EL FIN DE LA VIDA COTIDIANA
Mientras reprimía un leve sentimiento de excitación, me dirigí a la escuela un poco antes de lo habitual.
Subiendo unas escaleras a las que todavía no me había acostumbrado, llegué a la planta donde se encontraban las aulas de tercer año.
Al poco rato, estaba mirando una placa en la que estaba grabado el nombre “Clase 3-A”: mi aula.
Me detuve y miré fijamente la placa pulida.
—Por fin llegué...
Aunque la realidad me sigue resultando algo lejana, sé que la situación que tengo ante mí no es un sueño.
De la Clase 1-D a la Clase 3-A.
Ha habido muchos momentos divertidos y felices, pero no debo olvidar las experiencias dolorosas.
El viaje hasta aquí no fue para nada tranquilo.
Yamauchi-kun, Sakura-san, y Maezono-san.
Lo que existe aquí ahora se construyó sobre los sacrificios de aquellos que tuvieron que dejar nuestra clase.
No debo olvidarlo.
Ahora que lo pienso, cuando entré en la escuela, no tenía ningún objetivo claro.
Estaba aquí simplemente para seguir los pasos de mi hermano mayor.
Sin embargo, mi hermano siguió manteniendo las distancias y me apartó fríamente.
A pesar de ello, a medida que avanzaba en la escuela, me fui dando cuenta de los verdaderos sentimientos de mi hermano.
Aprendí que no bastaba con perseguirlo, negando mi propio potencial.
Ahora, soy miembro del consejo estudiantil, e incluso leí un discurso de felicitación en la ceremonia de ingreso.
Estoy recorriendo un camino increíble.
No debo olvidar que, detrás de mí en este camino, la presencia de Ayanokouji-kun ha sido significativa.
Si él no hubiera estado en la misma clase, sin duda yo no sería quien soy ahora.
Sería más inmadura y torpe, y no habría sido capaz de acortar distancias con nadie.
Aunque a veces me inquieta su porte inescrutable, eso forma parte de su encanto.
De todos modos, desde aquel día, decidí de verdad ponerme como meta graduarme en la clase A.
No sólo por mi hermano o por mí.
Sino para compartir la alegría con todos los de la clase, empezando por Ayanokouji-kun.
De eso se trata este lugar, la Clase A.
Un lugar al que nunca podría haber llegado sola.
-No debo ser complaciente.
Ahora, el camino a la cima acaba de ser despejado.
Todavía queda un año más de vida escolar.
La clase de Ryuuen-kun nos está alcanzando rápidamente y está justo detrás de nosotros.
Aunque están un poco lejos, tampoco puedo subestimar a la clase de Ichinose ni a la antigua clase de Sakayanagi.
En el futuro intentarán alcanzarnos por cualquier medio necesario.
Por el contrario, debemos luchar para escapar y evitar que nos alcancen.
Respiré hondo y me aparté de la placa.
Por ahora, la celebración termina aquí.
Decidí reafirmar mi determinación.
Con ese pensamiento en mente, abrí la puerta del aula.
Dentro del aula. Un gran monitor, a modo de pizarra, mostraba los asientos preasignados.
—Mi asiento es...
Segunda fila desde el pasillo, cuarta desde delante.
Ese fue mi asiento el primer día en la clase 3-A.
Y al lado de ese asiento, primera fila, cuarto asiento, estaba el nombre de Ayanokouji-kun.
—Pensar que estaría a su lado otra vez, ¿eh...?
Aunque nuestra disposición de asientos era bastante diferente, también nos sentamos juntos hace dos años.
Aunque pronto hubiera un cambio de asientos, no me desagradan estas coincidencias.
Me hizo gracia la coincidencia de esta disposición y me senté en mi sitio. Todavía era temprano para llegar a la escuela, así que Ayanokouji-kun aún no había aparecido.
Quería compartir mis pensamientos sobre este asiento con él lo antes posible.
Contemplé el paisaje.
La vista parecía ligeramente diferente a la de mi primer y segundo año.
Un año más.
En sólo un año más, mi estancia en esta escuela llegará a su fin.
En ese momento -con esta clase, con estos compañeros- quiero graduarme de la Clase A.
No dejaré que termine como sólo un sueño.
Pase lo que pase, tengo que hacerlo realidad.
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Gracias y espero con ansias que publiquen el capitulo 1
ResponderBorrarUy creo que no se va a poder
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