Sevens volumen 5 - Prólogo

 Esto es repentino pero, odio la existencia llamada hermana menor.

Por supuesto, también está relacionado con mi hermana menor biológica, Celes, que fue la causa de que yo, Lyle Walt, fuera expulsado de mi Casa.

Ahora mismo me encuentro en un lugar completamente diferente. Además, tampoco es el momento de pensar en algo así, sin embargo no puedo evitar huir de la realidad.

Este lugar es el laberinto subterráneo de la ciudad academia Arumsaas.

Y ahora mismo recién terminamos una batalla.

Estoy sucio de sudor y polvo. Me limpié la mejilla pegajosa con el dorso de la mano.

El olor del cuero de mi guante estimuló mi nariz.

―......¿Qué demonios debo hacer?

Discutiendo delante de mis ojos estaban Aria Lockwarde, cuyo rizado pelo rojo estaba chamuscado en la punta, y Sophia Rowley, que tenía una larga melena negra.

Aria vestía ropas que facilitaban el movimiento, pero también estaban ligeramente chamuscadas, como su pelo.

Ya fuera su ropa o su armadura protectora, llevaba cosas que dejaban ver claramente la línea de su cuerpo.

Usaba una lanza. Como se movía de un lado a otro, el equipo pesado la ralentizaría.

En cambio, Sophia-san llevaba equipo pesado encima de una túnica.

No le gusta mostrar la piel y, además, lleva un hacha grande en la espalda.

Sophia-san es todo lo contrario a Aria-san, una guerrera fuertemente equipada. Miraba fijamente una parte de su pelo que se había cortado y se le saltaron las lágrimas.

Aria-san mostraba su pelo chamuscado y su equipo a Sophia-san mientras la presionaba.

―Espera, ¿por qué no esquivaste en ese momento? Por eso me cubrieron las llamas.

Sophia-san replicó.

―¡Fue porque Aria blandió tu lanza! Me distraje con eso ...... ¡Casi me hieren gravemente allí!

La que intentaba calmar a las dos era mi antigua prometida, que tiene el pelo castaño claro recogido en una coleta lateral.

Vestida como una maga, su mano sostenía un báculo de plata.

Se llama Novem Forxuz. Una maga, tal y como sugiere su aspecto.

―Ustedes dos, por favor, cálmense. Por ahora, hablemos con tranquilidad. ¿De acuerdo?

La causa de la pelea de los dos fue lo que pasó en medio de la última batalla.

La magia fue disparada desde detrás de ellas quienes se adelantaron como vanguardia.

Sophia-san cortó la línea de fuego de esa magia.

Sophia-san devolvió el golpe de magia con su hacha de batalla. La magia── la bola de fuego que cambió de dirección estalló cerca de Aria-san.

Me sorprendió que ocurriera algo así.

De todos modos, derrotamos a los monstruos a pesar de estar en estado de shock, y cuando las cosas se calmaron, las dos empezaron a pelearse.

La que estaba desmontando piedras mágicas y materiales de los monstruos era la aventurera que contratamos como apoyo del grupo.

Clara Bulmer es una chica pequeña, con gafas, el característico pelo azul y ojos rojos.

Su brazo izquierdo era llamativo. Su brazo, empezando por la parte superior, era una prótesis parecida a una armadura.

Clara-san murmuró exasperada.

―A mi me parece que hay un problema con las dos.

Al oír esas palabras de Clara-san, una chica de pelo y ojos verdes se rio mientras hablaba.

Tenía un ambiente como el de una hermana mayor, pero la causa de Aria-san y Sophia-san── la magia la disparó esta persona.

Se llama Miranda Circry.

Estuvo matriculada en la academia de Arumsaas, una joven de una casa vizcondal.

De forma parecida a mi antigua prometida Novem, yo tenía lazos con esta chica, así como una posible compañera de matrimonio.

Nos conocimos en Arumsaas y ahora se ha convertido en nuestra camarada.

―No se están atacando con sus armas así que está bien. Sólo déjalas que se desahoguen.

Miranda-san estaba haciendo una sugerencia de dejarlos en paz mostrando que se estaba divirtiendo. Me presioné el pelo azul con la mano mientras negaba con la cabeza.

―No, deberíamos detenerlas ahora.

Miranda-san percibió en mi mirada mi sentimiento de "La causa fue tu magia ¿no?" y se encogió de hombros.

―Fui ordenada por Lyle así que disparé mi magia, antes de eso también llamé a esas dos. Es molesto que te consideren el origen del problema. En primer lugar, si dices eso entonces significa que el problema es de Lyle que dio la instrucción.

Yo, que de repente fui criticado, di un paso atrás.

Por supuesto, me inquieté preguntándome si usar la magia en ese momento fue una decisión equivocada.

Miranda-san parecía encantada de verme así.

Cuando dirigí mi mirada a Clara-san, me ayudó mientras suspiraba ligeramente.

―No puedo afirmar que fuera un error basándome en el momento. Ciertamente hubo un problema, pero Miranda-san también llamó a los dos previamente. No puedo decir que sólo Lyle-san está equivocado.

Me sentí aliviado de que hubiera alguien que me respaldara.

Sin embargo, fueron Aria-san y Sophia-san las que no pudieron aceptar la opinión de Clara-san.

Las dos me protestaron.

―¡En primer lugar, hasta ahora no había necesidad de llamar antes de disparar magia!

―Así es. ¡Es natural ser incapaz de reaccionar después de que el método cambie de repente!

Esta vez avanzamos por el pasadizo y nos topamos con un grupo de monstruos. A partir de ahí se convirtió en una batalla. Hasta ahora usando las Artes de la Joya que cuelga de mi cuello pude detectar al enemigo de antemano.

En una situación en la que no podía hacer eso, era incapaz de dar instrucciones como antes.

En el mejor de los casos sólo podía decirles qué tipo de aproximación estábamos usando contra el enemigo encontrado.

―Porque los monstruos aparecieron de repente. Además, me estaba preguntando si tal vez es malo hacer que sólo las dos vanguardias se ocupen solas de los enemigos.

Cuando presenté mi excusa, Aria-san se puso la lanza al hombro.

Apartó su mirada de mí con insatisfacción.

―¡Entonces, usa ya tus Artes! No tiene sentido hacer algo así.

No sólo Aria-san parecía insatisfecha.

Sophia-san también estaba de acuerdo con la opinión de Aria-san.

―No sé la razón por la que no estás usando tus Artes pero, este lugar es todavía el piso B4. Aunque antes avanzamos hasta la planta B40, esta vez sólo pudimos avanzar hasta aquí en un día. No creo que tenga ningún sentido.

Mis hombros cayeron.

Podríamos conquistar la mazmorra fácilmente si usáramos las Artes.

Podríamos pero... ahora mismo no podía usarlas.

Fortalecimiento físico, detección de la posición del entorno, interferencia mental, aumento de la velocidad de desplazamiento, comprensión del terreno, detección de la posición del enemigo, almacenamiento de herramientas... esas convenientes Artes estaban selladas.

Para ser más exactos, no se me permitía usarlas.

Un castigo aterrador me esperaba si las usaba.

―No, ¿saben?, es que... estoy pensando, en reevaluar nuestro grupo, o como, comprobar hasta dónde podemos llegar sin depender de las Artes.

La razón de mi vaga respuesta residía en la prohibición de las Artes.

Dentro de la joya heredada que cuelga de mi cuello, residen los recuerdos de seis antepasados de la Casa Walt.

Poseen voluntad propia y pueden hablar conmigo.

Muchas veces me ayudaron los conocimientos de los antepasados más que las Artes.

Sin embargo, me prohibieron la utilización de las Artes de forma unánime, sin explicarme el motivo.

No entendí la razón de la prohibición.

Dentro de mí había varias perspectivas sobre cuál podría ser la razón, pero no entendía cuál era la correcta, así que no podía explicarme con confianza.

Debido a eso, el ambiente dentro del grupo se estaba volviendo malo.

Aria-san se despeinó bruscamente.

―Por eso, te digo que no tiene sentido. Esta es la tercera vez que entramos en la mazmorra desde que tus Artes fueron prohibidas. No podemos avanzar adecuadamente ni siquiera después de tres veces.

Exacto.

No sólo eso──

―No quiero decirlo pero, el dinero para contratar a Clara-san se está convirtiendo en una gran carga. En primer lugar, no ganamos nada así que estamos en números rojos ¿no?

En realidad queríamos avanzar más, y la ayuda de Clara-san era esencial para prepararnos para ello.

Por eso la contratamos, pero como no pudimos avanzar como habíamos planeado, se volvió inútil contratar a Clara-san.

Esta vez también nos quedamos en números rojos por el trabajo en la mazmorra.

Teniendo en cuenta el pago a Clara-san por los preparativos para entrar en la mazmorra, el dinero que ganamos fue insuficiente.

Fue Novem quien me ayudó cuando me sentía deprimido.

A diferencia de antes, ella estaba empezando a sermonear a las dos con un tono fuerte.

―Las dos están hablando más de la cuenta. Además, también es un hecho que estamos confiando demasiado en las Artes de Lyle-sama. Para prepararnos en el caso de que algo suceda, necesitamos conocer la situación cuando las Artes no pueden ser usadas como ahora.

Mientras me sentía salvado por el correcto argumento de Novem, Clara-san nos habló.

―Siento interrumpir su conversación pero...... estamos armando demasiado escándalo. Los monstruos se están reuniendo aquí.

Cuando todos siguieron la mirada de Clara-san, pudimos ver a un grupo de goblins haciendo ruidos de metal rozando por allí.

Todavía quedaba algo de distancia, así que saqué el sable que llevaba en la cintura.

―Novem, prepárate para quemarlos con magia. Después de eso──

Aria-san y Sophia-san se veían irritadas por mi instrucción. Salieron corriendo sin escuchar hasta el final.

Mi mano se extendió hacia sus espaldas.

―Eh, esperen... ¿eh?

Es preocupante que actúen solas. Como era de esperar no podemos usar magia que podría arruinar a los aliados.

Miranda-san me habló antes de empezar a correr.

―Yo las apoyaré. Vigila nuestras espaldas, ¿bien?

―Ah, sí.

Respondí. Ahora no entendía quién era el líder de este grupo.


.


[Me pregunto cómo debería decirlo.]

[Nunca imaginé que sería tan horrible.]

[Rojo... rojo dijeron. ¿Novem-chan y las otras están en rojo?]

[Está muy mal de su parte ignorar las órdenes pero, la actitud de Lyle también fue mala.]

[Lyle, alguien que actúa como comandante debe tener cuidado con lo que dice. No es bueno si incomodas a los que te rodean.]

[¿No es bueno que al menos haya aprendido eso a estas alturas?]

Los seis ancestros sentados alrededor de la mesa redonda.

Empezando por el Segundo que iba vestido de cazador, el Tercero hasta el Séptimo fueron hablando por turnos. Ninguno dijo algo amable.

Especialmente horrible fue el Cuarto que estuviera irritado porque estábamos en rojo.

Un hombre alto con el pelo azul peinado hacia un lado en una proporción de 7:3 y con gafas.

El Cuarto parecía el más serio si se le miraba sólo por su aspecto.

Era conocido en la historia de la Casa de Walt como un personaje con talante de funcionario civil que hacía gala de su habilidad en los asuntos domésticos.

Pero, esto fue lo que pensé después de ver la realidad.

Esta persona es alguien que ama el dinero.

[Lyle, escucha bien. No te estoy diciendo que no gastes dinero en tus preparativos. Pero, al menos, por favor, intenta estar en números negros. En números rojos......es más, es la tercera vez que pasa esto].

Por lo visto, le sorprendió que estuviéramos en números rojos.

―Err, ayudará si se levanta la prohibición de usar Artes.

El Cuarto que estaba conmocionado por estar en rojo respondió inmediatamente a mi sugerencia.

[Rechazado. No puedo permitir eso.]

Este.

Los ancestros me prohibieron usar Artes sin decirme la razón.

La condición para que reconocieran al usuario de Artes era conquistar el piso B30 de la mazmorra subterránea de Arumsaas sin el uso de mis Artes.

De todos modos, no se conformarían con esta condición.

Además, el arma de plata que dejó el Primero── incluso la gran espada estaba prohibida de usar.

El Cuarto se quitó las gafas y limpió los cristales.

[No permitiremos en modo alguno el uso de las Artes hasta que cumplas la tarea].

―En ese caso, ¿pueden decirme por qué prohíben el uso de las Artes?

Fue el Tercero quien respondió a mi pregunta.

[Piensa por ti mismo. Considéralo también como una de tus tareas].

No respondieron a mi pregunta.

Mi abuelo el Séptimo me habló.

[Lyle, también es importante encontrar la respuesta tú mismo. Para hacer eso, aunque hayan pasado varios años no permitiremos el uso de las Artes. Si quieres usar rápidamente las Artes, entonces conquista el piso B30 de inmediato].

Piso B30──¿cuántos aventureros en Arumsaas fueron capaces de hacer algo así?

Escuché que el grupo que lo logró en el pasado reunió a docenas de personas antes de desafiar la mazmorra.

Nuestro grupo ahora mismo tiene cinco personas, además de Miranda-san.

Incluso con Clara-san contratada temporalmente, sólo tenemos seis personas.

Si quisiera llevar a cabo la tarea con un método adecuado, seguramente tardaría varios años en hacerlo.

―¿Me están diciendo que aumente el número de personas?

El Tercero sonrió.

[Eso depende de Lyle. Es mejor que despiertes pronto].

Cuando el Tercero dijo eso, mi conciencia dejó la Joya y volvió a mi cuerpo.


.


Mi cuerpo se estremeció y abrí los ojos.

Planta B3 de la mazmorra.

Estábamos descansando dentro de una habitación estrecha en medio de nuestro regreso a la superficie.

Originalmente planeábamos llegar a la planta B10 en tres días.

Sin embargo, el hecho fue que sólo pudimos avanzar hasta la mitad durante estos tres días. Esto significó nuestra fuerza actual.

―Lyle-sama, es hora.

―Sí, es mi culpa. ¿Eh?

Todo el mundo estaba despierto cuando miré a mi alrededor.

Originalmente no debería haber forma de que todos estuvieran despiertos. Yo debería estar despierto antes para tomar mi turno como vigía.

―......¿Será que me quedé dormido?

Novem sonrió.

―No, Lyle-sama parecía cansado así que lo dejé dormir. Yo tomé el relevo como vigía así que por favor no se preocupe.

Me levanté apresuradamente.

―Entonces, lo siento. Partamos ya──

Novem detuvo mi ataque de pánico.

―Por favor, coma antes de eso. Sólo nos falta volver a la superficie, pero no podemos bajar la guardia.

Tomé la comida que me presentaron dentro del incómodo ambiente.

Era pan y sopa.

Pero el sabor de la sopa era ......terrible.

Era amarga y aguada.

En pocas palabras, no era sabrosa.

Cuando me presioné espontáneamente el pecho y me atraganté, Novem me preparó agua.

Sophia-san abrió la boca desde cierta distancia.

―Mira, hasta Lyle-dono tiene la misma reacción. Aria, la comida es un fracaso tal y como dije. Es agua caliente con sabor más que una sopa. Más bien al no tener sabor sería mejor ¿no?

Aparentemente fue Aria-san quien se encargó de cocinar. Estaba poniendo excusas avergonzada.

―¡Pensé que un sabor suave sería mejor porque estamos cansados! El sabor de Sophia es espeso, así que no entenderás lo bueno de mi cocina.

―El sabor de Aria es demasiado suave. No nos dará energía comer eso.

Los dos se oponían totalmente en la cuestión del sabor.

Ablandé el pan con la sopa y me lo comí y terminé la comida enseguida, como si me lo hubiera hundido en el estómago.

Miré a Aria-san con una sonrisa pero, mis mejillas se crisparon.

―Estaba delicioso.

Tanto Aria-san como Sophia-san me dirigieron una mirada dubitativa.

Miranda-san estaba riendo.

Se estaba divirtiendo al ver nuestra situación.

―Lyle, la mentira de hace un momento fue terrible. Porque todo el mundo está pensando que es terrible. Hasta Aria pensó honestamente que fue un fracaso, ¿no?

Aria-san bajó la mirada.

―Lo, lo siento. No estoy acostumbrada al condimento de Arumsaas.

Incluso yo tenía algo que entendía de nuestros viajes.

Era cómo el sabor de la comida difería dependiendo de la localidad.

Parecía que había sutiles diferencias incluso dentro de la misma región. Incluso la comida casera común tendría algún tipo de diferencia en Arumsaas y en la ciudad donde vivíamos anteriormente.

Después de todo, había diferencias en la carne y las verduras que se adquirían.

También había verduras que nunca había visto antes.

Aria-san también debe tener problemas para cocinar con los ingredientes de Arumsaas.

El Segundo habló desde el interior de la Joya.

[Cuando las vi peleándose por el condimento, me recuerda a mi madre y a mi esposa].

El Tercero habló con nostalgia.

[Sí. La abuela vino de la parte norte de Bahnseim. Allí el condimento era especialmente fuerte. El norte es frío, así que parece que el condimento de la cocina es fuerte].

Sólo yo podía oír sus voces.

Por eso, nadie sabía que yo había obtenido ayuda de los seis antepasados de la Casa Walt.

Fueron los antepasados quienes me dijeron cómo me verían los demás si hablaba de ellos.

Dijeron que si no podía mostrar ninguna prueba clara de que me habían ayudado, entonces quedarme callado sería lo mejor para mí.

En cuanto a mí, quería decirle a la gente que me rodeaba que la memoria de mis antepasados resucitó dentro de la Joya que colgaba de mi cuello.

Quería que supieran lo molesto que me sentía gracias a esos tipos que me chupaban el maná y armaban escándalo.

La Joya azul de la Casa Walt permitía a los ancestros del pasado darme consejos, además hasta me enseñó a usar las Artes. Era una herramienta útil si sólo te enterabas de esa parte.

Sin embargo, me estaba chupando maná. Además la cantidad que succionaban era tanta que era como si mi mana se viera afeitado con un sonido rasposo.

Debido a eso, antes de esto me desmayé muchas veces y colapsé.

Por eso, la gente me consideraba un debilucho.

Además, como me llevaron a la ciudad a espaldas de una chica, me estaba haciendo famoso en Arumsaas como un hombre patético.

Era muy preocupante.

Mientras pensaba eso, Aria-san murmuró en voz baja.

―Sophia se crio en el campo, por eso no entiendes el sabor de la ciudad".

Últimamente Aria-san era brusca.

Aria-san también era así.

―¿El sabor de la ciudad? No puedo entender lo que es bueno de la sopa de Aria. Si es así, entonces la hecha por la autómata es mejor.

Aquellas palabras hicieron explotar la bomba de Aria-san.

―¡Ahora sí que lo dijiste! Además, si dices eso, ¡ni siquiera Sophia puede ganar contra ella! ¿Qué pasa contigo, que pierdes contra una autómata a pesar de que te enseñaron a cocinar?

Fue Novem quien actuó para detener a las dos, cuya discusión se iba intensificando poco a poco.

―Ya basta las dos. Se acabó el descanso. Partamos cuando terminemos de ordenar.

Clara-san, que estaba sentada leyendo un libro a poca distancia, persistía con la actitud de que no era asunto suyo.

Ella era la única aquí que era un miembro del grupo contratado temporalmente. Su relación con nosotros era contractual.

Miranda-san estaba sonriendo.

―Oh, ¿ya terminaron? Aunque quería ver un poco más.

Miranda-san era realmente hábil. Ella era alguien que podía hacer todo hábilmente, desde ser vanguardia hasta ser retaguardia.

―Miranda-san, ¿puedo pedirte que no las provoques demasiado?

Miranda-san sonrió con frialdad a la petición de Novem y respondió.

―¿No será más sano discutir ligeramente entre nosotros con sinceridad? Bueno, supongo que será mejor que obedezca tus instrucciones, ya que soy la recién llegada al grupo. Seré paciente hasta que me convierta en la número uno de Lyle.

El ambiente en aquel lugar empeoró todavía más.

Todos cerraron la boca. Solo se oia el sonido de Clara-san pasando una pagina.

Si tengo que mencionar un defecto de Miranda-san, es su personalidad.

El Quinto estaba ligeramente consternado.

[......¿Esta es la bisnieta de Milleia?]

La bisabuela de Miranda-san era una mujer llamada Milleia de la Casa Walt.

En otras palabras, Miranda-san y yo somos parientes lejanos──no, ¿ya somos casi parientes? De todos modos, era una mujer emparentada con los antepasados a partir del Quinto y por debajo.

La hija del Quinto.

La hermana menor del Sexto.

La tía del Séptimo.

Cuando Miranda-san, que era la bisnieta de esa mujer, se unió a mi grupo, proclamó delante de todos: "Quiero ser la número uno de Lyle".

Desde entonces, la atmósfera del grupo se sintió extrañamente tensa.

El Sexto gimió desconcertado.

[La bisnieta de esa amable Milleia, ¿cómo salió así?]

Pero, sólo el Séptimo parecía tener alguna idea. No dijo claramente cómo y en qué se parecían Miranda-san y Milleia-san, pero se sintió convencido cuando vio a Miranda-san.

[Ella es sin duda la bisnieta de Oba-ue.]

Sólo había mujeres a mi alrededor. Este tipo de grupo era raro entre los aventureros.

Hablando de aventureros, la imagen que tenía de ellos era una reunión más varonil de camaradas con una buena relación.

O mejor dicho, muchos de los grupos que vi en el gremio eran así.

Un grupo en el que sólo hubiera un hombre y el resto fueran mujeres parecía ser extremadamente escaso. Yo tampoco había visto nunca un grupo así hasta ahora.

Todas cerraron la boca y empezaron a ordenar el equipaje en silencio. Aunque antes había más sonrisas, el ambiente cambió por completo al unirse Miranda-san.

―......Me pregunto, ¿dónde cometí un error?

El ruidoso grupo comentaba por turnos cuando murmuré eso para mis adentros.

[La atmósfera empeoró desde que Miranda se unió ¿no?]

[No, creo que en primer lugar hay un problema con la actitud de Lyle...]

[Si tengo que decir dónde cometiste un error...... como pensé, ¿fue esa vez cuando acababas de llegar a Arumsaas supongo? Recuerda, hubo esa corta fase rebelde de Lyle.]

[Eso fue terrible ¿eh?]

[Lyle, será mejor que te controles más.]

[En primer lugar, más que un solo error, ¿no es el resultado de cometer errores continuamente hasta ahora?]

...... Los ancestros no daban ningún consejo decente.

La Joya azul que tenía, en realidad ¿era algo maldito?


.


Ya era de tarde cuando regresamos a la superficie.

Regresamos antes de lo previsto y nos dirigimos a pie hacia el gremio de aventureros de Arumsaas.

Arumsaas tenía una academia en su centro y se llamaba Ciudad Academia.

Además había otra cosa. También existía una entrada a una mazmorra subterránea en el centro de la ciudad.

Tener una mazmorra en el centro de la ciudad era una de sus grandes peculiaridades que no se podían encontrar en otras ciudades.

El paisaje circundante no tenía ningún sentido de unidad.

Los que caminábamos en medio de aquello recibíamos frías miradas de los ciudadanos.

Los aventureros son una existencia molesta para los habitantes de la ciudad.

Temían vernos armados, así como nuestros cuerpos que, hablando claro, apestaban por el sudor y la sangre de luchar contra monstruos.

Desde el punto de vista del ciudadano común no querrían acercarse a nosotros.

―Santo cielo, ¿no se puede hacer algo con los aventureros?

―Están estropeando el paisaje de Arumsaas.

―Por favor, mira eso. Un joven va guiando a unas chicas hermosas. Es realmente envidiable──escandaloso. No conocen la vergüenza.

¿Es vergonzoso que las mujeres sean aventureras?

Quise responder así, pero supongo que les resultaba desagradable ver a chicas guapas a mi alrededor.

Recientemente, de alguna manera llegué a entenderlo.

Desde mi punto de vista, que conocía las condiciones internas, no era una relación que pudiera envidiarse, pero... aunque lo dijera, los demás sólo lo escucharían como un sarcasmo.

El Segundo se irritó.

[Gracias a quién demonios creen que Arumsaas se está haciendo rico. En primer lugar, si se trata del paisaje, entonces hagan algo con este paisaje urbano que no tiene ningún sentido de unidad].

El Cuarto se mostró desinteresado.

[Bueno, hay mucha gente que odia a los aventureros. Para empezar, hasta el Séptimo odia a los aventureros].

El Séptimo habló descaradamente de su odio a los aventureros como de costumbre.

[Los odio. En realidad no quiero que Lyle se convierta en algo parecido a un aventurero si es posible].

Caminamos entre las frías miradas.

El gremio de aventureros estaba situado cerca de la muralla exterior de la ciudad.

Estaba lejos de la mazmorra subterránea.

Tal vez porque estaban cansados o por el mal ambiente, los miembros del grupo ni siquiera intentaron hablar.

Yo hablé.

―Nosotros, hoy tenemos tiempo, así que qué tal si comemos fuera todos juntos──.

Aria-san se negó.

―Quiero ir a casa a asearme y tumbarme, así que no iré.

Enseguida Sophia-san también habló de su abstención.

―También comí en la mazmorra así que me abstendré.

Novem se puso las manos en las mejillas con mirada preocupada.

―No podemos comer fuera dejando a las dos.

Últimamente tanto Aria-san como Sophia-san me tratan con frialdad.

Miranda-san se burló de mí.

―Lyle, tu sirvienta se pondrá triste si hablas de comer fuera ¿sabes?

Mi sirvienta......no, sí, era mi sirvienta supongo.

No estaba mal pero, ¿era realmente una sirvienta?

Clara-san me miro mientras hablaba en voz baja con un poco de reserva.

―...... Yo también tengo asuntos en la biblioteca, así que me pienso despedir en el gremio.

Mis hombros bajaron y sonreí torpemente.

―Ya, ya veo. Entonces, volvamos enseguida.

Pude oír risitas desde el interior de la Joya.

Mientras me irritaba con los antepasados, Clara-san me llamó para que me detuviera.


.


Volvimos a casa de Miranda-san después de vender las piedras mágicas y los materiales en el gremio de aventureros.

Costaría mucho alojarse en una posada, así que poder vivir en una casa como ésta era algo por lo que sentirse enormemente agradecido.

―Estamos en casa.

Mi sentimiento era sombrío cuando abrí la puerta de entrada.

La cantidad de dinero que pudimos intercambiar en el gremio fue muy poca.

Según el contrato, la recompensa era a partes iguales.

La apoyo Clara-san obtuvo una parte igual y de ahí se le dio una recompensa adicional del setenta por ciento.

Por eso, hasta los ingresos de Clara-san eran escasos.

La preparación era necesaria para entrar en la mazmorra, y naturalmente costaba dinero.

Aun así era mejor porque solo teníamos programados tres dias, pero no podia olvidar las palabras de Clara-san.

[Si la situación sigue así, deseo abstenerme de aceptar otro contrato con las mismas condiciones. Si la próxima vez se vuelve a pedir mi servicio como apoyo, deseo que se me permita decidir la recompensa yo misma].

El sustento de Clara-san también dependía de esto.

No podía decirle que fracasamos y terminar así.

Teniendo eso en cuenta fuimos afortunados.

Al fin y al cabo teníamos bastante cantidad ahorrada, y no necesitábamos pagar el alquiler de Arumsaas así──.

―¡POLLO IDIOTAAAAAAA!

―¡GYAAAA!

La razón por la que grité fue por la persona, no, la autómata que se abalanzó sobre mí nada más abrir la puerta.

La autómata con aspecto característico de pelo rubio con coletas y uniforme de sirvienta del mismo color que sus ojos rojos no era una humana.

Era el legado de una civilización destruida. La muñeca autómata que fue creada por los antiguos── una muñeca mecanizada.

Ella odiaba el nombre de Poyopoyo que yo le puse, la autoproclamada sirvienta autómata a la que le faltaba un tornillo en la cabeza y que me llamaba ofensivamente pollo idiota.

Cuando saltó sobre mí, que estaba cansado, acabé siendo empujado al suelo.

―¡Qué demonios estás haciendo!

Poyopoyo levantó la parte superior de su cuerpo y se sonrojó. Una sirvienta que no tenía ningún problema en sentarse a horcajadas sobre mí, quería despedirla.

―¿Vas a cenar o te vas a bañar? O tal vez...... ¡me quieres a mí!

Ella estaba haciendo una pose linda, pero yo miré a Poyopoyo con frialdad.

―......Pues ahora vamos a entrar en el baño por turnos, así que ¿puedes apartarte de mí antes?

―¡Una respuesta seria eh! Pollo idiota, por favor, muéstrate un poco más avergonzado. ¡Esta Poyopoyo está realmente sola!

La cara del campamento femenino que nos miraba a mí y a Poyopoyo delante de la entrada parecía realmente conflictiva.

Conocían la excentricidad de Poyopoyo por vivir bajo el mismo techo y, sin embargo, yo no entendía por qué también me miraban con frialdad.

Aunque yo no estuviera haciendo nada malo. Deseaba que dejaran de mirarme con críticas.

Mientras pensaba eso, Novem apartó a Poyopoyo de mí.

―Poyopoyo-san, Lyle-sama está cansado, así que por favor deja de hablar de esa manera indecente, ¿de acuerdo?

Poyopoyo estaba irritada. Pero más que por las palabras de Novem, era hacia la propia Novem.

Desde que se activó en el laboratorio de un bicho raro llamado Damián Valle que era profesor en la Academia de Arumsaas, albergaba animadversión hacia Novem sin siquiera intentar ocultarlo.

―Eres molesta, esta zorra. No cederé a nadie el papel de cuidar del pollo idiota.

Esta autómata era así de excéntrica y llamativa, pero era realmente hábil como sirvienta.

Podía hacer de todo, desde limpiar, lavar la ropa, hasta cocinar.

Por eso el interior de la casa era siempre agradable.

Miranda-san me tendió la mano. Cuando la tomé y me levanté, vi la figura de una chica.

Una chica con cara de disgusto en la entrada──Shannon Circry me miraba fijamente.

Era la hermana menor de Miranda-san, con el pelo largo y ondulado de color morado y los ojos amarillos.

Su aspecto es adorable, pero su actitud hacia mí no lo era ni por asomo.

Esta chica me odia.

Y además, yo también odio a esta chica──Shannon.

Me irritaba ver a una hermana menor.

―Tsk, aunque sería genial que sólo tú no volvieras.

Era una niña sin remedio que dice este tipo de cosas.

Es dos años menor que yo, así que tiene la misma edad que Celes.

Aunque sólo por eso ya me caía mal, la actitud de esta chica hacia mí también es realmente mala.

―Eres molesta, mocosa.



Yo también le contesté, pero la voz exasperada del Cuarto llegó desde la Joya.

[¿Por qué te enfadas con una niña más pequeña?]

Shannon le sacó la lengua.

―¡Onee-sama se volvió extraña por tu culpa! ¡Este gigoló bastardo!

―¿Qué acabas de decir?

―Gigoló bastardo, eso es lo que dije. Estás aprovechándote de esta casa de nosotras las hermanas mientras ni siquiera puedes ganar algo decente. Encima estás causando problemas a Onee-sama, ¡este gigoló bastardo!

Mientras yo me irritaba con Shannon que decía gigoló bastardo con voz potente, los ancestros dentro de la Joya se reían a carcajadas.

[¡Bueno, desde luego no se equivoca!]

[¡Gigolóz| bastardo! ¡Sí, no está mal!]

[......Puh]

[La casa pertenece a Miranda o más bien a la Casa Circry, y recientemente no puedes ganar dinero así que no puedo decir que ella esté equivocada].

[Jaja~, Shannon también está dando en el blanco ¿eh?]

[Lyle, estará bien si trabajas duro la próxima vez......incluso así dijo gigoló bastardo.]

Me molestó oír al Séptimo conteniendo la risa.

Mientras yo me enfadaba, Miranda-san abrazó a Shannon y la levantó.

―No digas estupideces, al menos dale la bienvenida.

Shannon quería a Miranda-san. Por eso escuchaba lo que su querida hermana mayor le decía.

―Yo, lo siento. Onee-sama, bienvenida.

―Díselo a todos.

Miranda-san amenazó. Shannon emitió un extraño "¡Hih!" desde su garganta.

Fue una buena sensación.

―Bi, bienvenidos de nuevo.

Miranda-san volvió a poner a Shannon en el suelo y le dio unas palmaditas en la cabeza.

―Ya estamos en casa. Miren, todos están cansados, así que alejémonos ya de la entrada. Poyopoyo y Novem también, mantengan la pelea con moderación.

Cuando miré a las dos, seguían discutiendo.

Novem estaba desconcertada y volvió en sí al oír la voz de Miranda-san. Se aclaró la garganta avergonzada.

―......Perdóneme. Ahora, Lyle-sama, por favor, entre primero al baño.

Sacudí la cabeza.

―No, estoy bien entrando último. Todas deben entrar primero.

Viendo aquella conversación entre Novem y yo, Poyopoyo mordía un pañuelo blanco con mirada frustrada.

―Aunque sea así de devota, el pollo idiota ni siquiera me mira......esto puede ser bueno a su manera. Sí, ¡estoy encantada!

Justo cuando pensaba que Poyopoyo estaba llorando de frustración, de repente era todo sonrisas. Su abundante expresividad, o más bien su cambio extremo me estaba desconcertando.

―...... Por alguna extraña razón me da miedo.

―¿¡Por qué!? Espera, por favor, no te alejes de mí tan seriamente. Si el pollo idiota me odia, ¡no podré vivir!

No, en primer lugar eres una máquina por lo que no se te puede llamar viva.......

Mientras estábamos teniendo ese tipo de conversación, Aria-san y Sophia-san, que estaban de pie un poco más lejos, me miraron como si quisieran decir algo.

Cuando nuestras miradas se cruzaron, las dos entraron en la casa en silencio.

―Si el pollo idiota no entra al baño, entonces primero será la comida. Por favor, déjamelo a mí. Hoy voy a preparar la comida favorita del pollo idiota.

Novem dirigió una mirada preocupada a Poyopoyo mientras entraban juntas en la casa.

―Aunque será problemático si no preparas más que el menú favorito de Lyle-sama.

―No escucharé la opinión de una zorra.

Sólo yo permanecí allí al final.

Cuando me moví para entrar en la casa, la cara de Shannon salió del interior.

―......Estú~pido.

Shannon dijo eso antes de volver corriendo a la casa. Al verla me sentí convencido una vez más.

―Como pensaba, una hermana menor es lo peor.


.


──Aria que había terminado de bañarse y comer se tumbó en su cama y miró al techo.

La casa de las hermanas Circry tenía un tamaño que podía llamarse mansión.

Además tenía habitaciones para varias personas. Se agradecía que cada persona pudiera tener su propia habitación.

No le disgustaba vivir en grupo, pero Aria se dio cuenta de que últimamente había una parte de ella que se sentía aliviada cuando estaba sola de esta manera.

―Hoy también es un fracaso.

Se puso el dorso de la mano en la frente.

La noche asomaba por la ventana.

Recordó lo que había pasado en el baño.

Llevaría tiempo entrar una por una, así que se bañó junto con Sophia. Sin embargo, a Sophia podría irritarle que Aria se burlara de su cocina como cocina de campo. No le dijo ni una sola palabra.

―Realmente no soy buena.

Quería disculparse, pero honestamente no podía.

Últimamente se peleaban por cosas sin importancia. Hasta ahora Novem actuaba como mediadora y daba seguimiento a la gente a su alrededor. Las cosas iban bien en ese momento.

Sin embargo, Miranda estaba estropeando esa armonía. Prácticamente las incitaba, y Lyle, que veía aquello sin poder hacer nada, también la irritaba.

(Pero, yo soy la más disgustada...... Seguía cometiendo errores y los arrastraba a todos).

El ambiente se estaba volviendo malo desde que Miranda se unió.

―Querer convertirse en la número uno de Lyle, eso es.

Aria murmuró las palabras de Miranda.

Cuando Miranda lo dijo, recordó que ciertamente se sentía nerviosa.

Hoy también pasó la noche angustiada por no poder encontrar la respuesta a lo que quería hacer.








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