Sevens - Volumen 4 Capítulo 46

 LA PETICIÓN DE DAMIAN VALLE

 

[¿Qué es esto? ¿No es esta la peor situación?]

Pude escuchar la voz del Tercero.

El lugar era un café. Eran alrededor de las diez. Después de desayunar en la posada, me mostré indiferente y salí solo. Vagué un rato por la ciudad antes de reunirme con Miranda-san en el lugar acordado. Y entonces ambos entramos en la cafetería.

Todo iba bien hasta que entramos. Tenía la intención de disculparme por el asunto de ayer con toda sinceridad. Incluso si me daban una bofetada o un puñetazo, tenía la intención de aceptarlo en silencio.

Pensé que no se podía evitar aunque me hiciera eso. Y sin embargo...

―Lyle, ¿qué haces aquí después de rechazar nuestra invitación esta mañana?

...Aria-san, cuyas cejas se movían mientras sus labios sonreían aunque no llegaba a sus ojos, me exige una explicación.

―Lyle-dono, ¿cuál es tu relación con esta persona?

Sophia-san hizo su pregunta en voz baja y con apatía. Su comportamiento también era diferente de lo habitual con espinas en ella.

―Lyle-sama, me gustaría que me dijera de antemano cuando va a llamar a una mujer.

En cuanto a Novem, ella habló como si estuviera invitando a una mujer de nuevo. 'Te equivocas, ese no es el caso'. Quería gritar eso en este lugar.

El entorno notó que el ambiente de nuestra mesa era extraño. La camarera y los clientes miraban hacia aquí mientras susurraban en voz baja. Esto es malo. Miranda-san seguramente también estaba enfadada──.

―Tú, ¿será que eres Aria? ¡Aria Lockwarde!

―¡¿Eh!? ¿Miranda? ¿Miranda de los Circry?

―¡Sí! ¡Eso es! Aria, ¿estás bien?

── Al parecer las dos se conocían. Antes de enfadarse, se estaba poniendo contenta por el reencuentro con Aria-san, quien en realidad era su conocida.

―Yo, estoy bien pero, ¿por qué Miranda está junto a Lyle?

Por la actitud de Aria-san, no parecía que su relación con Miranda-san fuera mala. Aria-san también parecía feliz con el reencuentro pero, miraba alternativamente mi cara y la de Miranda-san porque tenía curiosidad por mi relación con ella.

―Ah, en realidad sobre eso──

Miranda-san abrió la boca, pero yo me levanté e incliné la cabeza profundamente. Puse las dos manos sobre la mesa y aplasté mi cabeza contra ella.

*DON*, esa voz y el sonido de las tazas traqueteando resonaron dentro del café.

―¡Lo siento mucho... mucho!

Preguntó Novem, que estaba a mi lado, desconcertada al ver lo que estaba haciendo.

―¿Lyle-sama? Lyle-sama, ¿de qué se disculpa?

El Cuarto explicó la situación actual.

[Parece que te estás disculpando con una chica a la que coqueteas mientras te acompañan tus amantes. Qué situación tan patética].

Las camareras y los clientes que nos rodeaban se estaban acalorando con un tema que era exactamente igual al que dijo el Cuarto.

Yo, ahora mismo... parecía un patético que venía a disculparse con una mujer mientras estaba acompañado por mis amantes.

Pensar que Novem y las demás estarían usando el mismo café, tal cosa nunca pasó por mi mente. Cuando entramos en el café y nos sentamos, los tres estaban en la mesa vecina.

No había vía de escape, y tampoco sabía qué tipo de excusa podía poner. Además en un golpe de mala suerte esta mañana rechacé la invitación de las tres.

El momento elegido fue el peor. El Sexto habló con una voz débil.

[No hay manera de continuar con algo así].

El Séptimo también murmuró en concordancia.

[Lyle, discúlpate sinceramente. Es tu responsabilidad].

Una responsabilidad hacia el resultado que se produjo por mi acción irreflexiva. Pesada. Esta cosa llamada responsabilidad era realmente pesada.

Me dijeron que levantara la cabeza por el momento, así que lo hice y les expliqué la situación desde el principio a las cuatro. Ni que decir tiene que cuando llegué a la parte de actuar para ligar con una mujer, las miradas de las chicas se volvieron terriblemente frías.

―Qué, así que las cosas son así.

Lo expliqué todo y esperé a que me dieran un puñetazo. Miranda-san me mostró una sonrisa que era así.

―¿Mi, Miranda-san? Puede ser extraño decir esto pero, creo que es natural aunque me peguen.

El Tercero se burló de mí.

[Pensé que te aventaría la bebida. ¿Eh? Miranda-chan es realmente amable. O más bien, ¿no es demasiado amable?]

El Sexto parecía feliz por alguna razón.

[No sólo su apariencia, también heredó el corazón de Milleia. Sin embargo, cuando recuerdo que es mi descendiente quien hirió a esta amable chica... quiero llorar].

El Séptimo parecía que iba a decir algo pero, al final, no abrió la boca.

Aria-san se levantó de su asiento.

―Miranda, sigues estando en el lado perdedor porque siempre perdonas así a los demás. Está bien que te enfades con él. Puedes darle un puñetazo o algo así.

Aria-san estaba seriamente preocupada por Miranda-san pero, ésta levantó la taza de té que había pedido mientras esbozaba una sonrisa preocupada.

―Nn~, pero Lyle-kun también tuvo esta circunstancia ¿verdad? Además, ¿no es un problema que concierne al sustento de Aria y de todos?

Esta vez fue Aria-san quien se preocupó. Se sentó de nuevo y habló con una vocecita.

―Eso es cierto pero, eres amable así que de esa manera es...

Miranda-san dijo "Gracias" mientras me miraba.

―Oye, si se trata de ese derecho a entrar en la mazmorra, entonces creo que puedo hacer algo al respecto ¿sabes?

Esta vez fue Sophia-san la que se enganchó a las palabras de Miranda-san y preguntó.

―¿De verdad?

Miranda-san asintió y tomó un sorbo de su té para humedecer el interior de su boca. Y entonces, empezó a hablar de la Academia.

―Es porque los estudiantes de la Academia tienen derecho a entrar en la mazmorra. Incluso estoy registrada como aventurera. Aunque también tengo que presentar una solicitud para entrar en la mazmorra, y los estudiantes suelen entrar cuando se les asignan tareas. Aunque también hay chicos que entran en la mazmorra para presumir de su habilidad.

La mazmorra subterránea de Arumsaas. Cuando alguien lograba conquistarla hasta lo más profundo, naturalmente se le consideraba fuerte.

Aunque, al parecer, últimamente muchos de los jóvenes nobles sólo contrataban aventureros para protegerlos mientras ellos mismos no hacían nada.

El Cuarto comprendió la situación.

[Ya veo, los estudiantes de la academia que estaban armando alboroto en el gremio cuando acabábamos de llegar a Arumsaas iban a entrar en la mazmorra de esa manera. Ahora que lo pienso, los aventureros de por aquí parecen ser bastante hábiles].

El Segundo se exasperó.

[Si están haciendo algo así, entonces es imposible que todo las personas les crean cuando hablen de la cantidad de pisos que conquistaron. ¿Qué hacen dejando caer su credibilidad ellos solos de esta manera?].

Seguramente pensaban que estaría bien mientras ellos mismos pudieran obtener un puesto en el gobierno sin dar ninguna importancia a su subalterno en el futuro.

Por cierto, era una buena noticia que nosotros también pudiéramos entrar en la mazmorra si Miranda-san nos contrataba.

Sin embargo, Miranda-san continuó con una cara preocupada.

―Pero, aunque esto puede convertirse en una solución temporal, es problemático porque tendré que acompañarlos cada vez que entren en la mazmorra. Además, tengo mi propia rutina diaria, así que habrá momentos en los que no podré acompañarlos aunque todos quieran ir.

Novem hizo una sugerencia a Miranda-san.

―Entonces, ¿podemos pedirte que nos presentes a tus amigos de la Academia? Creo que también será conveniente para ellos con nuestra capacidad.

Miranda-san negó con la cabeza.

―Parece que tienes confianza pero, también hay un periodo de tiempo en el que los estudiantes de la academia no pueden entrar en la mazmorra de ninguna manera. Además, si se trata de mis conocidos, muchos de ellos tienen las mismas circunstancias que yo.

Esto es preocupante. Es cierto que podríamos entrar, pero al parecer la condición sería más dura de lo que pensábamos.

Sophia-san también parecía preocupada y mencionó el nombre de Clara-san.

―Esto es completamente diferente a lo que Clara-san nos dijo. Ciertamente podremos entrar de esta manera pero, cómo decirlo, es inconveniente así...

Entonces Miranda-san se sorprendió un poco.

―¿Clara? ¿Podría ser, la apoyo Clara Bulmer?

Aria-san asintió.

―Así es. Para que Miranda la conozca también, ¿es famosa? Aunque no lo parecía.

―Aa~, cómo decirlo... es famosa en varios sentidos. La llaman con apodos como el señor de la biblioteca o el hada. Además, esa chica es una excelente apoyo. Debido a que es excelente, escuché que el gremio a menudo la presentaba a los estudiantes que entraban a la mazmorra. Tal vez por eso sea incomprendida.

Novem inclinó la cabeza.

―¿Incomprendida?

―Sí. Le presentan a los estudiantes y entra en la mazmorra muy a menudo, por lo que podría malinterpretar que todos los estudiantes pueden entrar en la mazmorra a su antojo todo el tiempo. También hay gente así. Aquellos que no hacen otra cosa que desafiar a la mazmorra en lugar de asistir a las clases a pesar de haberse inscrito en la Academia. No conozco a ese tipo de estudiantes. O mejor dicho... son personas a las que no conviene acercarse.

Parecía que los estudiantes que Clara-san vio no eran más que el grupo problemático. Los estudiantes normales estaban ocupados estudiando en la Academia, así que no podían desafiar la mazmorra con frecuencia.

Miranda-san nos explicó la situación en detalle.

―También hay algunos entre ellos que están trabajando a tiempo parcial o en trabajos secundarios en casa para poder pagar la matrícula o sus gastos de manutención. Pero, en la mazmorra es donde se puede ganar más dinero. Matrícula, dinero para divertirse... la mayoría de la gente quiere el dinero para divertirse. ¿Puedes trabajar duro con el tipo de gente que entra en la mazmorra para ganar dinero para divertirse?

Todos negamos con la cabeza.

―Aunque a veces también hay quienes trabajan duro para pagar su matrícula porque la condición de su casa está empeorando. La Academia también apoya a ese tipo de estudiantes y les presenta a buenos aventureros.

Basándonos en lo que habíamos escuchado, parecía difícil que pudiéramos entrar en la mazmorra.

El Cuarto suspiró.

[Las circunstancias aquí en Arumsaas son complicadas. No hay forma de que este tema se difunda al exterior. Aunque este tipo de historia se difundiera, no creo que la mayoría de la gente sea capaz de entenderla sin venir aquí ellos mismos].

Debido a las circunstancias únicas de Arumsaas, no mucha gente lo entendería aunque los rumores y la verdadera situación de este lugar se difundieran. Así no se pudo evitar que no nos diéramos cuenta de la verdadera situación de Arumaas antes de venir aquí. Esta fue la razón por la que era llamado como un lugar realmente extraño o misterioso.

Miranda-san nos hizo una sugerencia mientras yo albergaba tal impresión.

―Y entonces, tengo una sugerencia... todos confían en su fuerza, ¿verdad?

Miranda-san mostró una sonrisa como la de un niño que ha pensado en una travesura. Asentimos con la cabeza. No, no entendía qué tipo de fuerza buscaba pero, los cuatro no éramos débiles.

―Chicos... ¿quieren intentar aceptar la petición de un profesor de aquí?

Su sugerencia se refería a cumplir una petición de un profesor que tenía autoridad en la Academia.

 

* * *

 

──La casa de las hermanas Circry.

Miranda estaba muy alegre cuando volvió a casa.

Le contó a Shannon lo que había pasado hoy.

―¿Te acuerdas Shannon? Ya sabes, la Aria que una vez jugó con nosotras en el jardín de la mansión. Aria Lockwarde, en realidad vino aquí a Arumsaas.

Shannon recordaba vagamente haber oído el nombre de Aria.

Había muchas hijas de nobles que venían a jugar a la mansión, pero el número de personas que jugaban con Shannon se podía contar con una mano.

(Aa~, ahora que lo pienso había alguien así).

―Sí, la recuerdo un poco. Era una chica que decía que su cabello era rojo, ¿no?

―¡Sí! Escuché que fue expulsada de Centralle pero, es un alivio que esté bien.

Miranda se mostraba alegre.

―Y entonces ya ves, después de esto aceptaremos juntos la petición de un profesor──

Sin embargo, aunque salió esta mañana diciendo que se reuniría con Lyle, al volver sólo hablaba de Aria y de otras cosas. Shannon lo entendió.

(Debe de haber ocurrido algo. Entonces, quizá debería pedirle que me lo cuente).

Cuando Miranda le dio la espalda a Shannon y empezó a preparar la comida, Shannon leyó las emociones de Miranda y sus labios se torcieron.

(Ya veo... está triste. Estás muy triste, ¿verdad, Onee-sama?)

Shannon manipuló el poder mágico que rodeaba a Miranda y que mostraba sus emociones tristes. Miranda reaccionó y se quedó quieta. Shannon la abrazó por detrás.



―¡Ahá! Cielos, Onee-sama, te estás debilitando para poder ser controlado por mí. Estás triste, ¿verdad, Onee-sama?

El color de los ojos de Miranda perdió su luz por las palabras de Shannon. La emoción se desvaneció de su rostro. Su boca se movió lentamente.

―...¿Tri, triste?

―Así es. Onee-sama, te sientes muy triste. ¿Qué pasó?

Miranda le dijo lentamente a Shannon. Que estaba triste... porque se estaba debilitando al grado que el control mental de Shannon funcionaba en ella.

―Lyle dijo... que no le gusto. Tiene muchas otras chicas... aunque... aunque... me alegré de que me invitara.

Shannon ahogó su risa y luego le dijo a Miranda.

―Lyle es realmente horrible. Onee-sama, entonces deberías──

―No, de ninguna manera. Una cosa así no es buena...

Shannon chasqueó la lengua al ver que Miranda negaba con la cabeza. Allí no había ni rastro de la chica de aspecto efímero. Shannon se irritó y maldijo a Miranda.

―Onee-sama siempre es así, diciéndose a sí misma que está equivocada, que tiene que soportarlo. Ese pensamiento desinteresado es realmente admirable, qué encomiable. Onee-sama también se siente responsable y corre detrás de mí por eso, ¿no es así?

Miranda respondió débilmente.

―Estaba, preocupada por ti...

―Hmm~... pero ¿sabes que estás realmente triste, no? Normalmente, por mucho que intentara controlar a Onee-sama, te resistías y no decías nada, y sin embargo hoy estás respondiendo así a mis preguntas.

Cuando Miranda se calló, Shannon disipó el control mental porque no quería agobiar a Miranda.

(Tengo que dedicar tiempo a completar lentamente el control. Pero, ese hombre llamado Lyle... me está haciendo enfadar. Hizo daño a mi Onee-sama. Pero, gracias a él Onee-sama se ha vuelto realmente obediente).

Para Shannon, Miranda era su hermana mayor, pero al mismo tiempo también era como un sustituto de su madre, que murió justo después de que ella naciera. Aunque Shannon sentía un fuerte amor familiar hacia ella, el sentimiento de traición le hacía albergar un sentimiento mixto de amor y odio hacia Miranda.

(Así es. Utilizaré así a Onee-sama y haré que Lyle──)

Miranda volvió a sus cabales y jadeó cuando Shannon se separó de ella.

―E, ¿eh? Yo estaba──

―Onee-sama, ¿qué pasa?

Miranda se dio la vuelta porque Shannon la llamó desde atrás. Shannon le sonrió a Miranda, y luego se comportó adorablemente como una hermana menor de aspecto tranquilo.

―¿Shannon?

―Sí. ¿Y qué pasó con Aria-san después de eso?

Miranda se llevó la mano izquierda a la cara. Y entonces notó que estaba sudando.

―Lo siento. Parece que estoy un poco cansada, así que iré a lavarme la cara.

Shannon despidió a Miranda, que salió de la cocina con un gesto de la mano──.

 

* * *

 

Al día siguiente.

Visité la biblioteca en la que estaba Clara-san. Era una biblioteca famosa en Arumsaas. Como era de esperar de una biblioteca que decía ser la número uno del continente, era un edificio que parecía un palacio.

Cuando me quedé quieto frente al edificio, que era tan alto que tenía que mirar hacia arriba, la gente que pasaba a mi alrededor se rio. Seguramente pensaban que yo era un pueblerino.

Pero, la reacción dentro de la Joya fue aún más sorprendente que eso.

[¡Qué es esto! ¿Qué es esto? Este es un lugar que guarda libros, ¿no? ¡Eso significa que hay muchos libros llenando un lugar tan grande!]

El Tercero dejó de lado su habitual actitud despreocupada por la excitación y continuó siendo ruidoso.

El Séptimo intentaba calmarlo.

[Por favor, cállate ya. ¡Espe-! ¡Este idiota, no te resistas! ¡Así que, que alguien ayude!]

La Joya era ruidosa por varias personas que sujetaban al Tercero.

―...Entremos.

Ignoré la ruidosa Joya y entré en la biblioteca, que era como un palacio. Había una recepción justo después de la entrada. Varias recepcionistas estaban en fila.

Me dirigí a una de ellas y me orientó cuando le dije que era mi primera vez aquí.

Me dijo que tenía que pagar primero la inscripción. El dinero se reservaría para una compensación en caso de que perdiera un libro. Me dijeron que el dinero se devolvería cuando la inscripción se cancelara sin ningún incidente.

Asentí con la cabeza cuando escuché que sería necesaria una moneda de cobre cada vez que fuera a utilizar la biblioteca y pagara la inscripción.

―Por cierto, ¿sabe dónde está Clara-san?

La recepcionista se mostró reacia a responder a mi pregunta.

―No puedo responder a ese tipo de preguntas.

Parecía que la estaba molestando.

―Lo siento. Por favor, olvídelo.

Terminé el registro y recibí una tarjeta de miembro para la biblioteca, luego entré en ella.

El interior del edificio estaba dividido en varias salas. Cada sala tenía un montón de libros alineados.

El techo era alto. Había muchas estanterías alineadas que llegaban hasta la altura de ese techo. Todas las estanterías estaban llenas de libros hasta los topes.

―Esto no son sólo varios miles de libros, ¿podría ser que el número llegara a decenas o incluso cientos de miles?

Pensando en la escala del edificio que veía desde el exterior, seguramente almacenaba una gran cantidad de libros. Mientras caminaba y me asomaba por aquí y por allá de esa manera, encontré a una chica con una mano artificial entrando en una habitación.

―Clara-san.

Clara-san volteó su mirada hacia mí cuando la llamé.

―Nunca pensé que te encontraría en este tipo de lugar, Lyle-san.

―Tengo algo que hablar contigo. Es un asunto de trabajo.

―¿Has venido hasta la biblioteca sólo para hablar de trabajo? Bueno, está bien. Por favor, ven por aquí.

Clara-san cambió de dirección alejándose de la habitación en la que iba a entrar. No me llevó a una habitación sino a un amplio pasillo.

Había mesas y sillas colocadas cerca de la enorme ventana. Había un tablón escrito con "área de descanso".

También había una puerta que conectaba con el jardín cercano.

―También podemos comer aquí. Tampoco nos regañarán aunque hablemos un poco más alto.

Clara-san dijo eso y se sentó. Me senté en la silla frente a ella y nos pusimos con la mesa entre nosotros antes de abordar el tema principal.

―En realidad, vamos a aceptar la petición de un profesor de la academia──Damien Valle.

Al escuchar eso Clara-san desvió la mirada hacia su brazo derecho artificial por un instante.

―Él fue quien puso una solicitud pidiendo la piedra mágica del jefe del piso 40 subterráneo ¿no es así? Viendo que me traes esta charla, ¿se ha resuelto el problema de entrar en la mazmorra?

Sacudí la cabeza.

―No. Encontramos a alguien que entraría junto a nosotros, pero esa persona también tiene su propia vida diaria en la que pensar. Parece que los estudiantes de la academia que entran con frecuencia en la mazmorra son infractores. Los estudiantes normales no entran en la mazmorra tan a menudo.

Cuando dije eso, Clara-san se quitó las gafas y se limpió los cristales mientras miraba hacia abajo. Tuve la sensación de que su cara se enrojecía. Parecía que se había dado cuenta de su propio malentendido.

―…Parece que he tenido un malentendido. Me disculpo. Y, me estás hablando buscando un apoyo, ¿no es así? ¿Cómo de grande es la escala del grupo en el que estás pensando?

Al preguntar eso conté con mis dedos.

―Err~, cuatro personas de mi casa, y luego la estudiante de la academia Miranda-san, y también Clara-san.

Clara-san se puso las gafas y luego sus ojos de aspecto somnoliento se abrieron de par en par hasta el límite.

―¿Estás cuerdo? Una vez también participé en la conquista de la planta B30, pero en aquella ocasión el grupo que la desafiaba era de casi 50 personas. Si vas a la planta B40, escuché que necesitarás el doble de ese número.

Cuando se conquista una mazmorra a gran escala, fundamentalmente el grupo se queda dentro durante la noche. En ese caso, un humano necesita comer y también dormir. También se ensucia y necesita orinar y defecar.

En la mayoría de las mazmorras, se vuelve más difícil cuanto más se avanza.

Cuanto más días se pasara para conquistar la mazmorra, más cantidad de suministros se necesitarían.

La comida y el agua, y el transporte de los mismos, serían absolutamente necesarios.

La mazmorra no es tan amable como para poder luchar y avanzar llevando un pesado equipaje.

Para que los aventureros que luchan puedan desplegar su fuerza habitual, era necesario un apoyo, sea como sea.

En consecuencia, era habitual que el número de personal necesario aumentara cuanto más profundo se intentara avanzar.

Asentí con la cabeza y luego le dije a Clara-san que quería formar un contrato con ella.

―Tenemos un método para conquistar una mazmorra. El arma secreta para ello es ésta.

Clara-san entrecerró los ojos cuando levanté ligeramente la Joya que colgaba de mi cuello.

―¿Es una Gema? Además el azul es el color del apoyo... Me retiraré a la mitad si creo que es una imprudencia. Si estás de acuerdo con eso, entonces aceptaré formar un contrato. También…

―¿También?

―Quiero preguntar una cosa. ¿Se registró Lyle-san en la biblioteca para encontrarse conmigo?

Respondí con sinceridad.

―Ah, no es eso. No, cómo decirlo... A mí también me gustan los libros, así que de todos modos me registré aquí. Pero hoy vine a encontrarme con Clara-san. Después de todo, he oído que siempre estás en la biblioteca, excepto cuando estás trabajando.

Clara-san sonrió ligeramente. Parecía que estaba satisfecha con mi respuesta.

―Ya veo. Eso es estupendo. A mí también me gusta la gente a la que le gustan los libros. Entonces, hablemos del contrato. Soy un apoyo bastante capaz, así que el coste también será bastante alto.

Me encogí de hombros mientras decía.

―Por eso te invito. Será problemático si no es así.

El Cuarto habló con una voz ligeramente preocupada.

[Aunque entiendo que no es el caso, pero la conversación de hace un momento sonó como una confesión de amor. Aunque sólo estén hablando de un contrato de trabajo].

El Tercero se burló de mí.

[Lyle es así, ¿no? Su actuar normal puede atraer a las chicas más efectivamente, que cuando realmente trata de ligar con ellas].

Perdóname por eso. Formé un contrato con Clara-san mientras pensaba eso.

 

* * *

 

―¡Lyle, por aquí!

Miranda-san agitó su mano enérgicamente.

Salí de la biblioteca y me dirigí inmediatamente hacia el siguiente lugar de encuentro.

―Es estupendo que tanto la biblioteca como la Academia estén en el centro de la ciudad, lo que resulta conveniente.

Miranda-san se rio cuando dije eso.

―Sobre eso, la mazmorra, la Academia y la biblioteca son los tres productos más famosos de Arumsaas.

El modo en que los llamaba productos famosos era un poco gracioso. Además, la razón por la que estaban en el centro de la ciudad no estaba explicada pero, no importaba.

―¿Productos famosos es? Entonces no se puede evitar.

Me encontré con Miranda-san en la entrada de la Academia, luego me guió hacia un edificio para encontrarme con el profesor Damien a través de un pasillo.

Allí escuché una sencilla explicación de Miranda-san sobre el profesor Damien.

―¿Los siete mejores de la Academia? ¿Se refiere a algo así como las siete personas increíbles de la Academia?

Ella dijo que el profesor Damien era uno de los famosos siete mejores de la Academia.

―No es eso. Creo que es algo así como los niños problemáticos desde que empezó la Academia. Aunque no son sólo niños problemáticos. Son excepcionalmente superiores en su campo y también aportaron beneficios a Arumsaas, pero son como excéntricos que sólo se interesan por su investigación y también suelen causar problemas... De todos modos, al contarlos había siete personas así. Por eso los siete mejores. Creo que el profesor Damien es el único que sigue vivo.

El Segundo parecía insatisfecho después de escuchar tal explicación.

[Oi, ¿esa persona realmente estará bien? Aunque parece que es alguien que no es bueno como persona].

El Cuarto reflexionó un poco antes de responder.

[Sin intentar conocerlo primero... no podré decir nada].

Íbamos a crear una conexión con la Academia cumpliendo la petición que ese niño problemático envió al gremio.

El Séptimo estaba considerando el conjunto más que al profesor Damien personalmente.

[Bueno, obedecer a los idiotas del gremio como hasta ahora también es irritante. No es una mala manera de obtener conexiones con la Academia aquí para callar al gremio. Además, esta oportunidad puede ser utilizada para acercarse a Miranda. El mismo Damien no importa realmente, ¿no?]

El Quinto y el Sexto estaban en silencio, pero por la Joya podía sentir que estaban prestando atención a Miranda-san, que estaba caminando frente a mí.

―Lyle, es aquí.

Cuando llegamos a la estancia de destino, Miranda-san tocó el timbre que estaba colocado junto a la puerta. Un fuerte sonido resonó por todo el pasillo. Cuando el sonido cesó, Miranda-san llamó hacia la puerta.

―Profesor Damien, soy Miranda. Traje a un aventurero que aceptará su pedido tal como se prometió.

Después de un rato, un sonido de cosas rompiéndose vino del interior de la habitación. Luego hubo sonidos como de algo siendo arrastrado y algo siendo empujado antes de que la puerta se abriera lentamente.

Volví mi mirada hacia abajo y vi a un hombre de pequeña estatura.

―Di, disculpe──

Un hombre menudito que llevaba gafas. Su pelo castaño estaba despeinado y llevaba una bata blanca por encima de su ropa arrugada y sucia, pero incluso esa bata blanca estaba terriblemente sucia.

A simple vista parecía un hombre joven, pero esta persona es un profesor. Una persona con un cargo que tenía voz incluso en la gestión de la ciudad de Arumsaas.

El profesor Damien me detuvo con su mano cuando iba a hablar.

―Aa~, lo siento. Será una pérdida de tiempo así que vamos a la sala de recepción. También habrá té allí, así que es conveniente. Hablaremos de la petición allí. Ah, no hay necesidad de presentarse. Realmente no soy bueno recordando los nombres de la gente.

Una actitud brusca y grosera. Salió de la habitación y se alejó sin detenerse.

Cuando miré a Miranda-san, se encogió de hombros y sonrió.

―El profesor se comporta así con todo el mundo. No te preocupes... al fin y al cabo tampoco recuerda mi nombre. Pero, no hay duda de que es una persona increíble.

Hasta los ancestros del interior de la Joya se quedaron boquiabiertos ante la actitud del profesor Damien.

Cuando llegamos a la sala de recepción, una persona que parecía ser un miembro del personal de la academia sirvió el té con una cara realmente desagradable.

El profesor Damien extendió la mano hacia un pequeño frasco que estaba lleno de azúcar... y vertió una gran cantidad de ésta en su taza.

Se terminó una bebida que estaba hecha principalmente de azúcar.

Se lo bebió como si nada. Sólo con mirar hizo que el interior de mi boca se sintiera dulce.

El profesor Damián empezó a hablar después de humedecer (¿?) su boca.

―Primero no hay necesidad de presentaciones. Ustedes ya saben mi nombre. Y además no tengo ganas de recordar el tuyo, así que no tiene sentido. Odio las cosas sin sentido. Por eso, empieza a hablar del tema principal de inmediato. A pesar de que he enviado la solicitud al gremio desde hace mucho tiempo, todavía no se ha cumplido incluso después de medio año. A pesar de que ya los insté muchas veces, ellos siguen poniendo varias excusas diciendo que es imposible. No quiero seguir perdiendo el tiempo inútilmente.

Parece que la excusa del gremio es que un grupo de aventureros que puede avanzar hasta el piso B30 es muy escaso. Un grupo que pudiera desafiar el piso B40 era aún más raro.

Pero, al profesor Damián no le importaría aunque dijera eso, así que me callé.

O más bien, parecía que era cierto que no había excelentes aventureros como esos en Arumsaas ahora mismo.

―La chica de allí me hizo una sugerencia en esa situación. Ella conocía aventureros que podían conquistar el piso B40. Pero, acababan de llegar a Arumsaas, así que querían recomendaciones para poder entrar en la mazmorra. Eso fue lo que dijo. Yo también he hecho cosas de aventurero varias veces. También entré en la mazmorra, y también tengo experiencia luchando contra monstruos cuando salgo a investigar. Pero, esto está fuera de mi experiencia. También soy incapaz de entender la verdadera fuerza de alguien sólo con la mirada. Quiero que me muestres la razón por la que es posible que completes mi petición.

La preocupación del profesor Damián era natural.

Hablemos con sinceridad. Cuando pensé eso y tomé la Joya, el Segundo estuvo de acuerdo con mi opinión.

[No habrá ningún progreso así que enséñale. Además, por si acaso, no olvides prohibirle que se lo cuente a los demás].

Asentí y luego le mostré la Joya en mi mano al Profesor Damián.

―Una Gema ¿eh? Es rara pero, entiendes que en sí misma no tiene ningún valor ¿no?

―Sí. Esta Je... Gema tiene las Artes de mi familia grabadas en ella. Las Artes que puedo usar son cinco. Son tipos de apoyo con abundante variedad. Desplegará su fuerza sin fallar incluso en una mazmorra. Su habilidad es──

El profesor Damián sonrió al escuchar mi explicación.

Las Artes de los ancestros se llamaban Tipo de Apoyo. Este tipo no tenía poder ofensivo a diferencia de la Gema roja o la Gema amarilla. Pero, tenía una habilidad que no perdía contra ellas.

―Ya veo. La primera y la segunda ya son buenas pero, el aumento de velocidad de la tercera, el mapa de área de la cuarta y la búsqueda de enemigos de la quinta son especialmente buenas... de hecho, la captura de la mazmorra será realmente fácil si estás allí. No, está bien incluso llamarte experto. Ya veo, ciertamente eres adecuado para esta petición.

―Sin embargo, estaré preocupado si esta información se filtra a otras personas.

―Aa, hay ese tipo de reglas, ¿no? Vas a cumplir con mi petición. No tiene sentido convertirte en mi enemigo. No voy a filtrar tu secreto. Entonces, añadiré más condiciones a la petición.

Entrecerré los ojos.

―¿Condiciones?

El profesor Damián sonrió. Se apoyó en el respaldo del sofá y siguió hablando.

―No pongas esa cara de desconfianza. También pagaré la recompensa por esta adición. Además, entraré en la mazmorra, así que quiero que me protejas. Aunque puedo protegerme con mi propia fuerza. Por cierto, conmigo allí el potencial de batalla aumentará sin duda.

Miranda-san asintió cuando la miré. No había ninguna duda en su expresión.

―Es cierto. El profesor Damián es fuerte. Su apodo es Usuario de Marionetas. Utiliza una magia llamada "Golem" que ha desarrollado él mismo para mover varias marionetas al mismo tiempo como si fueran sus propias extremidades. Su habilidad en la magia también es fiable. No hay duda de que será útil en la batalla.

Reflexioné un poco y asentí. El profesor Damián se rio.

―Eso es genial. Ya estoy cansado de esperar. Además ya terminé de prepararme. Ir yo solo es mejor que esperar aquí. Estaba a punto de dirigirme al piso B40 yo solo si nadie iba a completar mi petición.

No parecía una broma. Y entonces, el profesor Damián continuó.

―También sobre la recompensa, no me importa si tu grupo se lleva todas las piedras mágicas y materiales que obtengamos del interior de la mazmorra. Y la recompensa de mi parte será... un objeto con un valor equivalente a varios miles de monedas de oro, ¿te parece bien?

Sentí un poco de curiosidad por la forma en que el profesor Damián lo dijo.

―¿Un objeto con el mismo valor que varios miles de monedas de oro?

―No me van a dar el presupuesto después de haber agotado mi fondo de investigación. Aunque me dijeran que mostrara resultados, necesito la piedra mágica para poder mostrar ese resultado, así que el presupuesto no saldrá por mucho tiempo que pase. Por eso, quiero pagarte con mercancía.

Me preocupó escuchar eso. Aunque dijera que era un objeto con un valor equivalente a varios miles de monedas de oro, no sabía qué tipo de objeto era. Además, ¿podría usar esa cosa después de recibirla? ¿Sería vendible? El Cuarto me aconsejó mientras me quedaba pensando.

[Acéptalo. Deberías ser capaz de tener un excedente financiero de la cuota de piedras mágicas y materiales. Además no debes olvidar tu primer objetivo. El permiso para entrar en la mazmorra. Si puedes obtenerlo entonces no hay realmente ningún problema].

Por el contrario, sería una pérdida si me sintiera insatisfecho con la recompensa y no aceptara esta petición.

[Lo entiendo. Sin embargo, por favor, no te olvides de la mediación para el permiso de entrada a la mazmorra].

El profesor Damián se reía.

―Déjenlo en mis manos. Incluso así tengo una relación verbal con el director. Aunque también se puede decir que sólo a mí me regañan a menudo con respecto al presupuesto. Ahora bien, la recompensa adicional es esta.

El profesor Damián levantó el tarro de azúcar de su mano derecha y de él salió una pequeña marioneta hecha de azúcar.

Levantó la tapa y mostró su cara. Al cabo de un rato, volvió a entrar en el tarro y cerró la tapa.

―Los alumnos me piden a menudo que se los enseñe, así que les enseño para ganar algo de dinero extra. La recompensa adicional será que te enseñe esta magia.

Era una magia muy interesante. También me interesó y asentí aceptando esa condición.

El profesor Damián sonrió.

―Yosh, el contrato está formado. ¿Cuándo partiremos? Para mí... quiero dos días para prepararme.

Asentí pensando que podríamos prepararnos si teníamos ese tiempo.

―Entonces, partiremos tres días después, así que por favor, ocúpese de las formalidades.

El profesor Damien estaba de buen humor.

―Qué bien, qué bien. Es genial que no perdamos el tiempo con charlas complicadas. Es mejor que todo sea sencillo. Será genial si todo se resuelve de forma sencilla como esta vez.

Parecía que lo que dijo Miranda-san de que no le interesaba nada más que su propia investigación era cierto.

El Cuarto dio su evaluación de Damien Valle.

[A veces hay una persona así, un humano que muestra una capacidad asombrosa sólo en su materia especializada. Damián también es ese tipo de humano. También se puede decir que es la forma definitiva de ese tipo de persona].

El Séptimo también lo entendió.

[Es alguien a quien no se le puede confiar nada más. Yo también tuve ese tipo de subordinado en mi época. Sin embargo, esa persona no era tan terrible hasta este grado].

El profesor de la Academia, Damien Valle── era un personaje realmente intenso.











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