CAMINO INEVITABLE
Lo dije una y otra vez, pero la clase se enfrenta a
múltiples problemas al mismo tiempo. No servirá de nada que los líderes de la
clase se limiten a ver cómo se amontonan todos y cada uno de esos problemas.
Quizá quería arreglar esos problemas por sí mismo. No era
algo malo, querer hacerlo todo uno mismo, pero carecer del poder para hacerlo
lo convertía en mero idealismo. También hay problemas que no se pueden manejar
solos, aunque se tuviera la capacidad de resolverlos. La necesidad del momento es
apoyarte en tus camaradas. Así, tienes la opción de coordinar y solucionar
todos los problemas a la vez.
Desde el fin de semana hasta este mismo momento, yo no
mostraba señales reales de ayudar. Tras leer las noticias del día en mi
teléfono, me levanté para salir de la clase, un poco después de los alumnos que
salían a divertirse justo después de las clases.
Como si estuviera esperando ese momento, él se apresuró a
alcanzarme.
Frustrado por no poder encontrar una solución a nuestros
problemas, no tardaría en ponerse en contacto conmigo, así lo esperaba.
―Oye, Kiyotaka-kun. ¿Puedes
hacer algo de tiempo esta tarde? Necesito tu consejo sobre algunas cosas.
Teniendo en cuenta sus alrededores, hizo su petición en voz
baja.
―Tengo planes con Kei esta
tarde. ¿Qué tal ahora mismo, te parece bien?
En realidad no tenía esos planes, pero mentía para
tantearle.
―Eso es...
Por supuesto que no podía aceptar. Las actividades del club
de Yousuke no le dejaban tiempo libre tan pronto después de la escuela. Al
acercarse el festival deportivo, los clubes también suspenderían todas las
actividades, así que este era el momento en el que él querría participar todo
lo posible.
―Es una broma. Hablaré con
Kei. Tendremos nuestra cita más tarde.
―Gr-gracias.
―Sólo para confirmar de nuevo,
¿necesitas mi consejo?
Era muy consciente de ello, pero volví a preguntar a
propósito. Yousuke no pensó nada y asintió.
―Sí. Creo que lo mejor es
actuar pronto.
―De todos modos, si te parece
bien mi habitación, la noche es tuya.
Alegre por la respuesta positiva, las mejillas de Yousuke
se relajaron y sonrió como un niño.
―Si es posible, ¿podrías
pedirle a Karuizawa-san que asista también? Sería de gran ayuda.
―¿También Kei? Por supuesto,
ella estaría encantada de asistir, pero ¿no estorbará?
―Hay bastantes problemas que
tenemos que resolver, así que me gustaría que ella también nos ayudara.
La presencia de Kei supuso una gran diferencia, ya que
tenía una red de información sobre las chicas. No tuve que preguntarle a
Yousuke para saber que quería información sobre Kushida, Shinohara, Haruka y el
resto.
―Entonces... ¿qué tal a las
7:30?
―Eso estará bien. Estaré allí
puntualmente.
Con los ojos entrecerrados de felicidad, Yousuke se dirigió
rápidamente a las actividades de su club.
Él prestaría inmediatamente su ayuda a cualquiera que lo
necesitara.
―Problema de clase nº 2, en
efecto.
Bueno, esto era, en cierto modo, inevitable. Desde que
estuve ayudando a Yousuke cuando estaba en problemas hasta ahora, era
inevitable que resultara así. No sería fácil derribar lo que yo mismo construí,
pero tenía que hacerlo.
Pues bien. Empezaré pidiendo a Kei que venga a mi
habitación a las 19:30.
PARTE 1
Eran las 17:30. Llegué a casa y estaba esperando a que
llegara Yousuke, cuando recibí una notificación en mi teléfono.
[¿Puedo ir a pasar el rato ahora mismo?]
Kei, mi novia, me había enviado un mensaje con una bonita
pegatina de un gato. Habíamos quedado con Yousuke a las 19:30, así que había
llegado muy temprano.
Y ya que estamos, ¿vamos a cenar juntos? añadió antes de
que pudiera responder.
Parecía que lo que realmente quería era cenar juntos. Le
respondí brevemente:
[Me apunto.]
"Ahora bien, tendré que preparar algo".
Podía servir las sobras de ayer, pero ¿qué tal algo que le
gustara a Kei y que pudiera preparar rápidamente...?
Abrí el refrigerador, miré dentro y estaba pensando en ello
cuando sonó el timbre de la puerta. Abrí la puerta principal y me encontré con
Kei sonriendo. Aunque me sorprendió un poco, no me asusté y la dejé entrar
despreocupadamente. Ya no necesitaba tener cuidado sobre cuándo dejarla entrar
en mi habitación ahora que nuestra relación estaba al descubierto.
―Fuiste muy rápida.
Los movimientos de Kei al quitarse los zapatos y entrar en
mi habitación se habían vuelto muy familiares.
―Eso es porque te envié un
mensaje justo antes de subir al ascensor~.
Por lo visto, ella iba a venir de todas formas, siendo mi presencia
u otros planes algo secundario. Dejé de cocinar por el momento y me senté con
ella en el suelo junto a la mesa.
―Quizá sea porque últimamente
siempre estoy en tu habitación, Kiyotaka, pero me estoy acostumbrando, como si
fuera mi propia habitación.
―Me alegra oírlo. Por otro
lado, nunca me has invitado a tu habitación, Kei.
―¿E-ehh? Es un poco embarazoso
y... bueno, ¡quizá algún día si me apetece!
No me dio un sí directo, pero cuando se trataba de la
habitación de una chica, estaba seguro de que se daban muchas circunstancias.
Intentaré no acosarla demasiado.
―Ahora que lo pienso, ¿qué
dice la gente que te rodea sobre nuestra relación?
―¿Las chicas?
Sorprendentemente, lo están aceptando sin problemas, supongo. O como... no
importa.
Intentó decir algo y se confundió. Tenía un poco de
curiosidad, así que traté de profundizar.
―¿Qué es?
―Bueno, ¿sabes? Es que, por
ahora, todo el mundo está pendiente del nombre de Hirata Yousuke. Hay bastantes
chicas que dicen que es un desperdicio.
Ya veo. Significaba que no entendían por qué fue y se
cambió a un tipo sin nombre como yo. Ciertamente, no era sorprendente que me
compararan con Yousuke y que hablaran abiertamente de cosas así.
―En cierto modo, yo también
estoy recibiendo golpes por ello. Aunque se supone que rompí con Yousuke-kun,
la gente se pregunta si, en realidad, él me dejó.
Si el chico con quien te cambiaste es desconocido, entonces
era natural que la gente sospechara eso.
―Pero eso es sólo para
algunos. Estos días, tu reputación también ha subido expotencialmente.
―Quieres decir
exponencialmente. ¿Qué clase de error es ese?
Era tan básico que sospeché que podría haber sido
deliberado. Kei se rio con una amplia sonrisa en la cara.
―Hasta yo sé esooooo.
―Tu tutor es excelente.
―Siempre estoy agradecida,
sensei. Gracias a tus clases particulares secretas, mis notas están subiendo.
Kei había ido mejorando poco a poco su nivel académico, y a
principios de septiembre, su rango de habilidad académica en la OAA subió a C
con una puntuación de 48. Eso significaba que por fin había adquirido tantos
conocimientos como un estudiante promedio. Después de unos minutos de charla,
me levanté y me dirigí al refrigerador.
―Estoy pensando en hacer
omurice, ¿lo comerás?
Pregunté sin mirar atrás y Kei inmediatamente gritó de
alegría.
―¡Me lo comeré, me lo comeré!
Me gustaría que el ketchup fuera un poco más espeso, por favor, chef.
No era la primera vez que invitaba a Kei una comida casera
como ésta. Desde que empezamos a salir, de vez en cuando tenía la oportunidad de
servirle una comida en mi habitación.
Hasta ahora, la propia Kei casi nunca había dado muestras
de cocinar, pero no me importaba especialmente. Estaba bien que el que quisiera
cocinar lo hiciera. No importa si eres un hombre o una mujer, el género es irrelevante.
A mí no me disgustaba cocinar, y Kei se lo comía con gusto. A Kei le gusta
hablar, y anima el lugar haciéndome conversar hábilmente, a pesar de que yo no
soy un buen conversador. Supongo que somos de los que tienen un buen equilibrio
y se apoyan mutuamente.
Saqué del refrigerador huevos, ketchup, pollo y
mantequilla. Después de tomar un poco de aceite para ensaladas de la
estantería, estaba todo listo. Saqué un poco de arroz congelado y lo dejé
descongelando en el microondas. Mientras tanto, preparé las cebollas. La verdad
es que quería incluir algunas zanahorias en la guarnición, pero
desgraciadamente no tenía ninguna guardada. Justo cuando puse las cebollas en
la tabla de cortar y tomé mi cuchillo, sentí una presencia detrás de mí. Kei se
había acercado a mí y se había acurrucado contra mi espalda.
―¿Qué estás haciendo?
Como era ligeramente peligroso, dejé lo que estaba haciendo
y pregunté sin moverme.
―Sólo observando ―Kei
contestó, pero con el lado de su cara pegado a mi espalda, no debería ser capaz
de ver lo que estaba pasando―. Está bien que me ignores. Me quedaré quieta.
―Ya veo, entiendo.
Hice lo que me dijo y la ignoré por el momento. Continuando
con mi trabajo, corté la cebolla en cuadrados de unos 5mm cada uno en la tabla
de cortar. Todo el tiempo que estuve haciendo eso, Kei se pegó a mi espalda y
no me soltó. Entonces dejé el cuchillo y alcancé un tazón para romper un huevo,
pero, en ese momento, Kei puso sus manos alrededor de mi cintura y me abrazó.
―¿Qué estás haciendo ahora?
―¿Hmmm...? Sólo observando.
―Sin embargo, no veo cómo
estás 'sólo observando'. En todo caso, esto es un sabotaje.
No llegué a darle una advertencia, pero le pregunté por el
ligero descenso en la eficiencia del trabajo. Sin embargo, no mostró ninguna
señal de preocupación.
―Ahh, estoy muy contenta. ¿Hay
algo más que pueda hacerme tan feliz? ―murmuró brevemente, y los brazos que me
abrazaban se apretaron aún más. Parecía bastante satisfecha.
―Es una felicidad muy barata.
¿No hay fuentes de felicidad más increíbles por ahí? ¿Como comprar algo que
quieres o ver algo que estabas esperando en la televisión?
―Ese tipo de cosas no me
harían ni de lejos tan feliz.
―Estaba hablando por hablar,
pero en realidad hay algo, ¿no?
―No, no hay nada. Incluso si
lo hubiera, no lo necesito. Esta felicidad que tengo ahora es más que
suficiente.
Si ella estaba satisfecha con esto, no tenía nada más que
decir por mi parte.
―¿Puedo empezar a cocinar de
nuevo?
Naturalmente, continuar en esta posición sería muy
inconveniente.
―¿Eh~? ¿Qué debo hacer~?
Ella me miró de reojo y sonrió mientras movía los ojos.
―Me gustaría tener algún tipo
de recompensa por comportarme.
―Hay algo de chocolate en el
refrigerador.
―Respuesta equivocada. No me
refiero a eso, pero... nos hemos desubicado en algún punto, ¿no? Bueno, eso es
muy tuyo, Kiyotaka. Entonces, esperaré tranquilamente~
Kei se fue y se sentó en la cama como si estuviera
satisfecha de sí misma. Ahora parecía que podía concentrarme en hacer el
omurice durante un rato. Kei esperó a que terminara de cocinar mientras
alternaba entre mirar su teléfono y la televisión. Los dos nos sentamos
alrededor de la mesa y terminamos de cenar un poco antes de lo habitual.
―Ah, por cierto, se trata de
Shinohara-san, pero... ―No abordé el tema específicamente ni nada por el
estilo, pero Kei lo dijo y continuó―: Yo también tuve la culpa, pero supongo
que el hecho de que la expusieran le afectó bastante: ni siquiera me habla.
―Es natural.
El hecho de que alguien se vea bien o mal varía según los gustos
y el sentido del estilo de cada persona, pero, los que generalmente se
consideran superiores hacen comentarios condescendientes sobre los que
consideran inferiores. Eso en sí no es algo raro y se puede ver en cualquier
sitio. Más bien, suelen decir simplemente lo que piensan, sin tener ningún tipo
de malicia detrás.
―¿Tú y las demás odian a
Shinohara?
―No la odio ni mucho menos.
Shinohara-san es una chica divertida, es conocida por alegrar el ambiente.
―Ya veo. Y por eso sólo te
divertías inconscientemente a costa de su relación con Ike.
―Supongo. Nos reíamos mientras
hablábamos de cosas que le habrían hecho daño si se hubiera enterado ―Murmuró
arrepentida, como si reflexionara sobre sus actos―. ¿Me odiarás por decir cosas
malas sobre ella de esa manera?
―La gente habla mal de otras
personas. No pretendo negar eso en sí mismo. Aunque puede haber diferencias en
cuanto a la cantidad, sería difícil encontrar a alguien que no hable mal de los
demás por completo.
Odiar a un alumno mayor de tu club porque es demasiado
prepotente, u odiar a tu profesor por ser demasiado egoísta. Está bien tener
una o dos quejas así. Hay un lado excesivo en asuntos como burlarse de la
apariencia de alguien o señalar cuestiones relacionadas con su capacidad
académica, pero, desde luego, no es extraño que, como seres humanos, hablemos
de esas cosas.
―Pero básicamente, lo que hay
que evitar es que el objetivo te oiga hablar mal de él.
―No es cierto.
―Debió ser un shock que se
filtrara por esa Kushida, la excepción entre las excepciones. Decírselo a
alguien siempre conlleva un riesgo.
Naturalmente, Shinohara se sintió muy dolida por las
conversaciones en las que se criticaba su aspecto que filtró Kushida. Eso no
fue todo. Los amigos de Shinohara que no tenían una mala impresión de ella, su
novio Ike, así como los amigos de éste; todos ellos pensarían naturalmente mal
de Kei y los demás. La próxima vez, Shinohara y los demás podrían darle la
vuelta y hablar abiertamente mal de Kei, Matsushita, Mori y el resto. Una vez
que se inicie el círculo vicioso, se requerirá un esfuerzo considerable para
ponerle fin.
―¿Y? No te limitas a sentirte
mal, ¿verdad? ¿Has hecho algo al respecto?
Matsushita ya me había dado una breve explicación, pero
tenía que escucharla también de Kei.
―Intenté hablarlo, sobre todos
los malentendidos... no, sobre cómo la herí, pero es como si estuviera
inabordable ahora mismo.
―Inaccesible, quieres decir.
―Eso, sí eso... eso fue a
propósito, ¿sí?
Esta vez sí que se equivocó.
Parecía que Kei y las demás habían intentado al menos
reparar su relación rota con Shinohara, a su manera.
―Así que, ya sabes... ¿qué
crees que debería hacer para que podamos reconciliarnos?
―¿Me lo preguntas a mí?
―¿No es obvio? Si eres tú,
Kiyotaka, estoy segura de que se te ocurrirá un plan inteligente.
Kei también tenía el mismo problema que Yousuke, pero no
parecía que ella hubiera encontrado ninguna apertura hasta ahora.
―Todavía estoy pensando en eso
ahora. Dame un poco más de tiempo.
Se lo dije y dejé de responder a la pregunta por el momento.
―Oye, es un tema completamente
diferente, pero ¿puedo preguntarte algo un poco raro? ―Seguí escuchando sin
detenerla, así que me miró con cara de curiosidad y preguntó―: ¿Sabes que
decidiste expulsar a Sakura por su OAA en el examen especial? Si...
Cuando nuestras miradas se encontraron, Kei se atragantó
con sus palabras.
―En realidad, está bien. No es
nada.
―¿Tienes curiosidad por saber
qué habría hecho si tuvieras la puntuación más baja en el OAA?
Sus ojos se abrieron de par en par al ser leídos con tanta
facilidad.
―Lo dije en aquella ocasión
con Ike; aunque tuvieras puntuaciones similares, la diferencia entre el número
de amigos que tienes sería abrumadora. No te expulsaría.
―Entonces, ¿si no tuviera
ningún amigo? ¿Si mi estatus entre las chicas fuera bajo?
Los pensamientos que la habían estado angustiando salieron
de ella en rápida sucesión.
―Ese argumento no tiene
sentido. En esa hipótesis, Karuizawa Kei sería una persona completamente
diferente. Si ese fuera el caso, tú y yo no habríamos desarrollado nuestra
relación hasta lo que tenemos ahora.
―...Eso es... sí. Puede que
sea cierto, pero... si yo fuera ese yo completamente diferente, y no estuviera
saliendo contigo, Kiyotaka, ¿me habrían expulsado?
Aunque ella entendía que era un argumento sin sentido, no
pudo evitar preguntar.
―Si tus habilidades fueran
como acabas de decir, entonces supongo que lo habrías sido expulsada.
―Ugh...
―No es que no entienda por qué
te sentirías herida, pero esa persona no eres tú. Realmente es una persona
diferente. Fuiste intimidada y herida, y estableciste tu posición entre las
chicas para revertir la situación una vez que te convertiste en una estudiante
de preparatoria. Utilizaste a Yousuke, y me conociste y saliste conmigo. Esa es
Karuizawa Kei, ¿verdad?
Cuando llegué tan lejos con mi respuesta, Kei hizo un mohín
de evidente insatisfacción.
―"Habría protegido
cualquier versión de ti". Esa es la respuesta correcta, ¿ok?
―...Ya veo.
Aunque no fuera ella, quería que declarara que protegería a
Karuizawa Kei. Aprendí la lección de que, cuando se trataba de cosas así, no
había necesidad de lógica.
Se tumbó en mi regazo y le acaricié la cabeza, tratando de
ponerla de buen humor. Después de disfrutar unos minutos acurrucada en mi
regazo como una gata, empezó a hablar sin cambiar de posición.
―Oye Kiyotaka. No me importa
que hayas eliminado a Sakura-san. Porque nunca te equivocas. Pero, ¿fue
realmente la decisión correcta de Horikita-san mantener a Kushida-san? Ella
sólo estorbará, ¿verdad?
Kushida Kikyou, la responsable de crear las grietas en la
clase. Kei consideraba que las desventajas de no expulsarla eran importantes.
No era raro ni nada, era la reacción natural.
Cualquiera tendría dudas. Incluso si las tuvieran, no les
resultaría fácil hablar cuando estuvieran presionados por el tiempo. Y entonces
pensarían que estaba bien mientras pudieran salvarse en última instancia.
Probablemente, el calor comenzó a disminuir durante los dos días de descanso
después del examen. Algunos se preguntarían si realmente era algo bueno, y
otros se sentirían aliviados por no haber sido expulsados. Y algunos estarían
aterrorizados preguntándose si podrían ser los siguientes.
―¿Sabes qué tiene Kushida que
no tenga Airi?
―¿Eh? Estudiar y hacer
deporte, ¿no? Kushida es bastante sorprendente. Es bastante buena en todo.
―Eso es cierto cuando se trata
de las razones superficiales. Pero lo más importante no es eso.
―...¿Qué quieres decir?
―Es la posibilidad de que ella
se convierta en una pieza importante para despertar a Horikita Suzune como
líder. Podría convertirse en algo para Horikita que ni tú ni Yousuke podrían;
alguien a quien pudiera llamar compañera.
―¿Kushida-san va a...?
―La propia Horikita
seguramente no lo ha entendido del todo todavía. Sólo confió en sus instintos
en una situación de apuro en la que no tenía tiempo de sobra.
―Eso es lo que tiene
Kushida-san que no tiene Sakura-san...
―Una perspectiva que sólo
Kushida tiene. Pensamientos que sólo Kushida tiene. Declaraciones que sólo
Kushida puede hacer. Esas son cosas que ella puede hacer independientemente de
su popularidad. Y esas apoyarán a Horikita.
Aunque Kei lo había aceptado hasta cierto punto, no estaba
del todo convencida. ¿Era también una reacción natural? Era un futuro incierto.
Era sólo una teoría vacía, basada en la suposición de que Horikita tenía razón
al tomar esa decisión.
―Ella es plenamente consciente
de que Haruka y los que estaban involucrados están resentidos con ella. Pero
sus resultados no se verán en uno o dos días. Todo lo que podemos hacer es observar
atentamente.
―¿Pero no está Hasebe-san más
resentida contigo, Kiyotaka?
―Así es.
La dificultad de alcanzar la unanimidad en aquella
situación en la que el tiempo estaba a punto de agotarse. No importa cuántos
otros sugiriera Horikita, habría sido casi imposible llegar a un consenso. Y el
golpe a nuestros puntos de clase habría sido inaceptable. Siendo ese el caso,
no había otra opción que tomar medidas.
―Si ella pudiera hablar de
resultados, conclusiones y respuestas, entonces sería fácil. Pero la realidad
es que ella no puede hacer eso.
―¿Te refieres a Horikita-san?
―Supongamos que hay un
obstáculo frente a ti que está a una altura en la que no estás segura de si
serás capaz de superarlo con éxito o no. Si lo desafías y fallas, puede que te
caigas sin ser capaz de saltarlo, o puede que te hagas tan sólo un rasguño en
la pierna y lo superes. O tal vez, si tienes muy mala suerte, podrías incluso
romperte un hueso.
Planteé un escenario imaginario en el que un obstáculo que
apenas podías superar utilizando exactamente toda tu fuerza te impedía avanzar.
―¿Qué crees que deberías hacer
para asegurarte de superar ese obstáculo?
―¿Eh...? U-umm... ¿hacer un
montón de prácticas antes de intentar saltarlo?
―¿Y si no puedes practicar?
―Eso es... tendrías que ir simplemente
por ello, ¿no? Como, esa es la única manera...
―Es lo mismo que eso. Horikita
no podía dejar de correr una vez que había empezado y trataba de saltar el
obstáculo que tenía delante.
―En resumen, ¿dices que
Horikita falló el reto y se cayó?
―No, es más bien que saltó y
su pierna se golpeó contra el obstáculo. ¿Qué tan grave fue su lesión y si se
cayó así? ¿Está bien ella misma o está gravemente herida? Eso aún está por
determinarse.
Era fácil evitar ese obstáculo. Habría sido mejor no saltar
y dar un pequeño rodeo. Pero eso fue también lo que me hizo querer seguir
observándola. Una vez más me encontré preguntándome sobre cosas que nunca
imaginé cuando había empezado en esta escuela.
―Así que es así. Pero sí,
realmente no puedo aceptar la decisión de Horikita-san. Ella también rompió su
promesa. Además, incluso llegó a decir que protegería a Kushida-san.
Ciertamente, había un aspecto de intimidación en ello, pero
también era un hecho que, hasta ahora, la clase de Horikita se había convertido
en algo demasiado vago. Con las olas que se produjeron por esa decisión, todos
sabían que su seguridad personal no estaba garantizada. Por supuesto, su
confianza en Horikita se habría visto afectada, pero eso era algo que podría
recuperar en los exámenes especiales que se avecinaban. Aunque eso estaba
condicionado a que siguieran adelante con su objetivo de llegar a la clase A.
Mientras hablábamos de esto y lo otro, el reloj marcó las 7
de la tarde. Recogí los platos en los que habíamos comido y fui a la cocina a lavarlos
mientras podía.
―Oye, oye, ven aquí y charla
conmigo~
―Más tarde. Voy a lavar los
platos.
―¿Eh? Pero, ¡serán las 7:30
cuando termines!
Comenzaremos nuestras discusiones cuando llegue Yousuke,
así que ella exclamó insatisfecha. La ignoré y me puse a lavar los platos.
Estuvo callada durante un rato, pero, incapaz de mantenerse quieta durante
mucho tiempo, pronto empezó a exigirme de nuevo.
―Vamos, vamos, ven aquí, no
seas tímido. ¿Sí? ¿'kay?
Mientras decía eso, dio tres o cuatro palmadas en la cama.
―Supongo que no tengo otra
opción───
Quería al menos terminar con las ollas antes de que llegara
Yousuke, pero me rendí. Me senté en el lugar que Kei palmeaba. Contenta, me
pinchó la mejilla derecha una y otra vez.
―Tu mejilla sí que es suave
para un chico~. ¿Te la estás cuidando?
―Sólo loción.
Por la cantidad de estrés a la que estaba sometida mi piel
adolescente, pensé que cualquier otro cuidado sería fundamentalmente inútil.
―Hmmm...
Ella no se lo creyó, pero, al mismo tiempo, no pareció
importarle mucho y siguió pinchando como si sólo quisiera tocarme. La agarré de
la mano, la atraje hacia mí y le robé un beso. Pensé que se sorprendería, pero
se sonrojó y sonrió como si lo hubiera esperado.
―He estado esperando esto
desde que llegué a la habitación hoy.
―Ya veo.
Tenía que admitir que todavía no podía leerla cuando se
trataba de cosas como ésta. Después de eso, nos besamos sin palabras una y otra
vez, nuestros cuerpos cerca. Sus besos sabían a omurice. Fue una experiencia
extraña.
―Te amo...
Kei se acurrucó contra mí, y yo la abracé con suavidad,
mientras un tranquilo silencio se apoderaba de nosotros. Más que incómodo, era
reconfortante. Durante un rato, nos abrazamos con fuerza.
Nuestra tranquilidad se vio interrumpida por el sonido del
timbre de la puerta. Al volver a la realidad de repente, Kei se asustó y se
alejó de mí, inesperadamente avergonzada. No tenía por qué apresurarse -la
puerta estaba cerrada con llave-, pero bueno... entiendo por qué lo hizo.
Esperé un poco a que Kei se calmara, y luego los dos juntos
recibimos a Yousuke. Había llegado a mi habitación todavía con su uniforme.
―Fui al centro comercial
Keyaki con mis mayores después de nuestras actividades del club, ya ven.
Aclaró al notar que yo miraba su uniforme.
―Bienvenido, siéntete como en
casa~
Al ver que Kei se comportaba como si esta fuera su propia
habitación, Yousuke sonrió felizmente. Desde que llegamos a esta escuela, había
estado pendiente de Kei más que de nadie, y debía ser por eso que se alegraba
de verla tan genuina y alegre.
―Gracias por recibirme.
Siempre cortés, se arregló los zapatos antes de entrar, y,
después de tomar asiento, le llevé un poco de té.
―Gracias.
―Entonces, ¿para qué querías
mi consejo?
No tenía sentido retenerlo mucho tiempo, así que le
facilité el comienzo. Aunque ya había predicho todo lo que iba a hablar.
―Sí, es sobre la clase. Tal y
como estamos ahora, entrar en el Festival Deportivo será peligroso. Estoy
seguro de que Karuizawa-san también lo entiende. Creo que a las chicas les
resultará especialmente difícil trabajar juntas.
Yousuke se giró hacia Kei, ya que ella estaría más al tanto
de los detalles.
―Estaba hablando con Kiyotaka
sobre Shinohara-san. Sinceramente, ahora mismo ni siquiera estoy pensando en la
competición.
En cambio, ella estaba tratando de arreglar su amistad con
Shinohara.
―Me preguntaba si tenías
alguna buena idea al respecto. Quiero tu ayuda, Kiyotaka-kun.
Kei, que también acababa de pedirme ayuda en una línea
similar, se dirigió a mí también. Siendo así, yo también debería hablar con
libertad.
―Yousuke, ¿has hablado con
alguien más sobre esto antes que conmigo?
―¿Eh? No... es la primera vez.
Si intentara hablar sin ninguna preparación, y se corriera la voz de que estoy
intentando arreglar las cosas, me parece que no saldrá bien.
La mayoría de las personas estarían contentas si sintieran
que sólo quiere ayudarlas, pero, por otro lado, si supieran que está tratando
de unir a la gente de nuevo, sólo les haría desconfiar de él. Incluso podrían
sospechar que tiene un motivo oculto para sus amables palabras.
―Tú también, ¿eh?
―Estaba pensando que, después
de todo, tal vez quiera instrucciones.
―Entonces, de cara al futuro,
quiero que lleves estas conversaciones no a mí, sino a Horikita, la líder de la
clase.
―Pero creo que Horikita-san
tiene las manos llenas con lo que está pasando con Kushida-san. Ahora mismo,
ella ayudando con los problemas de nuestros otros compañeros de clase─
―Entonces, si yo me ocupara de
Kushida, ¿ustedes irían a ver a Horikita?
―Eso... es lo que me pregunto.
Quizá seguiría hablando contigo, Kiyotaka-kun.
Después de imaginar mi hipótesis, Yousuke admitió
honestamente que sí.
―Horikita-san está haciendo un
gran trabajo, pero Kiyotaka-kun sería capaz de ver el panorama general y tomar
la decisión correcta. Eso es lo que yo pensaba.
―Yo también, ¿sabes? Como que,
si te lo dejara a ti, se te ocurriría la respuesta perfecta.
―Creo que también te lo dije
en el último examen especial. No podrás confiar en mí para siempre. Incluso si
no estás seguro, deberías llevar estas conversaciones a Horikita primero. Si no
sigues ese proceso, estaría mal".
―Pero──
―Será una carga para ella. No
estoy seguro de que ella llegue a una solución. Así que no puedo confiar en
ella, no confiaré en ella. Si haces eso, ¿crees que Horikita llegará a ser una
verdadera líder? ¿Y si fuera un líder como Ryuuen, Sakayanagi o Ichinose?
Aunque ya lo estés manejando, si tuvieras alguna preocupación, ¿no se la llevarías
a ellos primero?
Lo importante era confiar en ella, apoyarse en ella.
Horikita y la clase están llegando a un punto en el que crecen a través de
repetidos éxitos y fracasos.
―Incluso un fracaso es una
oportunidad de aprendizaje. Todo el mundo empieza con 1 + 1. Por supuesto,
Horikita ya ha superado con creces esa etapa, pero aún le falta mucha
experiencia.
Antes de seguir adelante con una solución, no debe saltarse
el proceso de deliberación y búsqueda.
―Preferiría que vinieras a mí
con esto sólo después de que ella te diga que tiene las manos llenas con
Kushida.
―... Lo entiendo. Entiendo lo
que quieres decir, Kiyotaka-kun.
Él me escuchó sinceramente, asintió varias veces y procesó
internamente el significado de mis palabras.
―Entiendo que es importante
aprender del fracaso, pero no se trata de las notas de un examen. No creo que
esta situación sea una en la que un mal resultado sólo signifique que hay que
esforzarse más la próxima vez. Es una cuestión crítica que tiene que ver con el
estado mental de nuestra clase. Si las grietas en nuestras relaciones se abren
por una decisión inmadura... no hay vuelta atrás.
Muy propio de él. No parecía haber acudido a mí sólo para
obtener una respuesta fácil.
―Es una buena decisión. ¿Pero
no es tu razonamiento un poco ingenuo? Tienes razón en que hay grietas en las
relaciones entre nuestros compañeros. Y ciertamente es posible que los roces
entre amigos, las peleas o las murmuraciones lleven a problemas que no se
pueden arreglar.
Si se pasa de hablar mal a acosar directamente e ignorar o
acosar al otro, sería el peor de los casos. Pero, sería el peor caso posible.
―Kei. ¿Está tu disputa con
Shinohara en una etapa tan peligrosa?
―Hmm... Es decir, todavía
estamos peleando. Yo soy la culpable, así que no tengo ganas de regañarla. Y no
estoy siendo mala con ella ni nada. Ni siquiera hay muchas otras chicas a las
que no les guste Shinohara, creo.
Al tomarse esto demasiado en serio, se estaban alterando
innecesariamente por ello. Así lo veía yo.
―Además, no ibas a dejar que Horikita
lo resolviera sola, ¿verdad?
―Por supuesto que no. Voy a
hacer todo lo que pueda ―respondió Yousuke.
―Eso está bien. Si los dos
manejan esto bien con Horikita a la cabeza, creo que podrán superar la mayoría
de los problemas.
Pero no creía que sólo esas palabras los tranquilizaran del
todo. Permítanme añadir una cosa muy importante.
―Por supuesto, habrá cosas que
no podrán arreglar aunque trabajen con ella. Los ayudaré con ellas.
Creía que serían capaces de actuar sin vacilar si su plan
de apoyo era perfecto. Ambos parecían convencidos, pero Yousuke aún tenía algo
en mente, por lo que su rostro seguía nublado.
Después de eso,
intercambiamos información durante un rato, y a eso de las 8 de la noche, les
sugerí que volvieran a casa.
―Umm... si te parece bien,
¿podemos hablar? ¿Sólo nosotros dos?
Aventuró justo cuando estaba a punto de irse, como si no
fuera a dejar las cosas como estaban.
―¡Está bien! Entonces, yo
volveré primero.
Yousuke aún tenía cosas de las que quería hablar, así que
Kei le dio esa respuesta y se fue rápidamente. Tras cerrar la puerta, Yousuke
se volteó de nuevo hacia mí.
―Kiyotaka-kun. Mañana iré a
ver a Horikita-san. Pero, a partir de ahora, ¿tienes en mente una forma clara
de resolver esto?
―Sinceramente, no tengo
ninguna idea para una solución inmediata para Haruka y Kushida. Espero que
ustedes discutan y me muestren un buen camino.
―Entonces... ¿no es el caso de
Mii-chan?
―En cierto modo. Llevará algo
de tiempo, pero es posible. Si tienes prisa, hay un método burdo pero contundente.
―¿"Burdo"? Si es
algo que puedo hacer, creo que debería intentarlo.
La reacción de Yousuke y su actitud no cambiaron ni
siquiera cuando se trataba de una chica a quien le gustaba.
―Te digo que es burdo. No lo
recomendaría.
―¿Qué es?
―Bueno, deberías encontrarte
con Mii-chan y aceptar sus sentimientos, Yousuke.
La reacción de Yousuke demostró que ni siquiera lo había
considerado.
―En realidad, tú también me
gustas, Mii-chan. Por favor, sal conmigo'. Si consigues que esa conversación se
produzca, ella volverá a la escuela mañana.
Estaba ligeramente reticente a decirle eso, pero era más o
menos lo que tenía en mente ahora mismo.
―Si no fueras tú, Yousuke, ni
siquiera hablaría de un método tan absurdo. Pero, tienes experiencia en estar
en una relación falsa, cuando Kei te lo pidió. Así que pensé que podría ser
posible.
―Desde luego ―murmuró Yousuke,
pero su expresión seguía sin aclararse―. Karuizawa y yo aceptamos salir como
fachada porque ninguno de los dos tenía sentimientos románticos por el otro.
Pretender aceptar los sentimientos de Mii-chan y salir con ella no es lo mismo.
Ella sólo terminará profundamente herida después.
―No quiero recomendar esta
opción, pero está mal. No sé cuándo exactamente Mii-chan se enamoró de ti, pero
no puedes negar que muchos estudiantes lo hicieron poco después de que tú
entraras en la escuela. Así que el precio de que protejas a Kei del acoso
escolar saliendo con ella es que, muy posiblemente, haya chicas a las que
indirectamente hayas rechazado y, por tanto, perjudicado por esa mentira.
―Eso es───
Si Kei y Yousuke hubieran salido realmente, estaría
justificado. Pero no era el caso, y por eso, aunque la situación sea diferente,
lo que hará será muy parecido.
―Si ahora mismo Mii-chan te
abrazara llorando y te dijera que no volvería a ir a la escuela si no sales con
ella, ¿qué harías? ¿La rechazarías diciendo que no puedes fingir?
Yousuke se quedó sin palabras. Después de todo, era muy
probable que él no hiciera eso.
―Si no puedes rechazarla,
tendrías dos opciones. Podrías decirle que no te gusta pero seguir saliendo con
ella, o podrías mentirle diciendo que sí te gusta y salir con ella.
Y si, mientras salían, el verdadero amor brotaba en Hirata,
podría llevar al mejor final posible.
―No me parece bien... No creo
que deba hacer eso.
Entendía lo que decía, pero sus emociones se interponían en
su camino.
―Al fin y al cabo, es un
método contundente. Puede que lleve algún tiempo, pero en este momento sólo
estamos sentando las bases.
―Lo entiendo. ...Dejando eso
de lado, eres realmente fuerte, Kiyotaka-kun. Es como si no te pesara ni un
poco expulsar a Sakura-san.
No pude percibir ninguna pena o enfado en su tranquila voz.
―Todavía recuerdo... cómo se
sentían mis manos en ese momento ―Estiró los brazos y se miró las palmas―.
Nunca podré olvidarlo. Cómo se sintieron las yemas de mis dedos cuando pulsé el
botón de Apoyo en la tableta.
Yousuke tenía que trabajar duro para sus compañeros día y
noche, así que no podía mostrar ninguna debilidad. Sin embargo, estaba
sufriendo, sintiéndose tan responsable de la expulsión de Airi como yo.
―Sé lo que sentiste en ese
momento, Yousuke. Sabía que no estabas de acuerdo con expulsar a Airi, ya que
ella no había hecho ningún daño en ese examen. Pero aun así nos acompañaste. Al
final, podrías haber dicho que no lo aceptabas, pero te abstuviste de hacerlo.
Era una situación sin sentido. Si se les hubiera llamado la
atención y se les hubiera hecho enfrentarse a ella, nuestros compañeros habrían
recuperado la compostura. Si ampliaban su perspectiva, que se había reducido
por la presión de que se les acabara el tiempo, era probable que alcanzar la
unanimidad hubiera sido imposible.
―Lo más importante... es que
nuestra clase llegue a la clase A... Me convencí con eso.
Su cerebro lo entendió, pero no pudo estar de acuerdo.
―Hasebe-san, Kushida-san y
Mii-chan están ausentes de la escuela. ¿Cuánto tiempo seguirá así? Nuestros
compañeros de clase están aterrorizados por la nueva realidad, que podrían
bajar por su falta de habilidad. La clase que era alegre hasta la semana pasada
está volviendo a ser tranquila, como si todo fuera una mentira.
Él intentaba resolver estos problemas, pero sufría,
haciéndose las mismas preguntas una y otra vez.
―Entiendo muy bien que no
estés de acuerdo con la elección que hicimos Horikita y yo. Pero, no tienes más
remedio que aceptarla. Sólo tienes que pensar y reflexionar sobre la fuerza de
esta clase. Y es por eso que Horikita necesita toda la ayuda posible. Pudo
haber elegido el camino correcto o el equivocado, o incluso un camino incierto.
No era como si Yousuke fuera a ser capaz de digerir todo
internamente con sólo decírselo una vez.
―Yo, me pregunto... ¿habría
sido mejor elegir dejar que el tiempo se agotara...?".
Los hombros de Yousuke temblaron. Ya no podía contenerse.
Nunca querría ni siquiera considerar la idea de sacrificar a alguien. Y el
hecho de que fuera capaz de tomar la decisión correcta en esa situación era una
señal definitiva de su crecimiento.
―... ¿Me he vuelto más fuerte,
o se ha roto mi sentido del yo? Tengo miedo... No sé qué elección tomaré si
vuelve a ocurrir algo así.
Agachó la cabeza para que no pudiera verle la cara, pero
luego se frotó los ojos con las mangas y volvió a levantarla.
―Lo siento, Kiyotaka-kun
-puede que seas el que más sufre, pero te digo cosas tan débiles.
―No pasa nada. Nos ayudaste a
Horikita y a mí muchas veces durante el Examen Especial. Puedo decir que nos
esperan batallas más duras. Quiero que te quedes como estás y sigas ayudando a
la clase.
Yousuke asintió. La herida de su corazón quizás no estaba
completamente curada, pero aún así sonrió ligeramente. De pie en la entrada,
Yousuke extendió la mano hacia la puerta, pero se detuvo a mitad de camino.
―... Gracias por todo lo de
hoy.
―¿Estás resentido conmigo por
expulsar a Airi?
A diferencia de otros estudiantes, Yousuke no lo dejaba
traslucir, pero no sería extraño que lo hiciera.
―... Sólo por eso, sí. Pero
creo en ti.
Aunque esos eran sus propios pensamientos puestos en
palabras, no parecía estar de acuerdo con ellos, así que añadió:
―... No. Quiero creer en ti.
Si se tratara de una fe ciega o algo así, consideraría que
el punto de vista de Yousuke era peligroso. Sin embargo, en el fondo de sus
ojos había una voluntad definida. Creo en ti, así que, por favor, no me
traiciones: ésa era su firme petición.
―Entonces, buenas noches.
Debería haber podido aliviar al menos parte de su carga,
pero en su lugar podría haber añadido una nueva preocupación. Sería bueno que
pudiéramos aprovechar esta oportunidad para drenar la pus de esta herida,
pero... ¿qué tan efectivo terminará siendo?
En cualquier caso, tengo que seguir con ellos, en cada paso
del camino.
PARTE 2
Tal y como esperaba, ni siquiera al día siguiente hubo
cambios en los tres asientos vacíos. Naturalmente, la agitación en el aula
continuaba sin signos de remitir. Para resolver la raíz del problema, era
esencial conseguir primero que los tres estudiantes que faltaban volvieran a la
escuela.
―Oye. ¿Quieres ir al baño
conmigo?
Estaba jugando con mi teléfono, esperando en mi pupitre a
que empezara la siguiente clase, cuando Sudou me llamó.
Una rara invitación. Dijo que quería ir al baño, pero su
expresión era totalmente seria. Ir al baño era una excusa, y tenía algún otro
objetivo más allá de eso. Al igual que
Yousuke y Kei, estaba pensando en empezar algo a través de mí primero.
―Sí, de acuerdo.
No tenía ninguna razón para negarme, así que me levanté de
mi asiento y salí discretamente del aula para ir al baño con él. En situaciones
como ésta, la conveniente ubicación de mi asiento ha sido útil una y otra vez.
Sin embargo, otro estudiante nos siguió rápidamente.
―Sudou-kun. ¿Podemos hablar de
algo?
Por lo visto, tenía algún asunto que tratar con Sudou y
estaba esperando el momento en que éste saliera del aula.
―¿Qué pasa, Onodera?
Las palabras de Onodera se volvieron confusas después de
notar que yo estaba a su lado.
―Ah... estabas con
Ayanokouji-kun. Ya veo, ¿hablaban de algo?
A primera vista, se veía que mi presencia era un
inconveniente para ella. Sin embargo, fue Sudou quien me invitó durante este
descanso, así que esto no fue por mi elección.
―Los dos íbamos al baño. ¿Es
urgente?
―Um, ¿qué debo hacer?
Estaba dudando. ¿Era algo que no quería que yo escuchara?
―¿Está bien si espero aquí?
Quería hablar de esto lo antes posible.
Onodera juzgó que, como sólo era el baño, volveríamos
pronto. Por otro lado, esta vez Sudou parecía incómodo con eso. Si tenía algo que discutir conmigo, dudo que
termináramos en un minuto o dos.
―Muy bien, vamos a escucharlo.
Haré esperar a Ayanokouji.
Ella se había preparado para hablar con él más tarde, así
que su inesperada respuesta la dejó desconcertada. Percibía cierta resistencia
por parte de Onodera, pero empezó a hablar de todos modos, rascándose
ligeramente la nuca mientras lo hacía.
―Las recompensas individuales
para el festival deportivo de este año están separadas por género, ¿verdad?
Estaba pensando que, obviamente, aspirarías al primer puesto en la categoría
masculina. ¿Lo harás?
―Por supuesto. Después de
todo, este festival deportivo es mi mayor oportunidad para brillar. Ni siquiera
tienes que preguntar ―respondió con seguridad.
Onodera asintió, satisfecha con esa contundente respuesta.
―La verdad es que yo también
apuesto por este festival deportivo. Si consigo el primer puesto entre las
chicas, estaremos un paso más cerca de la clase A. No hay muchas posibilidades
de luchar en el campo que se nos da bien, ¿verdad?
Su habilidad en la natación es genuina, y también nos ha
demostrado su capacidad como velocista durante el festival deportivo del año
pasado. No tiene ninguna deficiencia en su capacidad física en la OAA y es una
estudiante con un talento notable en el deporte en general. Puedo ver que tiene
la capacidad de adaptarse y ganar en varias competiciones.
―Si eres tú, puedes conseguir
el primer puesto. Te animo de verdad.
―Gracias. Pero, digamos que
consigo ganar un montón de competiciones individuales, todavía no hay garantía
de que consiga el primer puesto, ¿verdad?
―¿Por qué no? Si sigues
obteniendo el primer puesto...
Sudou no estaba del todo equivocado al pensar que podría
ser lo suficientemente bueno para seguir ocupando el primer lugar, pero en
realidad, todavía era posible perder desde un ángulo que no había considerado.
―Porque hay muchos puntos en
juego en las pruebas por equipos, ¿no?
Su expresión volvió a ponerse rígida cuando añadí eso, pero
ella asintió con la cabeza.
Onodera parecía tener algún tipo de desconfianza hacia mí.
En el Examen Especial de Consentimiento Unánime que se celebró el otro día,
eliminé a una de mis amigas de mi propio grupo. No sería extraño que alguno de
los alumnos reaccionara así.
―Sí, seguro. Si hay un grupo
que no para de obtener el primer puesto en las pruebas por equipos, sería súper
malo. Pero, dicho esto, no es tan fácil formar equipos, ¿sabes? La propia
Suzune lo dijo, pero si te limitas a juntar a cinco o seis personas en un
equipo, eso puede acarrear sus propios problemas. Además, odio decirlo, pero
que cinco o seis personas se junten para hacer las pruebas de equipo, ¿cómo irá
eso?
Si todos estuvieran al mismo nivel que él, Sudou podría
estar convencido de que un equipo podría funcionar. Sin embargo, en la
realidad, algunos de los estudiantes perjudicarían a los demás. Así que es
fácil imaginar que se pierda la competición por ese motivo. Eso es lo que
significa un evento en equipo.
―Sí. Yo tampoco estaba
pensando en eventos de equipo grandes. Pero... ¿y los eventos de dobles que
seguramente ganaríamos? Y, además, algunos de esos eventos permiten la
participación de parejas mixtas.
Con esto, Sudou también pudo empezar a adivinar cuál era el
objetivo de Onodera al hablar con él.
―Si tú y yo trabajáramos
juntos, Sudou-kun, no habría nada de qué preocuparse. Si tengo que unirme a
alguien, quiero elegir al mejor compañero posible, ¿sabes?
Serían una ventaja para nuestra clase, y no habría nada de
malo en que aspiraran al primer puesto en la categoría masculina y en la
femenina.
―Así que me querías... bueno,
es posible.
―Así es. Por supuesto, eso es
sólo si no te opones a ello. Además, ¿no es el ambiente en nuestra clase algo
malo ahora mismo? Debido a la expulsión de Sakura, Hasebe y Wang han estado
ausentes durante un tiempo.
Me miró por un momento antes de girarse rápidamente hacia
Sudou.
―Por eso tenemos que unir a la
clase.
A Sudou no le disgustó del todo la invitación, ya que
provenía del reconocimiento que ella hacía de sus propias habilidades, aunque
parecía aprensivo.
―¿No soy lo suficientemente
buena?
―No es eso. Como si pudiera
quejarme de tus habilidades, Onodera.
Aunque tenía plena fe en su capacidad física, parecía que a
Sudou le preocupaba algo más.
―¿No quieres emparejarte con
nadie más que con Horikita-san?
―¿Eh? N-no, eso no es...
Seguramente dio en el clavo, porque su pregunta lo
avergonzó.
Formar una pareja con quien le gusta. Aparte de la
capacidad física, eso también podría ser ciertamente muy importante para Sudou.
Teniendo en cuenta que Onodera no podía participar en pruebas de natación,
incluso si la comparabas con Horikita no había una gran diferencia entre ellas.
―También está Koenji, ¿verdad?
No quiero admitirlo, pero ese tipo es mejor que yo.
―En términos de habilidad,
seguro. Sin embargo, no puedo confiar en Koenji-kun. Después de todo, lo odio
más que a nada.
Onodera rechazó de plano a Koenji.
La propuesta de Onodera a Sudo era genuina, pero me
preguntaba cómo respondería Sudou.
―Si dijera que no... ¿qué
harías?
―¿Hay alguna otra persona
capaz en nuestra clase en la que pueda confiar? Bueno, supongo que está
Hirata-kun, pero invitarle a formar pareja conmigo es un poco... ¿sabes? No
quiero causar ningún malentendido raro.
Si se emparejaba con Yousuke, su extrema popularidad entre
las chicas no dejaría que la cosa acabara con sólo unos pocos celos.
―Por eso, si me rechazas,
Sudou-kun, creo que tendré que hacer lo que pueda yo sola...
No lo estaba amenazando, sino simplemente exponiendo los
hechos. Era fácil imaginarla ganando puntos constantemente, pero con
dificultades para alcanzar el primer puesto en nuestro año.
Escuchar el nombre de Horikita había sacudido a Sudou, pero
recuperó la compostura al ver a Onodera en ese estado. Se dio cuenta de que
estaba a punto de rechazarla por una razón tan inútil.
―De acuerdo entonces, Onodera.
¿Nos emparejamos?
―¿De verdad?
―Sí. Con nuestro poder,
¡apoyemos a nuestra clase!
Con eso, extendió su brazo para estrechar la mano de
Onodera.
Después de mirar fijamente su mano, ella estrechó
firmemente su mano en respuesta.
―Es un placer trabajar
contigo, Sudou-kun. Vamos a conseguir los dos primeros puestos a toda costa.
Tal vez satisfecha con el pacto que formaron, Onodera
regresó al aula.
―No esperaba que resultara
así, pero es lo mejor, ¿no?
―Creo que sí. Puede que
quisieras emparejarte con Horikita, pero es mejor hacerlo con Onodera, así podrás
ejercer el 100% de tu poder sin que tus sentimientos te distraigan.
―... Sí.
Sólo nos quedaban cinco minutos, pero nos dirigimos al baño
como habíamos planeado en un principio.
―De todos modos, lo que quería
hablar... es el asunto de Shinohara y Kanji.
―¿Por las filtraciones de
Kushida?
―Sinceramente, su relación es
un poco incómoda ahora mismo. No creo que eso sea bueno.
―Sin embargo, ¿no es más
divertido ver cómo rompen los dos? Desde tu punto de vista, al menos.
―Sólo estaba bromeando cuando
dije eso. Quiero que su relación vaya bien. Lo digo en serio.
Había hecho esa pregunta para ponerlo a prueba, pero
parecía estar realmente preocupado por ellos.
―Sin embargo, por desgracia,
no tengo mucha relación con ellos. No hay nada en particular que pueda hacer
realmente.
―¿Puedes al menos darme algún
consejo?
―No puedo elaborar un plan sin
hablar con ellos. Por el momento, si podemos dejar de lado si lo que ha dicho
Kushida es cierto o no, diría que tienen que desnudar sus sentimientos
mutuamente.
―¿No es eso peligroso? Podría
empeorar la situación actual.
―Supongo. Por eso es necesario
tener a alguien en la escena para controlar la situación. Necesitan a alguien
que preste atención y escuche a ambos, y en caso de que la conversación se vaya
al traste, calmar la situación.
―Yo... no puedo hacer eso,
¿sabes?
―Si ese es el caso, no tienes
más remedio que buscar a alguien que pueda.
En lugar de darle la respuesta, lo hice pensar.
―Si Kushida fuera auténtica,
¿no habría desempeñado este tipo de papel?
―Sí. Ahora mismo no es
adecuada. Si no puedes confiar en Kushida, tendrás que buscar a otra persona.
Ahora era bastante sencillo para él entenderlo.
―Entonces, ¿Hirata?
Hasta Sudou pudo pensar en la persona adecuada. Él no era
muy cercano a Yousuke, pero este no era el momento de decir eso.
―Bien. Inclinaré la cabeza y
haré que me ayude.
Puede que Sudou y Yousuke no tengan una relación estrecha,
pero este asunto podría ser una buena oportunidad para cambiar eso.
―Gracias, Ayanokouji.
―No hice nada. Lo pensaste y
se te ocurrió la respuesta a ti mismo.
Después de eso, la clase comenzó de nuevo.
PARTE 3
El mismo día. Todas las clases -no, todos los grados- se
estaban preparando para el Festival Deportivo con toda su fuerza.
También ocurrió el año pasado, pero como ya se revelaron
algunas de las competiciones, los alumnos empezaron a sacar tiempo para
utilizar los terrenos o el gimnasio durante el almuerzo y practicaron como si
estuvieran en la competición real. Querían dedicar todo el tiempo posible a practicar,
sobre todo en las pruebas por equipos con dos o más jugadores.
Fuimos al gimnasio a explorar la competición, y estaba
lleno de voces enérgicas. Cada año tenía una zona delimitada que podía utilizar
con cierta libertad, y parecía que la escuela incluso había distribuido
cuidadosamente el equipamiento para garantizar que todos pudieran practicar de
forma equitativa. Por lo visto, los de segundo año iban a jugar hoy al voleibol
y al tenis de mesa.
Lo primero que me llamó la atención fue el gran número de
personas que participaban de una clase en particular. Además, eran intensamente
apasionados. Gritaban, criticaban activamente la actuación de los demás e
intercambiaban consejos y técnicas para las pruebas.
―Puedes ver lo seria que es la
clase A en esto ―dijo Yousuke, después de analizarlos con calma. Hoy estaba
aquí con él.
―Así es. Es porque una
competición de clase puramente deportiva no es el fuerte de la Clase A.
―Sí. Para bien o para mal,
muchos de sus alumnos tienen una capacidad física media, y esta vez sólo los
mejores alumnos pueden ganar los premios principales.
Como sabían que estaban en desventaja cuando se trataba de
su fuerza general, estaban trabajando juntos para mejorar sus capacidades
básicas lo más rápido posible. Debían apuntarse a los eventos en los que un
poco de práctica podría darles suficiente experiencia para ganar puntos. No
pude ver quién los dirigía, pero fuera quien fuera, casi seguro que estaba
siguiendo las instrucciones de Sakayanagi.
También había estudiantes de la clase de Ichinose y de la
clase de Ryuuen, pero daba la impresión de que todavía estaban tanteando el
terreno. Por otro lado, no había estudiantes de la clase de Horikita. Pensaba
que tal vez aparecerían uno o dos, pero incluso si vinieran a visitarnos en
esta situación, sólo estarían de pie en una esquina, sin poder hacer nada.
―Todavía no hemos terminado
con el Examen Especial de Consentimiento Unánime. No es fácil practicar en
estas circunstancias, ¿verdad?
―Cierto es que todavía hay
motivos de preocupación. Pero no es necesariamente todo pesimismo.
Le conté a Yousuke que Sudou y Onodera se habían unido y
aspiraban al primer puesto entre los chicos y chicas de segundo año. La rara
noticia le hizo sentirse tranquilo, aunque sólo fuera un poco.
―Si siguen obteniendo el
primer puesto tanto en sus pruebas individuales como en las de pareja, eso
debería ser suficiente para conseguir los primeros puestos ―le expliqué.
―Si son ellos dos, tendrán
muchas posibilidades de ganar.
Teníamos muchas expectativas puestas en ellos, pero aun
así, ellos dos solos no podrían llevar la clase a la victoria. Necesitábamos
urgentemente un sistema que nos permitiera colaborar temporalmente, aunque
fuera a base de remiendos.
―Hablando de eso, Sudou-kun me
pidió que me reuniera con él después de clase, antes de que empiecen las
actividades del club. ¿Quizás has tenido algo que ver en esto, Kiyotaka-kun?
―No hice nada. Seguramente,
Sudou lo pensó por sí mismo y decidió confiar en ti.
―Probablemente tenga algo que
ver con Shinohara-san, ¿verdad?
―Sudou también debió pensar
que no podíamos dejarlo así.
―¿Pero qué pasa con Mii-chan?
―Estoy pensando en hacer un
intento con ella.
―¿Lo harás?
Yousuke se mostraría reacio si le dijera que lo dejara en
paz o lo delegara en una persona adecuada. La razón por la que estaba tan
pegado a Mii-chan en este reciente fiasco era probablemente porque se sentía
más responsable de ello que de los otros estudiantes. Sin embargo, por
supuesto, no era su culpa en absoluto.
Mientras observaba, llegué a la conclusión de que el de
Mii-chan era el único caso que requería un poco de mi ayuda.
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