Youkoso Jitsuryoku Shijou... Segundo Año Volumen 4 - Capítulo 1

 MANIOBRAS SECRETAS

 

La lluvia torrencial se había hecho más fuerte y la niebla, más espesa. Era difícil oír o ver algo debido al clima, pero podía sentir una presencia ominosa que se acercaba a nosotros por detrás. Había un sonido deliberado, casi exagerado, de barro pisado y esparcido por el aire.

Parecía que Nanase también lo había notado inmediatamente. Mirando por encima de mi hombro, alcancé a ver a una estudiante que se había detenido bruscamente detrás de mí, con su pelo rojo meciéndose en el viento.

—Parece que va a empezar a llover de verdad, ¿eh Sen~pai?

Era nada menos que Amasawa Ichika, de la clase 1-A, que estaba allí de pie bajo la lluvia. Aunque ya se había establecido que ella tenía la misma Tabla que Nanase y yo, esto no era de ninguna manera una mera coincidencia. No había ningún otro estudiante cerca, y ella tampoco tenía una mochila o una tableta.

Esto nos llevó a preguntarnos: ¿Cómo llegó hasta aquí exactamente? Una posibilidad es que simplemente haya escondido sus cosas en algún lugar cercano antes de acercarse a nosotros. Otra posibilidad era que nos hubiera estado siguiendo durante un largo periodo de tiempo, con las manos vacías desde el principio.

Supongo que también era posible que alguien nos hubiera seguido con el GPS y le hubiera transmitido nuestra posición por walkie-talkie. No obstante, había que descartar que se tratara de una simple coincidencia. Sea cual sea el método, su llegada no era bienvenida en lo que a mí respecta.

Además, tampoco era que Amasawa tuviera las manos completamente vacías. En su mano izquierda llevaba un grueso bastón de madera: uno que era más que capaz de ser utilizado como arma para apalear a alguien. ¿Estaba tratando de tomarnos por sorpresa, sólo para que Nanase y yo nos diéramos cuenta inesperadamente antes de que pudiera hacerlo?

Pero, con tan mal tiempo, podría haber sido mucho más silenciosa con su aproximación si realmente planeaba atacarnos.

—Por favor, ponte detrás de mí, Senpai.

Mientras pensaba en la razón detrás de la repentina aparición de Amasawa, Nanase, a pesar de estar todavía agotada de antes, se colocó delante de mí. Por el breve vistazo que le eché a su perfil, su mirada era firme con una evidente sensación de desconfianza escrita en su rostro.

—¿Oh? Nanase-chan, ¿no deberías alegrarte de verme? Qué horriblemente fría eres con una querida compañera de grupo. Espera, ¿acaso estás nerviosa por este pequeño palo amigo mío~?

Ella tiró casualmente el palo de madera al suelo entre nosotros en lo que parecía ser una muestra de buena fe. Aun así, Nanase no bajó la guardia en absoluto.

No se puede confiar en ti─.

—Qué ma~la. ¿Cómo puedes decir algo así? ¡Soy super-duper linda~!

No creía que ser linda tuviera nada que ver con ser confiable o no, pero eso no importaba en este momento.

—¿Por qué dices que no se puede confiar en ella, Nanase?

Ciertamente había algo en Amasawa que hacía difícil saber lo que realmente pensaba. No sería una exageración decir que tenía una extraordinaria capacidad de actuación y la extraña habilidad de poner los planes en acción.

Así que, aunque era natural ser cauteloso con ella, no es que no lo estuviera haciendo ya a estas alturas. Pero eso no explicaba la excesiva desconfianza y cautela que Nanase le mostraba.

Por supuesto, Amasawa tenía claramente una razón para presentarse aquí. Se podría suponer que Nanase estaba exagerando ahora que se había convertido en mi aliada, pero...

—Cielos. No soy ninguna mala persona, ¿verdad Ayanokouji-senpai~? Sólo quiero charlar un rato, ¿ok?

—Por favor, no la escuches, es peligrosa.

Aunque Amasawa no estaba mostrando ninguna hostilidad, Nanase se mantuvo despiadada y firme, negándose a ceder un ápice. A pesar de haber expresado sus quejas momentos antes, Amasawa no se molestó por la acusación aparentemente injustificada de Nanase.

—Senpai... Hay algo que he estado callando desde hace tiempo... En la época en que el grupo de Shinohara-senpai fue atacada y Komiya-senpai y Kinoshita-senpai se retiraron del examen, ¿recuerdas cómo fuiste a subir la cuesta con Ike-senpai?

Se refería al cuarto día del examen, cuando Ike escuchó un sonido procedente de la cima de la ladera y salió despavorido, pensando que Shinohara podría estar allí. Tras decidir que era demasiado peligroso para él ir solo, le seguí.

—Mientras estabas fuera, me di cuenta de que alguien nos había estado observando desde cerca, así que intenté perseguirlo.

—¿Por eso no estabas con Sudou y los demás cuando emprendíamos el camino de vuelta tras encontrar a Shinohara?

Ella asintió levemente con la cabeza.

—¿Y qué pasó?

—Huyó de mí. Y aunque no fui capaz de alcanzarlo... me las arreglé para verle bien el pelo.

Con eso, Nanase levantó lentamente su brazo derecho en el aire y señaló a Amasawa.

—En aquel entonces, la que nos observaba desde las sombras eras tú, ¿no es así Amasawa-san?

—Jajaja, así que me vieron después de todo.

En lugar de intentar negarlo, Amasawa se rió, admitiéndolo inmediatamente. No parecía ni remotamente sorprendida por haber sido atrapada con las manos en la masa, su actitud era la misma de siempre.

Por lo tanto, era seguro concluir que la presencia que percibí en aquel momento era realmente Amasawa.

—Tú también heriste a Komiya-senpai y a Kinoshita-senpai, ¿no es así?

—¿Eh? ¿No estás sacando conclusiones precipitadas? Tal vez sólo estaba en los alrededores.

—Entonces no necesitabas huir de mí, ¿verdad?

—Si una chica viene corriendo hacia ti con una mirada aterradora, ¿quién no huiría? Además, no quería ser sospechosa.

—No te creo. Para nada.

—Entonces, en otras palabras, Nanase-chan, acabas de decidir que yo empujé a esos dos senpais por la pendiente, ¿es así?

—Estoy segura de ello. Es casi imposible que me equivoque.

—Estás taaaan segura, y aun así has sentido la necesidad de lanzar un 'casi', ¿eh? ¿No tendría más sentido decir que no tienes ni idea?

Las dos chicas, compañeras de grupo, intercambiaron palabras, manteniéndose a raya.

—Entonces, ¿puedes jurarme que no fuiste tú quien les hizo daño?

—Puedo jurarlo, claro, pero en realidad no importa si cumplo mi palabra o no, ¿verdad?

Amasawa estaba diciendo básicamente que, a fin de cuentas, una promesa verbal no significaba nada.

—Permíteme preguntar: si realmente fuera yo, ¿qué harías? ¿Qué harías entonces?

En lugar de intentar escapar del incesante interrogatorio de Nanase, Amasawa se lanzó de cabeza por voluntad propia. Nanase seguramente se sentía un poco abrumada en ese momento, pero de todos modos siguió adelante, decidida a averiguar la verdad.

—Me gustaría que me dijeras por qué hiciste algo así. Que me dieras una razón. No, antes de todo eso, ¿por qué no salió tu nombre cuando los profesores investigaron las señales de GPS de los alrededores?

Esto no era algo que Amasawa necesitara explicar, así que hablé en su lugar.

—No es tan difícil deshacerse de una señal de GPS. Sólo hay que romper el reloj, eso es todo.

—Ding ding ding~ ¡Correcto! Ya sea intencionalmente o no, un reloj roto es un reloj roto. ¡Y además te lo pueden cambiar gratis!

Con una expresión encantada, Amasawa nos mostró el reloj atado a su muñeca derecha.

—Pero aunque se te rompiera el GPS antes del ataque, ¿no se habría dado cuenta la escuela?

—Sí, probablemente. Pero al menos en este caso, creo que habría sido bastante difícil darse cuenta con la prisa que tenían en ese momento.

Había más de 400 señales de GPS en la isla. Aunque faltaran una o dos en el mapa, es imposible que se dieran cuenta en ese momento, y tampoco es que tuvieran tiempo de comprobarlo todo. Los profesores tenían que priorizar, con razón, la seguridad y el bienestar de los alumnos.

—Sin embargo, la escuela aún llevaría a cabo una investigación exhaustiva más tarde, ¿verdad? Sólo sería cuestión de tiempo que lo descubrieran.

Dado que la propia Shinohara había declarado que fueron atacados por alguien, la escuela definitivamente investigaría el caso en detalle. Y, en el proceso, era muy probable que descubrieran que la señal del GPS de Amasawa era la única que había desaparecido. Sin embargo, ahí radica el problema.

—Si la señal GPS de Amasawa fue la única que desapareció cuando Komiya y Kinoshita fueron atacados, la escuela definitivamente sospecharía. Pero eso es todo. Debido a la falta de pruebas no podrían concluir que ella es la culpable.

Eso─

Habiendo atestiguado personalmente la presencia de Amasawa en el lugar del ataque, Nanase quería identificarla como la culpable. Sin embargo, probar un crimen era mucho más difícil de lo que ella hacía ver. Fuera como fuera, la escuela tenía que evitar forzar la retirada de alguien por una falsa acusación.

Originalmente, el reloj fue concebido como una forma de salvaguardar las reglas del examen y mantener el orden, pero los estudiantes podían eludirlo a su antojo. Para evitar que los alumnos abusen del sistema, la escuela tendría que aplicar fuertes sanciones por romper los relojes, como limitar el número de veces que se pueden cambiar, cobrar puntos o incluso obligar a retirarlos.

Sin embargo, cuanto más fuertes sean las sanciones, más susceptible de abuso será el sistema en su conjunto. Por ejemplo, se abriría la posibilidad de manipular o romper el reloj de un competidor para hacerle frente a las sanciones. Además, si los alumnos se vieran obligados a retirarse por un verdadero accidente o un mal funcionamiento del software, probablemente sería un examen especial bastante insatisfactorio.

—Hacer agujeros en las normas es una práctica habitual. Si la escuela no puede encontrar ninguna prueba, eres libre de hacer lo que quieras.

Aunque su fraseo era un poco torpe, lo que Amasawa estaba diciendo era correcto.

—Si no pueden encontrar ninguna prueba, entonces sólo tendré que testificar que te vi allí, Amasawa-san.

—La misma diferencia. Ya sea por mi GPS roto o por mi presencia en la escena del crimen, sólo acabaría en sospecha en el mejor de los casos.

Si hubiera sido uno de los estudiantes más problemáticos como Sudou o Ryuuen, que tenían un historial de comportamiento altamente violento, la escuela podría haber sospechado más. Amasawa, sin embargo, era una chica de primer año de preparatoria con un historial intachable. Dada la evidencia de su carácter, la probabilidad de que la escuela la encontrara culpable no era muy alta.

Además, Komiya y Kinoshita ni siquiera testificaron que habían sido atacados, y la propia Shinohara sólo pudo hacer una vaga declaración, incapaz de decir a quién había visto.

El testimonio de Nanase de haber visto a Amasawa en la zona no sería tratado de forma diferente. Sin pruebas concluyentes, sería imposible conseguir que la escuela castigara a Amasawa.

—Así es, Nanase-chan.

Al final del día, seguíamos sin saber la razón por la que Amasawa había venido aquí. Las continuas preguntas de Nanase y los evasivos juegos de palabras de Amasawa no parecían llevarnos a ninguna parte. Por ello, cada vez era más difícil creer que de repente nos tendiera una trampa en este momento.

Por ahora, podríamos dejar de lado la cuestión de si ella era o no la que estaba detrás de lo que les había ocurrido a Komiya y Kinoshita. Pensé que debía preguntar algo para superar el estancamiento actual y reconducir la conversación.

—¿Qué haces aquí Amasawa? No, ¿cómo nos encontraste?

Teniendo en cuenta que aún quedaba más de una semana para el examen especial, lo mejor para todos sería evitar estar bajo una lluvia torrencial como ésta. Necesitábamos montar nuestras tiendas y escapar del chaparrón lo antes posible.

—No es necesario tener tanta prisa, Ayanokouji-senpai. ¡Agradezcamos que hayamos podido encontrarnos así~!

—Lo siento, pero la lluvia ha sido mucho más exigente con mi resistencia de lo que esperaba. Vamos a terminar con esto. Por favor.

—Bueno~, ¿qué tal si te ayudo a montar una tienda y pasamos la noche juntos, los dos solos? ¿Qué te parece?

Los chicos y las chicas tenían expresamente prohibido pasar la noche juntos en la misma tienda, algo que ella también debía saber. Seguro que estaba tratando de ganar tiempo entablando conmigo una conversación sin sentido.

—Ah, ¿te preocupa romper las reglas? Está bien, está bien. Ni siquiera la escuela puede controlar todo, ¿sabes?

En cuanto Amasawa dio un paso adelante, Nanase se acercó inmediatamente y la agarró del brazo.

—¿Qué pasa con esto, Nanase-chan?

—Estabas a punto de ponerle las manos encima a Ayanokouji-senpai, ¿verdad?

—¿Desde cuándo eres su caballero de brillante armadura? ¿No estabas como que, conspirando para que lo expulsaran junto con Housen-kun?

—Eso... Eso no tiene nada que ver contigo. ¿Por qué viniste aquí?

—Resulta que me perdí, así que vine a intentar pedirles ayuda a ustedes.

Amasawa dijo una mentira descarada, sin ninguna intención de seguir guardando las apariencias. ¿Acaso vino hasta aquí para ver el resultado de mi pelea con Nanase y ver las consecuencias?

Quizá podría decir que Nanase también había cambiado de bando, dada su forma de actuar. Pero eso no tenía sentido. Después de todo, habría poca razón para que ella se quedara y tomara parte en una conversación tan insignificante si ese fuera el caso.

—Me gustaría charlar con Ayanokouji-senpai, así que ¿podrías soltarme y hacerte a un lado?

—¿Por qué no hablas desde donde estás?

—Bueno, no hay manera de que pueda hacer eso. Después de todo, tiene que ver con la Habitación Blanca~.

Amasawa confesó, habiendo llegado a la conclusión, aparentemente, de que no tenía sentido seguir ocultando su verdadera identidad. Sorprendida, Nanase se volteó y me miró.

A lo largo de este primer semestre, la existencia del estudiante de la Habitación Blanca siempre había estado en mi radar, pero no había sido capaz de precisar su identidad. Dicho esto, nunca hubiera imaginado que lo descubriría debido a una confesión directa.

—¿Ahora lo entiendes? Pequeña señorita forastera~

Si Amasawa realmente era la estudiante de la Habitación Blanca, entonces sin duda tendría sentido que llamara a Nanase forastera.

—Suelta su brazo Nanase.

Aunque claramente algo insatisfecha, Nanase obedientemente soltó el brazo de Amasawa tal y como le indiqué.

—¡Vaya, eres una chica tan buena Nanase-chan~! Es como si fueras su perro fiel; te queda mejor de lo que pensaba.

En ese momento, Amasawa comenzó a acercarse lentamente a mí, poco a poco. Estaba exasperado, pero al menos la conversación podría llegar a algún sitio ahora.

—Lo siento, pero teniendo en cuenta un malentendido anterior con Nanase, no sacaré ninguna conclusión sólo porque hayas mencionado la Habitación Blanca.

—Está bien, te demostraré que soy de verdad. Sin embargo... dejar que Nanase-chan lo escuche es un poco...

Se interrumpió, pronunciando las palabras "Lo entiendes, ¿verdad?" con su habitual sonrisa diabólica.

Hice un ligero gesto a Nanase, indicándole que se distanciara. Aunque era reacia a dejarme a solas con Amasawa, acabó cediendo y siguió su ejemplo. La lluvia torrencial se había hecho más fuerte, hasta el punto de que no sería capaz de oírnos si hablábamos en voz baja a pocos metros de distancia. Al pisar el suelo embarrado, Amasawa finalmente se puso al alcance de la mano.

—Ahora bien, ¿por dónde debería empezar~?

Se puso la mano en la barbilla, un movimiento grandilocuente que quería significar que estaba pensando en cómo explicarse exactamente. En cualquier caso, el hecho de que haya venido aquí en primer lugar no tiene ningún sentido para mí.

Durante los últimos meses, el alumno de la Habitación Blanca había estado acechando en las sombras, esperando su oportunidad para hacer que me expulsaran.

Y sin embargo, Amasawa había aparecido delante de mí y había revelado su verdadera identidad sin ni siquiera un truco bajo la manga. Además, el hecho de que estuviera dudando sobre qué decir en ese momento era, para empezar, extraño.

Parecía bastante obvio que estaba alargando esto intencionadamente y ganando tiempo. Justo cuando empezaba a contemplar si debía o no presionarla al respecto, Amasawa abrió la boca.

—Senpai, el plan de estudios que cursaste cuando tenías 10 años incluía la Teoría de Sistemas basada en el Proyecto 5. Y a los 11 años era la Teoría de la Relatividad basada en el Proyecto 7. Yo misma participé en ambos, así que los recuerdo bien.

Comenzó a mencionar datos concretos de la Habitación Blanca para demostrar que veníamos del mismo lugar.

—Las aulas, los pasillos, las habitaciones que nos asignaron... todo era un mundo de blanco puro.

Al menos, parecía que Amasawa sabía mucho más sobre la Habitación Blanca que Nanase. Y me resultaba muy difícil imaginar que ella había oído hablar de ella a Tsukishiro. Él nunca hablaría de los entresijos de la Habitación Blanca con alguien ajeno a ella, un extraño.

Por lo tanto, era seguro concluir la culpabilidad de Amasawa. Desde las cosas que sabía hasta la forma en que se comportaba, encajaba a la perfección con la imagen de un estudiante de la Habitación Blanca.

—¿Por qué te tomas la molestia de hacerte pasar por una persona normal sólo para revelarme así tu identidad?

—Claro que sí, me imaginé que tendrías curiosidad por eso. Es porque quería decirte que no soy tu enemiga, Senpai.

—Eso no tiene sentido. El estudiante de la Habitación Blanca fue enviado aquí para forzar mi expulsión. Decir que no eres mi enemiga a la luz de eso no tiene mucho sentido.

Completamente indiferente al hecho de que nuestras ropas estaban siendo empapadas por la lluvia, Amasawa continuó hablando.

—No lo sabrías por formar parte de la cuarta generación, Ayanokouji-senpai, pero las generaciones posteriores albergan inmensos sentimientos de celos cuando se trata de ti. Los superiores pensaron que podrían seleccionar a alguien prometedor y manipular estos celos para forzar tu expulsión. Sin embargo, eligieron a la persona equivocada. No predijeron que yo no era más que una joven doncella que te idolatraba en secreto.

—Entonces, ¿por eso te revelaste?

Ella asintió con un silencioso

—Mhm.

—Entonces, ¿no habría sido mejor que lo hicieras cuando te inscribiste aquí por primera vez? Incluso te las arreglaste para pisar mi dormitorio en más de una ocasión, así que deberías haber tenido un montón de oportunidades para decírmelo.

—Bueno, por mucho que idolatres a alguien, eso está en tu cabeza, ¿sabes? Tienes que hablar con ellos y conocerlos cara a cara antes de que tu admiración empiece a estar justificada. Eso lleva tiempo.

En otras palabras, si yo no hubiera resultado ser alguien que Amasawa considerara digno de ser idolatrado, es posible que hubiera decidido eliminarme. Y basándose en el flujo de nuestra conversación hasta el momento, eso parecía bastante razonable.

—¿Lo entiendes?

—Supongo. Sólo alguien que ha estado en la Habitación Blanca podría decir tanto al respecto.

—Ya está~. Se siente un poco extraño, ¿no? Pasar los días en la escuela como un estudiante de preparatoria ordinario.

Antes, yo había sido el único en experimentar la extraña y peculiar sensación de la que hablaba.

Pero saber que otro alumno de la Habitación Blanca pasaba ahora por lo mismo me había llenado de auténtica curiosidad.

—Si sientes lo mismo que yo, seguro que también te has dado cuenta de lo interesante que es esta escuela, ¿verdad?

—Sé exactamente lo que quieres decir, Senpai. Yo también he pensado en lo bonito que sería poder disfrutar de ser un estudiante como éste hasta la graduación. Lo he pensado varias veces, de hecho. Pero se me da fatal hacer amigos, así que no tengo mucha gente con la que hablar.

En cierto modo, ella era bastante parecida a mí. Aunque podía hablar con gente como Horikita e Ike, siempre había sentido que había una especie de distancia entre nosotros. Pensando en ello, durante bastante tiempo, sentí como si no pudiera llamar honestamente a nadie amigo.

—Eso no significa que me falte capacidad de comunicación como tú, Senpai.

Como si fuera plenamente consciente de lo que estaba pensando, Amasawa habló para aclarar.

—A mí me enseñaron esencialmente lo mismo que a ti, Senpai. Pero al mismo tiempo, hay ciertas cosas que sólo la quinta generación de estudiantes que vino después de ti pudo aprender.

Hizo una pausa para ver si quería decir algo antes de continuar.

—Se dice que, antes de la quinta generación, los niños solían ser aplastados uno tras otro debido a su excesivo individualismo. Por supuesto, a pesar de los malos resultados, se permitía que los que tenían excelentes resultados entraran en contacto entre sí. En mi generación, en cambio, todos los niños debían mantener un nivel mínimo de comunicación interpersonal.

Si decía la verdad, entonces podía entender por qué le resultaba tan fácil hacer un surtido tan rico de expresiones faciales diferentes. Aunque podía fingir ser otra persona a corto plazo gracias a mis dotes de actor, era difícil romper el hábito que se había formado por haber vivido la mayor parte de mi vida carente de emociones.

—¿Todavía no me crees?

—Creo que eres de la Habitación Blanca, pero no me convence la razón que me diste para revelar tu identidad.

—Estás muy tranquilo y sereno para alguien que cree que soy un estudiante de la Habitación Blanca. ¿Quizás no crees que sea una amenaza para ti?

No dije nada en respuesta a esto, provocando que una sonrisa se asomara a su rostro.

—Bueno, entonces~ Ya dije todo lo que quería decirte, así que creo que ya es hora de que me disculpe.

Diciendo esto, me dio la espalda, contentándose con ser reconocida simplemente como la alumna de la Habitación Blanca.

—¿En qué estás pensando, Amasawa?

—Cielos~ ¿No te lo había dicho ya~? Te admiro, Ayanokouji-senpai. Eso es todo.

Mirando hacia atrás, alargó la mano y rozó la punta de sus dedos, húmedos y fríos por la lluvia, contra mi mejilla.

—Así que, por favor, no vayas a ser aplastado sin mi permiso, ¿de acuerdo?

Y con eso, retiró su mano y se alejó, dirigiéndose a quién sabe dónde.

Dijo "no vayas a ser aplastado"... ¿pero por quién? ¿Tsukishiro? ¿Los de primer año que tenían la vista puesta en la recompensa de veinte millones de puntos privados? O, tal vez...

—Ayanokouji-senpai, ¿estás bien? No te hizo nada, ¿verdad?

Tras percatarse de la partida de Amasawa, Nanase se apresuró a acercarse a mí, preocupada. Asentí con la cabeza para tratar de aliviar su preocupación antes de mirar hacia mi mochila.

—La lluvia. Será mejor que nos demos prisa.

Quería tomarme un tiempo para procesar todo, pero había otras cosas que tenían prioridad en este momento.

—¡Sí! Deberíamos montar las tiendas, ¿no?

—Sí.

Respondí afirmativamente, pero todavía había una cosa que no podía permitirme olvidar. A saber, comprobar las huellas que había dejado Amasawa.

—¿Senpai...?

—La lluvia borrará sus huellas pronto.

Amasawa acababa de marcharse y, sin embargo, sus huellas ya empezaban a perder su forma.

—¿Las huellas de Amasawa-san? ¿Hay algún problema con sus huellas?

—Cuando Komiya y Kinoshita fueron atacados, encontré unas huellas cerca de la escena del crimen. Por lo que puedo decir, estoy bastante seguro de que son del mismo tamaño que las de Amasawa.

En otras palabras, Amasawa definitivamente había estado allí, tal y como Nanase afirmaba.

—Entonces, en lugar de estar por casualidad en la zona, ¿estás diciendo que fue ella quien los empujó por la pendiente?

—No lo sé. Quizás sea seguro concluir que ella es la que nos estaba observando entonces, pero todavía no hay pruebas concluyentes que la señalen como la que los empujó.

Por un momento, pareció que Nanase no entendía de qué estaba hablando.

—Puede que no haya ninguna prueba sólida. Sin embargo, ¿no debería estar bien asumir que fue ella?

—Basándonos en la información que tenemos ahora mismo, Amasawa es sin duda la culpable más probable.

—Exactamente, yo también lo creo. Sé que lo estoy repitiendo a estas alturas, pero ella es sin duda la que vi entonces.

Y está claro que tampoco se equivocaba en eso.

—Sin embargo, no es que realmente la hayas visto empujarlos.

—Eso... bueno... ella acaba de confesar no hace mucho tiempo.

—Es difícil llamar a eso una confesión. Sólo te preguntó qué harías si fuera ella la que los empujó. Eso está muy lejos de admitir explícitamente que es la culpable.

—¿Quizás lo dijo así porque tenía miedo de que la estuviéramos grabando o algo así?

—Con lo ruidosa que es esta lluvia y las circunstancias en las que estamos, no creo que ella necesitara estar en guardia por eso.

A simple vista, este no parecía el tipo de ambiente adecuado para grabar nada.

—Todavía no se puede estar absolutamente seguro. Ella es muy consciente de que eres un oponente del que debe desconfiar, así que es razonable suponer que tomó todas las precauciones necesarias.

Para eliminar todos los riesgos potenciales, eso sería, de hecho, una sabia elección.

—Si deliberadamente infligió heridas potencialmente mortales a dos estudiantes mayores, entonces debería haber salido corriendo de allí inmediatamente después de hacer el acto. ¿Por qué se quedaría y dejaría que la vieras mientras huye?

Nanase reflexionó sobre cómo responder por un momento mientras recuperaba su mochila.

—Eso es... imagino que es porque ella estaba interesada en lo que le pasó a Komiya-senpai y Kinoshita-senpai. Es la misma mentalidad que la de un pirómano que siempre vuelve a la escena del crimen.

Es cierto que había un dicho que decía que los pirómanos, o los criminales en general, siempre vuelven a la escena del crimen. Aunque había muchas teorías sobre este fenómeno, era arriesgado intentar relacionarlo con esta situación concreta. Si especuláramos basándonos en la suposición de que Amasawa era la culpable, no seríamos capaces de ver más allá de lo superficial.

—Empujar a dos personas por una pendiente es un acto despiadado de por sí, así que no tiene sentido que se arriesgue a volver a la escena del crimen sólo porque le interese lo que les pasó. También está el hecho de que pudiste identificarla mientras huía. Sinceramente, me cuesta creer que alguien enviado aquí por Tsukishiro cometiera un error así.

Empecé a rastrear las huellas que se desvanecían rápidamente para asegurarme de que no me estaba perdiendo nada.

—Así las cosas, me pregunto por qué nos reveló su identidad de esta manera.

—Me imagino que lo hizo porque sabía que la vi entonces y que ya no podría ocultarlo. Aunque no demostraría su culpabilidad si yo informara a la escuela, le traería problemas, ¿no? Después de todo, la misión que le encomendó el director interino Tsukishiro se pondría en peligro.

—Al final, eso contradice el hecho de que ella regresó a la escena del crimen.

—¿No podemos atribuirlo a un error por descuido de su parte?

—Eso es imposible.

¿Quizás Amasawa dejó intencionalmente que Nanase la encontrara por alguna razón? Justo cuando empecé a pensar en esa posibilidad, me encontré con una nueva pista.

—Como pensaba, hay algo en todas y cada una de las acciones de Amasawa que no puede pasarse por alto.

—¿Algo que no se puede pasarse por alto?

Señalé el rastro de huellas de Amasawa, que ahora estaban a punto de ser arrastradas por la lluvia.

Sus huellas parecen limpias y firmes ya que estaba haciendo su aproximación por detrás, pero... las anteriores─

—¿Eh? Estas...

Nanase finalmente se dio cuenta de la extraña discrepancia también.

—Estas son las huellas de otra persona, ¿no es así?

—Sí.

Había otro conjunto de huellas que parecían ligeramente más grandes que las de Amasawa, pero no era posible determinar su tamaño real porque ya habían perdido su forma.

—Sea quien sea, se ve que se estaba acercando a nosotros hasta justo aquí, donde se encontraron con las huellas de Amasawa. Algo pasó en ese punto ya que las huellas se confunden, pero puedes ver aquí cómo las misteriosas huellas terminan dando la vuelta.

—Entonces, ¿estás diciendo que... alguien más estuvo aquí sólo momentos antes de que Amasawa-san nos llamara...?

Si se trataba de un estudiante o de un miembro del profesorado de la escuela, no había manera de saberlo con seguridad.

—¿Puedes traerme el bastón que Amasawa sostenía antes?

—¡Está bien!

Fue a buscar el palo y me lo entregó. Una vez que lo vi de cerca, todas mis especulaciones hasta el momento llegaron a una única respuesta.

—¿Qué te parece, Nanase? ¿Notas algo?

—¿Que si noto algo...? Bueno, creo que sería peligroso golpear a alguien con eso. Espera, en realidad...

Nanase volvió a coger el palo y después de sujetarlo durante un segundo, cayó en la cuenta.

—Esto... Esto no parece algo que encontrarías tirado en el bosque.

—Sí. Lo han cortado en algunos lugares para poder usarlo mejor como arma. Mirando otras ramas de la zona, su forma es demasiado extraña.

—¿Crees que iba a usar esto para intentar atacarte, Ayanokouji-senpai?

—Si Amasawa realmente planeaba atacarme, entonces debería haber intentado tomarme desprevenido en lugar de llamarme como lo hizo. No obstante, aunque tenía un arma peligrosa en la mano, no me pareció que tuviera malas intenciones. En todo caso, creo que sólo quería que notáramos su presencia.

Y, todavía había otra cosa que se podía deducir de esto.

—Es decir, no tenía intención de atacarnos desde el principio... ¿No significaría eso que quien trajo esto aquí originalmente no fue Amasawa-san, sino la misteriosa persona que desapareció antes de que ella se acercara a nosotros?

Las huellas misteriosas parecían dar zancadas cortas mientras se acercaban a nosotros, pero cuando se dieron la vuelta después de encontrarse con Amasawa, las zancadas que dieron se distanciaron más. Se alejaron como si trataran de evitar ser notados, o más bien, como si trataran de huir.

—¿Pero por qué?

—Por lo que me dijo Amasawa, al parecer soy objeto de su admiración. Así que no parece tan descabellado pensar que haya querido protegerme cuando estaba a punto de ser atacado.

—Sin embargo, parece un poco arriesgado asumir que es una aliada basándose sólo en eso...

—Naturalmente. Sin embargo, estas huellas se dirigen claramente a mí, y ni siquiera puedo aventurar una conjetura sobre quién las hizo.

—¿Acaso... crees que podría haber sido un miembro del profesorado de la escuela?

—Es posible, pero también es cierto que tengo una recompensa por mi cabeza.

Había una alta probabilidad de que estas huellas misteriosas pertenecieran a un estudiante que tuviera la vista puesta en el cobro de mi recompensa. Era completamente imaginable que alguien estuviera dispuesto a jugarse su futuro para intentar forzar mi expulsión.

—¡Oh! ¡Eso es!

Habiendo llegado a algún tipo de comprensión, Nanase de repente levantó la voz.

—¡Senpai, hagamos una búsqueda por GPS ahora mismo! No ha pasado tanto tiempo desde que Amasawa-san se nos acercó por primera vez. Incluso si esta persona misteriosa huyó a toda velocidad, no debería haber sido capaz de llegar muy lejos con un clima como este, ¿verdad?

No estaba equivocada. Si hiciéramos una búsqueda por GPS ahora mismo y hubiera señales en los alrededores, podríamos reducir la lista de sospechosos de golpe. Sería tan sencillo como revisar las señales más cercanas una por una para ver quiénes eran.

—Oh, pero no seríamos capaces de identificarlos si rompen su reloj como hizo Amasawa-san, ¿verdad?

—No, eso no es cierto. Cuando se rompe el reloj, la señal del GPS desaparece. Dejando a un lado a Amasawa, si hiciéramos una búsqueda ahora mismo y sólo hubiera un estudiante con la señal desaparecida, ¿qué pasaría entonces?

—...Entonces ese es nuestro individuo.

—Sí. Por lo tanto, podemos concluir que la persona que intentó atacarme definitivamente no rompió su reloj.

—Vale la pena que gastemos el punto en una búsqueda entonces, ¿verdad?

Sólo habían pasado unos quince minutos desde que Amasawa me llamó por primera vez. Así que, aunque corrieran a toda velocidad, como mucho habrían llegado ya al borde del área D3. Con un poco de suerte, sólo habría una señal que se ajustara a estas condiciones, lo que nos permitiría localizar al dueño de estas misteriosas huellas.

Por ello, tenía sentido que siguiera la idea de Nanase y realizara una búsqueda por GPS aquí y ahora, pero...

—No voy a usar la búsqueda por GPS.

—¿¡Eh!? ¿¡Por qué no!?

—A fin de cuentas, no sería sorprendente que todo esto formara parte de una estrategia para provocarme a hacer una Búsqueda por GPS para que saliera a la palestra alguien completamente ajeno que casualmente estaba cerca.

Era difícil afirmar con certeza que no se trataba de un intento de confundirnos para que sospecháramos de una persona inocente. Uno siempre debe tener cuidado en situaciones en las que un oponente te está dando información, como la forma en que Amasawa permitió deliberadamente que Nanase la viera mientras huía de la escena del crimen, o incluso la presencia de Amasawa aquí hoy en general.

—Sigue resultando un desperdicio ni siquiera comprobarlo.

—Si fuera yo, no sería tan tonto como para dejarme atrapar por algo tan trivial como esto. Si ni siquiera pueden tener en cuenta la función de búsqueda del GPS antes de actuar, entonces ciertamente no son nadie de quien debamos preocuparnos.

Aunque Nanase no parecía del todo convencida, acabó cediendo y acatando mi decisión. En cualquier caso, aunque todavía quería ordenar mis pensamientos, eso no iba a suceder dado el rumbo del clima.

Después de decidir terminar la conversación, nos apresuramos a montar nuestras tiendas de campaña. No sería una exageración decir que en ese momento estaba lloviendo mucho.

Nuestras tiendas se montaron con las entradas colocadas frente a frente, y una vez que todo estuvo en orden, nos escondimos rápidamente dentro, refugiándonos de la lluvia. Me quité el uniforme de gimnasia, el jersey y la ropa interior empapados antes de secarme el pelo y el cuerpo con una toalla.

Y luego, tras ponerme una ropa de repuesto, abrí ligeramente la entrada y eché un vistazo al exterior. Todavía era temprano, pero el mundo exterior estaba tan oscuro como la noche.

Seguramente íbamos a estar atrapados aquí durante el resto del día, como mínimo. Las gotas de lluvia se colaban prácticamente por el agujero de la entrada, así que cerré la cremallera y me tumbé en el saco de dormir.

En este corto tiempo, había descubierto el pasado de Nanase y había identificado a Amasawa como el estudiante de la Habitación Blanca. Sin embargo, eso no significaba que toda la niebla se hubiera disipado.

 


 

PARTE 1

Mientras el aguacero continuaba, llegó un mensaje de la escuela. Como era de esperar, era un anuncio de que el examen sería cancelado por ese día. Dado que sería difícil para los grupos remontar con toda la oportunidad perdida para las Tareas y el movimiento de áreas, el mensaje también indicaba que estaban buscando formas de compensarnos para que los estudiantes no tuvieran que irse a la cama preocupados por la pérdida de puntos.

La escuela no especificó cómo planeaba compensarnos hasta que el clima comenzara a despejarse. Dicho esto, no importa lo que finalmente se les ocurriera, no cambiaría el hecho de que el día se había desperdiciado.

Aunque la compensación ayudaría a los grupos a alcanzar la misma puntuación global a largo plazo, las estrategias que habían planeado para hoy serían en vano. Personalmente, en lo que a mí respecta, la cancelación no podía llegar en peor momento.

Mi plan había sido conservar mi energía para poder ir a tope durante la segunda parte del examen, robando una ventaja a los grupos que estaban de capa caída tras agotar su energía durante la primera parte y acumulando una gran cantidad de puntos en el proceso. Sin embargo, ahora que el séptimo día se había convertido en un día completo de descanso, todo el mundo tendría tiempo para descansar y recuperar su energía.

Por supuesto, una isla deshabitada durante una tormenta no era exactamente un día en el spa, así que no es que su fatiga desapareciera por completo. Pero, la disparidad entre tener tiempo para descansar y no tener ninguno marcaba toda la diferencia del mundo.

—¡───pai!

—¿Hmm?

Apenas pude distinguir una voz a través del incesante sonido de las gotas de lluvia golpeando el exterior de mi tienda.

—¡Sen─ai!

Una vez más, la voz me llamó. Seguramente era Nanase, que intentaba hablarme desde la tienda situada frente a la mía. Abrí un poco la cremallera de la entrada de mi tienda y me asomé a través de la tela de malla para ver qué pasaba.

La visibilidad del mundo exterior era bastante pobre, pero no era tan mala como para no poder distinguir la tienda de Nanase frente a mí.

—¡Me gustaría hablar contigo un rato, Senpai! ¿Está bien si voy y me uno a ti?

Nanase hizo una pregunta, gritando desde su tienda. Debería haber sido consciente de que no era exactamente apropiado que un chico y una chica se acurrucaran juntos en una misma tienda, pero al parecer ella lo había olvidado todo.

Las normas prohibían expresamente que chicos y chicas durmieran juntos en la misma tienda, así que técnicamente no habría problema si sólo pasábamos un rato juntos. Y mientras no perdiéramos el sentido común, tampoco debería haber nada ética o moralmente incorrecto.

Sin embargo, la lluvia seguía siendo tan feroz como siempre. Aunque nuestras tiendas estaban a menos de dos metros de distancia, no habría forma de evitar que se mojara de nuevo.

—Me parece bien, pero ¿por qué no voy a acompañarte a tu tienda?

Intenté ofrecerle una alternativa, pero se limitó a negar con la cabeza mientras desplegaba una toalla y se la ponía por encima para prepararse para el viaje antes de abrir completamente la entrada de su tienda. Siguiendo su ejemplo, abrí rápidamente mi entrada para hacerla entrar lo antes posible.

Al igual que yo, Nanase salió volando de su tienda y entró en la mía. Por supuesto, sólo estuvo en la lluvia durante menos de un segundo, así que el daño se había mantenido al mínimo.

—Hah... Siento haberme entrometido en tu descanso, Senpai.

—No, está bien.

En verdad, Nanase estaba más agotada que yo. Había sido un arduo viaje para llegar hasta aquí, uno que fue inmediatamente seguido por una feroz batalla, mal entendida como fue.

Tenía curiosidad por saber de qué quería hablar, pero no dijo nada de inmediato.

O, por lo que parecía, sería más exacto decir que no encontraba las palabras. Durante un rato, los dos nos sentamos en silencio, simplemente observándonos...

—Soy bastante descarada, ¿no?

Diciendo eso, Nanase bajó la cabeza en señal de disculpa.

—Te traté con tanta hostilidad durante mucho tiempo, Senpai. Diciendo todo tipo de cosas terribles directamente en tu cara... Debes estar molesto de que me acerque de esta manera.

Ya era un poco tarde, pero era evidente que finalmente estaba aceptando su conciencia culpable.

—Realmente no me importa, así que por favor deja de disculparte. Por lo menos, ha quedado claro que no hay necesidad de más hostilidad entre nosotros, ¿o me equivoco?

Tal vez había una parte de ella que no estaría satisfecha con una respuesta como ésta, pero en estos momentos estamos en medio de un examen especial. La vacilación de la mente sólo nublaría la conducta y el juicio de uno cuando más importaba.

—No, tienes razón.

Habiendo entendido esto ella misma, Nanase una vez más bajó la cabeza en señal de disculpa.

—¿Entonces? A pesar de la lluvia, ¿no había algo de lo que querías hablarme?

—¡Ah, sí!

Como si recordara por qué vino a mi tienda en primer lugar, Nanase comenzó a hablar.

—No he podido quitarme de la cabeza la imagen de Amasawa-san, apareciendo de la nada bajo la lluvia... Cuando empecé a pensar en todas las dificultades por las que has pasado, simplemente... sentí que tenía que llamarte.

Evidentemente, en lugar de tener algún tipo de motivo oculto, simplemente se había preocupado por mí. Era un pequeño problema que ella estuviera más preocupada por toda la experiencia que yo, pero de todos modos aprecié el sentimiento.

—Me convencí de que Amasawa-san fue quien empujó a Komiya-senpai y a Kinoshita-senpai por la pendiente. Pensaba que sólo ocultaba su verdadera naturaleza porque quería ocultar la verdad, pero entonces dijiste que no era necesariamente la culpable y ahora ya no sé qué creer...

—Eso es porque la verdad sigue envuelta en la oscuridad.

El color de Amasawa era gris, un gris que apenas rozaba la línea antes de teñirse de negro, pero definitivamente no había cruzado esa línea todavía.

—Me pregunto cuál es el objetivo del culpable. Sean quienes sean, ¿por qué harían algo tan arriesgado como esto?

—No lo estaríamos pasando tan mal si supiéramos la respuesta a eso. Así que avancemos bajo la suposición de que Amasawa no es la culpable.

Decidimos repasar nuestros pensamientos respecto al incidente de Komiya-Kinoshita. Al fin y al cabo, intercambiando opiniones, seríamos capaces de arrojar luz sobre cosas que quizá no hubiéramos considerado de otra manera.

Por lo que sabíamos: alguien empujó a Komiya y a Kinoshita por la pendiente. Y, a juzgar por el hecho de que no había otras señales de GPS en la zona en ese momento, estaba claro que había sido un ataque premeditado, y no algo hecho al calor del momento. Además─

—Eso... Uhm, ¿no sería extraño?

Nada más empezar a hablar, Nanase frunció el ceño, como si hubiera algún tipo de discrepancia que no pudiera entender.

—Sería extraño que Amasawa-san no tuviera nada que ver, ¿verdad? Es decir, su reloj se rompió por casualidad cuando Komiya y Kinoshita fueron atacados, y ella estaba observando desde algún lugar cercano. Y, para colmo, ¿se dio la casualidad de que yo la vi cuando huía de la escena?

—Con tantas coincidencias sucediendo una detrás de otra, es difícil llamar a todo el asunto una también. Básicamente, nos estaríamos preparando para el fracaso si dijéramos que Amasawa no tiene ninguna relación con lo ocurrido.

—Incluso si Amasawa-san no es la verdadera culpable, tendría que ser alguien que ella conoce, ¿no? Por lo tanto, ¿no es posible también que sea una cómplice de algún tipo?

Con eso, una teoría alternativa comenzó a tomar forma: que alguien cercano a Amasawa haya empujado a Komiya y Kinoshita en su lugar.

—Eso parece razonable. Esas huellas que encontré antes podrían haber pertenecido al verdadero culpable.

Si consideráramos lo ocurrido como un intento de ayudar al verdadero culpable, eso explicaría más o menos las acciones de Amasawa.

—Supongo que no es difícil imaginar que Amasawa-san es capaz de ejercer la violencia de la misma manera.

Nanase asintió para sí misma al decir esto, segura de que estábamos en el camino correcto.

—Sin embargo...

En este punto... Bueno, empecé a sentirme atrapado por algo completamente ajeno a todo esto.

—¿Sin embargo qué?

Tenía que ver con Nanase, pero al ver que me miraba con una expresión de desconcierto en su rostro, me sentí indeciso de decir algo. Si tuviera que dar una razón para eso, era porque simplemente no podía entender los "mecanismos" detrás de lo que estaba pasando.

Este era nuestro séptimo día en la isla deshabitada, y Nanase había estado conmigo efectivamente todo el tiempo hasta ahora. Por lo tanto, ninguno de los dos teníamos tiempo ni espacio para lavar nuestros cuerpos adecuadamente.

Por supuesto, ella tuvo la oportunidad de enjuagarse la arena y el sudor de su cuerpo cuando se puso el traje de baño durante la Tarea de Banderas de Playa, y probablemente también se había duchado después de participar en la Tarea de natación en la zona de salida. Dicho esto, incluso el sudor y la transpiración de un solo día suelen acabar siendo bastante notables.

Ya que no había mucho espacio dentro de mi tienda de campaña de una sola persona, el olor de Nanase había llenado lentamente el espacio. Pero, extrañamente, no era exactamente un olor desagradable. Aunque era posible que enmascarara el olor a sudor limpiando diligentemente su cuerpo, no podía entender cómo se las arreglaba para oler tan bien. Quería preguntárselo, pero estaba claro que eso no era algo que debiera hacer un senpai con tacto.

—No, sólo entendí mal algo. No te preocupes.

—¿De verdad?

Ella asintió sin indagar más, y quizás sin sospechar nada en absoluto. Aunque tenía novia, todavía era un principiante en este tipo de cosas, y había demasiadas cosas que no entendía.

Cosas como el desodorante y el spray antitranspirante eran relativamente baratas y fáciles de conseguir por las normas, así que al final opté por decirme que ella usaba algo así. Era la única respuesta que se me ocurría en ese momento. Aunque había decidido no decir nada, el ambiente entre nosotros se había vuelto extrañamente incómodo.

Y mientras Nanase no parecía pensar nada al respecto, decidí retomar nuestra conversación en un intento de relajar el ambiente de nuevo.

—No tenemos forma de confirmar si Amasawa realmente hizo algo a Komiya y Kinoshita, pero tengo una idea bastante clara de a qué Tabla pertenece cada uno.

Nanase inclinó la cabeza hacia un lado, incapaz de entender lo que quería decir con esto, así que saqué mi tableta y se la mostré.

—Uhm... Tu información personal está ahí, ¿verdad Ayanokouji-senpai...? ¿Estás seguro de que está bien que yo vea esto?

Al hablar de información personal, probablemente se refería a los puntos que había ganado hasta el momento. Era una información muy importante, ya que los puntos y las clasificaciones de los grupos que no estaban entre los diez primeros y los últimos no se hacían públicos.

—Nanase, pensaba que teníamos una relación en la que podíamos confiar el uno en el otro sin ocultar nada. ¿O ha sido un malentendido por mi parte?

Hablé abiertamente, lo que provocó que sus ojos coincidieran con los míos, claramente sorprendidos.

—¿Qué? No. Gracias por confiar en mí. Estoy muy agradecida.

Sus palabras estaban llenas de una ligera mezcla de vergüenza, felicidad y culpa. De hecho, su reticencia a dar por perdida la descortesía que me había mostrado hasta el momento era muy acertada por su parte.

—Además, como nos hemos movido juntos, ya deberías poder tener una estimación aproximada de cuántos puntos he ganado sólo con recordarlo.

Aunque había participado en un puñado de Tareas por mi cuenta, por lo que sabía de Nanase, al menos sería capaz de estimar mi puntuación bajo el supuesto de que había obtenido el primer puesto en ellas. Por lo tanto, sin prestar atención al hecho de que estaba revelando información sensible, comencé con mi explicación.

—De todas formas, respecto a lo que dije antes de saber quiénes estaban incluidos en cada Tabla─

—Espera, ¿no es tu puntuación de alguna manera... más baja de lo esperado?

Astuta como siempre, Nanase se dio cuenta inmediatamente de que había algo fuera de lugar antes de que yo pudiera entrar en materia.

—¿Qué quieres decir?

Respondí a su pregunta con una propia, poniéndola a prueba. Empezó a contar con los dedos mientras hacía los cálculos en su cabeza.

—Hay bonos de llegada, bonos de Madrugador y tareas... y luego se restan puntos por cualquier penalización─ Ah, también asumo que obtuviste el primer lugar en las tareas en las que participaste mientras yo me tomaba un descanso.

En definitiva, su memoria parecía bastante sólida. Esto también era algo bueno, ya que una memoria sólida le resultaría útil en algún momento en el futuro.

—Me sorprende que te hayas dado cuenta. Hablando con propiedad, debería tener 88 puntos ahora mismo.

—Pero sólo tienes 78, 10 puntos menos. Tampoco creo que haya olvidado una penalización o algo así...

Así, surgió la pregunta: ¿cómo, cuándo y por qué desaparecieron esos 10 puntos? La respuesta a la que ahora detallaría.

—Para este examen especial, se anuncian áreas designadas cuatro veces al día mientras los estudiantes se mueven por la isla. Esta franja horaria tiene una duración de diez horas al día, desde las 7 de la mañana hasta las 5 de la tarde. Ayer, cuando la escuela levantó la restricción de la función de búsqueda del GPS, decidí hacer un total de diez búsquedas. La primera fue a las 7:00 AM y la repetí cada hora en punto hasta las 5:00 PM. Es decir, con la excepción de la pausa del mediodía.

En cuanto a por qué lo había hecho, no parecía que Nanase hubiera atado cabos todavía.

—La función de búsqueda por GPS es una herramienta muy cómoda que permite conocer la ubicación de todos los estudiantes de la isla. Sin embargo, si se utiliza una sola vez, sólo se obtiene un vistazo a la ubicación actual de todos, por lo que su utilidad general es marginal. Pero al dividir el día en partes y hacer diez de ellas, eres capaz de averiguar todo tipo de cosas que antes no podías.

Conectando todos los puntos diferentes en líneas, te quedarías con las distintas rutas que todos habían tomado a lo largo del día. Si alguien hiciera diez búsquedas por su cuenta, se enteraría de que Nanase y yo siempre viajamos juntos.

—Uhm, ya entiendo en qué has usado tus puntos, Senpai. Y estoy de acuerdo en que si sabes por dónde se mueve todo el mundo cada hora, podrías averiguar a qué Tablas pertenecen. Sin embargo, no parecía que ayer estuvieras haciendo mucho con tu tableta, y tampoco es una información muy fácil de memorizar... ¿De verdad... me estás diciendo que lo has memorizado todo en un instante?

—Eso sería imposible. Se necesitaría una cantidad enorme de tiempo sólo para comprobar el nombre y la ubicación de todo el mundo.

Abrí el almacén de fotos de mi tableta y le mostré las imágenes que había guardado allí.

—Después de ejecutar la búsqueda por GPS, hice una captura de pantalla de alta calidad de los resultados y la guardé. De esta forma, puedo estudiar las imágenes durante mi tiempo libre y analizar despacio los grupos de movimientos realizados ese día cuando quiera.

Aunque no podíamos enviar mensajes o fotografías a nadie durante el examen, guardar las capturas de pantalla en nuestro dispositivo era una función integrada en nuestras tabletas, así que era natural que pudiéramos hacer uso de ella. Al examinar repetidamente las capturas de pantalla, fue posible mantener un registro detallado y persistente de la posición de cada estudiante.

—Al cruzar minuciosamente las imágenes, me queda lo que es esencialmente un registro del movimiento de todo un día que se puede ver en cualquier momento.

Además, había mucho tiempo para mirar los datos, ya fuera justo antes de acostarse por la noche, por la mañana antes de empezar el examen o incluso durante el periodo de descanso de dos horas en el almuerzo.

Y aunque sólo era para el sexto día, las capturas de pantalla también mostraban los detalles de las tareas que estaban disponibles en ese momento, por lo que podíamos obtener alguna información sobre las estrategias de alto nivel que cada grupo estaba utilizando.

—...Ni siquiera me di cuenta de que habías hecho esto, Senpai.

—No soy tan tonto como para dejar que un enemigo potencial se entere de lo que estoy haciendo. Después de todo, no tenía ni idea de la clase de persona que eras realmente.

En ese momento, todavía veía a Nanase como una enemiga, así que habría sido una inmensa tontería contarle lo que estaba haciendo con la Búsqueda GPS. Los estudiantes tenían bastantes razones para estar siempre usando sus tabletas, desde confirmar su ubicación actual hasta comprobar los detalles de las Tareas cercanas, así que no me parecería tan extraño estar concentrado en ella durante todo el día.

Había sido tan sencillo como hacer una captura de pantalla de los resultados de la búsqueda por GPS cada hora aproximadamente, todo ello mientras me mantenía al tanto de mis áreas y tareas designadas.

Impresionada, Nanase empezó a pasar por las capturas de pantalla. Cada vez que pasaba a la siguiente imagen, las señales de GPS de cada estudiante de la isla cambiaban de lugar en el mapa.

—Lo digo con todo el respeto, pero ¿realmente merece la pena pagar diez puntos totales por esto? Si fuera posible compartir las capturas de pantalla con alguien, entonces podría haber algún valor añadido, pero se necesitaría una cantidad considerable de tiempo para que una persona analice los patrones de movimiento sin ayuda, ¿no es así?

Era cierto que esas imágenes serían más valiosas si pudiéramos adjuntarlas a un mensaje de texto o a un correo electrónico de algún tipo y enviarlas a nuestros compañeros. Al colaborar con varias personas, se abriría la posibilidad de realizar búsquedas en intervalos de tiempo más cortos, o incluso de seguir el rastro de otros grupos fuera del horario estándar de los exámenes. No me extrañaría que las demás clases pusieran en marcha un plan exactamente igual si no se nos restringiera explícitamente.

—Aunque sea una sola persona, todo depende de cómo lo aproveche. Se podrá decir si esto valió o no los puntos que gasté en los próximos días.

—¿Y con eso quieres decir...?

—Bueno, déjame mostrarte algunos de los datos que he encontrado hasta ahora.

Desde los de primer año hasta los de tercer año, se podían descubrir todo tipo de cosas nuevas mirando los datos según el grado. En el caso de los de tercer año, en particular, estaba claro que ocurría algo peculiar con respecto a sus movimientos.

—Por ejemplo, algunos grupos de tercer año se movieron de forma bastante inusual a lo largo del día de ayer. Además, estos grupos siempre están estrechamente relacionados con el grupo de Nagumo o el de Kiriyama. Cuando lo investigué, me di cuenta de algo bastante interesante.

A partir de las 7:00 de la mañana del sexto día, rastreamos la posición del grupo de Nagumo hora a hora mientras se movía por la isla.

—Para empezar, el grupo de Nagumo estaba en el área B8 a las 7:00 AM de esa mañana.

—¿Significa eso que su última área designada en el quinto día fue el área B8?

—Es muy probable, pero estaba en el extremo sur de la zona, por lo que en realidad podría haber comenzado en el área B9 en su lugar. En cualquier caso, las únicas otras señales de GPS en la zona en ese momento eran las de los miembros de su propio grupo.

Sin embargo, a las 8:00 de la mañana, sólo una hora más tarde, varios otros grupos habían comenzado a concentrarse en la zona alrededor de Nagumo. La tendencia se acentuó aún más a las 9:00 AM, dejando claro que los grupos lo buscaban activamente y se reunían con él.

Y a partir de ese momento, el gran conglomerado de grupos comenzó a moverse. Hacia las 10:00 y las 11:00 AM, la oscuridad de lo que estaba ocurriendo se hizo aún más evidente.

—Hay tantos grupos moviéndose juntos... casi como si fueran un banco de peces.

—Con sólo echar un vistazo a los datos, ni siquiera te darías cuenta, pero pinta un cuadro completamente diferente una vez que sabes qué buscar, ¿verdad?

Nanase asintió un par de veces como respuesta mientras procedíamos a hojear el siguiente par de capturas de pantalla. Una vez que llegamos a la que yo había tomado a las 3:00 PM, ella hizo una pregunta.

—¿Están... haciendo esto para monopolizar las tareas?

—Lo más probable es que el objetivo sea que Nagumo se asegure sin esfuerzo el primer puesto en cualquier Tarea que se encuentre, arreglando la competencia a su favor.

No era complicado en lo más mínimo. Más bien, era una estrategia muy simple, y muy potente.

—Sin embargo, los grupos que no sean el del presidente Nagumo no podrán sumar puntos como resultado, ¿verdad? Tampoco puedo imaginar que todos formen parte de la misma Tabla. Trabajar juntos para el éxito de un grupo concreto... Es una idea que se le podría ocurrir a cualquiera, pero sería imposible ponerla en práctica de forma efectiva.

Los grupos tendrían que renunciar a sus áreas designadas, ya que perderían su tiempo viajando con los de otras Tablas. Además, al ceder el primer puesto al grupo de Nagumo, tampoco podrían ganar muchos puntos de las Tareas.

—No te equivocas. Pero, la razón por la que la estrategia funciona es porque ignora uno de los principios más básicos de este examen. Dime, ¿qué es lo que impide a los alumnos trabajar juntos para que un grupo específico quede en primer lugar?

—Eso sería debido a los puntos de la clase y a la amenaza general de expulsión, por supuesto.

Al oír eso, le hice un gesto a Nanase para que se acercara y observara a los estudiantes que se habían reunido en torno a Nagumo.

—Ellos... son todos de grupos de la parte baja de la clasificación...

—Y no hay ningún estudiante de clase A mezclado con ellos. Ni uno solo.

—La brecha en puntos de clase entre la Clase 3-A y las otras clases de tercer año debe ser tan irremediablemente grande que no hay manera de que los alcancen...

—O, por decirlo de otra manera, el tercer año está en tal estado que realmente no les importa quién pierda.

Tanto los estudiantes de primero como los de segundo año aún no habían llegado al punto de considerar la posibilidad de renunciar a la competencia entre clases, y era precisamente porque tenían sus miras puestas en alcanzar la Clase A por cualquier medio posible que hundirse en la clasificación inferior se sentía tan absolutamente inaceptable.

Sin embargo, no ocurría lo mismo con los alumnos de tercer curso. En su caso, las cuatro clases eran más que capaces de mirar más allá de eso y trabajar juntas.

—El punto fuerte de esta estrategia es que los grupos que están al final de la clasificación son libres de hacer lo que quieran durante el examen. Cuando estás en el último lugar, no hay diferencia entre tener un punto y tener cincuenta. Al final, seguirás perdiendo puntos de clase y te expulsarán igualmente.

—Si realmente estás haciendo todo lo posible para apoyar a un grupo específico, lo más probable es que no tengas ningún punto tuyo, ¿verdad? Así que si bien es cierto que estos grupos de tercer año están en el fondo, ¿no te parece raro que cada uno tenga entre 20 y 30 puntos?

Si realmente renunciaron a todas las áreas y tareas designadas, naturalmente no habrían ganado ningún punto como resultado.

Por lo tanto, Nanase estaba diciendo que tendría más sentido que estuvieran rondando los cero puntos, debido a la penalización por incumplimiento de las áreas designadas. Decidí no decir nada en respuesta a esto, incitándola sutilmente a pensar en ello por sí misma. Y, al cabo de un rato, la respuesta empezó a hacerse realidad.

Finalmente, decidí añadir un par de palabras para ayudar a acelerar el proceso.

—Una estrategia pierde eficacia cuando la gente la descubre. Entonces, ¿qué hay que hacer para evitar que eso ocurra?

—Si tienes dos o tres grupos con cero puntos, es obvio que los demás cursos se darán cuenta de que algo raro está pasando. Por lo tanto, mientras tengan al menos algunos puntos disponibles, será más difícil que los demás se den cuenta de lo que está pasando...

Me miró de reojo mientras hablaba, habiendo llegado a una respuesta personal.

Y, probablemente, tenía razón. Precisamente por eso la estrategia de Nagumo era tan brillante. Si varios grupos tuvieran cero puntos, sería demasiado llamativo. Sería como si fueran por ahí declarando al público que estaban tramando algo siniestro.

—De hecho, aunque hay varios grupos que parecen dar apoyo a Nagumo, siempre hay al menos un miembro de cada uno que se dedica a llegar a las zonas designadas.

—Así que están tratando de evitar que la penalización se vaya de las manos.

Y en el proceso, poco a poco irían acumulando puntos, por pocos que fueran.

—En cierto sentido, también deberíamos asumir que los grupos que lo apoyan están compitiendo entre sí. Seguro que ceden el primer puesto a Nagumo, pero el segundo y el tercero están en juego para quien sea lo suficientemente hábil como para hacerse con ellos. Por eso, incluso entre los grupos inferiores, la clasificación cambiará de vez en cuando o la disparidad de puntos entre ellos empezará a crecer. También ayuda a que parezca que se toman en serio el examen especial.

Si no hicieras diez búsquedas por GPS, nunca podrías ver esta estrategia. Aunque sospecharas que algo está pasando, no acabaría siendo más que una sospecha.

—¿Realmente querrían dejar ganar a Nagumo, incluso a costa de su expulsión? Aunque no puedan ascender a la clase A, no me imagino que quieran abandonar la escuela, ¿verdad?

—Puede que haya algunas excepciones excéntricas entre ellos, pero en su mayor parte, estoy de acuerdo. Entre bastidores, Nagumo seguramente ha preparado algunas medidas de ayuda por su cuenta.

—¿Medidas de ayuda por su cuenta...?

—Es imposible que las otras clases de tercer año se gradúen como Clase A saliendo airosas de los exámenes especiales. Dicho esto, ¿y si es posible entrar en la Clase A aceptando trabajar junto a Nagumo?

—Si esa es realmente la única opción que tienen, entonces... supongo que puedo ver por qué cooperarían.

Si se enfrentan a la elección entre graduarse como miembro de una de las clases inferiores y ponerlo todo en juego para intentar graduarse como miembro de la Clase A, no sería extraño que hubiera quienes se ofrecieran para lo segundo.

—En cierto modo, ya no sé quién dirige este examen: la escuela o el presidente del consejo estudiantil.

—Sinceramente, es probable que también tengas algo de razón. Después de todo, Nagumo tiene a todo el tercer año en la palma de su mano. No está aquí para seguir las reglas; está aquí para hacerlas y dictarlas al resto de nosotros.

El mero hecho de orquestar esta situación resultaba muy impresionante. No sería exagerado decir que, a lo largo de toda la historia de la Escuela Preparatoria de Educación Avanzada, Nagumo fue y será el primero y el último de su tipo.

Por supuesto, los alumnos de segundo año tampoco íbamos a quedarnos sentados viendo cómo hacía lo que le daba la gana.

El quinto día del examen, me dirigí tanto a Ryuuen como a Sakayanagi con una especie de propuesta: superar juntos determinadas Tareas con la ayuda de una "parte selecta" del alumnado de segundo año. O, dicho de forma más sencilla, una estrategia de naturaleza similar a la que había adoptado Nagumo. Sin embargo, se diferenciaba de la suya en que los puntos no se concentrarían todos en un grupo líder específico.

Como las llamas de la competencia entre los de segundo año seguían ardiendo con fuerza, la propuesta no habría llegado a ninguna parte en el momento en que los puntos se involucraran. Por lo tanto, puse como condición cooperar con respecto a algo más. Tanto Ryuuen como Sakayanagi estaban preocupados por el éxito de algunos de los grupos que habían formado sus compañeros, así que acordaron negociar en igualdad de condiciones con un enfoque más del tipo "tú me rascas la espalda, yo te rasco la tuya".

Como ejemplo, algunos grupos de la clase 2-A ayudarían a la clase 2-D con el aumento del tamaño máximo del grupo de Sudou, y a cambio nosotros les ayudaríamos a aumentar el tamaño máximo de uno de los suyos que lo necesitara. Esa era la idea general que había detrás. A pesar de ser enemigos mutuos, mientras nuestros intereses estuvieran alineados, podíamos unirnos sin siquiera pensarlo dos veces.

Se podría decir que ese era uno de los puntos fuertes de los que dirigían el segundo año. Naturalmente, no creo que la propuesta hubiera funcionado tan bien si esto hubiera tenido lugar hace un año. Más bien, fue gracias al año y medio de experiencia que hemos tenido juntos que pudimos poner en marcha este plan.

—Creo que ahora lo entiendo. Estás diciendo que, para ti, no era un riesgo muy grande gastar diez puntos a cambio de esta información, ¿verdad Senpai?

—En cierto modo. No he renunciado exactamente a mi objetivo de llegar a la cima ni nada por el estilo. Afortunadamente, Koenji ha estado poniendo mucho trabajo por su cuenta, así que en su lugar, me he centrado en reunir los recursos necesarios para apoyar a mis compañeros que necesitan ayuda.

—Koenji-senpai sí que es increíble, ¿verdad? Le hace frente al presidente Nagumo él solo.

Koenji era ciertamente asombroso, pero la verdad detrás de lo que estaba pasando aquí era realmente un poco diferente. Cada vez que alguien iba a comprobar la clasificación superior, veía a Koenji y al grupo de Nagumo enzarzados en una reñida lucha entre ambos y pensaba que Koenji se estaba enfrentando a todo un grupo él solo. En realidad, sin embargo, lo más probable es que el grupo de Nagumo sólo estuviera actuando mientras reducía la velocidad para igualar el ritmo de Koenji.

Las clasificaciones estarían disponibles para el público hasta el final del duodécimo día, así que Nagumo iba a mantener el engaño hasta entonces. Y después, una vez que las clasificaciones volvieran a estar ocultas, él y su grupo acelerarían el ritmo durante los dos últimos días del examen.

Al hacerlo, pintaría la imagen de que Nagumo había salido victorioso sobre Koenji, que se había quedado sin fuerzas durante el final del examen. El hecho de que haya utilizado un gran número de grupos aliados para acumular una gran cantidad de puntos de Tareas tampoco quedaría expuesto. Aunque, puesto que se estaba frenando para igualar su ritmo con el de Koenji, eso también nos daba a los demás la oportunidad de arrebatar la victoria para nosotros.

—De todos modos, por ahora, vamos a utilizar esta información para echar un vistazo a los movimientos que Amasawa estaba haciendo en el sexto día.

Con estas palabras, Nanase claramente hizo la conexión de que había todo tipo de valor oculto en las capturas de pantalla que incluso yo no había descubierto todavía.

—No parece que Amasawa estuviera en la zona designada esa mañana.

Dado que tenía la misma Tabla que nosotros, no sería extraño que también acampara en la misma zona designada que nosotros. Sin embargo, la señal de su GPS indicaba que estaba dos zonas al sur. Además, no había otras señales que se superpusieran con la suya, lo que indicaba que había pasado la noche sola.

—Aquí está la captura de pantalla de las 8:00 AM, una hora después de que se anunciara la primera zona designada.

—La zona a la que nos dirigíamos en ese momento era la B6, ¿verdad Senpai?

—Sí. Parece que ella tomó una ruta diferente a la nuestra hacia B6.

También se movía bastante rápido, dada la distancia que logró recorrer desde la captura de pantalla anterior.

¿Era que ella había viajado más rápido de lo esperado, o simplemente había tomado el camino óptimo? En cualquier caso, no parecía el movimiento de una chica solitaria caminando por el bosque.

A continuación, comprobamos el siguiente mapa a las 9:00 de la mañana, y ella estaba en el área C6, una zona a la derecha de la designada. Era probable que hubiera pisado la zona designada en algún momento anterior y que ahora se dirigiera a una tarea cercana.

—Esto es realmente sorprendente. Todos los movimientos que alguien hizo a lo largo del día están al alcance de la mano, claramente mostrados en un mapa.

Al menos durante las horas de la mañana del sexto día, la chica estaba haciendo el examen con la misma diligencia que cualquier otro estudiante. Pronto empezamos a analizar las siguientes siete capturas de pantalla, centrando nuestra atención únicamente en la señal de Amasawa.

Pero al final, no hizo nada que destacara. Se limitó a participar en unas tres tareas mientras se dirigía diligentemente a las zonas designadas. Seguramente podríamos averiguar si obtuvo un buen puesto en dichas tareas cruzando los registros de la tableta de Nanase, pero su rendimiento no importaba en realidad.

—Por lo menos, no hay nada que indique que Amasawa nos estaba siguiendo, o haciendo algo sospechoso en general a partir de las 5:00 PM de ayer.

—...Así que al final, ¿no hemos averiguado nada?

—No, hemos averiguado mucho. Esto deja claro que Amasawa se está tomando el examen especial al menos con cierta seriedad. Además, esto significa que no está dejando ningún hueco del que podamos darnos cuenta a través de las búsquedas por GPS.

Era seguro asumir que ella estaba tramando algo una vez que las horas de examen programadas para el día habían terminado, es decir, desde el atardecer hasta el amanecer. Pero aunque era posible realizar una Búsqueda por GPS durante ese periodo de tiempo, eso acabaría siendo nada más que una pérdida de puntos.

En ese momento, recibimos una notificación de la escuela sobre la compensación que obtendríamos debido a la suspensión del examen por ese día.

Debido a las continuas complicaciones con el clima, sólo se pudo completar una cuarta parte del cupo de Tareas y movimientos de área del día. Para compensar la oportunidad perdida, la escuela ha aprobado la decisión de duplicar todos los puntos obtenidos a través de las Bonificaciones de Llegada, las Bonificaciones de Madrugador y las Tareas en el último día del examen. Según el pronóstico, se espera que el tiempo mejore en algún momento antes de mañana por la mañana.

El último día del examen era similar al primero, con sólo tres cuartas partes del día dedicadas al examen especial. Así que, en ese sentido, se podría decir que la compensación que habían elegido seguir era justo lo que el médico había ordenado.

—Senpai, parece que esto puede cambiar todo.

El último día era cuando se dirimían la mayoría de los conflictos, así que con el doble de puntos en juego, las posibilidades de remontar con éxito eran muy reales.

—La escuela ha hecho bien en avisarnos de esto con tanta anticipación. Dará a los grupos la oportunidad de reevaluar sus planes para la segunda mitad del examen.

Con el día de hoy dedicado a descansar, seguramente habrá grupos que piensen en ir a un ritmo más lento a partir de mañana, conservando su resistencia en previsión del final. Por otro lado, tampoco sería tan sorprendente que hubiera grupos que optaran por aprovecharse de ello y salir a tope ya mañana. En cualquier caso, este resultado no fue un giro de los acontecimientos que me agradó. Después de mirar mi tableta durante un rato, me di cuenta de que Nanase había dejado de hablar tanto y vi cómo empezaba a cabecear a mi lado. Era como si poco a poco fuera cayendo en la inconsciencia del sueño, con los ojos a veces muy abiertos o cerrándose lentamente.

—Sé que todavía es de día, pero quizá deberías ir a descansar un poco.

Se había obligado a escalar una montaña a primera hora de la mañana, para luego gastar el resto de su resistencia luchando contra mí inmediatamente después. Sin duda, hoy había sobrepasado dos o tres veces su límite, así que a estas alturas ya debía de estar agotada.

—¿Eh? ¡Ah...! Lo siento.

Intentó enderezarse, pero un fuerte hechizo de somnolencia no era algo de lo que se pudiera salir tan fácilmente. Y esto era todavía más cierto para alguien con un cuerpo destrozado como ella.

—...Entonces volveré a mi tienda.

Ella era la que sabía lo que era mejor para sí misma. Si se quedaba aquí dormitando así, sólo terminaría siendo un estorbo.

—Me parece una buena idea.

A juzgar por la forma en que la lluvia seguía cayendo, no creo que podamos hacer ningún viaje productivo hoy. Siendo ese el caso, deberíamos aprovechar cada segundo posible para dar a nuestros cuerpos el mayor descanso posible. Aunque, no es que descansar dentro de una tienda de campaña fuera exactamente cómodo o algo así, pero así es como se desmorona el asunto a veces. Justo cuando Nanase estaba a punto de bajar el cierre de la entrada, se giró y me miró por encima del hombro.

—En cuanto deje de llover, creo que voy a intentar perseguir a Amasawa-san. Está bastante claro que es de la Habitación Blanca, y me preocupa lo que planea hacer después de esto.

De hecho, si seguía junto a mí de esta manera, no descubriríamos mucho de lo que Amasawa estaba tramando. Y, como eran compañeras del mismo grupo, tampoco creía que Amasawa fuera a hacer algo cruel con Nanase.

—El hecho de que Amasawa haya conseguido permanecer hasta ahora como estudiante de la Habitación Blanca significa que es una amenaza. Es de vital importancia que no la subestimes debido al género o a la edad.

—No tengo claros todos los detalles, pero por lo que dices debe ser una oponente extremadamente peligrosa.

En términos de puro poder de combate, se podría decir que Amasawa estaba incluso un paso por encima de gente como Sudou y Ryuuen. Aunque puede que la superen en términos de fuerza física bruta, definitivamente estaría muy, muy por encima de ellos en lo que respecta a la técnica y la experiencia. No importa lo mucho que se esforzara, la misma Nanase no tendría ni una mínima oportunidad contra ella.

—Tienes a tu otro miembro del grupo, Housen, con el que hay que tener cuidado también.

—Sí. Dada su enorme fuerza, tampoco es un oponente que pueda manejar.

Nanase asintió, creyendo claramente haber entendido, pero la abrumadora fuerza física de Housen no era lo único que lo hacía peligroso. Sería mejor pensar en Housen como el tipo de persona que tiene algo más que el poder físico en bruto a su favor.

—Creo que es extremadamente improbable que Housen sea un estudiante de la Habitación Blanca, pero después de lo ocurrido con Amasawa, ya no estoy tan seguro de ello. En cualquier caso, deja mis asuntos en un segundo plano por el momento y céntrate en protegerte.

Eso es, por supuesto, suponiendo que su objetivo principal no resulte ser que me echen de la escuela.

—No tengo miedo de que me expulsen, Ayanokouji-senpai. Haré lo que sea si eso significa protegerte, sin importar el costo.

Más que ofrecer un consejo, mis palabras habían pretendido ser más bien una advertencia, pero a tenor de su respuesta no parecía que el mensaje hubiera calado.

—Permíteme que te lo explique de forma ligeramente diferente, Nanase. Es posible que tus acciones descuidadas me causen problemas involuntarios. Quiero que evites hacer cualquier cosa que pueda ponerme en peligro.

Le transmití que no era yo el que se mostraba aprensivo o preocupado por lo que pudiera ser de ella, sino por lo que, por extensión, pudiera ser de mí. Al hacerlo, el comportamiento valiente y leal de Nanase se transformó en el de un cachorro manso y frágil.

—Eso... Eso sería inaceptable por mi parte. No puedo causarte más problemas de los que ya te he causado...

—Si eso es realmente cierto, en cualquier caso, sólo te pido que tengas cuidado. ¿Entendido?

—Lo entiendo, lo prometo.

Habiéndole dicho todo esto, me sentí bastante seguro de que no haría nada imprudente. Al fin y al cabo, no creía que quisiera hacer nada que le supusiera más vergüenza de la que ya tenía. Una vez que Nanase volvió a su tienda, mi mirada se dirigió de nuevo a mi tableta. Quería repasar rápidamente las puntuaciones de los diez primeros grupos y de los diez últimos y, a continuación, planificar la situación actual del examen teniendo en cuenta mi propia puntuación.

 

Las diez mejores clasificaciones

1er puesto: Grupo de segundo año Koenji - 168 puntos

2º Puesto: Grupo de tercer año Nagumo - 166 puntos

3er puesto: Grupo de tercer año Kiriyama - 150 puntos

4º Puesto: Grupo de tercer año Mizoe - 133 puntos

4º puesto: Grupo de tercer año Ochiai - 133 puntos

6º puesto: Grupo de segundo año Ryuuen - 128 Puntos

7º puesto: Grupo de segundo año Sakayanagi - 127 puntos

8º puesto: Grupo de primer año Takahashi - 115 puntos

9º puesto: Grupo de segundo año Kanzaki - 104 puntos

10º puesto: Grupo de tercer año Kuronaga - 101 puntos

 

 

Actualmente me encontraba en el puesto 49 de la general con 78 puntos. Había una diferencia total de 90 puntos entre Koenji y yo, que ocupaba el primer puesto.

Aunque parezca imposible que me recupere de la brecha entre nuestras puntuaciones, seguiría recibiendo 11 puntos por haber conseguido el primer puesto del Bono Madrugador. Y con cuatro oportunidades por día, me pondría al día sólo con quedar primero nueve veces seguidas. Por supuesto, esto también se daba siempre que Koenji no ganara ningún punto mientras tanto.

Si Koenji mantuviera su ritmo actual y siguiera acumulando puntos con diligencia, acabaría con una puntuación final de unos 350, por lo que si quisiera acortar la distancia, tendría que ganar cerca de 40 puntos al día durante el resto del examen. Si le pidieras eso a otro grupo, lo darían por imposible y se rendirían en el acto. Sin embargo, incluso un atípico como Koenji seguramente bajaría el ritmo durante la segunda mitad del examen.

—Pero el décimo puesto tiene 101 puntos, ¿eh?

Cuando se nos explicaron por primera vez las reglas de este examen de la isla deshabitada, pensé que los grupos habrían tenido puntuaciones ligeramente superiores a estas alturas. Sin embargo, por la situación actual de los diez primeros y el hecho de que yo estuviera actualmente en el puesto 49 de la clasificación general, parecía que el progreso general se había estancado un poco desde que el examen entró en la mitad del juego. Después de que la eficiencia general alcanzara su punto álgido en el segundo o tercer día, empezó a aparecer una persistente sensación de fatiga, y se produjo un notable aumento en el número de áreas designadas perdidas, penalizaciones y abstenciones en las tareas.

Al mismo tiempo, como los grupos pequeños también empezaban a fusionarse, el número total de grupos iba disminuyendo poco a poco. Esto era definitivamente algo que debía tener en cuenta también.

Para poder entrar con éxito en los rangos superiores, tendría que mostrar un crecimiento significativo durante la segunda mitad del examen. Y la clave para ello era la puntuación del décimo puesto, que actuaba como barrera entre el conocimiento público y el anonimato.

Para ello, me esforcé previamente en ascender silenciosa y pacientemente por los puestos inferiores durante esta primera mitad sin forzarme demasiado.

Mis esfuerzos habrían dado sus frutos también a partir de mañana, el octavo día, pero como el examen se ha suspendido hoy debido a la fuerte lluvia, debería esperar otro gran pico de actividad de todos los grupos durante los próximos dos días aproximadamente. Además, no cabe duda de que habrá grupos que quieran conservar su resistencia para los puntos dobles que se ofrecen el último día.

Este examen especial parecía completamente imposible de ganar para un grupo de un solo hombre. Sin embargo, había algo contradictorio en la relación entre las reglas del examen, el movimiento básico y las tareas.

Si se intentaba llegar a las áreas designadas lo más rápido posible, se corría el riesgo de perder las Tareas; por el contrario, si se concentraba la energía en llegar a las Tareas, lo más probable era que se perdieran las Bonificaciones de Madrugador. Esta era una verdad universal, independientemente de si formabas parte de un grupo grande o estabas solo.

En general, el examen se había construido y equilibrado de forma muy inteligente, desde el hecho de que la elegibilidad para las bonificaciones de Madrugador se basaba en el momento en que la última persona de un grupo pisaba el área designada, hasta el sistema establecido que obligaba a los grupos a aventurarse a los lugares de las Tareas sin saber siquiera si podrían participar.

No estaba claro cuándo dejaría de llover exactamente, y seguía preocupado por Nanase entre otras cosas, pero a partir de mañana comenzaría la segunda parte del examen, y yo iba a luchar con una estrategia totalmente nueva en la mano.

 


 

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6 comentarios:

  1. Amigo creo que lo tradujiste mal, ya que yo lo había leído antes pero quise leerlo aquí porque me gusta más como traduces tu

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  2. Y ya que faltaría la primera semana del examen, no lo digo por ofender ni nada, con suerte donde yo lo leí estaba mal era solo por si acaso

    Pd:adoro tu trabajo gracias

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  3. Ok fue mi error lo siento si está bien, no se como eliminar comentarios entonces si podrías para evitar confusión

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  4. Cada vez se pone más interesante todo esto.. pufff

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  5. Cuando sale el próximo capítulo ?cada vez se pone mejor

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  6. Al puesto 10 se lo van a follar brutalmente ��

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