HORIKITA SUZUNE
EL SUEÑO QUE OLVIDARÉ DESPUÉS DE DESPERTAR
Estoy soñando. Un pequeño y extraño sueño. Nii-san,
Ayanokouji-kun y yo estábamos en la misma clase y competíamos por la clase A.
Todos reíamos juntos, comíamos juntos, jugábamos y nos enfrentábamos a cada
examen especial. Era un sueño tan alejado de la realidad que estoy segura de
que lo olvidaré después de despertar.
Pero fue reconfortante por encima de todo. Ojalá pudiera
seguir soñando eternamente.
En mi sueño, Nii-san tenía un talento especial y lideraba
nuestra clase. Y yo estaba a su lado, apoyándolo. Ayanokouji-kun parecía que no
hacía nada, pero nos apoyaba a ambos desde las sombras.
Antes de darme cuenta, empezaron a aparecer varios
compañeros de clase.
Sudou-kun, Hirata-kun, Kushida-san.
En poco tiempo, cada uno de mis compañeros de clase se había
convertido en alguien importante para mí.
Me avergüenza recordar que una vez los consideré un
estorbo.
Y Yamada-kun, Ishizaki-kun, Ichinose-san de alguna manera
también estaban en nuestra clase...
Pero no se puede evitar ya que es sólo un sueño.
―Nnn...
Quería seguir soñando, pero un viento frío de algún lugar
lejano intentaba detenerme.
―No...
Sólo un poco más, quiero ver el resto de este sueño.
Entonces, como si mi deseo se hubiera cumplido, el frío
punzante contra mi piel se retiró.
Me graduaré en la clase A.
Incluso en mi sueño, esto seguía siendo cierto.
Juntos con Ayanokouji-kun, Nii-san, mis compañeros de
clase...
Para evitar que otra tragedia como la de Sakura-san vuelva
a ocurrir...
Tengo que seguir adelante.
Cuando despierte, daré otro paso decisivo hacia adelante.
Después de todo, es lo único que puedo hacer.
―... Oh no, parece que me
quedé dormida.
Me olvidé del sueño y eché la silla hacia atrás, poniéndome
de pie.
―Pensé que había dejado la
ventana abierta... ¿quizás sólo sea mi imaginación?
Pronto se pondría el sol.
Vamos a dormir un poco antes de lo habitual, pensé y salí
del aula.
SHIINA HIYORI
BROTANDO SENTIMIENTOS
Todo el mundo en nuestra clase estaba dando lo mejor de sí
trabajando en el Café Kimono para el festival escolar.
Ryuuen-kun nos advirtió de que castigaríamos a los que
intentaran faltar, y parece que funcionó.
Yo era la cajera, así que no tenía muchas cosas que hacer.
Por eso, como de costumbre, leí otro libro que me habían
prestado.
Entonces, un estudiante entró en el aula con paso casual y
ligero.
Era Ayanokouji-kun.
Él, era con quien salía Karuizawa Kei-san.
Quise ocultarme de alguna manera y me escondí detrás de mi
propio libro.
Debería haberlo sabido. Mi curiosidad ganó al final y eché
un vistazo rápido.
Ayanokouji-kun parecía haber presenciado algo inusual y
caminó hacia mí.
―…Buenos días.
No podía ignorarlo, así que se lo dije.
No estoy segura de haber conseguido actuar como de
costumbre.
―Cuánto tiempo sin verte.
Escuché que no has aparecido por la biblioteca últimamente.
―Eso no es verdad. Es un poco,
quiero decir, estoy allí a una hora diferente ahora.
Era mi sentido de la consideración evitar encontrarme con
Ayanokouji-kun, a quien también le encantaba leer.
Ver a alguien como yo hablando con su novio puede preocupar
a cualquier chica, creo.
―Entonces, ¿también vas a
trabajar en la tienda?
―Sólo trabajo de cajera. No se
me da especialmente bien hablar con la gente... ni andar por ahí. Ya practiqué
llevando las bandejas con comida, pero no me fue bien.
Creía que lo iba a hacer mejor, la verdad...
―Por cierto, Ibuki-san también
participa.
―¿Ibuki? Pero ella no es el
tipo de persona que se pondría ese traje, ¿verdad?
―Parece que hizo una apuesta
con Ryuuen-kun para estar completamente exenta del festival escolar.
―Y perdió.
Ibuki era bastante linda cuando pataleaba en señal de
frustración.
Después de todo, era muy divertido hablar así con
Ayanokouji-kun.
Yo... quería encontrarme con él en la biblioteca otra vez.
Ese sentimiento creció dentro de mí como un brote.
...Debería estar bien... ¿verdad?
―Estaré en la biblioteca de
nuevo más tarde, así que por favor ven.
No debería enfadarse conmigo si me reúno con él como una
simple amiga, ¿verdad? Seguramente...
KUSHIDA KIKYOU
CAMINO A LA SUPERVIVENCIA
Habían pasado diez minutos desde que todas las chicas que
trabajaban de sirvientas empezaron a preocuparse por lo que ocurría justo fuera
del aula.
Eso se debía, naturalmente, a la ingente cantidad de
clientes que esperaban en el pasillo.
Tenía un poco de tiempo extra en mi mano y salí a
comprobarlo.
Tener cola era algo digno de celebrar, pero Ayanokouji-kun
no parecía nada contento mientras miraba el mismo paisaje que yo.
―Esto está mal. Estamos
empezando a ver clientes cansados de esperar y se están marchando.
Así es. Aunque tuviéramos tantos clientes, no podíamos
atenderlos a todos.
La gente que esperaba delante debía haber esperado ya cerca
de 30 minutos.
Piensa.
Ayanokouji-kun y yo no éramos los únicos preocupados por
cuándo se colapsaría esta fila.
Las chicas que trabajaban en el maid café también debían
estar muy preocupadas.
En ese caso tenía que hacer algo.
Sé muy bien lo difícil que es anular las malas impresiones
o tu propia imagen, pero tampoco tengo otra opción que aceptar el reto.
―Ayanokouji-kun, ¿puedo irme
un rato? Tengo un plan.
―¿Qué planeas hacer?
―Los invitados que esperan
están aburridos, pero todos muestran un gran interés por el maid café. Pero les
está entrando hambre y no es de extrañar que empiecen a marcharse.
―Tienes razón.
El método más rápido para mantenerlos aquí...
¡Es el plan de muestreo de comida de los grandes almacenes!
Cebarlos con pequeños trozos de comida y presionarlos para
que hagan una compra con sonrisas y coacción.
Iba a reproducir fenómenos a la fuerza.
Cogí una bolsita con galletas del rincón de los souvenirs y
me dirigí hacia la gente que esperaba delante.
―Siento la espera.
Tomé amablemente una galleta y se las presenté a cada
cliente mientras mantenía un perfil bajo.
Y repetí esto hasta llegar al final de la cola, repartiendo
comida por todas partes.
Todo lo que tenía que hacer ahora era quedarme cerca de
ellos y observar.
Si alguien estaba a punto de marcharse, utilizaba miradas y
gestos para atraerlo y transmitirle lo malo que sería para mí que se fuera.
Puedo contribuir a la clase y a la vez hacer que mis
compañeros se sientan en deuda conmigo, una técnica importante.
Era como matar dos pájaros de un tiro.
Esa es mi arma. Una estrategia para evitar la expulsión y
destacar mi propia presencia al mismo tiempo.
CHABASHIRA SAE
UNA EXPERIENCIA QUE QUIERO OLVIDAR
Me miraba al espejo dentro del vestuario mientras dejaba
escapar un suspiro que puedo creer que fue el más largo de toda mi vida.
―¿Voy a verme así delante de
la gente? ¿En serio...?
Me miraba al espejo horrorizada por mi aspecto, que no me
quedaba nada bien.
Como profesora, hasta ahora sólo había llevado trajes, o
jerséis. Y ahora, ¿de repente un uniforme de sirvienta?
―Esto es malo... Me estoy
mareando.
Siento que estoy a punto de desmayarme sólo de imaginar el
destino que me espera. Debería fingir estar enferma... no, mi oponente es ese
Ayanokouji. No será tan simple. No puedo ayudarles como su profesora, pero al
igual que los clérigos tienen que seguir las reglas, tengo el deber de
responder a las peticiones de mis estudiantes.
Ayanokouji ya pagó los puntos privados.
―Sólo tengo que hacerlo.
Me armé de valor como su profesora y salí enérgicamente del
vestuario.
Corrí todo el camino hasta el primer piso de la sección
especial de la escuela-por supuesto que no pude.
Tenía tantas ganas de correr, pero una profesora debe ser
un modelo a seguir para los demás, así que caminé.
Caminé... pero mis pasos se aceleraron de alguna manera. Me
di cuenta de que los alumnos y los visitantes me miraban fijamente.
―¿Qué hace a esa edad?
―Esa persona, ¿eh? Espera un
poco...
"No oigo nada" seguí fingiendo mientras las
palabras retumbaban repetidamente dentro de mi cabeza.
¡Por favor, alguien! ¡Mátenme de una vez!
Llegué frenéticamente frente al maid café. El camino me
pareció 5 veces más largo de lo que recordaba.
―E-estoy aquí Ayanokouji.
¡Date prisa y déjame entrar!
La cola fuera del café era bastante larga, lo que debería
haber sido algo bueno.
Pero para mí, esto era un infierno.
―Gracias por esperar.
Ayanokouji me recibió en la entrada y me dejó entrar.
―Entonces, ¿qué debo hacer
ahora... eh?
―No tiene que hacer nada. Por
favor, sólo quédese ahí.
―¿Q-qué?
―¿No se lo dije antes? No
tiene que hacer nada. De acuerdo, estaremos a su cuidado ―Dijo y se fue al
pasillo dejándome atrás.
¿Voy a... quedarme aquí en silencio?
Miré alrededor del aula con miedo mientras observaba como
todos los alumnos y visitantes me devolvían la mirada sin reservas.
...Aaahh... no pienses, yo...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario