EL PEOR HOMBRE
Abrí los ojos y me desperté, luego salí y comprobé la situación
de la ciudad.
La ciudad ya estaba a un paso de la destrucción total. La
próxima vez que los monstruos atacaran sentí que perderían. No, definitivamente
perderían.
Miré al cielo.
―Aunque haya un muro no habrá forma de
defenderse si el monstruo vuela por el cielo.
¿Cómo luchar contra un ejército de monstruos que está bajo el
mando de un grifón?
Intente pensarlo pero, no íbamos a poder proteger la ciudad con
solo nosotros.
Incluso si repelíamos a los monstruos, no tendría sentido si la
ciudad era destruida después de eso.
La victoria a la que debía aspirar era proteger la ciudad,
derrotar al grifón y regresar triunfante a la capital. Si no conseguía eso, no
podría vengarme de los tipos de la capital.
Envió a su hija a este tipo de lugar. No, fui yo quien las trajo
aquí pero, él no detuvo a Shannon...... bueno, no importa. De todos modos,
quería asestar un golpe a ese bastardo de Ralph que me envió a este peligroso
lugar.
Para ello, era imprescindible disponer de un buen número.
―Antes tomé a todo el apoyo logístico como mi
aliado pero, esta vez no será bueno a menos que haga a todos mis aliados huh.
Pero eso será difícil.
Había muchas cosas que hacer.
Mientras reflexionaba sobre qué hacer, los malos dentro de la
Joya que habían recuperado su vitalidad me llamaron.
[Estás preocupado ¿eh, Lyle?.]
[En momentos como este deberías confiar en nosotros. Esta es nuestra especialidad.]
[Así es. Trabajemos duro para derrotar al grifón y hacernos
famosos.]
[Primero es la mano de obra.]
[¡Muh! ¡Tengo una buena idea! Lyle, déjamelo a mí.]
[Será el momento de una divertida cacería. Lyle, comencemos a
prepararnos.]
Me duele la cabeza.
Los ancestros esperaban alegremente el sometimiento del grifón
mientras los demás estaban desesperados.
―¿Hay alguna manera? No tendrá sentido si
sólo derrotamos al grifón.
El Segundo también estaba recuperando su vivacidad.
[Obviamente. Es natural proteger la ciudad.]
El Sexto me aconsejaba alegremente.
[Primero debes asegurar la mano de obra. El grifón es listo.
Parece que ayer también vino de reconocimiento, pero esos tipos tienen la
costumbre de juguetear].
Jugar, puede que no sea exacto llamarlo así, pero un monstruo
inteligente como el grifón a veces juega con su presa.
Esta situación también era así.
Debe estar acorralando a la gente del pueblo lentamente y
lastimándolos poco a poco. De la historia de Patto-san, si los monstruos se
pusieran serios desde el principio entonces un pueblo de este tamaño sería
destruido inmediatamente.
―Aunque reunamos mano de obra, la calidad de
la gente que vino con nosotros es cuestionable. Incluso la gente que queda en
este pueblo no está claro si podrán luchar o no.
En esta ciudad casi no quedaba ayuda masculina decente.
Su moral era baja, su experiencia superficial, y la ciudad
estaba maltratada.
Ya parecía un jaque mate.
―Realmente no quiero decirlo pero, ¿no será
mejor llevarse a Luka y a su madre y huir?
El Segundo lo negó al instante.
[Eso no es bueno. ¿Vas a cuidar de ellos toda tu vida?
Además......no creo que un niño y una madre como ellos puedan vivir bien si se
van a otro lugar].
El Sexto también tenía la misma opinión.
[Exacto. Tampoco puedo recomendarles que huyan. Después de todo,
desde la perspectiva del grifón, muchas presas acaban de llegar. No dejará
escapar a ninguna── es persistente ¿sabes?].
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── A poca distancia del pueblo.
Lionel, que iba montado en un carruaje de caballos, les decía a
sus camaradas.
―¡De prisa! ¡Deprisa y huyan!
Caminaban mientras observaban temerosos los alrededores para
escapar juntos de vuelta a Centralle.
Salieron de la ciudad antes del amanecer. Ahora el día estaba
entrando en el mediodía.
―De ninguna manera ganaremos contra ellos con
espada o lanza.
―Maldita sea. Maldita sea......Aunque por fin
era una oportunidad para ascender.
―¡Aunque dijeron que se podía obtener el
éxito con sólo presentarse!
Lionel gritó.
―¡Chicos, quieren morir! ¡Huyan rápido!
Los jóvenes que caminaban fuera del carro de caballos
respondieron a Lionel al oír eso.
―¡No hables cuando vas solo en el carruaje de
caballos, maldito seas! Entonces, ¿qué tal si tú también bajas y caminas?
―E, esto es un préstamo de Doris. Además, si
tiramos el carruaje de caballos, ¡no podremos llevar también la comida!
Se convirtió en una discusión entre ellos y dejaron de caminar.
Fue entonces.
La luz del sol se tapó de repente y creó una sombra.
Uno de ellos levantó la vista y dejó caer su lanza.
―Oi, no tires el arma. Hasta eso es un
préstamo...... que, ¿qué pasa?
Lionel levantó la cara y una voz "¡Hih!" escapó de su
garganta.
Lo que tapaba el sol y creaba sombra era un hipogrifo.
Miró a Lionel y a sus amigos y luego levantó la cara para gritar
con fuerza. Su grito hizo eco y lastimó los oídos de Lionel y los demás en el
suelo con lo fuerte que era.
Uno de ellos gritó.
―¡O, oi!
Sin que se dieran cuenta, las figuras de los monstruos fueron
apareciendo a su alrededor.
El camino por el que transitaban quedó bloqueado, y también
aparecieron monstruos por su izquierda y derecha.
El hipogrifo se abalanzó sobre uno de ellos y lo pisoteó. Sus
patas delanteras eran patas de pájaro. Uno de ellos fue pisado, agarrado por
las patas, y vomitó sangre por la boca.
―A, ayuden──me.
Podían oír el sonido de la carne y los huesos aplastándose. Sus
compañeros ni siquiera pudieron recular.
El caballo que tiraba del carro se desbocó al sentir un gran
terror. El hipogrifo mordió el cuello del caballo con su pico.
Lionel, que estaba viendo esa escena desde el carro, gritó:
―¡¡¡HiiYAAAAA!!!
Gritó eso y saltó del carro, luego salió corriendo a toda
velocidad.
Cuando sus amigos lo siguieron y empezaron a escapar, los
monstruos los persiguieron. Uno de ellos fue alcanzado por un veloz monstruo
que parecía un perro y se quedó rezagado.
―¡No me dejen! ¡Socorro! Ayuda──!
Lionel se despojó de la armadura que llevaba y la tiró mientras
corría. Sus compañeros también lo imitaron y tiraron su arma mientras corrían.
Volvieron por el camino por el que habían venido, y entonces,
cuando por fin llegaron a la ciudad amurallada......, el número de sus
compañeros se había reducido a cinco──.
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Hubo gente que escapó de la ciudad.
Cuando me enteré de que era Lionel, estuve a punto de quejarme
de qué demonios hacía aquel tipo. Pero, el Tercero me dijo con mucho sarcasmo
[¿Eh? Lyle también habló de huir ¿verdad?] así que cerré la boca.
Pero, el problema era el hecho de que había personas que
huyeron, y el hecho de que fracasaron en hacer eso estaban saliendo a la luz al
mismo tiempo.
Era una mala noticia para la gente del pueblo y la fuerza de
subyugación.
Lionel y sus amigos, que tiraron su equipo y volvieron
corriendo, estaban sentados en el suelo de la plaza.
Novem los miraba fríamente.
―¿Acaso Novem odia a Lionel? No, aunque a mí
tampoco me gusta.
― No lo odio. Pero no me agrada.
Era una respuesta difícil. Sin embargo, también era raro que
Novem rechazara a un individuo hasta ese punto.
Morris-san estaba pidiendo la opinión de Norma-san.
―A este paso tampoco podremos escapar.
Comandante, debemos decidirnos.
―¿Decidirnos? ¡Qué decisión! Yo no quiero.
¡¿Quién......quién va a querer morir en este tipo de lugar! E, eso es cierto.
Morris, ¡te has convertido en un cebo! Informaré de esta situación a la
capital. Sí, sí. Así es. Muy bien. Si hago eso, no será huir. Sólo yo me
salvaré.
Tal vez estaba trastornada, Norma-san ni siquiera trató de
ocultar que quería salvarse ella sola. Ni siquiera se planteó qué pensarían de
ella sus subordinados al oír eso.
El Quinto murmuró.
[......Matémosla.]
Agarré la Joya. El Séptimo me explicó.
[No importa lo que vayamos a hacer, Norma ahora mismo no es más
que un estorbo. Escucha, Lyle......el caso de ser asesinado por tu aliado en el
campo de batalla no es raro. Un comandante incompetente expondrá a todo el
ejército al peligro. ¿No crees que sería mejor que ese comandante se fuera?]
Viendo a la desquiciada Norma-san, ciertamente era impensable
que fuera capaz de tomar el mando adecuadamente.
Morris-san se llevó a Norma-san a la fuerza y la multitud se
dispersó.
El Tercero estaba tranquilo.
Su tono era más frío que de costumbre.
[Morris-kun podría ser incapaz de decidir por sí mismo. Tiene
indecisión en él, a este paso esta ciudad será aniquilada sin poder resistir
nada. También es impensable que Norma-chan entregue su derecho al mando......
entonces, sólo podemos dejarla morir].
No, no, incluso sin llegar a ese extremo......cuando pensé hasta
ahí, el Cuarto pareció darse cuenta y me habló duramente en su lugar.
[Lyle, así de importante es la posición de comandante. A veces
también tienen que ordenar a sus subordinados que mueran. Reciben tanta
autoridad y recompensa y, sin embargo, si no son capaces de ser útiles cuando
llega el momento, ni hablar. Si desean ascender y buscan un puesto digno,
entonces es necesaria la determinación. Un incompetente que no pueda hacerlo
sólo será perjudicial si es ascendido. Lyle, la bondad es una virtud, pero la
elección de no matar significa decirle a todos los presentes que mueran sólo
por salvar a Norma].
El Quinto también fue duro.
[Norma, que busca una posición que está más allá de sus medios,
está equivocada. Bueno, ella fue enviada aquí porque es alguien así. Lyle, ella
morirá de todos modos aunque tú no lo hagas. Elimínala por el bien del futuro].
Norma-san nunca me entregaría su derecho de mando a mí. Ese fue
el juicio de los ancestros. Además, no se podía reunir a todo el ejército con
Norma-san aquí.
Comprendí lo que decían. Entendí pero.......
―......Novem, voy a hablar con Norma-san.
Novem asintió.
―Sí, Lyle-sama.
Dentro de la Joya, todo el mundo dijo exasperado que me falta
determinación.
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Con Novem a la zaga, me dirigí a la posada que se convirtió en
el alojamiento de Norma-san.
El asunto de Lionel se conoció en un abrir y cerrar de ojos.
Hizo que la gente del pueblo y los soldados se sintieran sombríos y deprimidos.
Un hombre de mediana edad sentado en el camino se quejaba en voz
baja.
―Dijeron que era un hipogrifo.
Aunque......aunque quería tener éxito en la vida y que ella viviera
cómodamente.
En otro punto, soldados voluntarios formaban un círculo y se
quejaban.
―¿Se enteraron? Parece que el palacio sabía
desde el principio que es un grifón. Somos, sólo peones desechables.
―.....Para el palacio, los nobles de bajo
rango sin trabajo son como basura.
―Sí.
―Los estirados de palacio estarán bebiendo té
mientras se ríen de nuestra muerte. Si es así, sería mejor pasar el tiempo
holgazaneando en la casa de los indigentes. Resulta así porque me desviví por
tener éxito.
―En cuanto a mí, me echaron de casa mis
padres y mi hermano mayor, diciéndome que no volviera a casa a menos que
consiguiera algún logro. Ya tuve una mala premonición. ¡Mierda! Esos rufianes
de palacio, mis padres, y mi hermano de mierda también, ¡que caigan todos
muertos!
Los nobles que apenas estaban en el rango de poder heredar su
casa se reunían y se quejaban.
La gente del pueblo lanzaba improperios hacia esos soldados.
―¡Que todos ustedes se vayan a la mierda!
¿Saben cómo nos sentimos esperando ayuda hasta ahora?
―¡Así es! Cuando pensábamos......cuando
pensábamos que por fin llegaba la ayuda, sólo vienen cobardes, ¡hasta el último
de ustedes! ¡Vayan a luchar! ¡Ese es su trabajo!
―¡Mi marido, luchó desesperadamente hasta que
llegó la ayuda y murió! Y aún así, ustedes......
Los soldados respondieron desconsideradamente.
―¿Y qué? Al fin y al cabo, nosotros y también
ustedes── ¡estamos abandonados por el país! En primer lugar ¡quién puede ganar
contra algo como el grifón! Tampoco podemos huir, ¡Aquí van a jugar con todos
nosotros hasta la muerte!
Al oír esas palabras, la gente del pueblo se horrorizó y se puso
pálida. Incluso había gente alrededor que empezaba a pelearse y a darse
puñetazos.
Se estaba creando una brecha entre la fuerza de subyugación y la
gente del pueblo.
Novem murmuró.
―Será mejor si Norma-san al menos hace bien
su trabajo.
Sólo pude estar de acuerdo.
―Tienes razón. Si ella hace su trabajo
correctamente...... yo tampoco tendré problemas.
Estábamos abandonados.
El pueblo estaba abandonado.
La región de Gioni que el palacio desechó.
Seguramente desde el punto de vista del palacio, no sería un
daño significativo. Pero, desde el punto de vista de la gente que fue
abandonada, no había manera de que pudieran aceptarlo.
―Yo lo haré. ...... Haré que se arrepientan.
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──La posada del pueblo donde se alojaban los caballeros.
Morris hablaba con Norma dentro de una habitación de allí.
―Ni hablar. No quiero morir. Tendré
éxito......
Norma tenía el pelo revuelto y mala cara. Morris suspiró dentro
de su corazón al ver eso.
(Aunque esta persona es muy poderosa.)
No era incompetente, pero era tan egocéntrica que sus colegas la
odiaban. Además, aceptaba con gusto incluso un soborno descarado y hasta lo
buscaba en su entorno.
Su aspecto no era malo. Gracias a que lo utilizó para engatusar
a un superior con poder, también pudo convertirse en capitana de escuadrón de
diez caballeros.
Pero, había muchos caballeros que la odiaban. Había caballeros a
los que ella les había robado sus logros, y también caballeros que no fueron
evaluados adecuadamente y menospreciados a causa de sus mentiras.
Norma haría cualquier cosa por su éxito. Lo que hizo fue
excesivo, se mire como se mire.
(Aunque podría llegar a ser capitana de un escuadrón de cien
caballeros en esta época si lo hiciera con normalidad).
Su habilidad con la espada y la magia tampoco era mala. Norma
tenía la capacidad de triunfar como caballero con su fuerza, pero su
personalidad era un desastre que obstruía su carrera.
―Comandante, será peligroso si no lucha aquí.
Si regresas, el palacio sólo te culpará a ti.
―¡No digas estupideces! No me dijeron que
habría un grifón. Es mi deber informar rápidamente de esto al palacio. Así es,
es mi deber. Por eso, prepara inmediatamente mi partida──
―¡Ya basta con eso!
Morris, que normalmente era gentil, finalmente soltó un
chasquido. Norma se quedó sin habla. Su boca se abría y cerraba sin sonido.
―¿Todavía no lo entiendes? Estamos
abandonados por el palacio. La gente del pueblo informó de que hay un grifón.
Incluso el magistrado que huyó a la capital debería haber informado de la
situación. ¿En serio crees que el palacio no lo sabía?
Morris era un caballero líder. En el Reino Bahnseim, era un
rango por encima de caballero.
Por encima de ese rango estaba el líder de escuadrón de diez
caballeros, y por encima estaba el líder de escuadrón de cien caballeros.
No se podía decir que estuviera caminando en el curso de élite
como un caballero, pero había trabajado como caballero durante muchos años
hasta ahora.
Si escuchaba varios rumores con su oído, entonces también era
capaz de adivinar lo que el palacio estaba pensando.
(Recientemente, los altos mandos estaban considerando el aumento
de las casas sin trabajo como un problema. Debe ser la causa de esto).
El Reino de Bahnseim estaba aprovechando este caso para ocuparse
de ese problema.
Cuando la fuerza de subyugación mishmash perdiera, se enviaría
al ejército regular── a los élites y no habría ningún problema. Más bien,
incluso deberían utilizar la aniquilación de la primera fuerza de subyugación
como publicidad.
El ejército regular de élite derrotando a semejante monstruo
diabólico se convertiría en un tema que animaría enormemente la capital.
―Comandante, somos peones desechables. Si
regresas, perderás tu posición y honor.
Norma sacudió la cabeza.
―¡Mentiras! ¡¡!! ¡Nunca olvido dar un soborno
a mi superior! ¡Por qué tengo que pasar por algo así! ¡Yo──!
Era odiada por sus compañeros. Eso era todo.
Incluso para el superior, sería peligroso tratar especialmente a
Norma cuando era odiada por los caballeros que la rodeaban. Sus otros
subordinados estarían descontentos.
Morris se decidió en su corazón.
(Parece que no podré ir a casa. Bueno, mis hijos ya son grandes.
Seguramente estarán bien).
Morris no pensaba en quitarle el derecho de mando a Norma.
Pensaba en su familia que permanecía en la capital.
Entonces, llamaron a la puerta──.
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Pude oír una voz chillona antes de entrar en la habitación.
Flotaba en el ambiente la sensación sombría.
Incluso el caballero al que le pedí que nos mostrara el camino
tenía una actitud mala y poco motivada. Después de guiarme a la habitación de
Norma-san, se fue inmediatamente sin decir nada.
Novem estaba de pie diagonalmente detrás de mí.
―Lyle-sama, respetaré la opinión de Lyle-sama
sea cual sea su decisión.
La mirada resuelta de Novem dolió.
Seguramente, ella estaba pensando que yo tomaría el derecho de
mando aunque tuviera que matar a Norma-san. Dependiendo de la situación,
Morris-san, que estaba dirigiendo las tropas, también tendría que ser
asesinado.
...... No quiero hacer eso.
―Sólo vengo a tener una charla. No me
malinterpretes.
―Hablé demasiado. Mis disculpas.
Novem también era hija de un noble señor feudal.
Tal vez, su determinación era más firme que la mía.
Llamé a la puerta y entré, allí estaba Norma-san sentada en la
cama mientras temblaba y se abrazaba a sí misma. La expresión de Morris-san
tampoco parecía buena.
El Tercero estaba tranquilo.
[Viendo sólo esta escena, de alguna manera parece que Morris-kun
le ha hecho algo indecente a Norma-chan].
Deseaba que estuviera más tenso.
―Lyle-kun, ¿cuál es tu asunto? Disculpa pero,
ahora mismo no tengo tiempo para discutir. ¿Puedes dejarlo para más tarde?
Morris-san me habló disculpándose pero, miré a Norma-san.
―Si no tienes motivación entonces, ¿puedes
cederme el derecho de mando?
―...Un aventurero de poca monta hablando así
de fuerte.
Norma-san me fulminó con la mirada. Por alguna razón, que me
mirara una mujer con el pelo revuelto y mal aspecto me daba mucho miedo.
―No podía motivarme cuando sólo era un
hipogrifo. Pero, aunque no hay problema con exterminar al grifón, a este paso
no podré proteger la ciudad al mismo tiempo.
―¿Afirmas que puedes derrotar a un grifón?
¿Has derrotado a alguno antes?
―No, nunca.
―Entonces cállate. Nadie se va a llevar bien
con tu fantasía de héroe.
No se podía hablar con Norma-san.
Cuando volví la mirada hacia Morris-san, preguntó con expresión
implorante.
―¿Tú── planeas ganar contra un grifón?
―Ganaré. Pero no podré proteger la ciudad al
mismo tiempo. La petición para mí es subyugar al grifón y proteger la ciudad.
Es un problema que no pueda proteger la ciudad.
Puedo ganar contra el grifón. Eso fue lo que declaré, pero por
dentro francamente no sabía si realmente podría hacerlo o no. Pero, no había
otra opción que declarar eso.
El Sexto sonó encantado.
[Bien. ¡Si la otra parte lo cree, entonces está en la bolsa para
nosotros! Queremos a Morris a nuestro lado. ¡Pero Norma no es buena!]
Seguí hablando con Morris-san.
―En esta ciudad está la fuerza de subyugación
que trajimos con nosotros. Además, aunque pocas, hay casi quinientas
residencias de este pueblo. Podemos oponernos a los monstruos si actuamos
ahora.
Los quinientos habitantes del pueblo eran en su mayoría mujeres,
niños y ancianos que no podían luchar. Aún así, el número de quinientas
personas era grande. Aunque los monstruos fueran mil, era un número que te
hacía pensar que podrías arreglártelas de alguna manera.
―Pero, deberías haber visto a los soldados
que trajimos aquí. No serán capaces de luchar adecuadamente.
―Eso depende del método. Si soy yo, entonces
definitivamente ganaremos.
―¿Tienes experiencia en batalla defensiva?
―Ninguna.
―Entonces──
Mostré una sonrisa intrépida.
―Mi nombre es Lyle. Lyle Walt── el hijo mayor
de la Casa Walt, una casa de condes. Está bien, me han enseñado algo como hacer
una batalla defensiva.
―N, no, si sólo te la enseñaron...... además,
no puedes predecir lo que pasará en una batalla real. No puedes hacerlo sólo
estudiando.
Por desgracia, la Joya que yo tenía estaba llena de una
alineación de tipos malos con abundante experiencia. Era algo que estaba
repleto de la propia historia de la Casa Walt.
―Entonces, ¿si eres tú puedes ganar?
―......N, no, eso es.
―Conozco la manera de ganar. Si no
ganamos──si no puedo proteger esta ciudad no podré recibir la recompensa.
―......Pero, será problemático si pides el
derecho de mando. No, ¿no podemos pedirte que cooperes como consejero?
―No está bien. Quiero el derecho de mando. Si
es por eso, entonces ......
Interrumpí mis palabras y miré fijamente a Morris-san. Un sudor
frío resbalaba por la mejilla de Morris-san. Podía entender lo que quería
decir.
―Además...... ¿estás de acuerdo con esto?
―¿Eh?
―Ser engañada por el palacio y enviada a
morir. Aunque huyas de vuelta sólo te esperará la ejecución. Incluso si luchas
como estás no serás capaz de ganar. Lo que te espera es sólo una muerte
desagradable. Te pregunto si estás de acuerdo con eso.
―Yo, no estoy de acuerdo con eso. Pero lo que
podemos hacer en esta situación......
―Déjamelo a mí. Haré que ganemos.
El interior de la Joya estaba en silencio. El interior de la
habitación también estaba en silencio esperando mis palabras. Incluso Norma-san
no dijo nada.
―Exterminio de grifones. Defensa de la
ciudad. Mientras no logremos estas dos cosas entonces ni ustedes ni yo
tendremos futuro. ¿Entendido?
También podíamos huir, pero huir sólo nosotros era vergonzoso.
En primer lugar ...... los ancestros no lo permitirían.
―Tengo una manera de cambiar esta situación
para mejor. Protegeré la ciudad y someteré al grifón también. Y luego
regresaremos triunfantes a la capital. Informaremos de nuestra victoria a los
bastardos de mierda del palacio con una sonrisa. ¡Nosotros, a quienes esperaban
aniquilar, regresando como héroes, será la mejor venganza! Vamos a ver su cara
de frustración.
Quiero decirle a Ralph-san, no, al bastardo de Ralph esto.
Jaja~, fue impactante que saliera un grifón.
Quería destrozar su plan.
Morris-san tragó saliva.
―Para eso quiero el derecho de mando. Si me
lo dejas a mí, entonces haré que todos aquí sean héroes. Puedes esperar un
ascenso y una recompensa. Después de todo es la subyugación de un grifón. El
palacio también le dará la bienvenida a lo grande.
No era posible que no le dieran la bienvenida al grupo que logró
subyugar a un grifón. Desde el punto de vista de los caballeros, ver a un grupo
que subyugó a un grifón no ser recompensado o incluso ascendido les haría
perder la motivación. También se mancharía la dignidad del propio país.
Por eso, nos darían la bienvenida aunque fuera a regañadientes.
Voy a disfrutar de la sonrisa forzada de esos tipos.
Eso se convertiría en la mejor venganza.
Mientras esperaba las palabras de Morris-san──.
―O, oi, ¿hablas en serio?
── Escuché una voz por detrás.
Norma-san estaba de pie.
―¿De verdad me convertirás en un héroe?
Asentí aún sintiéndome algo sorprendido.
―Sí, lo haré. Sin embargo, me llevaré al
grifón subyugado. Tendrá un alto precio. A cambio, me encargaré de que el logro
de subyugar al grifón te pertenezca──
―¡Yosh! ¡Te cedo el derecho de mando!
La boca de Morris-san se abrió tanto como si se le hubiera
salido la mandíbula y gritó.
―¡COMANDANTEEEE! Tú, ¿qué estás
DICIENDOOOOO?"
―¡Shu, cállate! Si él dice que va a hacerlo
entonces ¿no está bien? Este tipo trabajará, ¡y yo recibiré el resultado! ¡Es
este tipo quien lo propuso!
Este desarrollo también fue inesperado para mí. Planeé discutir
con Morris-san y de alguna manera persuadí a Norma-san.
Novem también estaba haciendo una expresión compleja.
―......¿No te da miedo entregar el mando?
Norma-san resopló ante la opinión de Novem.
―De todas formas, la posibilidad de morir
aquí es alta. Además, quién quiere cuidar de esos idiotas. Más bien parece que
se quejarán y me atacarán si intento darles órdenes. Además, ¡ningún
subordinado me seguirá aún teniendo yo el mando! Pensándolo bien, ¿no es esta
la mejor manera? Porque, eres un aventurero. Si este asunto termina los
soldados volverán a mí de todos modos. Honestamente, no tengo compañeros que ni
siquiera sean caballeros o soldados formales así que está bien incluso si te
los llevas.
―......No, no hay necesidad de eso.
Morris-san ocultaba su rostro con ambas manos.
―Comandante, alguien como usted es
realmente...
Incluso los ancestros dentro de la Joya estaban estupefactos.
[¿Es esta mujer realmente alguien importante? ¿No está
considerando que podría ser asesinada después de que se lleven a sus soldados?]
[Haha~, ciertamente eso no es imposible en esta situación, pero
ella fácilmente renuncia a su mando.]
[Ciertamente no hay ningún soldado que obedezca a Norma.
¿Supongo que sólo alguien como Lionel dudará?]
[No habrá nadie que escuche las palabras de un tipo que huyó.]
[H~m, esta chica Norma......¿se convertirá en un espléndido
caballero si es entrenada?]
[También existe la posibilidad de que no haya sido bendecida con
el mentor adecuado, pero ahora mismo lo más importante es el grifón].
......Bueno, de todos modos.
Es genial que no haya necesitado matar a Norma-san.
-----
Le pedí a Norma-san y Morris-san que persuadieran a sus
subordinados.
Novem y yo fuimos a ver a Patto-san que dirigía esta ciudad.
Le dije al sombrío Patto-san que yo tomaba el mando. Pero,
cuando le dije eso Patto-san sólo dijo:
―¿De verdad?
Pedí la cooperación de Patto-san.
―Quiero proteger esta ciudad. ¿Me ayudarás?
―Aunque pidas cooperación, hay pocos
ayudantes masculinos y están completamente cansados. ¿Qué más vas a pedir?
Además, aunque consigamos someter al grifón, la recuperación de este pueblo es
inútil.
El Segundo me habló.
[Bueno, si ganamos aquí, entonces eso es todo para nosotros.
Pero, la tarea de recuperación le espera a la gente del pueblo desde aquí. Con
el pueblo tan maltratado, no podrán motivarse].
Había una droga milagrosa para esos momentos.
Coloqué sobre la mesa una bolsa de cuero llena hasta el borde de
monedas de oro.
El color de los ojos de Patto-san cambió.
―Es, ¿esto es?
―La compensación por tu ayuda. Por supuesto,
pagaré más a la gente del pueblo que trabaje duro. Será mejor tener dinero para
la recuperación de la ciudad después de esto, ¿verdad?
Patto-san inclinó la cabeza varias veces.
―¡Sí! Muchas gracias. Reuniré inmediatamente
a la gente del pueblo y les diré que ayuden.
―Además, tengo una pequeña petición.
―¿Qué es?
Le pedí que me prestara a Luka como ayudante.
―Y una cosa más. Pagaré otra recompensa por
esto.
―¿Aún hay más?
Pedí una cosa más al final y terminé la preparación.
-----
La plaza del pueblo.
La fuerza de subyugación y la gente del pueblo estaban reunidos
allí. Aparte de ellos, la gente de los alrededores que escaparon a esta ciudad
también estaban llenando la plaza para formar una multitud.
Sin embargo, las personas que parecían capaces de luchar adecuadamente
no llegaban a 200.
La diferencia de fuerza de batalla con el enemigo era de más de
cinco veces. La muralla también se estaba desmoronando. Era casi imposible
defender la ciudad.
Un podio fue preparado en esa plaza donde yo estaba mirando a todos
en él.
―Soy Lyle Walt, el que está al mando a partir
de ahora.
Todavía había mucha gente dudando de mí en la plaza que se
calló. Dejando a un lado a la gente del pueblo que había recibido dinero, la
fuerza de subyugación era incapaz de creerme aunque de repente les dijeran que
había un cambio de comandante.
Les había mostrado una vez cómo luchábamos yo y otros, aun así
seguían sintiéndose inseguros si el oponente era un grifón.
―Tengo algo que decir primero. ...... ¡Me
encanta la alta posición y la fama, y también el dinero y las mujeres!
La gente se quedó boquiabierta.
Debían de ser incapaces de entender de qué estaba hablando.
La muchedumbre que quería escuchar cómo iba a derrotar al grifón
se quedó estupefacta.
Monika derramó una caja que estaba llena de monedas de oro en el
podio donde todos podían ver y formó una montaña con ella. La mirada de todos
se dirigió a la moneda de oro apilada.
A continuación, subiendo al "escenario" estaban
Eva-san y Miranda-san vestidas con ropa lasciva.
Eva-san llevaba puesto su disfraz para actuar.
Miranda-san tomó prestado un disfraz de Eva-san.
Sus trajes mostraban mucho. Francamente hablando, era una
apariencia demasiado estimulante.
Hice que las dos se pusieran a mi lado y abracé sus hombros
antes de acercarlas a mí. Las dos me abrazaron. Contorsionaron su cintura y no
mostraron ningún signo de desagrado. Incluso entrelazaron sus brazos a mi
alrededor.
―He conseguido dinero y mujeres. Lo que queda
es sólo fama y alta posición. Si me siguen, también les mostraré una buena
experiencia.
La masa se estaba volviendo ruidosa.
En primer lugar, si me preguntaban por qué no hice un discurso
serio......aunque lo hiciera bien, mi edad y mi actitud no harían que alguien
creyera en mí.
En lugar de que alguien como yo tomara el mando, cualquiera
estaría más contento si se presentara un hombre de unos cuarenta o cincuenta
años con aspecto de tener mucha experiencia. Yo no parecía en modo alguno
alguien experimentado en la batalla o un guerrero feroz.
Aunque ese tipo de persona fuera menos capaz que yo, las masas,
que no sabían nada, preferirían elegir como comandante al hombre que parecía
experimentado antes que a mí.
En otras palabras, me faltaba edad.
Entonces, no tuve más remedio que tomar al público por sorpresa.
Alguien levantó la voz. Era Lionel.
Este tipo realmente no es más que una molestia.
―E, eso es obviamente una mentira. ¡No hay
forma de que puedas ganar contra algo como el grifón!
―Así es, así es ―dijeron otras vocecitas.
―Entonces puedes ir a esconderte mientras tiemblas.
Sólo estorbarás. Pero, los que me sigan obtendrán el prestigio del exterminio
del grifón.
Hubo algunos con ojos brillantes.
La gran cantidad de monedas de oro no eran sólo varios cientos
de monedas. Después de todo, vendimos el plano de Porter a la academia antes de
abandonar Arumsaas.
También estaba la mediación de Damian, así que pude obtener
mucho dinero.
―Pero, será aburrido sólo con eso ¿no?
Ustedes las quieren ¿verdad ...... estas monedas de oro amontonadas.
Alguien tragó saliva.
Con tanto dinero, uno podría vivir toda su vida sin ninguna
incomodidad.
Ese era el dinero que había.
―...... Se los daré. Si me siguen, los
recompensaré. Un monstruo equivale a una moneda de oro. Si derriban a un
hipogrifo, entonces les daré cincuenta monedas de oro. El grifón es mi presa,
así que no intenten nada con él, ¿de acuerdo?
Cualquier tipo de monstruo valdría una moneda de oro. Esto
podría decirse como un valor extraordinario.
Alguien dijo.
―¿Tú, de verdad pagarás?
―Sí, pagaré. Puedo volver a ganar algo como
dinero fácilmente. Es un precio barato si a cambio puedo obtener la fama de
derrotar al grifón.
Poco a poco los hombres, y luego los hombres mayores y
envejecidos, e incluso las mujeres miraban con ojos brillantes. Su codicia se
estimulaba ante la montaña de monedas de oro.
Aun así todavía había alguien que se oponía──Lionel habló.
―¡Sólo planeas engañarnos diciendo eso! De
todas formas no puedes ganar así que te estás desesperando!
Qué tipo tan contradictorio.
Sin embargo, mi sonrisa serena no se desmoronó.
Esbocé una sonrisa insolente, desagradable y villana.
―¿Desesperado? No es eso. Tengo perspectivas
de victoria. Y además, el dinero que tienes ante ti es la prueba de mi fuerza.
Soy un aventurero. Antes era heredero de una casa de condes. Fui expulsado de
mi casa, pero me convertí en aventurero y gané todo este dinero. Estas monedas
de oro, ¡son las riquezas que obtuve de los monstruos! Me hice aventurero y he
enterrado incontables monstruos hasta ahora.
Las voces que murmuraban provenían de los soldados que
participaron en la fuerza de subyugación.
―No, ahora que lo menciona, derrotó a una
gran serpiente.
―Sus compañeros también eran realmente
fuertes.
―¿Podría ser que realmente puede ganar?
Le expliqué que había ascendido en el mundo usando mucho dinero
como prueba.
―¿Quieren dinero?
Una voz fuerte vino de alguna parte.
―¡Yo, yo lo quiero!
―¡Entonces pelea! Y entonces, ¡obtén todo lo
que esté en tus manos! Puedes obtener fama. Puedes obtener posición. Puedes
obtener dinero. ¡Puedes conseguir una mujer! Un héroe que derrotó al grifón.
¡Serás alabado hasta la próxima generación!
―Voy a hacerlo. Lo haré.
―Yo también. ¡Este no es el momento de
temblar de frío!
―¡Yo, yo también me enrolaré!
Las voces se alzaban una tras otra. La plaza estaba envuelta en
entusiasmo.
La preparación que dispuse── los animadores contratados fueron
útiles.
Sí, todo era un farol.
En primer lugar, tanto dinero provenía de la venta del plano de
Portero.
Lo de las mujeres también se debió a que les pedí que actuaran
esta vez. Eva-san estaba acostumbrada, pero Miranda-san también fue capaz de
hacer esto con habilidad.
Por otro lado, me pareció que esto sería imposible para
Clara-san. Aria-san y Sophia-san también, seguramente harían una sonrisa
rígida. En primer lugar ellas no harían algo como esto.
Monika no quería cambiarse de su uniforme de sirvienta, y
Shannon estaba fuera de cuestión.
Para Novem, le encargaba varias tareas.
Sólo podía pedírselo a estas dos.
El Tercero estaba encantado.
[¡Ajá! ¡Son realmente unos simplones! ¡Empecemos a asignarles
trabajo enseguida! ¡Estoy emocionado por la lucha contra el ejército de
monstruos!]
Aunque normalmente me decía que tuviera cuidado, ¿por qué se
divertía en este momento? Era difícil de entender.
El Sexto también estaba en máxima tensión.
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