Sevens - Volumen 3 Capítulo 42

PROMESA

 

──El grupo de Rondo bajó del carruaje de conexión y luego recorrieron a pie una carretera hacia una ciudad en la que tomarían el siguiente carruaje de conexión.

―La comodidad del transporte es mala.

Ralph llevaba su nueva lanza al hombro. Usaba su guantelete favorito y lloriqueaba mientras caminaba bajo el claro cielo azul.

Rachel caminaba mientras también llevaba su nuevo báculo.

―Es la frontera del país, ¿qué vas a hacer si la comodidad del transporte es buena? El viaje en la frontera tiene limitaciones.

Sería un desastre si un ejército enemigo invadiera. Se pensaba que esa era la razón por la que no había camino para conectar los carros en la zona.

Rondo corrigió el error de Rachel. Pero se esforzó en elegir sus palabras con suavidad para no enfadarla.

―Orlan está usando dinero para mantener la frontera, así que tal vez no puedan prescindir de él para esto. Bueno, preguntemos por ello cuando lleguemos a Orlan.

Estuvieron hablando así mientras caminaban. Entonces vieron una nube de polvo ante ellos. El suelo estaba seco por la iluminación del sol, así que era fácil que la arena se levantara.

―Viene un carruaje de caballos. Apartémonos.

Entonces Ralph silbó al ver el grupo que se acercaba.

―Parecen muy extravagantes. ¿Son nobles? Vaya número con el que viajan.

Al ver que el otro grupo era de nobles, se apartó del camino para que no los provocaran descuidadamente.

―No se queden mirando demasiado. Vamos los dos, salgamos del camino.

Cuando el carruaje de caballos se acercó, Rondo se sorprendió al ver el número de caballos, el número de caballeros alrededor del grupo, los carros de caballos que los seguían por detrás y el número de soldados.

(La guardia es realmente pesada. Además, con esta escala ¿son una Casa Condal?)

También Rondo procedía de una casa noble, por lo que tenía más conocimientos en este campo que los otros dos. Aunque el mismo Rondo pensaba que la diferencia entre su casa y una casa condal era como la tierra y el cielo.

Estaban esperando que el grupo de nobles pasara junto a ellos así, pero el carruaje se detuvo después de pasar por el grupo de Rondo durante un rato.

(¿Qué?)

El grupo venía desde el sur. Desde el interior de ese extravagante carruaje, una chica sola bajaba con la ayuda de un caballero que le ofrecía su mano.

Tenía el pelo rubio, los ojos azules y una cinta atada en el pelo. Llevaba un abrigo sobre un vestido blanco. Su aspecto parecía sofocante bajo el sol abrasador.

Sin embargo, cuando vio a esa chica, el aire se sintió frío incluso bajo ese sol abrasador.

(¿Qué? ¿Qué demonios?)

Rondo no notó el temblor de sus manos. La chica caminaba hacia el grupo de Rondo.

La chica miraba a Rondo con una sonrisa. Ni siquiera miró a Ralph y Rachel.

―Hola, tú. Tienes unos ojos muy bonitos.

Rondo no pudo responder a las palabras de la chica.

―Eh, ah...

Entonces el caballero que estaba al lado de la chica miró a Rondo.

―Bastardo, Celes-sama se dirige a ti. Si no respondes──

―Alfred, no te acerques. Es lamentable cómo está temblando de esa manera.

―¡Sí!

El caballero fue increpado por la chica llamada Celes y quitó la mano de la empuñadura de su espada. Si no se lo hubieran dicho así, ya habría acuchillado a Rondo.

Rondo sólo se había dado cuenta ahora de que estaba temblando.

Rachel miraba a Rondo con ansiedad.

―¿Qué pasa Rondo?

Ralph tampoco parecía asustado.

―O, oi. ¿Qué te pasa hombre?

Parecía que no pensaban nada de esta situación. Pero, Rondo estaba percibiendo un peligro con un instinto más agudo que Ralph.

La chica se puso la mano derecha en el pecho.

―Soy Celes. Celes Walt. Me estoy aficionando a ti. Por eso, dejaré que te conviertas en mi mascota.

Rondo no entendía lo que decía la chica que tenía delante.

―¿Qué, qué estás...?

Celes puso cara de desconcierto. En lugar de sentirse sorprendida, su rostro mostraba curiosidad. Y entonces, Celes se puso el dedo índice en los labios.

Rondo era incapaz de apartar la mirada de esos labios. Era como si fuera a ser absorbido.

―¿Vaya? Esta persona, ¿podría ser que se esté resistiendo? Cierto, no hay muchas personas así, pero aparecen a veces. Las hermanas Circry de antes también eran así. A mí me gustó la chica llamada Miranda pero... espera, supongo que no tiene relación contigo.

Celes dijo eso, sonrió y luego tocó la cara de Rondo. Su novia Rachel gritó:

―¡Espera! ―pero Celes no le hizo caso.

―Muchos de los niños que no se encandilan enseguida tienen una calidad excelente. Tú me gustas. Dejaré que te quedes a mi lado.

Rondo sintió terror ante esas palabras. Se sintió sorprendido de su sentimiento que pensaba que Celes era hermosa y quería arrodillarse ante ella...

(No es bueno. ¡Esto no es bueno! Lo prometí... ¡cierto, la promesa!)

Recordó su promesa con Lyle. El sueño de los tres era convertirse en aventureros de primera clase.

Rondo apartó lentamente la mano de Celes y abrió la boca.

―Por favor, permíteme que me niegue. Tenemos... cosas que hacer.

Entonces la sonrisa desapareció de la expresión de Celes.

―...Ya veo. No te convertirás en mío. Entonces está bien, desaparece.

Justo después de eso, el caballero que estaba al lado de Celes desenvainó su espada. Ralph lanzó su lanza hacia ese caballero.

―¡Rondo, coge a Rachel y corre!

―¡Ralph!

Rondo desenvainó su espada con pánico, pero al instante siguiente su brazo derecho fue cortado. En su sorpresa, vio que Celes, frente a él, ya sostenía un estoque de aspecto caro. El brazo derecho cortado fue despedazado, e incluso la espada que acababa de ser reforjada fue fácilmente cortada en pedazos.

―Qué, eres débil. Mi expectativa era errónea.

Dijo eso y perdió el interés, luego miró a Rachel que corría hacia Rondo y blandió su estoque. Aunque Rachel no estaba en el rango de ataque, su báculo fue cortado y sangre brotó de su cuerpo.

Rondo gritó mientras corría hacia ella, luego abrazó su cuerpo.

―¡Rachel!

Salía mucha sangre. La tierra seca estaba chupando la sangre de Rachel. La mano izquierda de Rachel agarró la ropa de Rondo. Su dedo llevaba un anillo que encontraron en el calabozo.

―E, eh... Rondo, yo... no puedo sentir mi fuerza. No puedo ver... Rondo, ¿dónde estás? Hey, estoy... asustada.

Rachel vomitó sangre por la boca. La sangre que rebosaba de su pecho no paraba. Rondo abrazó el cuerpo de Rachel mientras miraba a Ralph.

―A, aa...

Ralph flotaba en el aire mientras luchaba. Era como si fuera levantado por algo invisible... y entonces, su pecho fue apuñalado por el sable del caballero. Ralph vomitó sangre y luchó, pero al poco tiempo soltó la lanza en el aire y dejó de resistirse. Su cuerpo no se movió más. Después, Ralph salió volando y rodó por el suelo.

El caballero llamado Alfred miró a Ralph y murmuró.

―Pequeño. Cómo te atreves a hacer perder el tiempo a Celes-sama.

Celes sonrió amablemente. Ella estaba sonriendo en esta situación.

―Está bien Alfred. Lo más importante es que volvamos al carruaje. Será un problema si dejamos que Otou-sama y Okaa-sama esperen.

―¡Sí!

Los dos le dieron la espalda a Rondo y a los demás y caminaron hacia el carruaje.

Rachel murió en sus manos. Ralph también había dejado de moverse. Rondo dejó lentamente a Rachel en el suelo, y luego sacó su daga con la mano izquierda.

―¡Todos... TODOS USTEDES!

Rondo se precipitó. Alfred se giró hacia él y sacó su sable, pero Celes lo detuvo.

Celes se giró y sonrió a Rondo. Era una sonrisa realmente fea.

Justo después, la mano derecha de Celes sostuvo su estoque. Y entonces, su mano izquierda sostuvo la daga que Rondo desenfundó.

―¡Qué...!

¿Qué pasó? Antes de que pudiera pensar eso, Rondo cayó al suelo.

―Hm~, esta daga tiene un Arte grabado. Tal vez debería llevarla como recompensa.

El derrumbado Rondo miró a Celes y a Alfred. Pero, los dos ya perdieron el interés en él.

―Si está en la mano de Celes-sama, hasta un guijarro cualquiera se convertirá en una reliquia de valor incalculable.

Celes se puso de buen humor al escuchar eso.

―¿Es así? Entonces, le daré esto a Alfred.

Alfred estaba muy contento, su cara parecía que iba a llorar de verdad. Se arrodilló en el suelo y recibió la daga con ambas manos. La gente de alrededor observaba eso con una mirada realmente envidiosa.

Era una escena absurda. La gente de alrededor sólo miraba eso en silencio. Un espectáculo anormal estaba sucediendo en ese lugar.

―¡Mi más profunda gratitud! Este Alfred Virden jura mi eterna lealtad a Celes-sama.

Al escuchar eso, Celes se enfadó de forma simpática como si dijera "¡Eso es preocupante!".

―¡Caramba! ¿Qué vas a hacer con Otou-sama y Okaa-sama? Me retractaré si dices algo así.

Era una chica cruel. Sin embargo parecía tener un fuerte apego emocional hacia sus padres.

―Mis, mis disculpas. Por supuesto, este yo es devoto de la Casa Walt.

Celes asintió con una sonrisa.

―Muy bien. Ahora, tengo que volver al carruaje. Otou-sama y Okaa-sama están mirando por aquí preocupados.

Celes dijo eso y subió al carruaje, luego el grupo reanudó su viaje como si nada hubiera pasado. El derrumbado Rondo y los demás fueron cubiertos por la nube de polvo.

Cuando el grupo se fue, Rondo se dio cuenta de que había perdido las dos manos sin que se diera cuenta. La sangre brotaba. Ya no tenía salvación.

Se arrastró por el suelo hacia Rachel, luego mordió sus ropas y la arrastró hasta que llegaron a Ralph.

Derramó sus lágrimas. Y luego miró a sus importantes compañeros que sangraban y habían fallecido.

―Rachel, Ralph... lo siento. Lo siento. Terminar en este tipo de lugar... Lo siento mucho.

La conciencia de Rondo que se disculpaba con los dos también se estaba desvaneciendo. Los tres estaban tumbados a un lado de la carretera, recostados uno encima del otro.

Rondo exprimió su voz.

―Tou-san, Kaa-san, Nii-san... parece que esto es todo para mí. Aunque hablé impúdicamente y salí de la casa, lo siento

Así, Rondo volvió a pensar en Lyle al final.

―La promesa con Lyle-kun... no puedo cumplirla.

Rondo cerró los ojos, y luego respiró profundamente por última vez y dejó de moverse.

Aquí, un grupo perdió la vida abruptamente──.

 

* * *

 

Antes de partir de Dalien.

Por alguna razón me siento repentinamente solo. Seguramente es porque se acerca el día en que dejaremos Dalien.

He terminado de despedirme de casi todas las personas con las que nos hemos puesto en contacto durante nuestro tiempo aquí. La última vez que visité la mansión de Ventra-san fue para hablar con él.

Una de las razones por las que he venido aquí es porque me dijo que viniera a través de Zelphy-san. Parece que quiere hacer un trato conmigo. Cuando hablé con Ventra-san, surgió el tema del metal raro.

―Me he enterado, Lyle-dono. Parece que tienes una cantidad considerable de metal raro en tu poder.

Una parte fue quitada por el gremio y comprada con un precio reducido, así que no tengo tanto en mi poder. También estaba la recompensa para Rondo-san y su grupo y el pago de los suministros, así que sólo me queda un poco en mi posesión.

―Fuimos demasiado imprudentes y los metales raros se compraron a precio reducido. Y esta vez me asocié con otro grupo, así que también tuve que dar la recompensa para ellos. Debido a eso la cantidad restante en mi posesión es sólo un poco.

También estoy pensando en pedir un sable cuando pasemos por Centralle. Estoy guardando algunos metales raros en mi posesión para eso, pero Ventra-san dijo que quería comprarlos.

―Me parece bien la cantidad que queda en tu poder. Quiero que me lo vendas. No te preocupes, no reduciré el precio como el gremio.

Me dijo el precio. Hice como que pensaba un poco.

Al Cuarto no le importó el precio.

[Es inútil discutir con él. Además, Lyle no puede usar herramientas mágicas. En ese caso, no hay necesidad de obligarse a fijarse en los metales raros].

Pensando que es cierto, decidí aceptar el precio y vendí el metal raro. El ayudante de Ventra-san vendrá a mi casa más tarde para recoger el metal raro.

Aun así, la cantidad de dinero que Ventra-san me pagó es mucho. Es demasiado.

―...Err, ¿qué pasa con esta cantidad? No parece equilibrada con la cantidad de metal raro que tengo.

Ventra-san sonrió mientras el color de su mirada se volvía ligeramente severo.

―En realidad, esta vez me siento un poco irritado con el trabajo del gremio. La política de la Casa Rodornia es reunir aventureros para utilizarlos como fuerza de trabajo. Hay un montón de cosas necesarias que dependen de eso como el mejoramiento del orden público y similares, pero... la cooperación del gremio también es esencial.

El Sexto dijo: [Ya veo.]

[La actitud de esa chica Santoa, si se descuidan entonces se convertirá en un rumor de que los aventureros son tomados a la ligera aquí. Eso no será nada bueno].

Ventra-san bebía té mientras continuaba su charla, como si estuviera chismorreando.

―Y eso que el gremio cometió un error garrafal y le echó la culpa de todo a Lyle-dono. En mi posición no puedo pretender no ver eso. Por eso, la parte que el gremio se llevó con una razón inventada y la que compraron con un precio reducido, se las compraré a Lyle-dono.

Parece que esa cantidad es para reponer la parte que nos quitaron.

―Eso es realmente generoso de su parte Ventra-san.

Ventra-san se rio.

―Sí, me siento bien. En realidad, se ha formado una rama del gremio de Dalien en un lugar de difícil acceso por las circunstancias del territorio. Ha sido un problema durante bastante tiempo, pero se ha resuelto, lo que me ha puesto de buen humor.

Cuando pedí más detalles, es un lugar en el territorio de Ventra-san que está a cierta distancia de la ciudad. Parece ser una zona rural que tarda en desarrollarse. Al parecer, una "rama" del gremio de aventureros de Dalien se instaló allí. Es difícil enviar caballeros o soldados a ese lugar y muchos monstruos aparecen allí.

―En ese caso, montar un gremio allí desde el principio en lugar de una simple sucursal será──

El Quinto se rio ligeramente ante mis palabras.

[Lyle, en este caso deberías pensar que tiene sentido que el lugar sea una sucursal del gremio de Dalien. Vamos a ver, ese lugar suena como un destino para degradar].

Me di cuenta y luego mencioné el nombre de un empleado del gremio.

―¿Es Santoa-san?

Ventra-san asintió con la cabeza.

―Eres muy agudo. Pero, no es solo esa chica Maie, sino también su padre. Al parecer, como el progenitor era uno de los altos cargos del gremio, la hija hacía lo que le daba la gana. A pesar de que les había hablado firmemente de mi política y de que había trabajado duro haciendo varias cosas para reunir aventureros principiantes... ¿no crees que es terrible que desperdicien mi esfuerzo de esa manera? Pero, parece que los dos van a trabajar felizmente en esa rama juntos a partir de ahora. Es realmente un asunto feliz.

El Tercero sonaba encantado.

[Es su manera de mostrar al gremio quién es el jefe aquí, poniéndolos como ejemplo. Tal vez ese padre y esa hija de Maie estén experimentando algo aún más horrible de lo que estamos imaginando].

Esto es un castigo para Santoa-san. No, tal vez está dirigido al gremio.

Me puse de pie.

―He recibido el pago. Entregaré el metal raro restante inmediatamente.

―Por favor, hazlo.

 

* * *

 

En la terminal del carruaje de conexión hacia Centralle desde Dalien.

Hawkins-san y Zelphy-san vinieron a vernos salir de Dalien.

La tendera y su marido, el herrero tienen trabajo y no pueden venir. Estaban muy tristes al saber que Novem se va de Dalien.

Aparte de ellos, el dueño de la posada en la que nos alojamos nos dijo que hiciéramos todo lo posible. Es ahora cuando puedo sentir que nos hemos encontrado con varios asuntos, grandes y pequeños.

Zelphy-san está hablando con Aria-san.

―Escucha bien, no debes ser demasiado imprudente.

―Zelphy, te preocupas demasiado.

Novem y Sophia-san están hablando con Hawkins-san. En cuanto a mí, estoy poniendo en orden nuestro equipaje y luego lo que queda es sólo esperar la hora de salida.

Dentro de la Joya el Segundo dijo "Hay un invitado", así que miré a la persona que se acercaba. Allí, Rex-san y alguien que parecía ser un seguidor de Sword Wings estaban de pie.

Sus rostros estaban magullados por todas partes. Se veían aún peor que la vez que los salvamos en el calabozo.

―...Lyle.

―Sí, sí. Err, ¿qué pasa?

Yo, que me dirijo a Rex-san, me pregunto qué va a decir. Entonces, de repente, inclinó la cabeza hacia mí.

―No he dado las gracias por haberme salvado. Además, he venido a disculparme. Siento haberte causado problemas. Además, gracias por salvarnos.

El seguidor también me dio las gracias.

Extraño. Debería haber otra persona. Pensando así mi mirada vagó alrededor. Rex-san parece darse cuenta de ello y sonríe un poco triste.

―El otro se retiró de ser un aventurero. Parece que se establecerá en Dalien.

Retirarse como aventurero. Al oír eso, no sé qué decir.

Rex-san parecía comprensivo.

―Es nuestro problema, así que no te preocupes. Además, lo hablamos y nos entendimos. Pero, seguimos siendo aventureros. Sólo quedamos dos, pero volveremos a empezar.

Parecía que se había vuelto algo más suave en comparación con la primera vez que lo conocí. Entonces, Rex-san me declaró.

―Tú también vas a Beim, ¿verdad? Entonces, yo también iré allí sin falta. Ahora mismo me estoy quedando atrás, pero te alcanzaré pase lo que pase. Déjame darte las gracias de nuevo en ese momento. Sin embargo, ahora mismo estamos en un aprieto.

Los dos parecían realmente golpeados.

No es que esperara ningún agradecimiento, aun así creo que decirles esto a estos dos ahora mismo será bueno.

―Entonces, estaré esperando. Encontrémonos en Beim.

Rex-san sonrió con su rostro herido.

―Sí, absolutamente. En ese momento te invitaré un trago.

Con esto hice promesas a dos grupos, con Rondo-san y Rex-san. Murmuré "Tengo que hacer lo mejor que pueda" con una pequeña voz y subí al carruaje de conexión con destino a Centralle con el fin de cumplir estas promesas.

 

* * *

 

En el interior del carruaje de conexión que partió de Dalien.

Estoy mirando por la ventana aturdido. Aria-san y Sophia-san están hablando dentro del vagón sobre varias cosas.

Sophia-san está un poco nerviosa.

―Será mi primera vez en Centralle...

Centralle es también el lugar de nacimiento de Aria-san, pero parece que está en conflicto.

―En mi caso, tengo conocidos allí. No quiero que me vean. No sé qué me dirán.

Novem me miró.

―Lyle-sama, ¿vamos a dirigirnos a Arumsaas inmediatamente?

Pensé un poco y negué con la cabeza.

―Quiero buscar armas y otras cosas. Además, también hay un lugar en el que quiero parar un poco.

―¿Un lugar donde parar? ¿Hay algún lugar por el que Lyle-sama sienta curiosidad?

Cuando nos dirigimos a Dalien, sólo nos detuvimos un poco en Centralle. Novem nunca debe haber imaginado que tendré un lugar que quiera visitar allí.

El Séptimo parece darse cuenta de mi pensamiento y me dijo que no tuviera expectativas demasiado grandes.

[Lyle, no esperes demasiado. Aunque ambas casas eran originalmente la misma Casa Walt, ahora mismo somos dos casas diferentes. No eran un grupo decente ni siquiera en mi época].

El lugar que quiero visitar es la casa que fue el inicio de nuestra casa señorial feudal── la Casa Walt principal que fue una nobleza capitalina.

―La casa Walt de Centralle. Todavía existen, ¿verdad?

La expresión de Novem se distorsionó. Parecía que realmente no quería involucrarse con ellos.

―Sí. Pero, la relación entre ambas casas se ha cortado desde hace mucho tiempo. Además, escuché que una vez se comportaron como un mendigo con el anterior jefe Brod-sama. Lyle-sama no debería involucrarse con ellos.

¿Actuar como un mendigo? Entonces el Séptimo me explicó.

[Fue porque yo era un consejero de la familia real. Se pusieron en contacto conmigo con la esperanza de recibir algún beneficio de eso, pero la Casa Walt de Centralle en ese momento, era del rango más bajo y no tenía ningún puesto... eran nobles sólo de nombre que ni siquiera tenían trabajo].

Recordé que el Séptimo era un consejero de la familia real. Parecía que esperaban hacer uso de esa conexión.

―Aun así, quiero echar un vistazo.

¿Cuánto ha cambiado el escenario de Centralle que observé con el Primero? Sólo quería recorrer el lugar que vi en la sala de recuerdos.

―¿No es bueno?

Novem puso una mirada ligeramente preocupada, y luego asintió de mala gana.

―Si eso es lo que desea Lyle-sama.

Me alivia que Novem me haya dado permiso. Porque si ella se oponía fuertemente, voy a ignorarla y todavía voy a ir allí.

Más que decir que tengo curiosidad por la Casa Walt de Centralle, simplemente quiero saber qué ha cambiado en ese lugar que recorrí junto al Primero.

 

* * *

 

Llegamos al día siguiente.

Me quedé inmóvil frente a la casa que vi en la sala de recuerdos del Primero.

Aunque le reste importancia, sólo puedo calificar la casa de desgastada. El jardín no está cuidado y la maleza crece por todas partes. La pared está agrietada. Me lo creeré si me dicen que aquí no vive nadie.

―Es peor que mi imaginación.

Novem me mira con exasperación. No, ni siquiera intenta ocultar su disgusto. Por eso su tono es más estricto que de costumbre.

―Por eso se lo dije. Es irrisorio comparar esta casa con la casa feudal Walt. Después de todo, es una casa que nunca recibió ningún puesto por mucho tiempo que pasara, una casa que ni siquiera puede llamarse noble y que simplemente existe sin sentido.

El Segundo está un poco preocupado.

[Es raro que Novem-chan sea así de emocional. Ciertamente, tampoco tengo buenos recuerdos de ellos ni siquiera en mi época].

Desde luego, es raro que Novem se muestre así de disgustada.

No podemos seguir haciendo ruido en la entrada así. Nos alejamos de allí.

Pensé que tal vez podría encontrarme con alguien de la Casa Walt de Centralle, pero parece que es mejor no encontrarse con ellos.


















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