LA PETICIÓN DE DAMIAN VALLE
[¿Qué es esto? ¿No es esta la
peor situación?]
Pude escuchar la voz del
Tercero.
El lugar era un café. Eran
alrededor de las diez. Después de desayunar en la posada, me mostré indiferente
y salí solo. Vagué un rato por la ciudad antes de reunirme con Miranda-san en
el lugar acordado. Y entonces ambos entramos en la cafetería.
Todo iba bien hasta que
entramos. Tenía la intención de disculparme por el asunto de ayer con toda
sinceridad. Incluso si me daban una bofetada o un puñetazo, tenía la intención
de aceptarlo en silencio.
Pensé que no se podía evitar
aunque me hiciera eso. Y sin embargo...
―Lyle,
¿qué haces aquí después de rechazar nuestra invitación esta mañana?
...Aria-san, cuyas cejas se
movían mientras sus labios sonreían aunque no llegaba a sus ojos, me exige una
explicación.
―Lyle-dono,
¿cuál es tu relación con esta persona?
Sophia-san hizo su pregunta en
voz baja y con apatía. Su comportamiento también era diferente de lo habitual
con espinas en ella.
―Lyle-sama,
me gustaría que me dijera de antemano cuando va a llamar a una mujer.
En cuanto a Novem, ella habló
como si estuviera invitando a una mujer de nuevo. 'Te equivocas, ese no es el
caso'. Quería gritar eso en este lugar.
El entorno notó que el
ambiente de nuestra mesa era extraño. La camarera y los clientes miraban hacia
aquí mientras susurraban en voz baja. Esto es malo. Miranda-san seguramente
también estaba enfadada──.
―Tú, ¿será
que eres Aria? ¡Aria Lockwarde!
―¡¿Eh!?
¿Miranda? ¿Miranda de los Circry?
―¡Sí! ¡Eso es! Aria, ¿estás bien?
── Al parecer las dos se
conocían. Antes de enfadarse, se estaba poniendo contenta por el reencuentro
con Aria-san, quien en realidad era su conocida.
―Yo,
estoy bien pero, ¿por qué Miranda está junto a Lyle?
Por la actitud de Aria-san, no
parecía que su relación con Miranda-san fuera mala. Aria-san también parecía
feliz con el reencuentro pero, miraba alternativamente mi cara y la de Miranda-san
porque tenía curiosidad por mi relación con ella.
―Ah,
en realidad sobre eso──
Miranda-san abrió la boca,
pero yo me levanté e incliné la cabeza profundamente. Puse las dos manos sobre
la mesa y aplasté mi cabeza contra ella.
*DON*, esa voz y el sonido de
las tazas traqueteando resonaron dentro del café.
―¡Lo
siento mucho... mucho!
Preguntó Novem, que estaba a
mi lado, desconcertada al ver lo que estaba haciendo.
―¿Lyle-sama?
Lyle-sama, ¿de qué se disculpa?
El Cuarto explicó la situación
actual.
[Parece que te estás
disculpando con una chica a la que coqueteas mientras te acompañan tus amantes.
Qué situación tan patética].
Las camareras y los clientes
que nos rodeaban se estaban acalorando con un tema que era exactamente igual al
que dijo el Cuarto.
Yo, ahora mismo... parecía un
patético que venía a disculparse con una mujer mientras estaba acompañado por
mis amantes.
Pensar que Novem y las demás
estarían usando el mismo café, tal cosa nunca pasó por mi mente. Cuando
entramos en el café y nos sentamos, los tres estaban en la mesa vecina.
No había vía de escape, y
tampoco sabía qué tipo de excusa podía poner. Además en un golpe de mala suerte
esta mañana rechacé la invitación de las tres.
El momento elegido fue el
peor. El Sexto habló con una voz débil.
[No hay manera de continuar
con algo así].
El Séptimo también murmuró en
concordancia.
[Lyle, discúlpate
sinceramente. Es tu responsabilidad].
Una responsabilidad hacia el
resultado que se produjo por mi acción irreflexiva. Pesada. Esta cosa llamada
responsabilidad era realmente pesada.
Me dijeron que levantara la
cabeza por el momento, así que lo hice y les expliqué la situación desde el
principio a las cuatro. Ni que decir tiene que cuando llegué a la parte de
actuar para ligar con una mujer, las miradas de las chicas se volvieron
terriblemente frías.
―Qué,
así que las cosas son así.
Lo expliqué todo y esperé a
que me dieran un puñetazo. Miranda-san me mostró una sonrisa que era así.
―¿Mi,
Miranda-san? Puede ser extraño decir esto pero, creo que es natural aunque me
peguen.
El Tercero se burló de mí.
[Pensé que te aventaría la
bebida. ¿Eh? Miranda-chan es realmente amable. O más bien, ¿no es demasiado
amable?]
El Sexto parecía feliz por
alguna razón.
[No sólo su apariencia,
también heredó el corazón de Milleia. Sin embargo, cuando recuerdo que es mi
descendiente quien hirió a esta amable chica... quiero llorar].
El Séptimo parecía que iba a
decir algo pero, al final, no abrió la boca.
Aria-san se levantó de su
asiento.
―Miranda,
sigues estando en el lado perdedor porque siempre perdonas así a los demás.
Está bien que te enfades con él. Puedes darle un puñetazo o algo así.
Aria-san estaba seriamente
preocupada por Miranda-san pero, ésta levantó la taza de té que había pedido
mientras esbozaba una sonrisa preocupada.
―Nn~,
pero Lyle-kun también tuvo esta circunstancia ¿verdad? Además, ¿no es un
problema que concierne al sustento de Aria y de todos?
Esta vez fue Aria-san quien se
preocupó. Se sentó de nuevo y habló con una vocecita.
―Eso
es cierto pero, eres amable así que de esa manera es...
Miranda-san dijo
"Gracias" mientras me miraba.
―Oye,
si se trata de ese derecho a entrar en la mazmorra, entonces creo que puedo
hacer algo al respecto ¿sabes?
Esta vez fue Sophia-san la que
se enganchó a las palabras de Miranda-san y preguntó.
―¿De
verdad?
Miranda-san asintió y tomó un
sorbo de su té para humedecer el interior de su boca. Y entonces, empezó a
hablar de la Academia.
―Es
porque los estudiantes de la Academia tienen derecho a entrar en la mazmorra.
Incluso estoy registrada como aventurera. Aunque también tengo que presentar
una solicitud para entrar en la mazmorra, y los estudiantes suelen entrar
cuando se les asignan tareas. Aunque también hay chicos que entran en la
mazmorra para presumir de su habilidad.
La mazmorra subterránea de
Arumsaas. Cuando alguien lograba conquistarla hasta lo más profundo,
naturalmente se le consideraba fuerte.
Aunque, al parecer,
últimamente muchos de los jóvenes nobles sólo contrataban aventureros para
protegerlos mientras ellos mismos no hacían nada.
El Cuarto comprendió la
situación.
[Ya veo, los estudiantes de la
academia que estaban armando alboroto en el gremio cuando acabábamos de llegar
a Arumsaas iban a entrar en la mazmorra de esa manera. Ahora que lo pienso, los
aventureros de por aquí parecen ser bastante hábiles].
El Segundo se exasperó.
[Si están haciendo algo así,
entonces es imposible que todo las personas les crean cuando hablen de la
cantidad de pisos que conquistaron. ¿Qué hacen dejando caer su credibilidad
ellos solos de esta manera?].
Seguramente pensaban que
estaría bien mientras ellos mismos pudieran obtener un puesto en el gobierno
sin dar ninguna importancia a su subalterno en el futuro.
Por cierto, era una buena
noticia que nosotros también pudiéramos entrar en la mazmorra si Miranda-san
nos contrataba.
Sin embargo, Miranda-san
continuó con una cara preocupada.
―Pero,
aunque esto puede convertirse en una solución temporal, es problemático porque
tendré que acompañarlos cada vez que entren en la mazmorra. Además, tengo mi
propia rutina diaria, así que habrá momentos en los que no podré acompañarlos
aunque todos quieran ir.
Novem hizo una sugerencia a
Miranda-san.
―Entonces,
¿podemos pedirte que nos presentes a tus amigos de la Academia? Creo que
también será conveniente para ellos con nuestra capacidad.
Miranda-san negó con la
cabeza.
―Parece
que tienes confianza pero, también hay un periodo de tiempo en el que los
estudiantes de la academia no pueden entrar en la mazmorra de ninguna manera.
Además, si se trata de mis conocidos, muchos de ellos tienen las mismas
circunstancias que yo.
Esto es preocupante. Es cierto
que podríamos entrar, pero al parecer la condición sería más dura de lo que
pensábamos.
Sophia-san también parecía
preocupada y mencionó el nombre de Clara-san.
―Esto
es completamente diferente a lo que Clara-san nos dijo. Ciertamente podremos
entrar de esta manera pero, cómo decirlo, es inconveniente así...
Entonces Miranda-san se
sorprendió un poco.
―¿Clara?
¿Podría ser, la apoyo Clara Bulmer?
Aria-san asintió.
―Así
es. Para que Miranda la conozca también, ¿es famosa? Aunque no lo parecía.
―Aa~,
cómo decirlo... es famosa en varios sentidos. La llaman con apodos como el
señor de la biblioteca o el hada. Además, esa chica es una excelente apoyo.
Debido a que es excelente, escuché que el gremio a menudo la presentaba a los
estudiantes que entraban a la mazmorra. Tal vez por eso sea incomprendida.
Novem inclinó la cabeza.
―¿Incomprendida?
―Sí.
Le presentan a los estudiantes y entra en la mazmorra muy a menudo, por lo que
podría malinterpretar que todos los estudiantes pueden entrar en la mazmorra a
su antojo todo el tiempo. También hay gente así. Aquellos que no hacen otra
cosa que desafiar a la mazmorra en lugar de asistir a las clases a pesar de
haberse inscrito en la Academia. No conozco a ese tipo de estudiantes. O mejor
dicho... son personas a las que no conviene acercarse.
Parecía que los estudiantes
que Clara-san vio no eran más que el grupo problemático. Los estudiantes normales
estaban ocupados estudiando en la Academia, así que no podían desafiar la
mazmorra con frecuencia.
Miranda-san nos explicó la
situación en detalle.
―También
hay algunos entre ellos que están trabajando a tiempo parcial o en trabajos secundarios
en casa para poder pagar la matrícula o sus gastos de manutención. Pero, en la
mazmorra es donde se puede ganar más dinero. Matrícula, dinero para
divertirse... la mayoría de la gente quiere el dinero para divertirse. ¿Puedes
trabajar duro con el tipo de gente que entra en la mazmorra para ganar dinero
para divertirse?
Todos negamos con la cabeza.
―Aunque
a veces también hay quienes trabajan duro para pagar su matrícula porque la
condición de su casa está empeorando. La Academia también apoya a ese tipo de
estudiantes y les presenta a buenos aventureros.
Basándonos en lo que habíamos
escuchado, parecía difícil que pudiéramos entrar en la mazmorra.
El Cuarto suspiró.
[Las circunstancias aquí en
Arumsaas son complicadas. No hay forma de que este tema se difunda al exterior.
Aunque este tipo de historia se difundiera, no creo que la mayoría de la gente
sea capaz de entenderla sin venir aquí ellos mismos].
Debido a las circunstancias
únicas de Arumsaas, no mucha gente lo entendería aunque los rumores y la
verdadera situación de este lugar se difundieran. Así no se pudo evitar que no
nos diéramos cuenta de la verdadera situación de Arumaas antes de venir aquí.
Esta fue la razón por la que era llamado como un lugar realmente extraño o
misterioso.
Miranda-san nos hizo una
sugerencia mientras yo albergaba tal impresión.
―Y
entonces, tengo una sugerencia... todos confían en su fuerza, ¿verdad?
Miranda-san mostró una sonrisa
como la de un niño que ha pensado en una travesura. Asentimos con la cabeza.
No, no entendía qué tipo de fuerza buscaba pero, los cuatro no éramos débiles.
―Chicos...
¿quieren intentar aceptar la petición de un profesor de aquí?
Su sugerencia se refería a
cumplir una petición de un profesor que tenía autoridad en la Academia.
* * *
──La casa de las hermanas
Circry.
Miranda estaba muy alegre
cuando volvió a casa.
Le contó a Shannon lo que
había pasado hoy.
―¿Te
acuerdas Shannon? Ya sabes, la Aria que una vez jugó con nosotras en el jardín
de la mansión. Aria Lockwarde, en realidad vino aquí a Arumsaas.
Shannon recordaba vagamente
haber oído el nombre de Aria.
Había muchas hijas de nobles
que venían a jugar a la mansión, pero el número de personas que jugaban con
Shannon se podía contar con una mano.
(Aa~, ahora que lo pienso
había alguien así).
―Sí,
la recuerdo un poco. Era una chica que decía que su cabello era rojo, ¿no?
―¡Sí!
Escuché que fue expulsada de Centralle pero, es un alivio que esté bien.
Miranda se mostraba alegre.
―Y
entonces ya ves, después de esto aceptaremos juntos la petición de un
profesor──
Sin embargo, aunque salió esta
mañana diciendo que se reuniría con Lyle, al volver sólo hablaba de Aria y de
otras cosas. Shannon lo entendió.
(Debe de haber ocurrido algo.
Entonces, quizá debería pedirle que me lo cuente).
Cuando Miranda le dio la
espalda a Shannon y empezó a preparar la comida, Shannon leyó las emociones de
Miranda y sus labios se torcieron.
(Ya veo... está triste. Estás
muy triste, ¿verdad, Onee-sama?)
Shannon manipuló el poder mágico que rodeaba a Miranda y que mostraba sus emociones tristes. Miranda reaccionó y se quedó quieta. Shannon la abrazó por detrás.
―¡Ahá!
Cielos, Onee-sama, te estás debilitando para poder ser controlado por mí. Estás
triste, ¿verdad, Onee-sama?
El color de los ojos de
Miranda perdió su luz por las palabras de Shannon. La emoción se desvaneció de
su rostro. Su boca se movió lentamente.
―...¿Tri,
triste?
―Así
es. Onee-sama, te sientes muy triste. ¿Qué pasó?
Miranda le dijo lentamente a
Shannon. Que estaba triste... porque se estaba debilitando al grado que el
control mental de Shannon funcionaba en ella.
―Lyle
dijo... que no le gusto. Tiene muchas otras chicas... aunque... aunque... me
alegré de que me invitara.
Shannon ahogó su risa y luego
le dijo a Miranda.
―Lyle es
realmente horrible. Onee-sama, entonces deberías──
―No,
de ninguna manera. Una cosa así no es buena...
Shannon chasqueó la lengua al
ver que Miranda negaba con la cabeza. Allí no había ni rastro de la chica de
aspecto efímero. Shannon se irritó y maldijo a Miranda.
―Onee-sama
siempre es así, diciéndose a sí misma que está equivocada, que tiene que
soportarlo. Ese pensamiento desinteresado es realmente admirable, qué
encomiable. Onee-sama también se siente responsable y corre detrás de mí por
eso, ¿no es así?
Miranda respondió débilmente.
―Estaba,
preocupada por ti...
―Hmm~...
pero ¿sabes que estás realmente triste, no? Normalmente, por mucho que
intentara controlar a Onee-sama, te resistías y no decías nada, y sin embargo
hoy estás respondiendo así a mis preguntas.
Cuando Miranda se calló,
Shannon disipó el control mental porque no quería agobiar a Miranda.
(Tengo que dedicar tiempo a
completar lentamente el control. Pero, ese hombre llamado Lyle... me está
haciendo enfadar. Hizo daño a mi Onee-sama. Pero, gracias a él Onee-sama se ha
vuelto realmente obediente).
Para Shannon, Miranda era su
hermana mayor, pero al mismo tiempo también era como un sustituto de su madre,
que murió justo después de que ella naciera. Aunque Shannon sentía un fuerte
amor familiar hacia ella, el sentimiento de traición le hacía albergar un
sentimiento mixto de amor y odio hacia Miranda.
(Así es. Utilizaré así a
Onee-sama y haré que Lyle──)
Miranda volvió a sus cabales y
jadeó cuando Shannon se separó de ella.
―E,
¿eh? Yo estaba──
―Onee-sama,
¿qué pasa?
Miranda se dio la vuelta
porque Shannon la llamó desde atrás. Shannon le sonrió a Miranda, y luego se
comportó adorablemente como una hermana menor de aspecto tranquilo.
―¿Shannon?
―Sí.
¿Y qué pasó con Aria-san después de eso?
Miranda se llevó la mano
izquierda a la cara. Y entonces notó que estaba sudando.
―Lo
siento. Parece que estoy un poco cansada, así que iré a lavarme la cara.
Shannon despidió a Miranda,
que salió de la cocina con un gesto de la mano──.
* * *
Al día siguiente.
Visité la biblioteca en la que
estaba Clara-san. Era una biblioteca famosa en Arumsaas. Como era de esperar de
una biblioteca que decía ser la número uno del continente, era un edificio que
parecía un palacio.
Cuando me quedé quieto frente
al edificio, que era tan alto que tenía que mirar hacia arriba, la gente que
pasaba a mi alrededor se rio. Seguramente pensaban que yo era un pueblerino.
Pero, la reacción dentro de la
Joya fue aún más sorprendente que eso.
[¡Qué es esto! ¿Qué es esto?
Este es un lugar que guarda libros, ¿no? ¡Eso significa que hay muchos libros
llenando un lugar tan grande!]
El Tercero dejó de lado su
habitual actitud despreocupada por la excitación y continuó siendo ruidoso.
El Séptimo intentaba calmarlo.
[Por favor, cállate ya.
¡Espe-! ¡Este idiota, no te resistas! ¡Así que, que alguien ayude!]
La Joya era ruidosa por varias
personas que sujetaban al Tercero.
―...Entremos.
Ignoré la ruidosa Joya y entré
en la biblioteca, que era como un palacio. Había una recepción justo después de
la entrada. Varias recepcionistas estaban en fila.
Me dirigí a una de ellas y me
orientó cuando le dije que era mi primera vez aquí.
Me dijo que tenía que pagar
primero la inscripción. El dinero se reservaría para una compensación en caso
de que perdiera un libro. Me dijeron que el dinero se devolvería cuando la
inscripción se cancelara sin ningún incidente.
Asentí con la cabeza cuando
escuché que sería necesaria una moneda de cobre cada vez que fuera a utilizar
la biblioteca y pagara la inscripción.
―Por
cierto, ¿sabe dónde está Clara-san?
La recepcionista se mostró
reacia a responder a mi pregunta.
―No
puedo responder a ese tipo de preguntas.
Parecía que la estaba
molestando.
―Lo
siento. Por favor, olvídelo.
Terminé el registro y recibí
una tarjeta de miembro para la biblioteca, luego entré en ella.
El interior del edificio
estaba dividido en varias salas. Cada sala tenía un montón de libros alineados.
El techo era alto. Había
muchas estanterías alineadas que llegaban hasta la altura de ese techo. Todas
las estanterías estaban llenas de libros hasta los topes.
―Esto
no son sólo varios miles de libros, ¿podría ser que el número llegara a decenas
o incluso cientos de miles?
Pensando en la escala del
edificio que veía desde el exterior, seguramente almacenaba una gran cantidad
de libros. Mientras caminaba y me asomaba por aquí y por allá de esa manera,
encontré a una chica con una mano artificial entrando en una habitación.
―Clara-san.
Clara-san volteó su mirada
hacia mí cuando la llamé.
―Nunca
pensé que te encontraría en este tipo de lugar, Lyle-san.
―Tengo
algo que hablar contigo. Es un asunto de trabajo.
―¿Has
venido hasta la biblioteca sólo para hablar de trabajo? Bueno, está bien. Por
favor, ven por aquí.
Clara-san cambió de dirección
alejándose de la habitación en la que iba a entrar. No me llevó a una
habitación sino a un amplio pasillo.
Había mesas y sillas colocadas
cerca de la enorme ventana. Había un tablón escrito con "área de
descanso".
También había una puerta que
conectaba con el jardín cercano.
―También
podemos comer aquí. Tampoco nos regañarán aunque hablemos un poco más alto.
Clara-san dijo eso y se sentó.
Me senté en la silla frente a ella y nos pusimos con la mesa entre nosotros
antes de abordar el tema principal.
―En
realidad, vamos a aceptar la petición de un profesor de la academia──Damien
Valle.
Al escuchar eso Clara-san
desvió la mirada hacia su brazo derecho artificial por un instante.
―Él
fue quien puso una solicitud pidiendo la piedra mágica del jefe del piso 40
subterráneo ¿no es así? Viendo que me traes esta charla, ¿se ha resuelto el
problema de entrar en la mazmorra?
Sacudí la cabeza.
―No.
Encontramos a alguien que entraría junto a nosotros, pero esa persona también
tiene su propia vida diaria en la que pensar. Parece que los estudiantes de la
academia que entran con frecuencia en la mazmorra son infractores. Los
estudiantes normales no entran en la mazmorra tan a menudo.
Cuando dije eso, Clara-san se
quitó las gafas y se limpió los cristales mientras miraba hacia abajo. Tuve la
sensación de que su cara se enrojecía. Parecía que se había dado cuenta de su
propio malentendido.
―…Parece
que he tenido un malentendido. Me disculpo. Y, me estás hablando buscando un
apoyo, ¿no es así? ¿Cómo de grande es la escala del grupo en el que estás
pensando?
Al preguntar eso conté con mis
dedos.
―Err~,
cuatro personas de mi casa, y luego la estudiante de la academia Miranda-san, y
también Clara-san.
Clara-san se puso las gafas y
luego sus ojos de aspecto somnoliento se abrieron de par en par hasta el
límite.
―¿Estás
cuerdo? Una vez también participé en la conquista de la planta B30, pero en
aquella ocasión el grupo que la desafiaba era de casi 50 personas. Si vas a la
planta B40, escuché que necesitarás el doble de ese número.
Cuando se conquista una
mazmorra a gran escala, fundamentalmente el grupo se queda dentro durante la
noche. En ese caso, un humano necesita comer y también dormir. También se
ensucia y necesita orinar y defecar.
En la mayoría de las
mazmorras, se vuelve más difícil cuanto más se avanza.
Cuanto más días se pasara para
conquistar la mazmorra, más cantidad de suministros se necesitarían.
La comida y el agua, y el
transporte de los mismos, serían absolutamente necesarios.
La mazmorra no es tan amable
como para poder luchar y avanzar llevando un pesado equipaje.
Para que los aventureros que
luchan puedan desplegar su fuerza habitual, era necesario un apoyo, sea como
sea.
En consecuencia, era habitual
que el número de personal necesario aumentara cuanto más profundo se intentara
avanzar.
Asentí con la cabeza y luego
le dije a Clara-san que quería formar un contrato con ella.
―Tenemos
un método para conquistar una mazmorra. El arma secreta para ello es ésta.
Clara-san entrecerró los ojos
cuando levanté ligeramente la Joya que colgaba de mi cuello.
―¿Es
una Gema? Además el azul es el color del apoyo... Me retiraré a la mitad si
creo que es una imprudencia. Si estás de acuerdo con eso, entonces aceptaré
formar un contrato. También…
―¿También?
―Quiero
preguntar una cosa. ¿Se registró Lyle-san en la biblioteca para encontrarse
conmigo?
Respondí con sinceridad.
―Ah,
no es eso. No, cómo decirlo... A mí también me gustan los libros, así que de
todos modos me registré aquí. Pero hoy vine a encontrarme con Clara-san.
Después de todo, he oído que siempre estás en la biblioteca, excepto cuando
estás trabajando.
Clara-san sonrió ligeramente.
Parecía que estaba satisfecha con mi respuesta.
―Ya
veo. Eso es estupendo. A mí también me gusta la gente a la que le gustan los
libros. Entonces, hablemos del contrato. Soy un apoyo bastante capaz, así que
el coste también será bastante alto.
Me encogí de hombros mientras
decía.
―Por
eso te invito. Será problemático si no es así.
El Cuarto habló con una voz
ligeramente preocupada.
[Aunque entiendo que no es el
caso, pero la conversación de hace un momento sonó como una confesión de amor.
Aunque sólo estén hablando de un contrato de trabajo].
El Tercero se burló de mí.
[Lyle es así, ¿no? Su actuar
normal puede atraer a las chicas más efectivamente, que cuando realmente trata
de ligar con ellas].
Perdóname por eso. Formé un
contrato con Clara-san mientras pensaba eso.
* * *
―¡Lyle,
por aquí!
Miranda-san agitó su mano
enérgicamente.
Salí de la biblioteca y me
dirigí inmediatamente hacia el siguiente lugar de encuentro.
―Es
estupendo que tanto la biblioteca como la Academia estén en el centro de la
ciudad, lo que resulta conveniente.
Miranda-san se rio cuando dije
eso.
―Sobre
eso, la mazmorra, la Academia y la biblioteca son los tres productos más
famosos de Arumsaas.
El modo en que los llamaba
productos famosos era un poco gracioso. Además, la razón por la que estaban en
el centro de la ciudad no estaba explicada pero, no importaba.
―¿Productos
famosos es? Entonces no se puede evitar.
Me encontré con Miranda-san en
la entrada de la Academia, luego me guió hacia un edificio para encontrarme con
el profesor Damien a través de un pasillo.
Allí escuché una sencilla
explicación de Miranda-san sobre el profesor Damien.
―¿Los
siete mejores de la Academia? ¿Se refiere a algo así como las siete personas
increíbles de la Academia?
Ella dijo que el profesor
Damien era uno de los famosos siete mejores de la Academia.
―No es
eso. Creo que es algo así como los niños problemáticos desde que empezó la
Academia. Aunque no son sólo niños problemáticos. Son excepcionalmente
superiores en su campo y también aportaron beneficios a Arumsaas, pero son como
excéntricos que sólo se interesan por su investigación y también suelen causar
problemas... De todos modos, al contarlos había siete personas así. Por eso los
siete mejores. Creo que el profesor Damien es el único que sigue vivo.
El Segundo parecía
insatisfecho después de escuchar tal explicación.
[Oi, ¿esa persona realmente
estará bien? Aunque parece que es alguien que no es bueno como persona].
El Cuarto reflexionó un poco
antes de responder.
[Sin intentar conocerlo
primero... no podré decir nada].
Íbamos a crear una conexión
con la Academia cumpliendo la petición que ese niño problemático envió al
gremio.
El Séptimo estaba considerando
el conjunto más que al profesor Damien personalmente.
[Bueno, obedecer a los idiotas
del gremio como hasta ahora también es irritante. No es una mala manera de
obtener conexiones con la Academia aquí para callar al gremio. Además, esta
oportunidad puede ser utilizada para acercarse a Miranda. El mismo Damien no
importa realmente, ¿no?]
El Quinto y el Sexto estaban
en silencio, pero por la Joya podía sentir que estaban prestando atención a
Miranda-san, que estaba caminando frente a mí.
―Lyle,
es aquí.
Cuando llegamos a la estancia
de destino, Miranda-san tocó el timbre que estaba colocado junto a la puerta.
Un fuerte sonido resonó por todo el pasillo. Cuando el sonido cesó, Miranda-san
llamó hacia la puerta.
―Profesor
Damien, soy Miranda. Traje a un aventurero que aceptará su pedido tal como se
prometió.
Después de un rato, un sonido
de cosas rompiéndose vino del interior de la habitación. Luego hubo sonidos
como de algo siendo arrastrado y algo siendo empujado antes de que la puerta se
abriera lentamente.
Volví mi mirada hacia abajo y
vi a un hombre de pequeña estatura.
―Di,
disculpe──
Un hombre menudito que llevaba
gafas. Su pelo castaño estaba despeinado y llevaba una bata blanca por encima
de su ropa arrugada y sucia, pero incluso esa bata blanca estaba terriblemente
sucia.
A simple vista parecía un
hombre joven, pero esta persona es un profesor. Una persona con un cargo que
tenía voz incluso en la gestión de la ciudad de Arumsaas.
El profesor Damien me detuvo
con su mano cuando iba a hablar.
―Aa~,
lo siento. Será una pérdida de tiempo así que vamos a la sala de recepción.
También habrá té allí, así que es conveniente. Hablaremos de la petición allí.
Ah, no hay necesidad de presentarse. Realmente no soy bueno recordando los
nombres de la gente.
Una actitud brusca y grosera.
Salió de la habitación y se alejó sin detenerse.
Cuando miré a Miranda-san, se
encogió de hombros y sonrió.
―El
profesor se comporta así con todo el mundo. No te preocupes... al fin y al cabo
tampoco recuerda mi nombre. Pero, no hay duda de que es una persona increíble.
Hasta los ancestros del
interior de la Joya se quedaron boquiabiertos ante la actitud del profesor
Damien.
Cuando llegamos a la sala de
recepción, una persona que parecía ser un miembro del personal de la academia
sirvió el té con una cara realmente desagradable.
El profesor Damien extendió la
mano hacia un pequeño frasco que estaba lleno de azúcar... y vertió una gran
cantidad de ésta en su taza.
Se terminó una bebida que
estaba hecha principalmente de azúcar.
Se lo bebió como si nada. Sólo
con mirar hizo que el interior de mi boca se sintiera dulce.
El profesor Damián empezó a
hablar después de humedecer (¿?) su boca.
―Primero
no hay necesidad de presentaciones. Ustedes ya saben mi nombre. Y además no
tengo ganas de recordar el tuyo, así que no tiene sentido. Odio las cosas sin
sentido. Por eso, empieza a hablar del tema principal de inmediato. A pesar de
que he enviado la solicitud al gremio desde hace mucho tiempo, todavía no se ha
cumplido incluso después de medio año. A pesar de que ya los insté muchas
veces, ellos siguen poniendo varias excusas diciendo que es imposible. No
quiero seguir perdiendo el tiempo inútilmente.
Parece que la excusa del gremio
es que un grupo de aventureros que puede avanzar hasta el piso B30 es muy
escaso. Un grupo que pudiera desafiar el piso B40 era aún más raro.
Pero, al profesor Damián no le
importaría aunque dijera eso, así que me callé.
O más bien, parecía que era
cierto que no había excelentes aventureros como esos en Arumsaas ahora mismo.
―La
chica de allí me hizo una sugerencia en esa situación. Ella conocía aventureros
que podían conquistar el piso B40. Pero, acababan de llegar a Arumsaas, así que
querían recomendaciones para poder entrar en la mazmorra. Eso fue lo que dijo.
Yo también he hecho cosas de aventurero varias veces. También entré en la
mazmorra, y también tengo experiencia luchando contra monstruos cuando salgo a
investigar. Pero, esto está fuera de mi experiencia. También soy incapaz de
entender la verdadera fuerza de alguien sólo con la mirada. Quiero que me
muestres la razón por la que es posible que completes mi petición.
La preocupación del profesor Damián
era natural.
Hablemos con sinceridad. Cuando
pensé eso y tomé la Joya, el Segundo estuvo de acuerdo con mi opinión.
[No habrá ningún progreso así
que enséñale. Además, por si acaso, no olvides prohibirle que se lo cuente a
los demás].
Asentí y luego le mostré la
Joya en mi mano al Profesor Damián.
―Una
Gema ¿eh? Es rara pero, entiendes que en sí misma no tiene ningún valor ¿no?
―Sí.
Esta Je... Gema tiene las Artes de mi familia grabadas en ella. Las Artes que
puedo usar son cinco. Son tipos de apoyo con abundante variedad. Desplegará su
fuerza sin fallar incluso en una mazmorra. Su habilidad es──
El profesor Damián sonrió al
escuchar mi explicación.
Las Artes de los ancestros se
llamaban Tipo de Apoyo. Este tipo no tenía poder ofensivo a diferencia de la
Gema roja o la Gema amarilla. Pero, tenía una habilidad que no perdía contra
ellas.
―Ya
veo. La primera y la segunda ya son buenas pero, el aumento de velocidad de la
tercera, el mapa de área de la cuarta y la búsqueda de enemigos de la quinta
son especialmente buenas... de hecho, la captura de la mazmorra será realmente
fácil si estás allí. No, está bien incluso llamarte experto. Ya veo,
ciertamente eres adecuado para esta petición.
―Sin
embargo, estaré preocupado si esta información se filtra a otras personas.
―Aa,
hay ese tipo de reglas, ¿no? Vas a cumplir con mi petición. No tiene sentido
convertirte en mi enemigo. No voy a filtrar tu secreto. Entonces, añadiré más
condiciones a la petición.
Entrecerré los ojos.
―¿Condiciones?
El profesor Damián sonrió. Se
apoyó en el respaldo del sofá y siguió hablando.
―No
pongas esa cara de desconfianza. También pagaré la recompensa por esta adición.
Además, entraré en la mazmorra, así que quiero que me protejas. Aunque puedo
protegerme con mi propia fuerza. Por cierto, conmigo allí el potencial de batalla
aumentará sin duda.
Miranda-san asintió cuando la
miré. No había ninguna duda en su expresión.
―Es
cierto. El profesor Damián es fuerte. Su apodo es Usuario de Marionetas.
Utiliza una magia llamada "Golem" que ha desarrollado él mismo para
mover varias marionetas al mismo tiempo como si fueran sus propias
extremidades. Su habilidad en la magia también es fiable. No hay duda de que
será útil en la batalla.
Reflexioné un poco y asentí.
El profesor Damián se rio.
―Eso
es genial. Ya estoy cansado de esperar. Además ya terminé de prepararme. Ir yo
solo es mejor que esperar aquí. Estaba a punto de dirigirme al piso B40 yo solo
si nadie iba a completar mi petición.
No parecía una broma. Y
entonces, el profesor Damián continuó.
―También
sobre la recompensa, no me importa si tu grupo se lleva todas las piedras
mágicas y materiales que obtengamos del interior de la mazmorra. Y la
recompensa de mi parte será... un objeto con un valor equivalente a varios
miles de monedas de oro, ¿te parece bien?
Sentí un poco de curiosidad
por la forma en que el profesor Damián lo dijo.
―¿Un
objeto con el mismo valor que varios miles de monedas de oro?
―No me
van a dar el presupuesto después de haber agotado mi fondo de investigación.
Aunque me dijeran que mostrara resultados, necesito la piedra mágica para poder
mostrar ese resultado, así que el presupuesto no saldrá por mucho tiempo que
pase. Por eso, quiero pagarte con mercancía.
Me preocupó escuchar eso.
Aunque dijera que era un objeto con un valor equivalente a varios miles de
monedas de oro, no sabía qué tipo de objeto era. Además, ¿podría usar esa cosa
después de recibirla? ¿Sería vendible? El Cuarto me aconsejó mientras me
quedaba pensando.
[Acéptalo. Deberías ser capaz
de tener un excedente financiero de la cuota de piedras mágicas y materiales.
Además no debes olvidar tu primer objetivo. El permiso para entrar en la
mazmorra. Si puedes obtenerlo entonces no hay realmente ningún problema].
Por el contrario, sería una
pérdida si me sintiera insatisfecho con la recompensa y no aceptara esta
petición.
[Lo entiendo. Sin embargo, por
favor, no te olvides de la mediación para el permiso de entrada a la mazmorra].
El profesor Damián se reía.
―Déjenlo
en mis manos. Incluso así tengo una relación verbal con el director. Aunque
también se puede decir que sólo a mí me regañan a menudo con respecto al
presupuesto. Ahora bien, la recompensa adicional es esta.
El profesor Damián levantó el
tarro de azúcar de su mano derecha y de él salió una pequeña marioneta hecha de
azúcar.
Levantó la tapa y mostró su
cara. Al cabo de un rato, volvió a entrar en el tarro y cerró la tapa.
―Los
alumnos me piden a menudo que se los enseñe, así que les enseño para ganar algo
de dinero extra. La recompensa adicional será que te enseñe esta magia.
Era una magia muy interesante.
También me interesó y asentí aceptando esa condición.
El profesor Damián sonrió.
―Yosh,
el contrato está formado. ¿Cuándo partiremos? Para mí... quiero dos días para
prepararme.
Asentí pensando que podríamos
prepararnos si teníamos ese tiempo.
―Entonces,
partiremos tres días después, así que por favor, ocúpese de las formalidades.
El profesor Damien estaba de
buen humor.
―Qué
bien, qué bien. Es genial que no perdamos el tiempo con charlas complicadas. Es
mejor que todo sea sencillo. Será genial si todo se resuelve de forma sencilla
como esta vez.
Parecía que lo que dijo
Miranda-san de que no le interesaba nada más que su propia investigación era
cierto.
El Cuarto dio su evaluación de
Damien Valle.
[A veces hay una persona así,
un humano que muestra una capacidad asombrosa sólo en su materia especializada.
Damián también es ese tipo de humano. También se puede decir que es la forma
definitiva de ese tipo de persona].
El Séptimo también lo
entendió.
[Es alguien a quien no se le
puede confiar nada más. Yo también tuve ese tipo de subordinado en mi época.
Sin embargo, esa persona no era tan terrible hasta este grado].
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