Sevens - Volumen 4 Capítulo 48

SHANNON CIRCRY

 

──El día antes de que Lyle y los demás partieran hacia la mazmorra.

Shannon fue confiada a un hospital de Arumsaas por Miranda. Las dos hermanas estaban solas dentro de una habitación privada del hospital.

Como era de esperar, Shannon no podía quedarse sola en la casa que no tenía ni un solo sirviente y tendría que pasar un tiempo en el hospital. Tampoco tenían conocidos en Arumsaas a los que poder confiar a Shannon. Como no se le podía confiar a cualquier persona al azar, la opción era el hospital.

―Shannon, tardaré un poco pero, seguramente volveré así que no te preocupes y espera aquí. Además, si no vuelvo aunque hayan pasado dos semanas, avisa al personal del hospital y pídeles que se pongan en contacto con la Casa Circry.

Miranda, que estaba colocando el equipaje dentro de la habitación por el bien de Shannon, habló de lo que ésta debía hacer si no regresaba. Shannon miraba fijamente a Miranda y le preguntó en voz baja.

―Onee-sama, ¿recuerdas tu promesa?

El cuerpo de Miranda se estremeció al instante, como si la electricidad la recorriera, y luego se volteó hacia Shannon. No había luz en sus ojos, y su rostro estaba inexpresivo. Miranda respondió lentamente a la pregunta de Shannon.

―Dentro de la mazmorra, Lyle y los demás... pero…

Había logrado que la Miranda de ahora actuara mayormente como ella quería, pero sintió que Miranda seguía resistiéndose. Shannon puso una cara de insatisfacción.

(¿Será mejor ajustarla un poco más fuerte? Así es, entonces más bien──)

―Te has preparado hasta ahora para eso ¿verdad? Entonces tienes que hacerlo bien.

Shannon manipuló el poder mágico que circulaba alrededor de Miranda y ejerció influencia sobre sus emociones. Las emociones humanas de alegría, ira, lástima, humor──Shannon influyó especialmente en la ira y la lástima de Miranda.

La expresión de Miranda cambió repentinamente a tristeza y cayó de rodillas y se cubrió la cara con ambas manos.

―...Odio. Odio a ese hombre. Odio a Lyle. Odio a ese tipo que traicionó mis sentimientos.

Su odio se estaba inflamando.

Shannon también se sentía dolida al ver a Miranda llorando y enfurecida, pero también se divertía porque era su venganza contra Miranda que la traicionó antes. Era un sentimiento complicado que era una mezcla de amor y odio.

―Jajaja, de verdad Onee-sama, por fin te has vuelto honesta. Así es. Odias a Lyle, ¿verdad? Entonces... hazlo.

Shannon se paró frente a Miranda y la miró mientras reía.

―Experimentaré usando a Lyle y su grupo. Si tiene éxito, lo siguiente será la Casa Circry... Otou-sama y también Doris-neesama. Luego, al final, también será esa Celes... Me ayudarás, ¿verdad, Onee-sama?

Cuando Shannon miró el rostro de Miranda, ésta había dejado de llorar antes de darse cuenta. Sonreía débilmente y asintió a la pregunta de Shannon.

Shannon esbozó la sonrisa más fea que jamás haya hecho dentro de la habitación del hospital──.

 

* * *

 

El hospital donde Shannon fue confiada.

Entrecerré los ojos en la azotea de un edificio que estaba bastante lejos de allí mientras miraba su habitación.

Lo estaba a duras penas. Realmente la distancia era apenas suficiente. Estaba detectando el movimiento de ambas dentro del rango del Arte del Segundo mientras usaba también las Artes del Quinto y del Sexto para observarlas.

El resultado estaba en la categoría de lo peor dentro de mi imaginación.

―...Culpable ¿eh?

Un fuerte viento soplaba en la azotea donde no había nadie más. El calor del sol atravesaba mi piel, pero olvidé tal estímulo por el resultado que tenía ante mí.

El Quinto murmuró con frustración.

[Chica estúpida].

Había escuchado que el Quinto era apático con sus propios hijos y que, en cambio, actuaba con afecto con los animales. Sin embargo, ¿era realmente así?

Se estaba interesando por los dos bisnietos de Milleia-san, lo que no podía considerarse normal.

El Sexto también hablaba con decepción.

[Así que ella no heredó el corazón de Milleia. Pensar que está tratando de convertir a su propia hermana biológica en una marioneta... ¿y ahora qué? Aunque también existe la opción de moldear a golpes su personalidad...].

El Quinto pensó durante un rato, y luego habló con un tono frío.

[No, todavía no puede usar bien su habilidad, ya que no nos detecta hasta aquí. Según nuestra investigación, parece que también la tratan con mucha frialdad. No creo que sea capaz de renunciar a su venganza tan fácilmente. Lo haremos. Destruir esos ojos será por el bien de esa chica y su entorno].

Me agaché en ese lugar y miré hacia abajo.

―...Sinceramente, esto es pesado. Si es posible no quiero hacerlo.

El Segundo también dijo algo parecido.

[Decirle que le quite la vista a una niña de esa edad es lo esperado... además, sorprendentemente podría ser una buena niña, ¿sabes?]

La atmósfera dentro de la Joya también era pesada. Ni siquiera yo quería hacer algo como destruir los ojos de una persona por decisión propia.

El Cuarto resumió la opinión de los que dudaban.

[De cualquier manera, es imposible hacerlo ahora mismo. Ella también está en un hospital. No podrás entrar en la mazmorra si causas una conmoción en este momento].

El Tercero suspiró.

[Tendrás que tener cuidado con Miranda-chan al entrar en la mazmorra. Aun así, ¿realmente Lyle tiene que herir con sus propias manos a una chica lamentable y triste que es tratada fríamente por su familia?].

Recordé la información sobre Shannon-chan que me contaron Aria-san y Sophia-san.

Ella estaba en una situación similar a la mía.

Fue rechazada por su familia y vivió en un mundo terriblemente confinado hasta ahora.

Si había algo que no se parecía a mí, era su amable hermana mayor. Yo tampoco quería una hermana menor, así que quería una hermana mayor amable como Miranda-san.

...pensé.

¿No había ninguna forma de resolver este problema de alguna manera sin aplastar sus ojos?

Si no podía encontrar una forma de rehabilitar a Shannon-chan antes de que volviéramos, tendría que aplastar sus ojos tal y como me dijeron los antepasados. No quería hacer eso.

 

* * *

 

──La mazmorra subterránea de Arumsaas.

Un aventurero que sostenía una linterna con una mano frunció el ceño y se tapó la boca con la otra.

―¿Qué demonios es esto?

Por allí se encontraban las figuras de monstruos en estados atroces con sólo mirarlos. También estaba la figura de un monstruo con cara de desesperación entre ellos. Los monstruos descuartizados no tenían su material ni sus piedras mágicas recolectadas. Era como si los monstruos fueran atormentados por diversión.

Un veterano aventurero se arrodilló y miró las heridas de los monstruos.

―Aunque hay muchas partes arrancadas, ¿a qué se debe este corte tan limpio? No parece ser mágico.

El aventurero que sostenía la linterna miró a su alrededor con cara de preocupación.

―Esto ha ocurrido mucho recientemente. ¿Es eso? Hay un rumor de que algunos mocosos nobles malcriados están haciendo algo así para despejar su estrés... no van a cambiar sus objetivos por humanos a este paso ¿verdad?

El veterano aventurero se puso la mano en la barbilla y gimió.

―Eso es muy posible, pero, no he oído hablar de ningún alumno de la Academia que pueda llegar tan lejos. Podría ser otra cosa──

―¡Oi, basta! Eh, volvamos de una vez.

El aventurero con la linterna estaba realmente asustado. Al ver que el veterano aventurero recogía los materiales que parecían que aún se podían vender y luego se fueron de ese lugar.

El lugar del que acababan de salir. Una criatura que se retorcía en el techo tenía ocho patas. Lentamente utilizó una cuerda para descender del techo y mostró su ominosa figura.

Una boca distorsionada como una luna creciente.

Algo parecido a la parte superior del cuerpo de un humano crecía desde un torso que parecía una araña. La ominosa existencia sonreía mientras corría por la pared de la mazmorra con sus ocho patas.

Encontró un monstruo y atacó. Ejercía una violencia abrumadora mientras reía.

Algo estaba dentro de la mazmorra subterránea de Arumsaas──.

 

* * *

 

El día de la partida. A primera hora de la mañana, cuando todavía estaba oscuro.

Presentamos el papeleo en el gremio y esperamos al profesor Damián y a Miranda-san cerca de la entrada del edificio. Originalmente pensé que sería bueno esperar en la entrada de la mazmorra, pero Miranda-san dijo que este lugar era más conveniente, así que seguimos su consejo.

Los suministros que recibimos de las tiendas y nuestro equipaje se colocaron en un carro que alquilamos. Sophia-san sería la encargada de tirar del carro. La razón por la que se le encomendó la tarea fue porque su Arte consistía en la capacidad de cambiar el peso de un objeto.

El carro, que parecía pesado, podía ser tirado con mucha facilidad. Clara-san ya se había adelantado a nosotros cuando llegamos. Ella estaba leyendo un libro en frente del gremio incluso ahora. Debido a que la puerta aún no se había abierto, el suelo que estaba húmedo por el rocío de la mañana tampoco despedía polvo.

Muchos aventureros que iban y venían del gremio desde primera hora de la mañana nos miraban. Pero, inmediatamente volvieron a su propio trabajo. Aria-san parecía tener sueño mientras bostezaba con la boca abierta. También estiró su espalda con las manos levantadas.

―Haa~, quería dormir un poco más.

Sophia-san habló criticando a dicha Aria-san.

―¿Te quedaste despierta anoche incluso después de que te avisara?

Aria-san puso una cara de preocupación.

―No, ya sabes, el espectáculo del teatro al que fuimos fue interesante, ¿no? Por eso me emocioné.

Por lo visto le habían abierto el corazón a Miranda-san y ella les mostró lugares para divertirse en Arumsaas.

―Ciertamente fue interesante, lo reconozco, pero...

Parecía que Sophia-san también vio el espectáculo junto con Aria-san. Estaba de acuerdo en que era interesante.

Novem miró a las dos que estaban así y dejó escapar un pequeño suspiro.

―Están demasiado relajadas. Sería estupendo que no se lesionaran. Pero, me gustaría que se concentraran antes de entrar en la mazmorra.

El Segundo también tenía la misma opinión que Novem. Desde el principio el Segundo tuvo una evaluación estricta hacia ambas, pero parecía que esta vez era más que eso.

[Les falta tensión. Aunque hace un rato todavía se notaba cierta seriedad en ellas. Pero no parece que se estén dejando llevar después de haber ganado mucho dinero hace un tiempo. Es preocupante pero, tal vez esta sea una buena oportunidad para que estas dos idiotas conozcan una experiencia un poco dolorosa...]

Pudimos ganar mucho dinero con el sometimiento de la mazmorra en Dalien. Luchamos contra el jefe de la sala más profunda y conseguimos derrotarlo, así como obtener el tesoro.

Quizá su confianza se convirtió en engreimiento tras el gran éxito. Pero, algo más parecía pesar mucho en la mente del Segundo. Él pensaba que había algo más en esto.

Dentro de la Joya, parecía que los ancestros también estaban pensando mucho con sus mentes. Esta vez no hablaban mucho.

El asunto de la mazmorra.

El asunto de Shannon-chan y Miranda-san.

El asunto de Aria-san y Sophia-san.

Mi mente también estaba agobiada con respecto a Shannon-chan.

Novem desvió su mirada de las dos que estaban conversando hacia otra dirección. Clara-san también cerró el libro que leía, lo metió en su mochila y se levantó con ella a cuestas. Miraba en la misma dirección que Novem.

―Parece que llegaron. Aun así, las marionetas del profesor Damián son llamativas.

El sonido del metal raspando. El sonido de pisadas en el suelo. Cuando miré en la dirección de la que provenían esos sonidos, los aventureros de los alrededores también estaban armando un alboroto. Había cuatro grandes caballeros con armadura completa de más de dos metros de altura. Los caballeros llevaban equipaje a sus espaldas y también cosas como armas mientras caminaban hacia allí.

Había un cojín colocado en el hombro de uno de ellos. El hombre que estaba sentado en él──el profesor Damián se fijó en nosotros y agitó un bastón que era más alto que él.

Los caballeros con armadura completa parecían ser títeres.

El Quinto estaba mostrando interés antes de que me diera cuenta.

[Lyle, ¿puedes comprobar el interior con un Arte?]

Al oír eso comprobé el interior con el Arte del Segundo──Field, y ciertamente no había ningún humano dentro de la armadura. El interior estaba relleno de piezas metálicas.

Pero, el movimiento de las marionetas con armadura completa era realmente parecido al de los humanos.

Caminaban con facilidad mientras llevaban pesados equipajes y armas.

El Cuarto murmuró.

[Quiero esa cosa].

También estaba Miranda-san cerca de las marionetas del profesor Damián. Parecía enérgica al ver cómo agitaba su mano hacia nosotros a estas alturas de la mañana. También llevaba un traje con el que parecía fácil moverse en comparación con lo habitual.

Pensé que era una joven noble, pero esa apariencia era inesperadamente adecuada para ella.

Novem también parecía estar de acuerdo. Estaba admirando el equipo de Miranda-san.

―Hay espadas cortas y cuchillos colgados en su cintura. ¿Significa eso que no sólo usa magia?

Tenía curiosidad por saber cómo iba a luchar, pero ahora mismo había algo más importante. Tenía que decirle algo al profesor Damián y a todos.

El profesor Damián nos miró desde el hombro de la marioneta y bostezó mientras hablaba.

―Ahora bien, entremos rápidamente en la mazmorra. O mejor dicho, ¿por qué tuvimos que venir expresamente a buscarlos?

El profesor Damián tampoco sabía la circunstancia que había detrás. Miranda-san puso cara de preocupación al ver que el profesor Damián no entendía.

―Es porque tendrán problemas sin nosotros, profesor. Aun así, parece que el equipaje de todos es mucho. ¿Estará bien?

Miranda-san estaba preocupada al ver que nuestro equipaje era más de lo que había previsto.

Hablé con la ansiosa Miranda-san.

―Por ahora, caminemos hasta un lugar dentro de la mazmorra donde no haya nadie más. Allí hablaremos.

 

* * *

 

La mazmorra situada en el centro de Arumsaas.

Hablando del principio, se descubrió una mazmorra muy rara en un páramo donde no había nada. Por ello, la gente se instaló allí y convirtió la zona en una ciudad. Estábamos caminando desde la muralla exterior hacia el centro de la ciudad. Los ciudadanos de Arumsaas nos evitaban porque se asustaban al ver que llevábamos mucho equipaje y armas.

El cielo se iluminaba y el número de personas en el exterior también aumentaba. Clara-san nos explicó.

―Normalmente los aventureros se dirigen a la mazmorra cuando todavía está más oscuro. Evitan las horas en las que hay mucha gente fuera. Aunque los estudiantes de la Academia no se preocupan por esas cosas.

Miranda-san también se rio ligeramente.

―No hay manera de que se levanten cuando todavía está oscuro. Ah, miren que vienen.

Mientras hablábamos, se nos acercó un dúo armado. Nos dijeron que nos detuviéramos, así que todos dejaron de caminar. Entonces los dos nos miraban con desconfianza.

El dúo parecía ser los soldados de Arumsaas.

―Chicos, ¿van a ir a la mazmorra? A pesar de que nunca los he visto antes. ¿Tienen permisos, no? Lo comprobaremos con la Academia así que esperen aquí.

Aria-san se irritó con la actitud del soldado y le contestó.

―¿Por ahora? Tenemos el permiso aquí así que déjenos pasar.

El dúo se miró a la cara. Luego sonrieron y extendieron la mano.

―Si quieres que lo hagamos entonces danos lo que debes. Puede que tengas que esperar hasta la tarde para la confirmación de la Academia, ¿sabes? ¿Quieres esperar hasta entonces? Tienes que ser más inteligente sí, señorita.

Miranda-san suspiró y mostró su propio permiso. Cuando los dos soldados vieron el permiso, su semblante empeoró rápidamente.

―¡Una persona de una casa condal! ¡Per, perdónenos! Por favor, pasen.

Pero Miranda-san señaló al profesor Damián que estaba sentado sobre el hombro de una marioneta después de recibir su permiso.

―No tengo ninguna intención de decir nada sobre lo que hacen ustedes dos pero, háganlo después de comprobar con más cuidado a quiénes se enfrentan. Además, este asunto es──

El profesor Damián estaba irritado. Miraba a los dos soldados mientras fruncía el ceño. Interrumpió las palabras de Miranda-san.

―¿Qué les pasa a ustedes dos? ¿Qué quieren quitándome mi precioso tiempo? Eh, ¿es posible que tenga que ir hasta el gremio para algo así?

Miranda-san se encogió de hombros ante el disgusto del profesor Damián y asintió.

―Así es, profesor Damián. Después de todo, me preocupaba que tal vez hubiera soldados que causaran problemas incluso con mi permiso.

Los dos soldados no sólo palidecieron al oír el nombre del profesor Damián, sino que empezaron a temblar.

―¡Nuestras disculpas! Nunca pensamos que este es un grupo de un profesor──ho, sin embargo, esto también es nuestro deber.

El profesor Damián se dirigió fríamente a los dos soldados que intentaban excusarse.

―No me importa. Será mejor que se preparen después de entorpecerme de esta manera. O mejor dicho, no recuerdo su cara ni su nombre, así que de momento le diré al director que haga responsables a todos los soldados. Madre mía, aunque ya hay varios asuntos problemáticos como el gremio y otras cosas, para que además los soldados se conviertan en una molestia──

El profesor Damián seguía quejándose así en voz baja. Los soldados daban la impresión de que iban a llorar. Mostraban una actitud suplicante a Miranda-san, como si tal vez pudiera hacer algo.

Sin embargo, Miranda-san sacudió la cabeza y se alejó.

―Ahora, vamos. Me pregunto cuántas veces nos detendrán así.

No parecía que estuviera bromeando.

Clara-san también estuvo de acuerdo con Miranda-san.

―Normalmente serán dos o tres veces. Sin embargo, es sorprendente que haya soldados que nos detengan incluso después de ver las marionetas del profesor Damián. No creo que haya más imprudentes así.

Miranda-san se reía.

―Su calidad es baja incluso si los llamas soldados. Su entrenamiento es también el mínimo. Su salario también es malo y su moral baja. Bueno, me gustaría que tuvieran más conciencia de sí mismos después de esto.

Sophia-san, que tiraba del carro, miró a los dos soldados que se marcharon como si huyeran exasperados.

―¿Esto está bien para Arumsaas en sí? Creo que los aventureros que desafían a las mazmorras son existencias importantes...

Los aventureros eran un poder de lucha importante para Arumsaas que estaba en posesión de una mazmorra. Estaba pensando eso pero Clara-san negó con la cabeza.

―La Academia posee un grupo de combate propio para administrar la mazmorra. Los aventureros al final son sólo recambios. No habrá ningún efecto importante si están aquí o no. Los soldados también lo saben, por eso buscan sobornos como este de los aventureros. Bueno, se puede resolver con varias monedas de plata, así que la mayoría de los aventureros pagan.

Los hombros de Aria-san bajaron al escuchar eso.

―De alguna manera, es muy diferente al Arumsaas de mi imaginación. Pensé que este era un lugar más honesto.

Desde luego. En contraste con el nombre de Ciudad Academia, las condiciones reales eran horribles.

Después utilizamos al profesor Damián para amenazar a los soldados que vinieron a detenernos y llegamos a la entrada de la mazmorra. La entrada estaba rodeada de muros con las figuras de los soldados a su alrededor. Además, los aventureros que iban a entrar estaban formando una fila, esperando su turno para entrar. Novem se sorprendió un poco al ver el número.

―Hay mucha gente aquí. No pensé que habría tantos aventureros.

Clara-san calculó el tiempo de espera y se sentó en el lugar para comenzar a leer un libro. Contestó a Novem mientras lo hacía.

―Escuché que siempre hay treinta grupos dentro de la mazmorra. Cuando está ocupado creo que hay cincuenta o sesenta.

Aria-san miró a los aventureros que nos rodeaban y pareció convencida.

―Ciertamente puede haber tantos dentro si hay tantos fuera. Me pregunto cuántos grupos habrá sólo en este lugar.

Clara-san levantó la cara y luego miró el rostro de Aria-san.

―¿Qué, qué?

―No, tenemos diferentes impresiones. Nuestro grupo está en la categoría de extremadamente pequeño. Parece que hay un montón de gente aquí, pero, el número de grupos aquí como máximo es de sólo cinco.

―¡Mentiras!

Miré alrededor con sorpresa. No importaba como mirara, el número de aventureros aquí era más de cien pero... Clara-san volvió su mirada a su libro.

―Bueno, la mayoría son apoyo para llevar el equipaje. Los que están a cargo de las batallas son unas diez personas con un número igual o menor de apoyos que los acompañan. Eso es Arumsaas.

Miré a Clara-san. ¿Esa persona de la que se decía que era un excelente apoyo en este Arumsaas, con esa cantidad de apoyos, era realmente alguien grande?

Nuestro turno llegó mientras yo pensaba y finalmente pudimos entrar en la mazmorra.










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