CONFUSIÓN
Tras finalizar la ceremonia de apertura en el gimnasio, los nuevos alumnos de tercer año regresaron a clase.
Unos minutos más tarde, el timbre de la segunda hora estaba a punto de sonar.
—...Es extraño.
Horikita ladeó la cabeza, mirando varias veces hacia el pasillo.
—¿Qué pasa? ¿Estás preocupada por algo?
Sudou, que había tomado asiento diagonalmente detrás de ella, preguntó con un deje de preocupación.
—No he visto a Ayanokouji-kun desde que terminó la ceremonia de apertura. Ya es hora de empezar las clases y todavía no ha llegado.
Como de costumbre, todos estaban presentes en el aula-excepto Ayanokouji.
Aunque hoy no había clases, era un momento en el que su presencia era obligatoria. La escuela controlaría los retrasos injustificados. Horikita entendía de experiencias pasadas que una sola ausencia no resultaría en una deducción significativa de puntos de clase, pero era el primer día para la Clase 3-A. Y a diferencia de Sudou e Ike que tenían historial de llegar tarde, una ausencia de Ayanokouji, que prefería no destacar, era preocupante.
—Ahora que lo pienso, sí. Aunque, estoy bastante seguro de que se veía normal cuando salimos del gimnasio...
Murmuró Sudou, levantando la vista al recordar lo ocurrido hacía menos de treinta minutos.
—¿Verdad?
Horikita intercambió unas palabras con Ayanokouji aquella mañana, cuando se convirtieron en vecinos de pupitre, y entonces no ocurrió nada inusual.
—¿Quizá le duele el estómago y está encerrado en el baño?
—Bueno, no es imposible.
A pesar de sentirse un poco incómoda con la sugerencia poco delicada, seguía siendo una explicación plausible a considerar.
Aun así, algo no le cuadraba, y Sudou, como si recordara algo, se cruzó de brazos y asintió profundamente.
—Quizá esté fingiendo estar enfermo.
Tras hablar, Sudou dejó escapar una sonrisa irónica, imaginando algo inesperado.
—¿Fingiendo estar enfermo? ¿Por qué piensas eso?
Cuando Horikita lo interrogó sobre su inesperado razonamiento, Sudou bajó la voz unos dos tonos y comenzó a susurrar.
—Él y Karuizawa rompieron hace poco, ¿verdad? Debe ser bastante incómodo encontrarse cara a cara.
—Esa no es razón para fingir enfermedad, y él estaba normal esta mañana.
—¿Quizás cuando vino a la escuela recibió como un golpe en el cuerpo*? A mí también, cuando me rompieron el corazón, me afectó mucho mentalmente.
(NT: * refiéndose literalmente al golpe de boxeo)
Miró a Horikita a los ojos, pero luego, sintiéndose algo avergonzado, apartó la mirada.
Sudou, que se lo había confesado a Horikita durante el viaje escolar del año pasado, hablaba por experiencia propia. Horikita también pensó en los sentimientos de Sudou en aquel momento. De hecho, había cierta incomodidad.
—...¿Es así?
Aunque no se consideraba superior en cuestiones de amor, la inevitable realidad era que había personas que dejaban tirados a otros y otras que se dejaban tiradas a sí mismas.
Para Horikita, que todavía carecía de conocimientos y experiencia en el amor, era algo difícil de comprender.
Sudou, al ver la compleja expresión de Horikita, se rascó apresuradamente la cabeza.
—Eh, ya estoy bien. Pero, ya sabes, Ayanokouji también podría tener un lado sorprendentemente delicado. Estar en una relación con alguien de la misma clase y luego romper con ella puede ser bastante problemático, ¿sabes? Mira, incluso Karuizawa parecía estar evitando descaradamente a Ayanokouji desde esta mañana.
Antes de las vacaciones de primavera y hasta el final del tercer trimestre, Horikita recordaba que ambos tenían una cercanía que sólo podían tener las parejas íntimas, una sensación de distancia que dificultaba el acercamiento de un tercero.
Sin embargo, esta mañana en el aula, ninguno de los dos dio ni un solo paso para acortar la distancia que los separaba.
No era sólo físicamente, sino también emocionalmente.
Recapacitó, dándose cuenta de que podía ser cierto que las relaciones humanas se complicaban un poco cuando había romance de por medio.
—Entiendo lo que dices, pero ¿no estaban ambos preparados para eso cuando empezaron a salir?
No tenía intención alguna de entrometerse en los asuntos entre chicos y chicas, pero, de hecho, no todos podían separarse amistosamente. Murmuró que debían ser conscientes de los riesgos.
—Eso no es verdad. Nadie empieza a salir con alguien pensando que va a romper, ¿verdad? Oigo historias de mis kouhai sobre cómo empezaron a salir y cómo acabaron rompiendo. Ahora, están luchando porque no pueden encontrar la distancia correcta que mantener entre ellos, ¿sabes?
Horikita, tratando de pasar desapercibida, robaba miradas a Karuizawa, que estaba sentada en un asiento cerca de la parte trasera, junto a la ventana. Con aspecto algo apático, miraba por la ventana.
—Yo esperaría que se las arreglaran al menos con este pequeño riesgo...
Aunque eso fuera cierto, era una cuestión aparte. Estar incómodo y, por tanto, ausente o llegar tarde no era algo que se pudiera consentir.
—Pero... aún así, no creo que haya una probabilidad muy alta.
Ya fuera por el dolor de estómago o por el shock de haber sido abandonado, el comportamiento de Ayanokouji seguía siendo el mismo de siempre, concluyó una vez más. Aunque era totalmente posible que simplemente tuviera cara de póquer y se escondiera hábilmente tras ella, difícilmente podía imaginárselo como el tipo de persona que haría algo así.
—Bueno, es sólo una posibilidad. Dale un respiro si llega un poco tarde.
—Una vez está bien. Pero si sucede repetidamente, como clase, simplemente no podemos ignorarlo. De acuerdo. Sea como sea, lo entenderemos cuando llegue el momento.
Horikita decidió que, sin importar la verdad, era poco probable que Ayanokouji desapareciera de la escuela sin avisar.
PARTE 1
Pronto sonó la campana.
Lo primero que Horikita notó fue el pánico y el inusual comportamiento de su profesora, Chabashira-sensei.
Tras echar un vistazo a la clase, la tez de Chabashira-sensei palideció rápidamente.
El cambio anormal en el comportamiento de Chabashira-sensei causó preocupación entre los estudiantes que la rodeaban. Sus ojos estaban claramente desenfocados.
Durante varios segundos, no dijo nada y se limitó a permanecer de pie frente al podio, observando el aula.
No, no observaba, su mirada estaba desenfocada.
Sus ojos carecían de vida, en cierto modo estaban vacíos.
Hasta la persona más insensible de la clase habría tenido la misma impresión.
En un principio, Horikita tenía la intención de preguntar por el ausente Ayanokouji, pero, teniendo en cuenta el ambiente, juzgó que no era un tema apropiado para sacar a colación, y pensó que comprobar el estado de Chabashira-sensei debía ser, sin duda, la máxima prioridad.
—Sensei, ¿está bien?
Pero antes de que Horikita pudiera actuar, Hirata ya había examinado a Chabashira-sensei.
Sin embargo, Chabashira-sensei no respondió a su voz.
Por lo visto, la voz de Hirata no le llegó.
Los estudiantes, que habían estado relativamente tranquilos, empezaron a inquietarse ante esta anomalía.
—Um... ¿Sensei?
Desde el asiento delantero, cerca de Chabashira-sensei, Kikuchi llamó tímidamente.
Era una llamada a corta distancia.
Pero Chabashira-sensei no respondió, permaneciendo inmóvil.
Kikuchi, tratando de hacerse notar, se levantó y agitó la mano delante de ella.
Finalmente, pareció que las acciones de Kikuchi captaban su atención, y Chabashira-sensei le dirigió una mirada.
Sin embargo, su mirada cambió rápidamente, dirigiéndose ahora hacia Horikita.
Al menos, eso fue lo que Horikita sintió. Aunque, en realidad, sus ojos no se encontraron.
Era sólo una mirada perdida en dirección a Horikita.
Llegó a la conclusión de que las voces de Hirata y de los otros estudiantes no le llegaban.
Si ese era el caso, puede que se encontrara mal.
No había indicios de que algo fuera mal hasta que se dirigieron a la ceremonia de apertura, así que no podían dejarlo pasar. Podría tratarse de una emergencia médica.
Mientras Horikita retiraba su silla para levantarse y dirigirse hacia el podio-
—Estoy bien.
¿ Chabashira-sensei había estado escuchando a los estudiantes todo el tiempo, o acababa de registrar sus voces?
Aunque carente de vigor, Chabashira-sensei murmuró aquella breve frase.
—Dice eso, pero está claro que no se siente bien.
Aunque aliviado por obtener una respuesta, Hirata quería una confirmación.
—...Eso es... no, en serio, estoy bien. Sólo...
Intentando continuar, Chabashira-sensei se apoyó en el podio.
Su mirada se dirigió de nuevo hacia Horikita, pero en realidad no estaba centrada en ella, sino en el único asiento vacío que tenía a su lado, el de Ayanokouji.
—¿Le pasó algo a Ayanokouji-kun?
En el camino de vuelta del gimnasio, si Ayanokouji hubiera sufrido una lesión importante o desarrollado algún tipo de enfermedad, el cambio de comportamiento de Chabashira-sensei habría tenido sentido.
¿Le pasó algo? Esas especulaciones parecían haber dado en el blanco.
La pregunta de Horikita debió de llegar a oídos de Chabashira-sensei.
Sin embargo, la falta de respuesta y el consiguiente silencio sugerían la gravedad del asunto.
—¿Es una lesión? ¿O una enfermedad?
Impaciente, Horikita formuló la pregunta, y Chabashira-sensei sacudió ligeramente la cabeza de un lado a otro.
Este gesto indicaba que su suposición era errónea.
Si no es una herida o una enfermedad, entonces por ahora no es una emergencia.
Pero entonces, ¿por qué Chabashira-sensei muestra una expresión tan sombría?
—No, no, ¿qué pasa? Le ocurrió algo a Ayanokouji, ¿verdad? Por favor, díganoslo.
A pesar de leer el ambiente, Ike, frustrado por la vaga conducta de Chabashira-sensei, presionó para obtener una explicación más rápida.
Chabashira-sensei miró a Ike antes de dirigirse a toda la clase.
Su expresión seguía siendo grave, sin dar señales de tranquilidad.
—...Sinceramente...
Chabashira-sensei empezó a hablar en voz baja, pero luego cerró los ojos y su boca se quedó en silencio.
Sin embargo, no podía permanecer callada para siempre y levantó la cabeza.
—Hay algo que tengo que contarles a todos ustedes. Esta mañana -no, hace un rato- cierto estudiante utilizó sus Puntos Privados para ejercer cierto derecho... o eso parece.
Aunque sus palabras eran vacilantes y poco claras, Chabashira-sensei dijo la verdad a la clase.
—¿Eh? Realmente no lo entiendo. ¿Qué hicieron con sus Puntos Privados?
Cierto estudiante.
Usaron sus Puntos Privados para ejercer cierto derecho.
Incluso cuando trató de explicar la situación, los detalles eran tan vagos que dejó a todos confundidos.
¿Es un asunto problemático causado por otra clase, algo que ella no puede explicar?
Las especulaciones continuaron creciendo en las mentes de los estudiantes.
—El estudiante que está ausente de la clase en este momento... Ayanokouji. Él es quien ejerció ese derecho.
Chabashira-sensei habló gravemente, pero su falta de claridad hizo que los estudiantes ladearan la cabeza.
¿Qué clase de derecho ejerció Ayanokouji?
—... Transferencia... de clase.
Justo cuando alguien estaba a punto de hacer otra pregunta, Chabashira-sensei pronunció lo que parecía ser el quid de la cuestión.
Ayanokouji se transfirió de clase.
De hecho, Chabashira-sensei mencionó una transferencia de clase, pero tal cosa parecía imposible.
Si se transfiriera de la Clase A, significaría inevitablemente pasar a una clase inferior.
Pero eso era un problema en sí mismo.
—Um, Chabashira-sensei. Si esto es una broma, no es gracioso, y ¿no debería considerar nuestros sentimientos cuando estamos escuchando tan seriamente?
Si fuera tan sencillo como cambiar de clase en cuanto se te ocurriera hacerlo, nadie tendría problemas con ello.
Sin embargo, un estudiante necesita preparar veinte millones de Puntos Privados para transferirse a otra clase, un hecho bien conocido y un recurso poco realista.
Por eso, algunos alumnos empezaron a tomárselo a broma.
—También estoy de acuerdo con la opinión de Horikita-san. Y lo que es más importante, ¿se encuentra realmente bien?
Chabashira-sensei seguía haciendo afirmaciones que no sólo carecían de credibilidad, sino que rozaban la contradicción.
Quizá estaba enferma, o...
—¿Será que comenzó algún examen especial?
Casi simultáneamente con Horikita, Sudou se cruzó de brazos y expresó con calma sus pensamientos.
Sí, por el comportamiento y las afirmaciones de Chabashira-sensei, parecía más realista pensar que había comenzado algún extraño examen.
—Comprendo que lo que digo es difícil de entender. Sin embargo... es la verdad.
—Aunque diga que es la verdad...
—Saca tu teléfono y visualiza la OAA de la clase —Chabashira-sensei, negándose a admitir que era mentira, dio instrucciones con los ojos bajos.
—Creo que está llevando esta broma demasiado lejos...
Sin embargo, un rastro de inquietud cruzó su mente.
A estas alturas, Horikita había empezado a sentir un ligero presentimiento.
Muchos compañeros, aunque escépticos, siguieron las instrucciones y encendieron sus teléfonos.
Mostraron la lista de la Clase 3-A.
Por supuesto, se suponía que en ella debían figurar las OAA de los treinta y siete estudiantes.
No, si no está en la lista, debe ser mentira.
Sin embargo...
Pensando que podría haberlo pasado por alto, Horikita deslizó repetidamente su pantalla hacia arriba y hacia abajo.
Pero el nombre de Ayanokouji no aparecía por ninguna parte.
Era como si nunca hubiera estado en la clase, desapareciendo de la lista.
Esta actualización de la OAA ya la había visto varias veces.
Fue lo mismo cuando Katsuragi Kouhei fue transferido y cuando alguien era expulsado.
—Justo ahora, parece que los datos de Ayanokouji han sido movidos.
—¿Qué... de qué está hablando, Sensei? Eso no puede... eso no puede estar bien.
La voz de Horikita tembló inconscientemente.
—Ayanokouji ha sido transferido de esta clase a la Clase C a partir de hoy.
Chabashira-sensei aclaró los detalles antes ambiguos de la situación.
Ayanokouji había estado ausente desde la ceremonia de apertura porque dejó esta clase.
—...¿Eh?
Ella entendió las palabras, la explicación de Chabashira-sensei, pero inmediatamente después, el cuerpo de Horikita mostró signos de que no entendía.
—¿De qué está hablando...? Algo como que Ayanokouji-kun se transfiera a la Clase C...
—Eso no es gracioso, Sensei. No es el día de los inocentes.
Muchos de los estudiantes todavía no estaban ni medio convencidos. Lo dudaban, asumiendo que era mentira.
—A mi tampoco... me gustan este tipo de bromas.
Thump, thump, thump-
—Creo que hay algo raro con Chabashira-sensei hoy.
Thump, thump, thump, thump, thump-
Por favor, para-
Murmuró Horikita en su mente.
¿Por qué mi corazón late tan rápido, tan fuerte?
En realidad, ya había entendido por qué, pero no quería.
Perturbada por la broma de mal gusto de Chabashira-sensei, su mente se desorganizó.
—Siento lo mismo, es increíble. Pero... esto es indudablemente la verdad.
Thump, thump, thump, thump, thump, thump-
—No puede ser cierto. Debe ser algún error.
Mientras Horikita respondía, cargó la lista OAA para la Clase 3-C.
Si es verdad que fue transferido, sería extraño que el nombre de Ayanokouji no apareciera aquí.
Pero es imposible que eso suceda.
Sin embargo, mientras miraba la lista OAA mostrada-
El nombre de Ayanokouji Kiyotaka había sido añadido.
En el momento en que lo vio, se sintió completamente confundida, y los pensamientos de Horikita se detuvieron.
—E-Es mentira, ¿verdad, Sensei? Que ese Ayanokouji-kun haya sido transferido a la Clase C...
Matsushita, que estaba claramente nerviosa, alzó la voz de una forma poco habitual en ella; algunos alumnos no pudieron ocultar su sorpresa ante este inusual comportamiento.
—Es verdad... No es un error.
Chabashira-sensei volvió a mirar la tableta.
Si ese era el caso, no sería extraño que hubiera una notificación de la escuela. Le dieron ganas de ir contra el flujo del tiempo y detenerlo.
Horikita no había comprendido la situación.
Ayanokouji se transfirió de clase.
No importaba cuantas veces pensara en ello, era incomprensible.
No puede ser posible.
Horikita y los otros finalmente, con una gran cantidad de esfuerzo y tiempo, subieron de la Clase D.
Y por fin, alcanzaron la Clase A.
A partir de ese momento, durante un año, todos se unirían para mantener esa posición.
Sin embargo, no había ningún beneficio en transferirse a la Clase C.
—¿P-Pero qué pasa con los Puntos Privados? Veinte millones es una cantidad enorme, incluso para él-
—Todavía no conocemos los detalles. Sin embargo, ya que la escuela lo aprobó oficialmente, sin duda preparó esa cantidad.
—¿Qué? Si eso es cierto, entonces Ayanokouji... Eh, ¿por qué?
—No, no tiene sentido, ¿verdad? Finalmente logramos llegar a la Clase A, ¿verdad? ¿Y en nuestro primer día como Clase A, él se cambia a la caída Clase C-a la clase que perdió a Sakayanagi?
—¿Qué demonios está pensando Ayanokouji...? No puedo entenderlo. ¿Escuchaste algo de antemano, Akito?
—No, ni una palabra... Últimamente estamos un poco distanciados. Si ni siquiera Horikita y los demás lo saben, probablemente nadie lo sepa.
Resultó que ni siquiera los estudiantes del grupo más cercano a Ayanokouji, como Yukimura y Miyake, estaban informados de este traslado.
—¿O es por eso? ¿Porque fue abandonado por Karuizawa y se sintió demasiado avergonzado para permanecer en la clase?
—No, no puede ser eso, ¿verdad? Aunque estuviera avergonzado, no tendría los fondos para transferirse.
—¿Quizás suplicó a la gente y acabó pidiendo prestado...? No, eso es poco probable.
—¿Podría habernos traicionado?
—Pero, de nuevo, él no fue a una clase superior, fue a una inferior, ¿verdad? No es normal... No es como si se subiera al caballo ganador, sobre todo teniendo en cuenta que Sakayanagi ya no está. Y no es como el caso de Katsuragi, que ya no tenía donde encajar y lo echaron, ¿no?
Shinohara murmuró sus dudas, a lo que Hondou respondió con una sospecha similar.
Había cosas que ni siquiera podían imaginar.
O mejor dicho, al menos la mayoría de los estudiantes ni siquiera lo imaginarían-.
Que Ayanokouji por sí solo pudiera influir en el resultado de las batallas de clase con sus habilidades.
Existía la posibilidad de que Ayanokouji hubiera querido tomárselo con calma.
Sin embargo, se podría haber argumentado que quedarse en esta clase y no hacer nada sería una apuesta mucho más segura que transferirse a una clase que se hundió con la partida de Sakayanagi.
—No sé. Es raro bajar voluntariamente a una clase inferior, pero puede que haya Puntos Privados de por medio. No sólo los fondos de transferencia, sino el pago de los gastos de manutención para el próximo año a cambio...
—Eso es incluso más raro. Eso significaría que está siendo llevado como reemplazo de Sakayanagi, o más bien, alguien por quien valga la pena pagar una enorme suma para garantizar la victoria de la Clase C. ¿Pero por qué Ayanokouji? Claro, ha estado haciendo algunos movimientos notables últimamente, pero...
Al oír eso, Horikita jadeó.
Aunque no entendiera las intenciones de Ayanokouji, no podía descartar la idea de que la antigua clase Sakayanagi hubiera actuado para adquirir a Ayanokouji. Más bien, podría haber sido la opción más lógica que podían tomar para cambiar las cosas.
Pero eso planteaba la pregunta: ¿Estaría Ayanokouji realmente de acuerdo con esa propuesta?
—Es una posibilidad.
Kushida murmuró tranquilamente su comentario en medio de la alteración y confusión de todos.
—Pero, ya saben...
—Bueno, aunque sea cierto... no parece algo por lo que hacer tanto alboroto, ¿verdad? No es como si Horikita o Hirata se hubieran ido.
—Kanji... Que Ayanokouji se haya ido no es un asunto tan simple.
—¿Estás diciendo que no es tan simple? Aunque Ayanokouji-kun se vaya, ni siquiera es tan grave...
Algunos estudiantes no veían la realidad de esta transferencia como un gran problema.
Kushida los miró consternada.
—Ike-kun, Shinohara-san, lo siento, pero Ayanokouji-kun es mucho más importante de lo que ustedes dos creen.
—Importante, dices...
—Que no haya salido a la luz no significa que no haya contribuido a la clase de innumerables formas invisibles. ¿Verdad, Horikita-san?
Kushida, manteniendo la calma en medio del caos, le pasó la pregunta a Horikita, que asintió con la cabeza.
—Sí... Dejando a un lado las intenciones de Ayanokouji-kun, no se puede negar que es el reclutamiento ideal para que la Clase C resurja. Si realmente fuera alguien que pudiéramos permitirnos perder, Chabashira-sensei no estaría así.
En lugar de escuchar a sus alumnos, Chabashira-sensei permaneció en estado de shock.
Shinohara y Hondou intercambiaron miradas mientras la observaban congelada en su sitio.
—¿De verdad? ¿Es realmente cierto?
—Como dijo Horikita, la presencia de Ayanokouji es significativa. Si él no hubiera estado en nuestra clase, lo más probable es que ahora no estuviéramos en la Clase A. Por supuesto, no es la única razón por la que llegamos a la Clase A, pero aun así... el hueco que deja es más grande de lo imaginado-pero aun así, por qué...
Ni la profesora ni los alumnos sabían la respuesta.
Si existiera un estudiante que entendiera todo en esta situación-
Naturalmente, no sólo Horikita, sino muchos estudiantes dirigieron sus miradas hacia Karuizawa, que no había pronunciado palabra.
Karuizawa, como novia, había pasado más tiempo con él que nadie; ella podría saber...
Probablemente todos albergaban tales pensamientos.
—Karuizawa-san, ¿te dijo algo?
—...No lo sé. Realmente no sé nada. No es que esté ocultando algo; realmente no lo sé.
Sin mirarlos, Karuizawa respondió con indiferencia. Para Horikita, la expresión nublada de Karuizawa no parecía deberse sólo a la transferencia de Ayanokouji, sino también a que Karuizawa creía que se debía a que ella, como su novia, había iniciado la ruptura.
No, esa no es la cuestión ahora. Horikita desechó tales pensamientos de su mente.
Si Ayanokouji realmente se había transferido de clase, esa era la última de sus preocupaciones.
—¿Puede cancelarse esta transferencia si es algún tipo de error?
—Si es una transferencia ilegal, hay una posibilidad de que pueda ser cancelada... Sin embargo, en ese caso, la persona que cometió el fraude se enfrentaría a un severo castigo. Las flechas también apuntarían a Ayanokouji.
Una transferencia ilegal iniciada por Ayanokouji.
Era una posibilidad impensable.
—Pero la posibilidad de que sea un fraude es baja. Ya que la escuela lo aceptó oficialmente...
—Aún así, no lo sabemos, ¿verdad? Podría tener alguna razón inesperada que saliera a la luz más tarde, como que lo amenazaran.
Por lo demás, Horikita no podía explicarlo.
Una transferencia a otra clase sin ninguna advertencia, simplemente no hay manera.
—No, eso es...
—Horikita-san.
La voz calmada de Hirata alcanzó a la agitada Horikita.
—Creo que deberíamos empezar por aceptar la realidad.
—La realidad... ¿qué quieres decir con eso?
—Justo lo que parece. Él, Ayanokouji-kun, se transfirió de clase. Esto es un hecho innegable. La escuela ya lo aceptó, y su ausencia aquí es la prueba.
—Pero eso... eso no es una prueba. Podría estar enfermo, o podría ser algún tipo de error...
—Como Sensei explicó, la transferencia de Ayanokouji-kun fue confirmada en el OAA. Por mucho que no queramos creerlo, tenemos que empezar por aceptarlo.
Horikita se quedó sin palabras mientras Hirata seguía hablando con calma.
Kushida, al observarlo, mostró un ligero interés.
—Pareces muy tranquilo, Hirata-kun. Ya se trate de una transferencia o de una expulsión, un alumno quizá haya desaparecido de nuestra clase, y sin embargo no te alteras.
Hirata siempre se había angustiado cuando había riesgo de expulsión.
Y cuando alguien se marchaba, se preocupaba más por el alumno que se iba que por cualquier otro.
—La transferencia y la expulsión son diferentes. Sobre todo si es su propia decisión. Además, entrar en pánico no ayudará. No importa cuánto nos quejemos, Ayanokouji-kun no volverá.
—¿No es un error? Horikita-san todavía no ha renunciado a la posibilidad de que sea un error. ¿No deberías estar apoyándola, como el Hirata-kun que conocemos?
Mientras unos pocos alumnos de la clase mantenían la calma, Hirata era el más sereno.
Su cuidadosa observación de la reacción de la clase era poco habitual.
—Entonces, ¿qué intentas decir, Kushida?
Sudou se levantó y echó su silla hacia atrás.
Sospechaba que Kushida estaba volviendo a crear problemas en la clase.
—Discutir esto durante nuestro período de clase sin ninguna información clara no nos llevará a ninguna conclusión. ¿Verdad, Chabashira-sensei?
Con una inclinación de cabeza, Kushida miró hacia el pasillo.
Al parecer, las otras clases habían terminado sus lecciones, ya que el pasillo se estaba volviendo ruidoso.
—...S-Sí, así es.
El aula estaba muy insonorizada, por lo que un volumen de voz normal no se transmitiría al pasillo.
Sin embargo, si alguien se acercaba a la pared y se acercaba a la puerta, era posible captar algunas voces.
Estudiantes con malas intenciones podrían estar espiando afuera.
Sudou asintió con un gesto de agradecimiento y volvió a sentarse.
—Terminemos aquí el periodo de clase. Sin embargo, les pido que no tomen medidas contra Ayanokouji para culparlo o criticarlo. Por ahora, él no ha hecho nada en contra de las reglas.
Al igual que los estudiantes, ella tenía muchas dudas. Sin embargo, como profesora, tenía que instruirles para que se abstuvieran de cualquier comportamiento problemático. Como adulta, no debía olvidar dar advertencias cuando fuera necesario.
—Estoy de acuerdo con Chabashira-sensei. No sólo desde el punto de vista de las normas, sino también porque acercarse a él en gran número sin comprender la situación puede acarrear problemas fácilmente. Voy a comprobar las cosas primero, así que por favor mantengan la calma hasta entonces.
—Así es. Eviten el contacto innecesario con Ayanokouji, y asegúrense de no meterse en problemas con otras clases. Si pasa algo, asegúrense de hablar conmigo o con la escuela, ¿de acuerdo?
Como profesora, Chabashira-sensei pensó que permanecer en silencio con los alumnos durante más tiempo no serviría de nada. Se armó de valor y apoyó firmemente las manos en el podio.
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