Últimamente no ha podido dormir profundamente, es más, anoche no pudo dormir muy bien. Sang Zhi duerme profundamente y no se despierta temprano. Por la mañana, siente la cabeza tan pesada que no podía girarla. Durante un tiempo, no pudo describir la sensación.
Se tumba en la cama y se queda un rato sorprendida. Después, gira el cuerpo y mira la alarma de la mesilla de noche. Se da cuenta de que ya son las 12 del mediodía.
Entonces se da cuenta de que el marco de la foto está al revés.
Respira hondo y lo levanta.
La mira. En esa foto, ella era tan pequeña, aún es tierna y joven. Extiende la mano y toca la foto de Duan Jia Xu, de repente recuerda lo que hizo ayer.
Vuelve a tapar la foto.
Aquella vez no tuvo demasiado en cuenta sus acciones, pero ahora, cuando piensa en ello, se siente como "tratando de encubrir una fechoría, sólo para que se note más".
La observa durante varios segundos, Sang Zhi murmura en voz baja:
―¿No podría cambiarla por otra foto?
Sang Zhi se incorpora y deja caer la manta de su cuerpo.
Mira lo que lleva puesto: una camiseta holgada. Podía ver las marcas rojas en su cuerpo. Sang Zhi se da cuenta de que lleva la ropa de Duan Jia Xu. Sólo lleva una camiseta y nada más.
Siente que el dolor se aligera.
Se levanta de la cama y no se siente demasiado incómoda. Sólo tiene una ligera sensación de malestar. Si sólo llevara una camiseta, se sentiría desnuda. Quiere volver al dormitorio principal y ponerse su propia ropa.
Antes de llegar a la puerta, ésta se abre.
Duan Jia Xu abre la puerta y se fija en el aspecto de Sang Zhi. Levanta una ceja y la examina. Luego la mira a los ojos.
Al verlo, Sang Zhi recuerda lo que pasó anoche.
Su cara empieza a calentarse.
Ahora no sabe cómo actuar frente a él.
Sang Zhi mira hacia el otro lugar y pregunta:
―¿No necesitas trabajar?
Duan Jia Xu:
―Me tomé el día libre.
Sang Zhi le acaricia la cabeza y asiente:
―Iré a refrescarme.
Duan Jia Xu sólo dice: "Em". Sin embargo, sigue mirándola. Parece no querer alejarse. Baja la cabeza como si quisiera besarla.
Sang Zhi inmediatamente cubre sus labios:
―No me he lavado los dientes.
Duan Jia Xu se ríe y se limita a besarle la mano. Mira hacia abajo y se da cuenta de la marca roja expuesta en su cuerpo. Acaricia la marca roja durante un rato y dice suavemente:
―¿Por qué parece que te duele de verdad?
Sang Zhi:
―¿Ah?
Suena como si la consolara, pero no se siente culpable.
―La próxima vez tendré más cuidado.
***
Sang Zhi vuelve a su habitación y se cambia de ropa. También va al baño a refrescarse. Recuerda lo que Duan Jia Xu dijo antes, se detiene un momento.
Luego recuerda lo que pasó anoche después de "No dije que no". Entonces se siente muy tímida por ello.
En su mente, se reproducen varias imágenes.
La imagen de Sang Yan le pregunta sin ninguna expresión.
―¿Podrías ser más reservada?
Sang Zhi aprieta sus labios y se lava la cara.
Olvídalo.
De todos modos él lo sabe todo.
Entonces Sang Zhi recuerda su conversación con sus compañeras de cuarto: "¡Un hombre inexperto de 25 años será un pervertido ah!"
―......
Aunque parezca un poco.
Pero no debería ser un pervertido.
***
Sang Zhi sale del dormitorio.
Duan Jia Xu se levanta cerca de la mesa del comedor, vierte las gachas en el tazón. Lleva una camiseta holgada, por lo que Sang Zhi pudo ver las marcas rojas que le hizo en el cuerpo.
Luego mira hacia el otro lado.
―Ven a comer ―Duan Jia Xu levanta los ojos―: No te mueras de hambre.
Sang Zhi se sienta en su silla y pregunta.
―¿Cuándo te despertaste?
Duan Jia Xu le pone un cuenco delante.
―Me desperté un poco antes que tú.
Sang Zhi:
―Oh.
Duan Jia Xu también se sienta en la silla y pregunta:
―¿Todavía te duele?
―.... ―Sang Zhi baja la cabeza y bebe sus gachas, dice con muy poca voz―: No.
―A mí todavía me duele un poco.
Al oír esto, Sang Zhi lo mira.
Duan Jia Xu tira un poco de su cuello y muestra la marca roja del beso hecha por ella como si quisiera ser consolado.
―Mira, me mordiste muy fuerte.
Dice con vértigo.
Actúa como 'el villano que demanda a su víctima antes de ser enjuiciado él mismo'.
Sang Zhi no pudo controlarse, también hace lo mismo que él. Tira de su cuello hacia un lado y frunce el ceño. Dice:
―¿No me mordiste?
―....
―Esto, esto, esto ―Como él habla primero, ella tampoco le da la oportunidad de evitar la conversación. Señala una a una las marcas rojas de sus mordiscos―. ¿Tienes la mala costumbre de comerte a la gente?
Duan Jia Xu se sobresalta, luego se ríe. La mira a la cara y se detiene en un punto. Sonríe con mucho interés:
―¿Dónde más?
―......
―¿No mordí también....?
Sang Zhi responde y lo interrumpe.
―¡Duan Jia Xu!
Duan Jia Xu no sigue diciéndolo, se lame los labios y dice:
―Cómo puede ser que todo lo de nuestra Zhi Zhi sea tan pequeño.
―... ―Aunque es la verdad, Sang Zhi todavía se siente insultada. No está contenta y habla―: Tú eres el pequeño.
Duan Jia Xu levanta las cejas:
―¿Yo soy pequeño ah?
Sang Zhi dice audazmente:
―Pequeño.
Entonces en el momento siguiente, Duan Jia Xu le toma la mano y la lleva a tocar cierto lugar.
―¿Pequeño o no?
Sang Zhi:
―......
―¿Em?
***
En este momento, Sang Zhi comienza a estar un poco arrepentida. Siente que este anciano parece haber desvelado algo. No es tan comedido y reservado. Se vuelve franco y loco.
Pero no podía negar que este hombre para el asunto de la 'cama', es paciente y díscolo... también es un hombre sexy.
Sang Zhi no podía contar cuántas veces la ha seducido.
Se acaricia la mano dolorida y termina su comida.
Al cabo de un rato, Duan Jia Xu sale del baño. Se ducha y se cambia de ropa. Se sienta a su lado y le pregunta:
―¿Qué quieres hacer hoy?
Sang Zhi no le hace caso.
Duan Jia Xu quiere decir algo, pero de repente suena el teléfono que tiene sobre la mesa. Mira la pantalla y su expresión cambia. Responde rápidamente:
―Ni Hao (Hola).
Sang Zhi lo observa, pero no puede oír lo que dice la persona que llama. Duan Jia Xu de vez en cuando sólo contesta una palabra corta. Por fin Duan Jia Xu dice:
―De acuerdo, ahora voy.
Cuando termina la llamada, Sang Zhi pregunta:
―¿Quién es?
Duan Jia Xu:
―El médico de mi Pa.
―... ―Sang Zhi se sobresalta―: ¿Qué pasa?
Duan Jia Xu parece un poco de mal humor, dice con calma:
―Tiene una infección pulmonar, no está en muy buenas condiciones. Su médico aconseja trasladarlo al hospital de la ciudad. Me pide que venga para encargarme de los trámites administrativos.
Sang Zhi se traga todas las gachas y dice con cautela:
―¿Me dejas acompañarte?
Duan Jia Xu la mira y sonríe levemente.
―De acuerdo.
***
Sang Zhi ha ido varias veces al hospital, pero es la primera vez que viene a esta institución.
El ambiente aquí es un poco pobre pero es muy tranquilo. La persona en la cama parece enferma, no se mueve, parece que no hay vida en él.
Es la primera vez que Sang Zhi conoce al padre de Duan Jia Xu.
Su padre parece tan viejo y tan delgado.
Sang Zhi no pudo distinguir ningún rasgo de Duan Jia Xu en él.
El doctor está explicando la condición actual del padre de Duan Jia Xu.
Lleva veinte años tumbado, la salud de Duan Zhi Cheng se deteriora. Además, también tiene una infección pulmonar, así que no son buenas noticias.
Aunque el médico es indirecto, dice que Duan Zhi Cheng podría no vivir mucho tiempo.
Duan Jia Xu sólo lo escucha y no dice nada.
Aunque Sang Zhi nunca conoció a Duan Zhi Cheng, al ver su aspecto, Sang Zhi siente lástima por él. No pudo evitar mirar a Duan Jia Xu, no podía distinguir sus sentimientos en este momento.
Él parece darse cuenta de su mirada, así que Duan Jia Xu también la mira.
Sang Zhi le toma la mano para consolarlo.
Duan Jia Xu sólo le devuelve la mano y sonríe:
―Ve y ayúdame a comprar una botella de agua. Antes vi que hay una tienda cerca.
Sang Zhi asiente:
―Em.
―Cuando termines, no corras por ahí.
Sang Zhi pudo adivinar que quiere que se vaya, puede que quiera decirle algo a Duan Zhi Cheng. Ella lo abraza un rato y dice con voz baja.
―Entonces deberías esperarme aquí, volveré pronto.
―Em.
Duan Jia Xu mira como Sang Zhi se va y luego se sienta al lado de la cama de DuanZhi Cheng. Retira su sonrisa y dice:
―Lo he oído del doctor, deberías poder oírme bien.
―......
―Estos años nunca te he dicho nada.
Duan Jia Xu está tranquilo, su tono es seco.
―Temo que no reconozcas mi voz. Así que déjame decirte primero, soy Duan Jia Xu.
―Tu hijo.
―Para ser exactos han pasado veinte años ―Duan Jia Xu dice―: Si aquella vez no hubieras saltado del edificio, ahora deberías estar fuera de la cárcel.
―No sé si Ma te lo dijo o no.
No obtiene respuesta.
El hombre en la cama ni siquiera podía mover los ojos.
Duan Jia Xu está como hablando solo.
―Nuestro apartamento fue vendido, se utilizó para compensar a la familia de la víctima. El dinero restante, los ahorros, básicamente fue todo para ti ―Duan Jia Xu no pudo evitar reírse―. Como seguíamos pidiendo dinero prestado, ningún familiar se relacionaba con nosotros.
―Entonces tu mujer, Xu Ruo Shu, falleció hace ocho años. Porque estaba enferma y tuvo cáncer.
―Entré en la universidad de Nan Wu y sólo volví para las vacaciones de invierno y verano. Ella se dio cuenta de que estaba enferma, pero como no teníamos dinero, siguió retrasándolo y no me lo dijo ―Duan Jia Xu dice―: Cuando fuimos al hospital a hacernos un chequeo, el médico dijo que era demasiado tarde.
―No lo podía creer, fui de nuevo al hospital principal para hacer un chequeo, incluso pedí prestados 30.000 yuanes a mi compañero de clase. Ella se enteró y se derrumbó. No paraba de llorar y me suplicaba que devolviera el dinero.
"Por tu enorme suma de facturas médicas, por mi matrícula, por todas las necesidades de la vida ―Duan Jia Xu dice suavemente―: Porque no teníamos dinero."
"Por tu culpa".
"Después de que mamá falleciera, al principio no tenía planes de volver". Duan Jia Xu dice: "Quiero trabajar allí y establecerme. Pero sigo esperando que despiertes".
Duan Jia Xu siente que su padre hace muchas cosas malas. Pero es el único pariente cercano que tiene.
―Espero que ahora puedas verlo todo.
"Espero que te sientas culpable después de verlo, se te romperá el corazón."
"Quiero verlo. Quiero que entiendas que si no hubiereas evadido tu responsabilidad, si hubieras aceptado el error ―Los ojos de Duan Jia Xu se enrojecen, su voz se vuelve ronca―: Nuestra vida hubiera sido muy diferente".
Xu Ruo Shu seguiría viva.
Tú también estarías fuera de la cárcel.
Todos los pecados quedarían bien castigados.
Sería capaz de levantar la cabeza y tener confianza en sí mismo.
La vida podría no ser tan buena pero sería mejor que ahora.
No sería una vida en la que debería soportar solo. Una vida oscura y con trampas.
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