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Bueno, después de 7 años terminamos Gamers!, hace poco también terminamos Sevens. Con esto nos quedamos solo con Monogatari Series como seri...

Youkoso Jitsuryoku Shijou... Volumen 0 - Prólogo

Nota del Traductor:

Obviamente este volumen 0 cronológicamente es el primero, sin embargo, sobre todo para los nuevos lectores, creo que es importante recalcar que si lo leen primero se pueden llevar algunos spoilers sobre todo de la etapa del segundo año.

Se recomienda leer después del Volumen 8 del Segundo Año. En este volumen 0 se narran los hechos que cuenta Kanzaki en su monólogo, la identidad y algunas relaciones entre estudiantes que también se revelan en el volumen 8, aquí también quedan de manifiesto. Así mismo, si se lee primero este volumen nos daríamos una idea de quienes son los estudiantes de la Habitación Blanca, principal misterio de los primeros volúmenes del arco de segundo año.

Por último, este volumen no trata de Ayanokouji Kiyotaka sino de Ayanokouji Atsuomi (Ayanokouji Papá) y de su lucha por construir la Habitación Blanca, a excepción de un capítulo, todos los demás son narrados desde su punto de vista. Así que, si están aquí para ver a fondo la infancia de Kiyotaka, puede que queden decepcionados.

En fin, sobre advertencia no hay engaño. 


MONÓLOGO DE AYANOKOUJI ATSUOMI

 

RIQUEZA, POBREZA. Disparidad económica.

Educación elevada, educación deficiente. Disparidad educativa.

Zonas urbanas y rurales. Disparidad regional.

Jóvenes desfavorecidos, ancianos privilegiados. Disparidad generacional.

Japón es una sociedad desigual. Estos son sólo algunos de los ejemplos que he mencionado, pero realmente representan la diferencia entre el cielo y el infierno. Lo importante es recordar que no todas las realidades están inmóviles. Los pobres pueden ascender para convertirse en ricos, y los ricos pueden caer para convertirse en pobres. Por ejemplo, si no te gustan las disparidades regionales, puedes mudarte a la ciudad.

Aunque entendía la lógica, no tenía nada. Nací en el campo, extremadamente pobre y lamentablemente inculto. No estaba dotado de resistencia ni era muy trabajador.

Si tuviera que nombrar un aspecto que me hubiera convertido en un luchador fuerte, sería mi juventud. Sin embargo, no la aproveché al máximo y pasé gran parte de mi tiempo ocioso. Podría decirse que tuve una vida con un ritmo lento.

No me esperaba un futuro brillante y existía la posibilidad de que simplemente llevara una vida miserable. Pero abrí el futuro con mis propias manos.

Fue porque tenía algo más grandioso que los demás, es decir, una "ambición" desenfrenada y en constante expansión.

Llegaré a lo más alto y me situaré en la cima de este país.

Con eso en mente, seguí viviendo mi vida hasta hoy. Esa ambición fue lo único que me sostuvo a lo largo de mi vida.

Cuando cumplí veinticinco años, me enfrenté a mi primera tribulación.

Ahorré tres millones de yenes trabajando a tiempo parcial. Con ello, me convertiría en político y miembro del parlamento japonés, y acumularía una enorme riqueza y prestigio.

Un sueño fugaz y pobre. Subestimé las elecciones y perdí miserablemente.

Hubiera sido una suerte si eso fuera todo, pero como ni siquiera alcancé el número de votos requerido, confiscaron los tres millones que me había esclavizado en reunir.

El gobierno no sólo intentaba resolver la pobreza, sino también crear un entorno político limpio, combatir el descenso de la natalidad, aumentar los salarios y luchar por el movimiento "NO A LA GUERRA".

Supuse que no sería difícil salir elegido si me limitaba a ir por ahí soltando despreocupadamente todas las bondades que se me ocurrían sin pensarlas demasiado. Sin embargo, es una idea superficial y estúpida.

A todo el mundo se le ocurren pensamientos así de superficiales.

Lo importante para ganar unas elecciones es a qué organización perteneces y a las órdenes de quién trabajas, y si sabes discernir entre enemigos y aliados mientras estás inmerso en un juego a largo plazo.

¿Qué pasó después? ¿Crees que caí?

Me afilié al partido gobernante, el Partido de los Ciudadanos, y empecé a dar mis primeros pasos como político.

Sí, dos años después, volví a presentarme a unas elecciones y gané. En dos años había conseguido llegar a una posición en la que era posible volcar toda mi vida, mi corazón y mi alma en la política.

Puede que esto me convirtiera en un ganador, pero para mí, salir elegido no era el objetivo.

Sobre todo, el mundo de la política no es tan fácil.

No, en cierto modo es el mundo más profundo y negro que existe. Por muy ambicioso que yo sea, no soy más que otro joven diputado sin respaldo ni poder.

La mayoría de las personas capaces de llegar al poder son de segunda o tercera generación, a quienes se les concedió el derecho a hacerlo al nacer. Hijos de grandes políticos ignorantes, tontos y sin conciencia del peligro que corren, que no dejan de repetir sus insípidos comentarios vacíos en la televisión, día y noche.

A veces, hasta han hecho la transición del mundo del espectáculo a la política, utilizando sólo su cara y el reconocimiento de su nombre. La mayoría de ellos no son más que mascotas, pero aún tienen más potencial que un "don nadie" como yo. Es irónico.

¿Cómo puedo hacerme un nombre como político? Mis opciones eran limitadas desde el principio.

Tuve que aceptar los trabajos sucios que nadie más quería hacer. Si fracasaba, mi carrera política se truncaría de inmediato y, en algunos casos, se presentarían cargos penales contra mí.

Al tomar la iniciativa en estas tareas, fui reforzando mi presencia en el partido. Con el tiempo, se me conoció como la espada oculta de "Naoe-sensei", que unía a muchas facciones del Partido Ciudadano. No dudé en cometer cualquier tipo de maldad: prostituir a chicas menores de edad, sobornar y realizar actividades de espionaje para organizaciones hostiles.

Una vez que me confiaron este proyecto, los límites entre el bien y el mal se eliminaron en aras del éxito. Hubo momentos en los que me relacioné con la yakuza o bandas menores y recurrí a medios violentos.

No tenía tiempo para descansar y seguía desafiándome a mí mismo. En poco tiempo, fui ganando influencia dentro del partido y, a los 36 años, tenía la oportunidad de acceder al poder.

Pero... de aquí en adelante, para saltar al centro mismo del mundo político, necesitaría más logros y transgresiones.

Un recién nacido de un mes.

La primera vez que vi a mi hijo a través del cristal, él miraba fijamente al techo. No me vino a la mente ningún sentimiento especial.

Si tuviera que decirlo, el único sentimiento que sentí fue el alivio de que hubiera llegado la llave para conmover a los de arriba.

Llevaba casi un año esperando impacientemente este momento.

―Chequeo médico completo.

―¿Algún problema?

―De momento no hay problemas. Los resultados del análisis de ADN coinciden.

Tabuchi, que había completado todas las pruebas, dio su informe mientras miraba los resultados del examen detallado.

Ya veo. No podemos quedarnos atrapados en la fase preliminar. Como eso se ha aclarado, podemos decir que la primera fase se ha cumplido.

―Podríamos ponerte en contacto directo con ellos ahora.

―No es necesario. Empiecen el experimento inmediatamente, como han hecho con los niños anteriores.



El proyecto de la Habitación Blanca ya está en su cuarta fase. No hay necesidad de perder el tiempo. Me detuve a mirar a mi hijo, que estaba a punto de ser trasladado fuera de la habitación según las instrucciones. Si lo pongo en la Habitación Blanca, no lo veré durante un tiempo, ¿verdad?

―Un momento.

Me dirigí hacia mi hijo, que estaba detrás del cristal que nos separaba. Al estar directamente frente a él, pude sentir de nuevo la pequeña vida cerca de mí.

Su cabeza no estaba asentada, así que deslicé la palma de la mano por detrás de su cuello y lo levanté con suavidad.

―Realmente eres el hijo de Sensei. Vas a recibir una educación rigurosa, pero estoy seguro de que obtendrás grandes resultados...

―¿De qué estás hablando? Prepárate para empezar a filmar.

―¿Qué...?

Tabuchi estaba atónito, como si no entendiera lo que intentaba decir.

―Voy a enviar a mi hijo, que es más importante para mí que mi propia vida, a la Habitación Blanca. Capta esa determinación y esa tensión en la cámara. Será una importante herramienta de propaganda para usar en la próxima fiesta de recaudación.

Padres que no se interesan por sus hijos o padres que no quieren renunciar a sus hijos pero están dispuestos a cederlos para el futuro.

No hay que preguntarse cuál llamará más la atención de la galería.

―¿Qué...? Ah, sí ―Tabuchi sacó a toda prisa su celular y me tomó fotos y vídeos con el niño en brazos.

Después de un minuto más o menos, bajé al bebé.

―Llévatelo.

―Bien.

Aparté la mirada de mi hijo mientras lo trasladaban y empecé a prepararme para el acontecimiento que se avecinaba.

―De todos modos, ya están listos todos los preparativos necesarios. Comunícame con Sakayanagi.

Ha pasado casi una década desde que entré en la política. Ostensiblemente, he estado riendo y tragando agua turbia, pero eso termina hoy.

Voy a empezar una vida para mí aquí. Usaré y cortaré todo lo que pueda, incluso a mis propios hijos, y llegaré a la cima. Naoe-sensei, que reina como el poder absoluto, no es más que un peldaño. Es un enemigo que eventualmente debe ser vencido y aplastado.

―Si no quieres morir, estás por tu cuenta Kiyotaka.

Seas un bebé o un adulto, al final, estás por tu cuenta. Tu situación puede ser la peor, pero por desgracia, la nuestra es similar. Si te hubieran criado como a mi familia, habría sido más bien negligencia. En ese sentido, podría decirse que sigo teniendo la suerte de haber tenido un buen comienzo.

Cerré los ojos en silencio, solo en la habitación donde desapareció el niño. Pero nunca se sabe lo que depara la vida.

Nunca pensé que tendría un hijo de mi propia sangre.

El punto de inflexión llegó unos cuatro años después de empezar a trabajar para Naoe-sensei.

Así fue.

Fue entonces cuando me enteré de la existencia del Proyecto Habitación Blanca.










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