar... 

Chabashira-sensei dejó mostrar una ligera sonrisa antes de leer el nombre. 

Cerré los ojos. 



—Ayanokouji Kiyotaka. 



Todo salió como esperaba. 

—¿Qu-qué? 

Yamauchi, con el que se suponía que iba a competir por el último puesto, fue el primero en reaccionar. 

—¿¡No lo confunde con el primer lugar para el voto de desaprobación!? ¿¡Sensei!? 

—No. No hay ninguna duda. Ocupó el primer lugar con un espléndido total de cuarenta y dos votos. 

Todos mis compañeros de clase se sorprendieron. Después de todo, recibí más votos de aprobación en nuestra clase que los estudiantes de la misma. 

—Tú. ¿Qué hiciste...? 

Horikita tampoco pudo ocultar su sorpresa. 

—Como dije, no hice nada. 

Sakayanagi hizo todo esto ella sola. 

—Y finalmente, el estudiante que terminó con más votos de desaprobación, con un gran total de treinta y tres votos. Lamento decir que eres tú, Yamauchi Haruki. 

Ahora, Yamauchi recibió otro fuerte golpe. 

Antes de que pudiera entender la situación, le dijeron que tenía que dejar la escuela. 

—¿¡Treinta y tres votos!? 

Confirmó que no había recibido ningún voto de aprobación de la clase A. 

El penúltimo fue Sudou con veintiún votos. Y justo detrás de él venía Ike con veinte. 

Estaba claro que sus amigos tampoco estaban de ninguna manera a salvo. 

—¡No! ¿Por qué? ¿Por qué tengo que ser expulsado? 

Chabashira-sensei se acercó a Yamauchi y puso su brazo sobre su hombro, pero él se lo quitó. 

—...Haruki... 

Como sus amigos, Ike y Sudou sólo pudieron mirar hacia otro lado. 

Esperaban que, de alguna manera, Yamauchi sobreviviera al examen, pero lo único que podían hacer era esperar los resultados. 

Y ahora que los resultados aparecieron, se dieron cuenta de la triste verdad que hay detrás de todo esto. 

Si Yamauchi no hubiera quedado en último lugar, ¿qué les habría pasado? 

—¡¿Por qué, por qué, por qué¡! ¡¡¿Por qué yo?!! ¡Este es un examen tan estúpido! ¡Una completa broma! 

—Aunque eres libre de pensar lo que quieras, la decisión ya está tomada, Yamauchi 

—¡¡CÁLLATE!! 

Yamauchi gritó con cada onza de su ser. 

Aulló, incapaz de aceptar la realidad de su situación. 

—Así es. Sakayanagi, ¡vaya a preguntarle a Sakayanagi! ¡Dijo que haría que la Clase A usara sus votos de aprobación conmigo! ¡Ella no cumplió su promesa! ¿Le permitirán salirse con la suya?" 

—¿Tienes algo que demuestre fehacientemente que ella hizo esa promesa? 

Preguntó Chabashira-sensei. 

—¡Ella lo prometió! ¡En la sala de karaoke! ¡¡¡La escuché!!! 

—Aunque quiero creerte, las palabras por sí solas no bastan para probar nada. 

—Oh Dios mío, ¿por qué está pasando esto...? 

—Es hora de dejar el aula, Yamauchi. 

A pesar de sus instrucciones, Yamauchi no se movió ni un centímetro. 

—Sal de aquí rápidamente. Tu existencia aquí ya fue borrada. 

—¡No lo he aceptado todavía! 

—¿Así que planeas ser irremediablemente defectuoso, lamentable y feo hasta el final? 

Después de las persistentes provocaciones de Koenji, Yamauchi finalmente se quebró. 

—¡¡¡Grahhhhhhhhhhhhhhhh!!! 

Tomó la silla de su pupitre y la balanceó hacia Koenji. 

Luego levantó la silla en el aire y la hizo descender, apuntando a la cabeza de Koenji. 

Si el ataque lo hubiera golpeado directamente, la lesión producida sería inexcusable, sin embargo, Koenji no fue tan ingenuo como para ser golpeado por un ataque tan descuidado. 

Koenji agarró casualmente la pata de la silla mientras se balanceaba hacia él y sacó por la fuerza la silla de las manos de Yamauchi. 

—Intentaste matarme. No tendrás ninguna queja si te devuelvo el favor, ¿cierto? 

La cara de Yamauchi se endureció inmediatamente. 

—Ya es suficiente. 

Chabashira-sensei intervino, sintiendo el peligro que había detrás de las palabras de Koenji. 

Siguiendo sus instrucciones, Koenji rápidamente soltó la silla. 

—No hagas nada más que esto, Yamauchi. Por tu propio bien. 

Desde los alrededores de nuestra aula, Yamauchi notó las desgarradoras miradas de sus compañeros de clase, sus miradas llenas de compasión. 

Y dentro de él, algo se rompió. 

—¡U-uwaaaahhhh! 

Desmoronándose en ese lugar, levantó la voz y empezó a gritar. 

—...Vete. 

Al escuchar las palabras de Chabashira-sensei por segunda vez, Yamauchi perdió su voluntad para resistirse. 



PARTE 3 

Faltaba una persona en la clase. 

Era el mismo salón de clases, pero sin embargo, era marcadamente diferente. 

El ambiente era pesado y todos estaban descorazonados. 

No importaba quién terminara siendo expulsado, la situación hubiera resultado así. 

Sin embargo, teniendo en cuenta que alguien tenía que ser expulsado, es natural que la decisión se tomara después de considerar todos los posibles pros y contras. 

Para asegurar el futuro éxito de la clase como conjunto, ¿quién es necesario? ¿Quién es innecesario? 

Estas preguntas tenían que ser respondidas. 

Una persona finalmente se levantó de su asiento y salió del salón. 

Con esto, todos los demás siguieron el ejemplo sin que nadie dijera mucho. 

Después de un día de descanso, una vez que llegara el lunes, todos volverían a la clase una vez más. 

Y cuando llegara ese momento, Yamauchi no estaría allí. 

—Él está más loco de lo que pensaba. 

El 'él' al que Horikita se refería no era, por supuesto, otro que Hirata. 

Estaba sentado inmóvil en su escritorio, como si estuviera aturdido. 

Había estado así desde que Yamauchi dejó el aula. 

—Hirata-kun... Uhm... 

Mii-chan lo llamó tímidamente, preocupado por su bienestar. 

Sin embargo, Hirata solo cambió ligeramente su mirada para observarla y no dijo nada. 

¿Qué pensaba Hirata de esta clase ahora? 

La respuesta a eso era algo que sólo él conocía. En cualquier caso, no había otra opción para él que continuar avanzando. 

Los estudiantes que no podían soportar ver a Hirata en semejante estado se fueron lentamente y se dirigieron a casa. 

Sudou y Ike también abandonaron silenciosamente el aula. 



『 Vayamos a casa cada uno por su cuenta por el día de hoy. 』 



Todos los miembros del grupo aceptaron rápidamente el texto de Haruka. 

Con mi mochila en la mano, me excusé y comencé a caminar hacia la puerta. 

Al salir, me detuve un momento frente a Koenji, ya que él todavía estaba en el aula. 

—¿Qué pasa, Ayanokouji-boy? 

—No pensé que tomarías medidas por el bien de la clase. 

—Por supuesto. Incluso yo cooperaría con Horikita-girl para evitar la expulsión. 

—No es eso de lo que estoy hablando. Al ver cómo provocabas constantemente a Yamauchi, me pareció que intentabas centrar su odio en ti, y sólo en ti. 

Es obvio que Yamauchi llegaría a odiar a sus compañeros de clase después de ser expulsado. 

Sin embargo, desde antes de que se conocieran los resultados, Koenji provocó de forma persistente a Yamauchi más que nadie en la clase, desviando el odio de Yamauchi únicamente hacia él. 

Koenji se encargó personalmente de Yamauchi una vez que perdió el sentido de la razón después de que se confirmara su expulsión. 

Aunque, desde la perspectiva del resto de la clase, las acciones de Koenji pueden considerarse simplemente como intimidación. 

—Bueno, no tengo recuerdos de eso. Sólo quería ver su fea figura desaparecer lo más cerca posible. 

—¿Es así? Entonces lo olvidaré. 

Tan pronto como salí del aula, Horikita me siguió rápidamente y me agarró por el brazo. 






—Ayanokouji-kun. Tú... ¿Cuánto de esto anticipaste? 

Cuando Sakayanagi propuso una tregua temporal, estaba un poco más del noventa por ciento seguro de que no tenía que preocuparme por ser expulsado. Es obvio que, para ella, golpearme con un ataque sorpresa no tendría sentido. Si hubiera mentido sobre la tregua para obligarme a marcharme de la escuela, no se habría alegrado. 

Pero al mismo tiempo, manipuló a Yamauchi e intentó que hiciera que me expulsaran. 

En otras palabras, ella hizo una clara violación de nuestra tregua. Es decir, sus acciones eran contradictorias. 

Para compensar esta contradicción, tendría que hacer todo lo posible para invalidar cualquier voto de desaprobación que pudiera obtener por culpa de Yamauchi. 

Es decir, que la Clase A emita la mayoría de sus votos de aprobación en mi favor. 

De esa manera, aunque terminara con veinte o treinta de los votos de desaprobación de la Clase C, al final terminaría con un número positivo de votos. Mi seguridad estaría garantizada. En ese caso, ¿por qué se tomó tantas molestias? Seguramente lo hizo para que expulsaran a Yamauchi Haruki. Haciéndolo pasar por un villano, consiguió bajar su posición dentro de la Clase C. Por supuesto, yo no tenía forma de estar absolutamente seguro de nada de esto. No podía descartar la remota posibilidad de que Sakayanagi estuviera intentando que me expulsaran con un ataque sorpresa. 

Así que instigué a Horikita, usándola como un medio para arruinar a Yamauchi. Además, si dejaba que la clase descubriera que Yamauchi tenía como objetivo a alguien inofensivo como yo, podría obtener votos de aprobación adicionales por simpatía o protección. Aunque, terminar en primer lugar fue demasiado. 

—¿No lo dije antes? No tomé parte explícitamente en este examen. 

—...Pero... 

—Me voy a casa. 

—¡¡Ayanokouji-kun!! 

Como si sus pies estuvieran congelados en el suelo, Horikita me gritó mientras me alejaba. 

—Fuiste tú, ¿no es así? Tú fuiste quien le dijo a mi hermano sobre la conexión entre Sakayanagi-san y Yamauchi-kun, ¿no es así? 

Simplemente seguí caminando sin darle una respuesta y bajé la escalera. 

En el primer piso, me acerqué al tablón de anuncios. 

Había una lista de los resultados del examen de cada una de las clases. 

Resultados de la votación de las clases: 



Expulsiones: 

Clase A: Totsuka Yahiko 

Clase B: Ninguno 

Clase C: Yamauchi Haruki 

Clase D: Manabe Shiho 

Estas son las únicas expulsiones. 

No habrá cambios en el número de Puntos de Clase debido a estos resultados. 





—Yahiko, ¿eh? Supongo que realmente estaba mintiendo cuando dijo que expulsaría a Katsuragi. 

Junto con quiénes habían sido expulsados, se enumeraban los nombres de los que recibieron más votos de aprobación. En la clase A fue Sakayanagi, en la clase B fue Ichinose, y en la clase D fue Kaneda. Kaneda obtuvo la menor cantidad de votos, con un total de veintisiete, mientras que Ichinose obtuvo un impresionante total de noventa y ocho. Teniendo en cuenta que la mayoría de la clase A utilizó sus votos de aprobación conmigo, era evidente cuánto valoraban todos a Ichinose. 

Detrás de mí, apareció otro estudiante que probablemente comprobaría los resultados del examen por sí mismo. 

Era Katsuragi, y casi al mismo tiempo, Ryuuen también apareció. 

—Así que tampoco te expulsaron, Katsuragi. 

—...Podría decirte lo mismo. De todos, pensé que tú serías el que se iría. 

—Kuku. Parece que la Parca se apiadó de mí. 

—La Parca, ¿verdad? 

—No te preocupes por eso. No es como si fueras capaz de verla de todas formas. 

Con una sonrisa, Ryuuen fue a ver los resultados. 

—Aunque parece que la chica Sakayanagi también hizo algo interesante, ¿no te parece? Viendo que ella fue y eliminó a tu único seguidor. 

Mientras Ryuuen hablaba alegremente, la expresión de Katsuragi se convirtió en una expresión de remordimiento. 

—Has perdido completamente tu espíritu de batalla, ¿no es así? 

—No tengo nada que ganar actuando más de lo que ya lo he hecho. 

—¿Así que planeas ser el perro obediente de Sakayanagi hasta la graduación? Qué broma. 

—……… 

Hubo un momento de silencio. 

Pero había una espantosa expresión en la cara de Katsuragi. 

Yahiko, que seguía a Katsuragi en las buenas y en las malas, fue expulsado. 

Al mismo tiempo, Katsuragi perdió su estatus de persona a la que la gente estaba dispuesta a proteger. 

—¿Hoh? Así que también puedes poner una cara así, ¿eh, Katsuragi? 

Después de ver la expresión de Katsuragi, quizás Ryuuen tenía la misma impresión que yo. 

—Tal como estás ahora, podrías engañar fácilmente a Sakayanagi. 

—...No bromees conmigo. Dejando eso de lado, ¿qué planea hacer ahora un bastardo como tú? Tu futuro en esta escuela fue salvado por la Parca. ¿Planeas desafiar a Sakayanagi, Ichinose y Horikita una vez más? 

—No estoy interesado en algo así. 

Ryuuen respondió fríamente sin perder la calma. 

—El contrato que hice contigo y el resto de la clase A sigue siendo válido. En pocas palabras, planeo sentarme y exprimirte hasta dejarte seco mientras disfruto un rato. Sólo pensé en encontrarme contigo aquí hoy para besarte el culo por eso. 

Por lo visto, esa era la razón por la que Ryuuen vino aquí en primer lugar. 

Después de todo, desde la perspectiva de Ryuuen, la expulsión de Katsuragi también habría causado la anulación del contrato. 

Con eso, Katsuragi se fue primero y regresó a casa, dejando a Ryuuen y a mí atrás. 

—Hazte un favor y ven conmigo un rato. 

Sin negarme, dejé que Ryuuen guiara el camino mientras caminábamos hacia la parte trasera del edificio de la escuela. 

—¿Desde cuándo eres tan buena persona, Ayanokouji? 

—No hice nada, pero no parece que estés muy dispuesto a creerlo. 

Ryuuen ya debería estar al tanto de lo que hice. 

—No es tanto que hayasecho algo, es más bien que la gente que se preocupa por ti lo hizo. Ellos son los que hicieron todo. 

Miré al cielo mientras recordaba los eventos que tuvieron lugar unos días antes. 



PARTE 4 

La falta de una expulsión dentro de la clase B. El hecho de que Ryuuen todavía estuviera aquí. 

Yo estuve involucrado en estos dos notables incidentes que ocurrieron en la sombra. 

Fue el día en que me reuní con Hiyori en la biblioteca e invité a Ichinose a mi habitación. 

Esa noche, justo después de las diez, el sonido del timbre resonó en mi habitación. 

No tenía muchos amigos que vinieran a mi habitación a visitarme. 

Consideré si era o no Horikita, Kushida, o tal vez incluso alguien del Grupo Ayanokouji, pero en la mayoría de los casos, me habrían enviado antes algún tipo de notificación de que venían. 

Esta vez, sin embargo, no me avisaron de nada. Es decir, la persona en la puerta no era nadie así. 

En ese caso, ¿quién rayos había venido a visitarme? 

—...Bueno, esto es una novedad. 

Mientras revisaba el intercomunicador desde las profundidades de mi habitación, vi que en la pantalla aparecía un dúo inesperado. 

Parecían tener frío mientras esperaban que yo abriera la puerta. 

—Bueno... supongo que el toque de queda sólo se aplica en los pisos superiores. 

Como regla general, está prohibido que un chico entre en las habitaciones de una chica después de las ocho de la noche. 

Bueno, incluso si rompes el toque de queda, no pasa nada mientras no se corra la voz. Además, aunque te atraparan, el castigo no sería muy severo mientras sólo hubiera ocurrido una o dos veces. En cualquier caso, no había ninguna regla que impidiera que una chica fuera la que viniera a visitarte. 

—¿Sí? 

Después de decidirme a por lo menos responderles, hablé por el intercomunicador. Aunque, no era exactamente acogedor con la forma en que expresaba mis palabras. 

—...Me gustaría hablar si tienes un momento. 

De los dos, el chico empezó a hablar, rompiendo el silencio. Se inclinó hacia delante y miró a la cámara y un primer plano de su pupila apareció en la pantalla. 

No parecía que quisiera tener esta charla por el intercomunicador. 

—Dame un segundo. 

Me acerqué a la entrada y abrí la puerta, y al hacerlo, se abrió bruscamente. El chico, Ishizaki de la clase D, entró en mi habitación de inmediato. 

Si uno era descuidado, la fuerza con la que la puerta se abrió podría haber herido a alguien. 

—Bienvenida. Deberías darte prisa y entrar también. Hace frío ahí fuera. 

—¿Por qué tengo que... 

La compañera de clase de Ishizaki, Ibuki, expresó su insatisfacción ante mi invitación a entrar. 

—A quién le importa. Sólo entra aquí Ibuki. 

—Ugh. 

Cediendo a la insistencia de Ishizaki, ella caminó a través de la entrada. 

El aire frío estaba empezando a entrar, así que cerré rápidamente la puerta tras ella. 

Después de pensar en cómo sentiríamos todavía la corriente de aire frío si habláramos en la entrada, los invité a entrar en la habitación. 

—Entonces, ¿qué necesitan de mí, tan tarde en la noche? 

A mi pregunta, Ishizaki inmediatamente juntó sus manos y bajó su cabeza. 




—¡Por favor, Ayanokouji! ¡Dinos cómo evitar que Ryuuen-san sea expulsado! 

—...¿Qué? 

Estos dos vinieron sin invitación a altas horas de la noche para pedir un favor tan ridículo. 

—¿Te escuché mal? ¿Podrías decirlo una vez más? 

—¡Te pedí que nos dijeras cómo evitar que Ryuuen-san sea expulsado! 

No parece que lo haya escuchado mal. 

—Olvídalo, Ishizaki. No hay forma de que Ayanokouji coopere contigo. 

Por lo visto, Ibuki e Ishizaki no estaban en la misma sintonía. Al parecer, ella no vino a pedirme ayuda. 

—Eso... eso es probablemente cierto, es sólo que... no puedo pensar en nadie más que Ayanokouji que pueda hacer algo. 

—No es que me importe. Por cierto, sólo estoy aquí porque Ishizaki me obligó a venir con él. No dejaba de llamarme... 

Con un suspiro, me mostró exasperadamente la pantalla de su teléfono. 

Había más de cincuenta notificaciones de llamadas perdidas provenientes de Ishizaki. 

—¿Cómo podría venir y preguntarle yo solo? ¡Es nuestro enemigo! 

—Es lo mismo aunque esté aquí contigo. Qué idiota. 

—Cierra la boca... 

Ishizaki e Ibuki empezaron a discutir entre ellos. 

—Bueno, tampoco creo que hayan sido enviados aquí por Ryuuen. 

Si estuvieran actuando, habría sido todo un espectáculo, pero no parecía ser el caso. 

—No hay manera de que estemos aquí para eso. Ryuuen-san... no nos pediría que hiciéramos algo así. Deberías entender al menos eso. 

—Supongo. 

Ryuuen ya se había desentendido de los asuntos escolares al hacer creer que fue derrotado por Ishizaki. 

De hecho, pareciera que ya estaba completamente decidido a dejar la escuela. 

Además, incluso si no planeaba ser expulsado, no me habría pedido ayuda. 

No hay manera de que esté dispuesto a hacer algo tan vergonzoso. 

—¿Estás seguro de que no quieres que Ryuuen se vaya? Te ha hecho todo tipo de cosas. 

Ibuki habló de nuevo, interrogando a Ishizaki. 

—...Bueno... muchas cosas pasaron... pero, ahora es diferente. 

—¿Qué es? 

—¿Eh? ¿Qué quieres decir con eso? 

—Te pregunto qué quieres decir con 'ahora es diferente'. 

—He llegado a entender que Ryuuen-san es importante para el futuro de la Clase D. 

—No lo entiendo. ¿No sabes lo mucho que hemos tenido que pasar por su culpa? 

Estos dos realmente vinieron hasta aquí a verme sin estar de acuerdo en absoluto. 

O, para decirlo más precisamente, era como si simplemente no pudieran comunicarse entre ellos. 

—En primer lugar, si van a discutir, háganlo después. 

Con mis palabras, dejaron de mirarse. 

—Ugh. Quiero volver a mi habitación. 

Sin embargo, no dejaron de pelearse. En particular, Ibuki todavía tenía una expresión severa en su cara. 

—No digas eso. También tienes que ayudarme a persuadir a Ayanokouji. 

—No quiero. 

—Si van a discutir, háganlo en otro lugar. 

Viendo que no hay indicios de que la conversación vaya a avanzar en un futuro próximo, decidí intentar preguntarme algo a mí mismo. 

—Ryuuen no es muy popular, ni siquiera en la clase C. Es sólo la perspectiva de un extraño, pero no estoy exactamente equivocado, ¿verdad? 

—Bueno, eh... supongo que algunas personas pueden odiarlo, tal vez... 

—¿Qué quieres decir con 'algunas personas'? Casi todo el mundo lo odia. No tiene sentido mentir sobre eso. 

—¡Cállate! ¡No hay nada malo en lo que dije! 

—Ugh, eres tan ruidoso y molesto. Por cierto, estás salpicando tu saliva por todas partes mientras hablas, así que deja de gritar. 

—Creí haber dicho que dejaran sus discusiones para más tarde. 

Si siguen haciendo tanto ruido en una habitación tan pequeña como esta, el sonido se escuchará en las habitaciones que nos rodean. 

Volví a hablar, esta vez con una punzada de ira en mi voz, y los dos se calmaron un poco. 

¿Se dieron cuenta de que actuaban de forma molesta y ni siquera fueron invitados? 

Con esto, finalmente pudimos seguir con la conversación. 

—Sería muy difícil evitar que Ryuuen sea expulsado. 

Hablé sin rodeos, sin andarme por las ramas. 

Sentí que mis intenciones se verían mejor de esa manera. 

—Supongo que eso es cierto. 

Entendiendo lo que quería decir, Ibuki asintió con la cabeza. 

Sin embargo, Ishizaki no parecía dispuesto a aceptarlo tan fácilmente. 

—¿No puedes hacer algo, cualquier cosa? 

Por lo menos, sus motivaciones son genuinas. No hay duda de su impulso por salvar a Ryuuen. 

—Realmente quieres evitar que Ryuuen se vaya, ¿verdad? 

—...Sí. 

Aparte de mí, Ibuki y algunos otros, la mayoría de los estudiantes están bajo el supuesto de que Ishizaki detesta a Ryuuen. 

Por supuesto, eso fue sólo una consecuencia del incidente entre Ryuuen y yo. A pesar de ello, es cierto que Ishizaki fue tiranizado por Ryuuen muchas veces hasta este momento. No pensé que vendría e inclinaría su cabeza ante mí y me rogaría que lo salvara cuando obviamente no quería hacerlo. 

Esto seguramente se debe a la conexión emocional que estableció con Ryuuen en el transcurso del año pasado. 

Sin embargo, nadie estaría batallando si este examen fuera algo que se pudiera superar sólo con las emociones. 

Ishizaki necesitaba una explicación sencilla de por qué salvar a su amigo era tan difícil. 

—Hay dos razones principales por las que creo que salvarlo no es razonable. Este examen provisional se decidirá por el número de votos de desaprobación que se utilicen en su propia clase. Suponiendo que tú, Ibuki y otros dos o tres no voten en contra de Ryuuen y le den un voto de aprobaciónr, es muy probable que termine con más de treinta votos de desaprobación. En segundo lugar, nadie más quiere ser expulsado. 

—P-pero, quiero decir, no hay mucha gente que piense que podemos ganar y avanzar sin su fuerza, ¿sabes? 

Es cierto que tal vez haya algunos estudiantes de la clase D que reconocen las capacidades de Ryuuen. 

Sin embargo, por sí misma, esa razón no basta. 

No es razón suficiente para plantear la posibilidad de ser expulsado. 

—Nadie quiere expulsar a alguien. Centrarse en Ryuuen, la persona más impopular de la clase, causaría la menor cantidad de culpa. 

Es como dijo Ibuki. 

—Aunque no puedas salir de la clase D, todavía querrás graduarte con seguridad, ¿no? No es como si alguien quisiera ser etiquetado como un alumno expulsado de la preparatoria. 

Lo más probable es que este tipo de discusión ya haya tenido lugar dentro de su clase, algo que estaba escrito en la cara de Ishizaki. 

—Si eres tratado como el líder que encabezó una revuelta contra Ryuuen, entonces ya habrás oído hablar de esto, ¿no? 

Ishizaki asintió. Después de todo, muy probablemente apoyó públicamente la expulsión de Ryuuen debido a la posición en la que se encontraba. 

—Creo que aparte de Ibuki, Albert y Shiina, todos están a favor de expulsar a Ryuuen-san. 

—Así que es jaque mate sin importar cómo lo mires, ¿no? 

—Sí, es jaque mate. 

Respondí a la declaración de Ibuki con una simple afirmación. 

—Por eso vine aquí en primer lugar. Tú eres el que venció a Ryuuen-san, así que... 

—Quieres saber si hay una manera de detener la expulsión. Antes de que lleguemos a eso, hay algo que quiero preguntarte. 

—¿Qué...? 

—Salvar Ryuuen significa que alguien más de su clase será expulsado. ¿Entiendes eso? 

Este es un aspecto esencial del examen. No tenía otra opción que escuchar cómo respondería. 

—Eso es... Eso es verdad, pero... 

—Si realmente lo entiendes, ¿tienes a alguien más en mente para ocupar el lugar de Ryuuen? 

—N-no, para nada. No creo que quiera deshacerme de nadie. 

—Entonces suena a que hay un problema. Este examen está diseñado para asegurar que alguien sea expulsado. 

Este no es un examen en el que se pueda hablar imprudentemente de querer salvar a alguien. 

—Es como dijo Ayanokouji, ¿no? Si realmente quieres salvar a Ryuuen, ¿por qué no tomas la iniciativa y te nominas tú mismo? Si le pides a todos que voten por ti en su lugar, podrías ser capaz de salvarlo. 

Su fría idea era más o menos lo mismo que abandonar a Ishizaki, pero, siendo realistas, era la mejor opción que tenía disponible. 

Ryuuen acumuló mucho odio de sus compañeros de clase. A pesar de que tiene el talento suficiente para pensar en artimañas valientes e ingeniosas que una persona ordinaria no podría llevar a cabo, una vez que se consideró que cayeron a la Clase D bajo su liderazgo, el hecho de que lo abandonaran fue totalmente inevitable. 

—¿Realmente... no hay manera de evitar que alguien sea expulsado? 

—Esa fue la pregunta inicial de todos los demás. Al final, todos se dieron por vencidos en el intento de pensar en una solución. 

—... Tiene razón. 

Ibuki dejó escapar un corto y abatido suspiro. 

En lugar de molestarse en pedirme ayuda, Ibuki comprendió desde el principio que no era razonable. 

—Como dije antes, esto es una completa pérdida de tiempo. No podemos cambiar el destino de Ryuuen. 

—¡Maldita sea...! 

Consumido por la frustración, Ishizaki dio un puñetazo en la pared a su lado. 

—Creo que Ryuuen planeaba pasar los próximos tres años sin hacer nada. Pero, quizás cambió de opinión tan pronto como se enteró del examen suplementario. A lo mejor pensó que no tenía otra opción que ser expulsado. Por eso decidió sentarse tranquilamente y esperar a que el examen terminara sin decir nada, ¿no es así? 

Ishizaki tampoco creía que Ryuuen lo hiciera como un noble acto de sacrificio. 

Ryuuen simplemente no se molestó en resistirse a lo que se le venía encima. 

—Tienes que considerar los sentimientos de Ryuuen. Es tu deber como alguien que lo sigue. 

—Yo, Yo... 

Ishizaki apretó sus puños, lleno de arrepentimiento. 

Realmente quiere salvar Ryuuen, ¿eh? 

No importa cuántos enemigos tengas, no es malo tener amigos que se preocupen por ti. 

Puede que no lo admita, pero Ryuuen tiene algunos buenos amigos. 

Una idea comenzó a tomar forma en mi mente. 

Sin embargo, había algunas cosas que necesitaban suceder antes de que pudiera llevarse a cabo. 

—Si tuviera un consejo para ti... 

—¿Qué es? No importa lo que sea, ¡sólo dímelo! 

Ishizaki se echó hacia delante, intentando desesperadamente alcanzar cualquier rayo de esperanza. 

Pero, desafortunadamente, esas esperanzas suyas no iban a durar mucho tiempo. 

—Tal y como están las cosas ahora, los puntos privados de Ryuuen desaparecerán junto con él. Si ha recibido puntos de la Clase A todo este tiempo, entonces ya debería haber ahorrado al menos un par de millones de puntos. ¿Verdad? 

—Sí. Mientras no los haya usado, debería tener aproximadamente eso. 

—No hay garantía de que sus puntos privados sean transferidos o distribuidos entre sus compañeros de clase si todavía los mantiene cuando sea expulsado. Por lo tanto, antes de que su expulsión se convierta en una realidad, deberían transferir todos sus puntos a otro lugar. Serán útiles para la clase D más adelante. 

Si los puntos se distribuyeran entre la clase D, perderían su valor como suma global. Sería mejor para ellos transferir todo a sus respectivos bolsillos ahora. 

Estaba seguro de que Ryuuen estaría al menos de acuerdo con eso. 

—¡Esto no es lo que quería oír de ti! Quiero saber cómo salvar a Ryuuen-san! 

—Renuncia Ishizaki. No tiene sentido decir nada más que esto. 

Ibuki reprendió a Ishizaki con una patada ligera antes de girarse hacia mí y continuar. 

—Dicho esto, Ayanokouji. No voy a ir a por los puntos que Ryuuen ha guardado. 

Ella habló decididamente. En lugar de ir a Ryuuen y rogarle por los puntos, prefiere renunciar a ellos por completo. 

—¿Es así? ¿Qué hay de ti, Ishizaki? 

—¡Yo tampoco lo haré! 

Ambos compartían la misma postura al respecto, aunque por razones ligeramente diferentes. 

Estaban resueltos a la idea de que, si Ryuuen iba a dejar la escuela, entonces sus puntos lo acompañarían. 

No, no se debía a algo tan loable como la determinación. 

—Es una lástima, pero ustedes dos no pueden salvar a Ryuuen. 

—¡…! 

Ishizaki me miró, su expresión estaba entre la ira y el arrepentimiento. 

—Escucha atentamente. La única cosa que ustedes dos pueden hacer ahora es recuperar los puntos privados de Ryuuen. Este examen no es tan simple como para que puedan salvar a alguien sólo porque quieran. 

—¡No me jodas! ¿Quieres que tome los puntos de Ryuuen-san y dejemos las cosas en paz? ¡No hay forma de que pueda hacer eso! 

Ishizaki levantó su puño, pero Ibuki inmediatamente extendió la mano y le detuvo. 

—Dije que pararas esta mierda, Ishizaki. Este tipo puede parecer una persona común, pero en realidad no es más que un monstruo desagradable. 

—Incluso si no soy rival para él, ¡al menos tendré una oportunidad! 

—Supéralo. 

Ibuki entonces golpeó a Ishizaki en la cabeza. 

—Vinimos aquí y pedimos a Ayanokouji algo completamente irrazonable. Ni siquiera dijo nada malo, y aún así aquí estás, arremetiendo contra él por ello. ¿Podrías dejar de ser tan vergonzoso? 

—Urgh... 

Ishizaki dejó que la sangre se le subiera a la cabeza. 

Por alguna razón, le resulta difícil mantener la compostura cuando se trata de Ryuuen. Ninguno de los dos tenía intención de hacer nada. Millones de puntos, completamente libres para ser tomados, simplemente iban a desaparecer. Si estaban pensando en el futuro de la Clase D, esos puntos eran algo que simplemente deberían tener en sus manos. 

Si Ibuki e Ishizaki, los amigos más cercanos de Ryuuen, no los querían, entonces no hay nada que se pueda hacer al respecto. 

—Bueno, realmente quería ver la fuerza de su determinación un poco más, pero... 

—...¿Eh? ¿Qué quieres decir con eso? 

—Ya no tiene nada que ver con ustedes dos. Después de todo, ni siquiera están dispuestos a recobrar los puntos privados de Ryuuen. 

Con eso, terminé la conversación. Sin embargo, estaba algo convencido de que Ibuki conseguiría los puntos privados de Ryuuen. 



PARTE 5

A las diez y pico de la noche antes del examen, sonó mi teléfono. 

[Soy yo. Tengo todos los puntos privados de Ryuuen.] 

Ibuki habló, diciendo lo mínimo y nada más. 

—Es bueno que hayas descubierto mi información de contacto, ¿no? 

Intenté interrogarla, pero Ibuki permaneció completamente en silencio. 

Recordé que le había dado a Shiina mi número, por lo que es probable que lo consiguiera a través de ella. 

—Hmm. Así que, ¿te apropiaste de los puntos? 

Aunque esperaba que ella hiciera un movimiento, esto suponía esperar hasta el último minuto. 

—¿Puedes traer a Ishizaki y venir a mi habitación ahora mismo? 

[¿Eh? ¿Ahora mismo?] 

—¿Es un problema? Tengo algo que discutir con ustedes acerca de los puntos que tienen en sus manos. 

[No exactamente, es sólo... No, estaré allí.] 

Con esas pocas palabras de consentimiento, Ibuki dijo que se pondría en contacto con Ishizaki de inmediato y luego terminó la llamada. 

Los dos aparecieron en mi puerta menos de diez minutos después. ¿Tenían algún tipo de premonición de que algo importante estaba a punto de suceder? 

Así de simple, Ishizaki e Ibuki entraron inmediatamente en mi habitación. 

—¿Cuántos puntos tenía Ryuuen? 

—Un poco más de cinco millones. 

—Eso es suficiente. Si no hubiera suficiente, tendría que hacer algunos preparativos de última hora para compensar el resto. 

Como esperaba, no había ninguna evidencia de que Ryuuen los hubiera usado para él. 

—¿De qué estás hablando? ¿Qué vas a hacer? 

Ishizaki no tenía ni idea de a dónde iba con esto. 

Por otro lado, Ibuki ya se había decidido, así que no se quedaba tan atrás. 

—Vas a usar esto para hacer algo, ¿verdad? 

—Correcto. 

—¿Va a usarlos...? 

—Estos puntos privados serán usados para una cosa y sólo una cosa. Salvar a Ryuuen. 

—N-no, espera un segundo. ¿No necesitamos veinte millones de puntos para hacer eso? 

No importa cómo lo mire Ishizaki, simplemente no había suficientes puntos para hacerlo. 

—Antes de entrar en eso, tengo algo que preguntarte. Ishizaki. ¿Estás preparado para asumir la responsabilidad de esto? 

—¿Q-Qué estás haciendo de repente? ¿Preparado para asumir la responsabilidad de qué...? 

—Salvar Ryuuen significa que tienes que abandonar a alguien más. Ya te lo dije antes, ¿no? 

—...Sí. 

A pesar de estar un poco nervioso, Ishizaki asintió con la cabeza. 

—Me he decidido. 

—¿Es así? Es bueno ver que te hayas decidido. Entonces, ¿quién será? 

—Quién... 

Me pareció que Ishizaki aún no había decidido quién ocuparía el lugar de Ryuuen. 

—Si no lo has decidido, puedo decidir por ti si quieres. Sería más fácil deshacerse de cualquier sentimiento de culpa de esa manera. Por supuesto, si piensas que me desharía descuidadamente de un miembro importante de tu clase, no tienes que escucharme en absoluto. 

—P-por favor, espera. Déjame pensarlo un poco... 

—No hay tiempo. 

—Tomaré la decisión rápidamente. 

A pesar de decir eso, si pudiera tomar la decisión rápidamente, no lo estaría pasando con tanta dificultad. 

—Espera. No me importa de quién nos deshagamos, pero ¿cuál es el plan para esto? Dijiste que lo salvarías con los puntos, pero ¿no nos faltan unos quince millones? 

Ibuki intervino, y su irritación era comprensible. 

Sea como sea, yo también tenía que considerar mi situación. 

—Si quieres evitar la expulsión de Ryuuen, tienes que decidir quién asumirá la culpa en su lugar. 

Después hablariamos del plan en detalle. 

—Por ejemplo, ¿qué hay de los problemáticos de tu clase? 

Aunque me sentía mal porque Ibuki no estaba satisfecha con no recibir una respuesta de mi parte, continué con la conversación. 

—Los problemáticos... Bueno, supongo que estamos Komiya y yo, y de las chicas, están Nishino y Manabe. 

—Honestamente Ishizaki, en lo que respecta a la seguridad de Ryuuen, no creo que sea una buena idea deshacerse de alguien como tú que entiende la importancia de la presencia de Ryuuen en tu clase. Si hay otro examen similar a este en el futuro, no hay garantía de que Ryuuen pueda pasar por ese tampoco. 

Ishizaki se mostró de acuerdo con mi lógica. 

—Así que o Nishino o Manabe... 

Ishizaki enumeró dos nombres, los cuales me eran familiares. Manabe, en particular, era la estudiante que pensaba expulsar. 

De cualquier manera, él era el que tenía que hacer la decisión final. 

Tenía la intención de respetar su decisión, independientemente de a quién eligiera. 

—Ya sea una de ellas, o alguien más, la decisión depende enteramente de ti. 

Ishizaki también estaba al tanto de lo que ocurrió entre Manabe y Kei durante el Examen Especial del Crucero. Si ese incidente tuviese la más mínima influencia en sus consideraciones, con toda probabilidad, elegiría deshacerse de Manabe. 

Buscaba defectos. Quería encontrar algún tipo de justificación para poder levantar las manos y decir que ella se lo buscó. Manabe puso sus manos sobre Kei, y al hacerlo, causó problemas innecesarios a los de su clase. 

Gradualmente, Ishizaki pensaría que expulsar a Manabe no debería ser tan irracional. 

En lo que respecta a Kei, aunque ya había superado el incidente, la presencia de Manabe siempre sería una constante fuente de inquietud. Resolver este asunto sería suficiente para permitir que Kei se relajara un poco más. Además, si hiciera que Kei supusiera que yo fui el responsable de la expulsión, su confianza en mí también aumentaría una vez más. 

Sin embargo, Ibuki habló inesperadamente cuando Ishizaki estaba completando su decisión. 

—¿Está bien si tomo la decisión? 

—¿Eh? ¿Quieres hacerlo? 

—Sí. Hay alguien que quiero que se vaya. 

—¿Quién? 

Pregunté sin esperar la respuesta de Ishizaki. 

—Manabe. Es sólo mi preferencia personal. 

—¿Y está bien tomar la decisión basándose sólo en eso? 

—No tengo ningún problema con ello. ¿Estás diciendo que debería tenerlo? 

Con una sola mirada a los ojos de Ibuki, entendí inmediatamente. No tenía ni la más mínima duda. 

—Si Ishizaki no tiene ninguna objeción al respecto, entonces está decidido. A pesar de ello, no hay garantías de que todo vaya a funcionar. Al evitar la expulsión de Ryuuen, la persona que termine con el segundo mayor número de votos de desaprobación será expulsada. Ahora, el objetivo general es reducir la posibilidad de que esa persona termine siendo uno de ustedes dos. No queda mucho tiempo. 

—Entiendo... Le diré a los chicos que hubo algunos cambios y que deben usar uno de sus votos en Manabe. Creo que estarán de acuerdo si les digo que el plan es asustarla dándole el segundo mayor número de votos de desaprobación. 

—No es una mala idea. 

Aprobé la idea de Ishizaki. 

Mientras tuvieran la impresión de que la expulsión de Ryuuen estaba grabada en piedra, al resto de sus compañeros no les importaría especialmente sobre quiénes utilizarían los otros votos de desaprobación. 

—Bueno, aunque yo podría estar en problemas. 

—¿Hmm? ¿Qué quieres decir con eso, Ibuki? 

—Manabe y sus amigas seguramente votarán por mí junto a Ryuuen. Realmente no se ve muy bien para mí. 

—E-espera. ¿Estás hablando en serio? 

—Hasta tú deberías saber que Manabe y yo no nos llevamos muy bien, ¿verdad? 

—Eso, bueno, es verdad pero... 

Ishizaki se alejó, sacudido por su incapacidad de entender la conversación. 

—Suena como si ya hubieras reafirmado tu determinación, Ibuki. 

Por supuesto, si no expulsan a Manabe, Ibuki no tendrá otra opción que resignarse a su destino. 

—Podría ser una buena idea consultar con Hiyori al respecto. 

—¿Con Shiina? 

—Ella podría ser capaz de ayudarte con esto. Creo que estaría bien que la contactaras y le dijeras que quieres concentrar los votos de desaprobación en Manabe para salvar Ryuuen. 

—...Bien. 

Ibuki envió un mensaje de texto a Hiyori. 

—¿Estás en contacto con Shiina, Ayanokouji? No creo que ella esté de acuerdo con el plan para expulsar a Manabe. 

—Por casualidad me dijo lo que pensaba sobre este examen. 

Aunque Hiyori sea pacifista, también tiene un fuerte deseo de respetar los deseos de su clase. 

—Me dijo que cooperaría siempre y cuando fuera por el bien de la clase; ya que piensa que Ryuuen es importante para la Clase D, estoy seguro de que elegirá ayudar. 

Controlaríamos los votos de sus compañeros tanto como fuera posible, reduciendo los votos de aprobación y aumentando los votos de desaprobación para Manabe. 

A la inversa, aumentaríamos los votos de aprobación y reduciríamos los de desaprobación para Ibuki. 

De esa manera, la disparidad entre Ibuki y Manabe se cerraría de un solo golpe. 

—Bien, entonces dinos tu plan. ¿Cómo lo salvaremos con sólo cinco millones de puntos? 

Ibuki me miró fijamente, la mirada en sus ojos diciéndome que agilizara las cosas. 

Saqué mi teléfono y envié un mensaje de texto a cierta persona. 

Se marcó como leído casi inmediatamente, y la persona respondió poco después, diciendo que vendría a mi habitación. 

Quedaban menos de dos horas para el límite de tiempo. 

Fue una suerte que esta persona tuviera la paciencia de esperar hasta ahora. 

—¿Qué estás haciendo? 

—Alguien nos va a visitar pronto. Será el arma secreta que detendrá la expulsión de Ryuuen. 

—¿El arma secreta... que detendrá la expulsión? 

Era difícil que me creyeran sólo con palabras. 

Unos minutos más tarde, sonó el timbre de mi puerta, aumentando aún más el escepticismo de Ibuki e Ishizaki. 

—¿Está bien que esta persona nos vea contigo? 

—No te preocupes por eso. Siempre y cuando pongan sus historias en orden ahora mismo. 



PARTE 6

—Perdonen la intromisión~ 

Naturalmente, Ibuki e Ishizaki se sorprendieron al ver al visitante que apareció ante nosotros. 

Nunca se hubieran imaginado que se encontrarían con esta persona aquí. 

—¿En serio...? 

—Woah. 

—¡Oh! Definitivamente pensé que podría haber alguien más aquí... Buenas noches. 

—B-buenas noches. 

Por alguna razón, Ishizaki se puso un poco nervioso. 

La persona que llegó a mi habitación no era otra que Ichinose Honami. 

Y en este momento, está sentada junto a Ibuki e Ishizaki de la clase D. 

Al ver a Ichinose, Ibuki finalmente pareció entender el panorama general de lo que pasaba. 

—Tenemos intereses que coinciden, ¿no es así Ichinose? 

—Eso parece, Ibuki-san. 

—¿Eh? ¿Qué quieres decir, Ibuki? 

Ishizaki inclinó su cabeza hacia un lado, todavía incapaz de juntar todas las piezas. 

—Ishizaki. Nadie está tan loco como para querer salvar Ryuuen. Incluso si, hipotéticamente hablando, alguien se presentara y dijera que ayudaría a votar por él, no hay manera de saber si realmente cumplirán su palabra o no. Aunque... Hay excepciones a eso... 

—¿Es así...? Entonces, ¿eso significa que Ichinose y todos los de la clase B van a...? 

Finalmente, todo encajó, e Ishizaki entendió lo que estaba a punto de suceder. 

—Sí. Pediré a todos los de la Clase B que emitan cada uno de nuestros cuarenta votos de aprobación por Ryuuen-kun. A cambio, Ibuki-san se encargará de cubrir los puntos privados que nos faltan. 

Era una estrategia segura que sólo se podía usar una vez. 

Está Ichinose, quien tuvo la intuición de acumular los puntos privados de sus compañeros de clase desde el primer día, y está Ryuuen, quien continuó acumulando puntos privados debido al contrato que hizo con la Clase A. 

Era el último juego de poder que sólo podía ponerse en marcha debido a las circunstancias que rodeaban a estas dos personas específicas. 

—Si ustedes dos se unen, nadie será expulsado de la Clase B y Ryuuen no tendrá que dejar la Clase D. 

Pase lo que pase, Ryuuen sólo terminaría con un máximo de treinta y nueve votos de desaprobación. 

Con la protección de la Clase B, ese resultado sería eliminado completamente gracias a los votos de aprobación que obtendría. 

Ibuki e Ichinose se miraron a los ojos. 

Cuando dos personas no suelen estar involucradas entre sí, no hay razón para que entren en una relación basada en la confianza como esta. 

Sin embargo, al enfrentarse cara a cara, es posible determinar si son dignos de confianza o no, al menos hasta cierto punto. 

Después de un momento, Ichinose apartó la mirada de Ibuki y me miró. 

—Con veinte millones de puntos, salvaré a uno de mis compañeros... ¿Verdad? 

Dejándome con esa pregunta, miró de nuevo a Ibuki. 

—¿Qué harás, Ichinose? Depende de ti decidir si lo aceptas o no. 

Hablé, respondiendo a su incertidumbre. Tenía el derecho de elegir el resultado ella misma. 

Después de todo, todavía tenía la opción de rechazar la propuesta de Ibuki y tomar prestados los puntos de Nagumo. 

—He tomado una decisión. Mientras Ibuki-san e Ishizaki-kun estén de acuerdo con ello, estoy dispuesta a hacer lo que pueda. 

—¿Estás realmente bien con eso? 

—Sí. Fui capaz de asegurarme de que su sinceridad es real. 

—Eres una idiota, ¿no es así Ichinose? 

—¿Eh? ¿¡Ibuki-san!? 

—A pesar de que circulaban todo tipo de crueles rumores sobre ti, elegiste ahorrar todos esos puntos. No puedo creer que vayas a desperdiciarlos todos por algo como esto. 

—Bueno, puedo ahorrar los puntos otra vez. Está claro que es posible acumular cerca de veinte millones de puntos en sólo un año. Además, no creo que estés en posición de decir eso, Ibuki-san. Podrías embolsarte esos cinco millones de puntos tú misma en este momento, pero decidiste usarlos todos en beneficio de Ryuuen-kun. 

Ibuki miró en silencio hacia otro lado sin darle una respuesta directa a eso. 

—Tú y yo somos diferentes. Además, alguien más terminará llorando a mares mientras hace las maletas en lugar de Ryuuen. De hecho, esa persona podría terminar siendo yo. 

—Pero todavía vas a salvar Ryuuen-kun, ¿verdad? 

—Me... me molesta que se escape antes de que pueda pagarle el estúpido préstamo que le pedí, eso es todo. 

Ibuki le daría la salvación a Ichinose, totalmente preparada para enfrentarse al potencial desdén de sus compañeros de clase. 

Y así como así, Ibuki transfirió la cantidad de puntos privados preestablecida a Ichinose. 

—Confirma todo lo que te corresponde. 

—Lo haré. 

Ichinose inmediatamente echó un vistazo a sus puntos, comprobando que los recibió. 

—Gracias. Llegaron muy bien. 

Mostró el número en su teléfono, demostrándonos a todos que tenía exactamente veinte millones de puntos en su cuenta. 

—Actuaré como testigo de esta negociación. Les haré saber a todos que también he grabado el contenido de esta conversación. 

Por el bien de la justicia, saqué mi teléfono. 

—Ibuki está ofreciendo unos cuatro millones de puntos. A cambio, Ichinose y el resto de sus compañeros emitirán su voto de aprobación para Ryuuen, por un total de cuarenta votos. Si hay un incumplimiento de este acuerdo... 

—No habrá incumplimiento mi parte, si no, tomaré la iniciativa y abandonaré la escuela yo misma. 

Por supuesto, ninguno de nosotros pensó que algo así pasaría. 

En la práctica, la escuela también tomaría nota de cualquier transacción que consistiera en un gran número de puntos, por lo que si Ichinose fuera en contra de su palabra, no sería sorprendente que se determinara que la transacción era fraudulenta sólo con eso. 

Sin embargo, Ibuki e Ishizaki sabían que estaban haciendo un trato con nada menos que con la propia Ichinose Honami, por lo que seguramente sentían que podían confiar en ella de forma segura. 

Esta fue la historia de los eventos que ocurrieron entre Ishizaki, Ibuki, Ichinose y yo. 



PARTE 7 

La parte de atrás del edificio de la escuela estaba tranquila. 

—Afirmaste que hubiera sido fácil para ti evitar la expulsión si te tomabas las cosas en serio. Fue porque sabías que podrías haberlo hecho de esta manera, ¿no? 

—Claro. Sabía que esa chica Ichinose estaba ahorrando sus puntos. Ella también va por ahí actuando como una persona tan buena. Nunca parecí agradarle mucho, pero pensé que había espacio para la negociación. Dicho esto, estaba seguro de que Ibuki no tenía el ingenio o la habilidad para negociar con Ichinose usando los puntos, así que me sentí bastante cómodo dejándolos con ella, es sólo que... no pensé que te involucraras en ello. 

—Ibuki e Ishizaki me pidieron ayuda de pura casualidad, así que los utilicé para lo que pude. Después de todo, en lo que a mí respecta, esto no fue más que una gran oportunidad para mí de construir confianza con Ichinose. Si hubiera hecho que fueran a ti directamente, habrías visto el plan. No puedo imaginar que le hubieras dado a Ibuki los puntos en ese caso. 

—Hiciste la elección correcta al no explicarle nada a ella entonces. 

Si le hubiera explicado todo a ella, Ryuuen hubiera sospechado y visto lo que estaba haciendo detrás de escena. 

—¿Fuiste tú el que eligió a Manabe como objetivo? 

Considerando que Kei fue una vez el objetivo de los acosos de Manabe, era natural que llegara a esa conclusión. 

—No, eso fue solo una coincidencia. Sabes que ella también se llevaba mal con Ibuki, ¿verdad? 

—Ya veo. Así que ella tomó la gran decisión, ¿eh? Manabe terminó llorando miserablemente. 

Me imagino vagamente cómo debe haber sido su reacción después de escuchar su nombre. 

—Así que dices que fui salvado por Ishizaki e Ibuki, ¿eh? Qué regalo tan molesto me han dado. 

—Supongo. 

No iba a profundizar más en esto. Si Ibuki e Ishizaki no hubieran visitado mi habitación ese día, probablemente hubiera sacado a relucir mi plan con Hiyori. 

Entonces, le habría pedido que recogiera los puntos privados de Ryuuen y que hiciera lo mismo que le pedí a Ibuki. 

Hice todo esto para que Ichinose me debiera un favor. Al mismo tiempo, no quería que Ryuuen fuera expulsado por alguna razón que no podía identificar. 

Había llevado conmigo estos complicados pensamientos durante todo el examen. 

—¿Qué vas a hacer si hay otro examen como este después? 

—Kuku. ¿Quién sabe? 

No dijo que no haría nada. 

Entre otras cosas, probablemente Ryuuen se sintió al menos algo agradecido por lo que Ishizaki e Ibuki hicieron. 

Las cosas podrían volverse mucho más interesantes si Ryuuen termina reapareciendo en un futuro no muy lejano. 

Por supuesto, que eso suceda o no, dependerá totalmente de él. 

Mi teléfono empezó a sonar. Eché un vistazo al identificador de llamadas para ver que no era otra que Ichinose. 

Observando lo que estaba sucediendo, Ryuuen se dio la vuelta y volvió a entrar en el edificio de la escuela sin decir una palabra más. Contesté la llamada y hablé. 

—Parece que la clase B pasó el examen sin perder a nadie. 

[Sip. Kanzaki-kun se ofreció como voluntario para que todos votaran en su contra. Una vez que lo hicimos, se anunció que sería expulsado una vez que los resultados llegaran. Después de eso, pagué los veinte millones de puntos y anulé su expulsión. Hubo algunas dificultades, pero todos los de la clase B se las arreglaron para pasar el examen con seguridad]. 

—¿Es así? El precio que pagaste no fue exactamente barato. 

Aunque era sólo por el momento, ahora la clase B era más pobre que la clase D. 

Los puntos se redistribuirán de nuevo en abril, pero la vida cotidiana será bastante difícil para ellos hasta entonces. 

Además, una vez que comience el segundo año, podría ser importante tener puntos privados fácilmente disponibles. 

Sin embargo, no había necesidad de investigar eso en este momento. 

[ Perdimos nuestros puntos privados, pero siempre podremos recuperarlos. Pero, si hubiéramos perdido aunque sea una sola persona, no habría habido manera de recuperarla]. 

Ichinose habló sin ninguna indecisión en su voz. Era como si hubiera dicho algo innecesario. 

Estaba claro que decidió graduarse junto con cada uno de sus valiosos compañeros de clase. 

[ Sin embargo, Ryuuen-kun podría no estar satisfecho con esto. Manabe-san terminó siendo expulsada en su lugar ]. 

Decidí no mencionar que acababa de ver Ryuuen hace unos momentos y simplemente ignoré la primera parte de lo que dijo. 

—¿Eras cercana a Manabe, Ichinose? 

[ No exactamente. Sólo hablamos una o dos veces, supongo. Aunque todavía me siento un poco solitaria. Totsuka-kun de la clase A y Yamauchi-kun de la clase C también se han ido...] 

Probablemente no había sido capaz de encontrarle sentido a todo esto todavía. 

[Me pregunto si alguien va a tener que irse así de nuevo en algún momento.] 

Ichinose reflexionó incómodamente. 

—Tal vez. 

Gente a la que te habías acostumbrado ver todos los días, desapareciendo de repente. 

—Tendrás que seguir luchando, ¿no? 

[Sip. Voy a subir a la clase A junto con todos mis amigos y me graduaré.] 

Antes de hoy, seguramente todavía había algunas personas que pensaban que Ichinose era un hipócrita. 

Sin embargo, con esto, esa impresión desaparecería. 

No importaba qué, Ichinose lucharía hasta el final para proteger a su clase. 

[...Muchas gracias, Ayanokouji-kun. Si no estuvieras aquí, yo...] 

—¿Habrías iniciado una relación con Nagumo? 

[...Sí.] 

Ichinose respondió, confirmando mi respuesta. 

[... Sé que es estúpido de mi parte, es sólo que... seguí tratando de convencerme de que hubiera sido un pequeño precio a pagar mientras salvara a mis compañeros. Pero... una vez que me di cuenta de que no tenía que hacerlo, me sentí aliviada desde el fondo de mi corazón]. 

Pareció dar un profundo suspiro de alivio cuando pude escuchar el sonido del mismo desde el otro extremo del teléfono. 

[Creo que definitivamente me habría arrepentido en algún momento.] 

Con eso, Ichinose soltó una risa. 

—Si ni el presidente del consejo estudiantil ni yo estuviéramos aquí, ¿qué habrías hecho en su lugar? 

[...¿tienes que preguntar eso?] 

—Tengo curiosidad. Es imposible que no lo hayas pensado, ¿verdad? 

[Sí, tenía dos planes. El primero era que yo misma dejaría la escuela] 

Como había pensado, Ichinose también consideró sacrificarse. 

[ Pero, realmente no pensé que esa sería la decisión a tomar. Como estudiante de esta escuela, quiero quedarme y luchar hasta el final]. 

En ese caso, eso significaría que su otro plan habría sido su primera opción. 

[El otro plan era... hacer una lotería.] 

—Ya veo... 

Era un plan bastante simple que cualquiera podría haber pensado, pero nunca funcionaría a menos que todos estuvieran de acuerdo con él. 

—¿Estaba todo el mundo en la clase B preparado para un sorteo como ese? 

[ Sip, ya lo habíamos discutido. Si no hubiéramos encontrado una manera de evitar la expulsión para el día de la votación, habríamos sorteado tres nombres al azar en una lotería. No nos molestamos en hablar sobre a quién irían los votos de aprobación y sólo decidimos que el resto se jugaría al azar]. 

Era la única manera de juzgar a todos los estudiantes por igual, sin considerar sus fortalezas y debilidades individuales. 

Incluso si Ichinose hubiera sido seleccionada, los votos en su contra probablemente habrían sido anulados por los votos de aprobación. Aunque, de todas formas, a todos les habría parecido bien. 

—Eso hubiera sido lo más justo, pero nunca hubiera ocurrido en las otras clases. 

Los estudiantes más sobresalientes definitivamente no estarían de acuerdo con un plan como ese. 

[ No es que alguien realmente quisiera ser expulsado, pero nadie quería ver a nuestros amigos desaparecer tampoco. Una vez que les expliqué esto a todos, estuvieron de acuerdo con el plan]. 

La clase B sólo puede lograr una hazaña como esa porque tienen una líder indiscutible como Ichinose. 

—Estoy impresionado. 

A pesar de que no se comunicaba por teléfono, bajé ligeramente la cabeza como muestra de respeto a Ichinose. 

En sí mismo, su plan no era particularmente extraordinario. 

En primer lugar, era simplemente impresionante que hubiera creado un ambiente en el que un plan como ese pudiera ser ejecutado. 

[ De acuerdo, bueno, hablaré contigo más tarde. Gracias una vez más, Ayanokouji-kun.] 

—Yo sólo fui el intermediario. Si vas a agradecer a alguien, deberías agradecer a Ryuuen y a sus amigos. 



PARTE 8 

Después, me enteré de que recibí un correo electrónico en mi teléfono. 

—Sakayanagi, ¿eh? 

No sabía cómo se enteró de mi dirección de correo electrónico, pero pensé que sería mejor ir y reunirme con ella. 

Pensé que vendría a ver los resultados en el tablón de anuncios, pero... 

Conforme al mensaje de Sakayanagi, me dirigí hacia el edificio especial donde dijo que me esperaría. 

Aunque ya casi había pasado la hora que pidió para que nos reuniéramos, me imaginé que si salía ahora, todavía podríamos encontrarnos. 

Una vez que llegué al edificio especial, fui inmediatamente al lugar donde hablamos la última vez. 

—Así que finalmente viniste. 

—Viendo que tienes mi dirección de correo electrónico, debes tener en tus manos mi número de teléfono también. 

—No llamé porque no pensé que sería un problema si no te veía hoy. 

—¿Qué es lo que quieres? 

—Por el momento, hay algo que me gustaría explicarte. 

Mientras hablaba, se inclinó un poco hacia adelante sobre su bastón, acortando la distancia entre nosotros. 

—Como hice algo un poco turbulento, pensé que podrías estar algo inquieto, pero parece que mis preocupaciones no estaban justificadas. 

Por supuesto, Sakayanagi se refería a cómo había manipulado a Yamauchi para que concentrara todos los votos de desaprobación en mí. 

—Cuando me hablaste de retrasar nuestro enfrentamiento, ya estaba un noventa por ciento seguro de que decías la verdad. No confié completamente en ti, así que tomé algunas medidas por mi cuenta, por si acaso. 

—Lo sé. Aunque, estás de acuerdo en que no he roto nuestro acuerdo, ¿verdad? 

—No hiciste nada que me pusiera en desventaja. No mentiste. 

Aunque me vi obligado a soportar al menos cierto grado de estrés mental, si sólo consideramos el resultado, terminé con un número abrumador de votos de aprobación. 

No importaba cómo lo mirara, no había razón para que tuviera algo en contra de Sakayanagi. 

—Muchas gracias. 

Sakayanagi inclinó levemente su cabeza para mostrar su gratitud. 

—Por cierto... Totsuka-kun debería haber terminado con un total de treinta y ocho votos de censura, pero al final sólo obtuvo treinta y seis. Votaste por él, ¿verdad? 

—No estaba seguro de nada, pero cuando dijiste que querías que expulsaran a Katsuragi, me pareció que era un farol. 

En ese caso, sentí que las posibilidades de que ella eligiera a Yahiko, el simpatizante de Katsuragi, eran mayores. 

A pesar de que mi voto no cambió nada, terminé votándolo de todos modos. 

—Qué maravilloso. Como pensaba, definitivamente eres el auténtico jefe. El oponente perfecto. 

—¿Y? ¿Todo esto fue sólo tu intento de meterte conmigo? 

—Bueno... estaría mintiendo si dijera que no es así, pero hay una razón por la que dije que quería posponer nuestro enfrentamiento. Mencioné algo similar no hace mucho tiempo, pero este examen provisional es sin duda algo que cierta persona preparó para que te expulsaran de la escuela. De hecho, este alguien ya me ha enviado un mensaje pidiéndome que ayude a que te expulsen. 

—¿Un mensaje? 

—Sí. Probablemente fue de la misma persona que hizo que mi padre fuera expulsado temporalmente de la oficina. Originalmente, establecieron el examen provisional con reglas ligeramente diferentes. Los votos que las clases usarían entre ellas iban a ser votos de desaprobación, no de aprobación, así que no hay duda de cuál era su objetivo. Ese hubiera sido un examen bastante irrazonable, ¿no están de acuerdo? 

—Si eso hubiera sucedido, no importaría quién es el estudiante, si las otras clases se confabularan contra ti, te obligarían a dejar la escuela. 

Habría sido un examen irrazonable en el que incluso Sakayanagi e Ichinose estarían en peligro si las otras clases fueran a atacarlas. 

—Exactamente. Parece que el personal actual de la escuela se opuso con vehemencia y logró cambiar esa parte. Además, yo nunca cooperaría con esa persona. Eso no sería nada divertido. Por eso, para garantizar tu seguridad, decidí usar todos los votos de aprobación de la clase A contigo. De esa manera, aunque alguien hubiera hecho algo en secreto, habría sido imposible que te expulsaran. 

—Entonces, ¿por qué elegiste a Yamauchi? ¿Fue por casualidad? 

—¿No te acuerdas? Se tropezó conmigo y me tiró al suelo durante el Campo de Entrenamiento Mixto. Además, fue bastante grosero al respecto. 

Algo así sucedió en ese entonces. 

—Fue una venganza por eso. 

¿Ella lo había atacado por algo tan simple como eso? 

Para Sakayanagi, sólo eso podría haber sido una razón más que suficiente. 

—Sin embargo, todo lo que hice fue encender el fuego. Al final, se quemó porque era una carga para su clase. 

—Supongo. 

Incluso si Sakayanagi no hubiera interferido con el examen, el resultado final probablemente hubiera sido más o menos el mismo. 

—Ésas fueron las principales razones por las que pedí que se pospusiera nuestro enfrentamiento. Al mismo tiempo, no me importaría ver a mi padre volver a su puesto para que la escuela vuelva a la normalidad, pero... 

De repente, dentro del edificio especial vacío, alguien nuevo llegó. 

—Hola, hola. 

Un hombre solitario vestido de traje se presentó ante nosotros. 

—Esta es mi primera vez en esta escuela. ¿Alguno de ustedes sabe dónde está la sala de profesores? 

—Si busca la sala de personal, entonces ha venido al lugar equivocado. Dicho esto, por favor disculpe mi falta de modales, pero ¿puedo saber quién pregunta? 

—Mi nombre es Tsukishiro. Trabajaré como director interino de la escuela por el momento. 

Agitó educadamente su mano y nos dio a los dos una sonrisa aparentemente amable. 

Quizás tenía unos cuarenta años, más o menos la edad del padre de Sakayanagi. 

—Fufu, ¿es así? Parece que el Sr. Director Interino tiene un sentido de la orientación bastante pobre, ya que por casualidad se ha perdido en su camino hacia allí. O, quizás... decidió hacernos una visita después de vernos a los dos en la cámara de seguridad la última vez. Este es el mismo lugar en el que Ayanokouji-kun y yo nos encontramos en secreto al principio del examen. No sería muy difícil para usted venir aquí si siempre estuvo pendiente de ello. 

Mientras hablaba, recordé la mirada poco natural que Sakayanagi le dio a la cámara la última vez que estuvimos aquí. 

Si alguien realmente nos estuvo observando la última vez, habría sido fácil atraerlo la próxima vez que viniéramos aquí. 

No sólo Sakayanagi había pensado en este plan con anticipación, sino que la persona en cuestión parecía haber caído en él. 

El director Interino simplemente sonrió e ignoró lo que ella implicaba. 

—Dices cosas muy interesantes. Aunque, supongo que he escuchado que esta es una escuela muy divertida. Me pregunto si todos los estudiantes de aquí son como tú. De cualquier manera, por favor, disculpen. 

El hombre se adelantó, como si intentara caminar entre los dos. 

—Ya que está buscando la sala de profesores, le sugiero que vuelva por donde vino. Está en el edificio equivocado. 

Con la misma sonrisa de siempre, Tsukishiro pateó el bastón de Sakayangi para quitárselo de la mano, mientras ella intentaba darle direcciones. 

Naturalmente, no había forma de que ella reaccionara a algo tan inesperado, por lo que empezó a caerse. 

Con una exclamación de sorpresa, rápidamente estiré la mano y la agarré para evitar que cayera, sólo para encontrarme inmediatamente con un golpe del codo del diderctor interino dirigido a mi cuerpo. 

Incapaz de tomar medidas evasivas mientras me aferraba a Sakayanagi, me vi obligado a recibir el golpe. Resistí el impacto lo mejor que pude y dejé que Sakayanagi cayera al suelo. Volvió a atacarme en rápida sucesión, agarrándome por el cuello y sujetándome contra la pared con una fuerza desconcertante y sobrehumana. 

—No eres tan bueno como dicen los rumores, Ayanokouji Kiyotaka-kun. 

Me apretaba la garganta tan fuerte que no podía emitir ningún sonido. 

Era difícil imaginar su fuerza basada en su apariencia externa. Sentía que sería difícil liberarse de su control. 

—...Ha hecho algo bastante reprobable, Sr. Director Interino. 

—Sé que te enviaron instrucciones para que lo expulsaran, Sakayanagi. 

—¿Así que ese mensaje era de uno de sus socios? Como los funcionarios de la escuela no pueden forzar explícitamente una expulsión, es comprensible que lleguen a confiar en alguien como yo. 

Sakayanagi sonrió mientras se levantaba lentamente del suelo. 

—Gracias por ayudarme, Ayanokouji-kun. 

Hubiera sido imposible para Sakayanagi evitarlo dada su discapacidad física. 

Incluso había una posibilidad de que no hubiera terminado con sólo una caída. 

—¿Cree que su comportamiento violento contra los estudiantes pasará desapercibido, Sr. Director Interino? 

—No hay necesidad de que me preocupe por ello. Las cámaras de vigilancia de esta zona han sido manipuladas para mostrar imágenes falsas. 

En otras palabras, sin importar lo que pasara, no habría ninguna grabación de ello. 

—Ahora bien, Ayanokouji, tengo un mensaje de tu padre. Ya no tiene interés en jugar este juego infantil y quiere que vuelvas a casa inmediatamente. ¿Qué tal si parpadeas dos veces si lo entiendes? 

No podía decir ni una sola palabra y, además, ni siquiera se me dio la opción de negarme. 

Esto es realmente algo que "ese hombre" haría. 

—¿Así que no tienes intención de hacer esto fácil para ti? 

En respuesta a mi completo e insensible silencio, el director interino comenzó a murmurar mientras se aburría. 

—¿Por qué no muestras un poco de resistencia? Muéstrame algo que un chico normal no podría. 

Su agarre en mi garganta se hizo aún más fuerte. 

Era un oponente muy bien entrenado y hábil con el que un estudiante ordinario no sería capaz de lidiar. 

—Hay más en ti que sólo habilidades de observación, ¿verdad? ¿Por qué no me muestras de qué más eres capaz? 

Me provocó una vez más, pero aún así no mostré ni una pizca de resistencia. 

Al final, Tsukishiro se dio cuenta de que no tenía intención de luchar y soltó su agarre. 

—Asumo oficialmente el cargo en esta escuela en abril. Por favor, esperen con ansias. 

Con eso, el hombre salió del edificio especial. 

—Esa fue una sabia elección, Ayanokouji-kun. 

Sakayanagi me elogió por soportar sus acciones y por evitar luchar. 

—Él es el director interino. Si eligiera tomar represalias, no sé cómo lo habría usado en mi contra. 

Dijo que las cámaras de vigilancia fueron manipuladas para mostrar imágenes falsas, pero que no había garantía de que no lo grabara todo de alguna manera. Hubiera sido un jaque mate para mí si me hubiera defendido y sólo su comportamiento violento hubiera sido editado fuera del video. 

—¿Estás herido? 

—No te preocupes. Estoy acostumbrado a cosas como esta. Más importante aún, Sakayanagi... 

—¿Sí? ¿Qué pasa? 

—Vamos a tener oficialmente nuestro enfrentamiento en el próximo examen. 

Mientras hablaba, los ojos de Sakayanagi parecieron abrirse de par en par, sorprendidos. 

—Nunca esperé que me dijeras ese tipo de cosas cara a cara. 

—Si ese hombre va a estar involucrado a partir de abril, no creo que pueda permitirme competir contigo por mucho tiempo. Te dejaré claro dónde están las cosas y lo olvidaré. 

—Me parece bien. No necesitaré una segunda o tercera vez. Con gusto aceptaré el privilegio de ser tu oponente. 

El examen final del primer año comenzaría pronto, y eso marcaría el final de la confrontación que Sakayanagi esperaba. 



PARTE 9 

Lunes. 

Entre los alumnos, al menos algunos de ellos se preguntaban si Yamauchi seguiría aquí. 

Preguntándose si la expulsión no había sido más que un farol. 

Sin embargo, la realidad no era tan misericordiosa. 

Desde los acontecimientos del fin de semana, el número de pupitres en el aula disminuyó en uno. 

El lugar de Yamauchi Haruki ya había desaparecido hace tiempo. 

La sonrisa en la cara de Hirata se desvaneció. 

La sonrisa de Kushida también se desvaneció. 

Ni Sudou ni Ike parecían especialmente animados. 

—Sin más preámbulos, ahora anunciaré el examen especial final. 



Así como así, la clase C de primer año avanzó hacia su examen especial final.









13 comentarios:

  1. Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Si pero imagino que lo van a poner despues en historias cortas como en los demas vomuenes

      Borrar
  2. Ese es my máster todo un Dios, bang salvo a Ryuuen y de paso hago que la rubia me deba un favor, al principio pensé que sería imposible salvar al Ryuuen pero cuando leí que Ibuki e Ishizaki se acercaron todo comenzaba a armarse, pero luego sale con que tenía ese plan con Shiina, vamos hermano me costó mucho pensar en la manera con esos dos y me dices que tenias otro plan

    ResponderBorrar
  3. ¿Qué está pasado?, todo se va a poner aún más emocionante, cada que leo un capítulo nuevo muero.

    ResponderBorrar
  4. Nose quien está más op, si el padre de kiyotaka o el propio kiyotaka el próximo volumen estará brutal
    Pdt: nagumo debe estar re caliente porque le dañaron su plan de tirarse a la rubia xd

    ResponderBorrar
  5. Mmmmmm, salado el tema en el próximo volumen, solo espero que Ayanokouji-sama le rompa bien el orto a Sakayanaji, para que se le bajen los humos

    ResponderBorrar
  6. Enserio como un protagonista puede ser tan pijudo? Osea El HDP lo armo lo tenía todo pensado, evito que Nagumo se tirara a Ichinose y de paso salvo a Dragon boy-san.
    F Yahiko, F Manabe, F Yamauchi te lo mereces.

    ResponderBorrar
  7. No me espere ese final tan bueno, Yamauchi siempre fue muy tedioso.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Hola amigo, tengo una duda, en la parte 2 de este capítulo, Sakayanagi habla con el profesor acerca de un tema que denominan como: "ESO". Sabes a qué se referían con "eso"?

      Borrar