Nadie sabe si Sang Zhi está llorando porque está sorprendida de la actitud distante de Duan Jia Xu o no. Sang Zhi no dice nada más pero de vez en cuando se oyen sollozos suyos.
Dentro de la habitación, Qian Fei de repente golpea su teclado y ruge:
—¡Vaya, esto es una estupidez!
Al momento siguiente, Sang Yan lanza su almohada hacia Qian Fei:
—Si sigues haciendo ruido, te daré una paliza.
—¡Sang Yan! ¡Este es un momento importante para mí! —Qian Fei grita—: Maldita sea, no duermas más, vamos-
Duan Jia Xu aprieta los labios y cierra la puerta del balcón. Se apoya en la barandilla y mira a su alrededor. Calma su tono.
—Xiao Hai, ¿a qué hora sueles llegar a la escuela?
Sang Zhi se atraganta y responde con sinceridad:
—A las 07:40 de la mañana.
—¿Te despiertas alrededor de las 07:00 de la mañana?
—Em.
—¿Mañana podrías despertarte a las 06:00 a.m.?
Esta vez Sang Zhi se queda callada.
A Duan Jia Xu no le importa tanto, considera sus palabras. Intenta razonar con ella.
—Xiao Hai, esta tarea es dada por el profesor como tu responsabilidad. Es asunto tuyo. Si no la llevaste a casa, puedes confesárselo a tu profesor, pedirle disculpas. Dile que la harás más tarde. No puedes pedirle a alguien que lo haga por ti.
La niña vuelve a sollozar y dice "em" con poco ánimo.
Han pasado dos meses y se da cuenta de que esta niña es más sensata que antes.
Duan Jia Xu suspira:
—¿Así que mañana podrías despertarte a las 06:00 a.m.?
Esta vez ella se queda callada durante unos segundos y dice con un poco de confianza:
—Podría.....
—Entonces mañana.... —Duan Jia Xu piensa en la hora—: Mañana a las 06:40, Ge Ge te esperará en la parada del autobús. Te acompañaré a terminarla, ¿de acuerdo?
Sang Zhi:
—Em.
Duan Jia Xu:
—No llores más. Piénsalo tú sola cómo lo vas a escribir. Luego ve a lavarte la cara y a dormir.
Sang Zhi dice:
—De acuerdo.
Entonces Sang Zhi pide rápidamente en voz baja:
—Ge Ge, ¿Podrías no contarle este asunto a mi Ge Ge?
Duan Jia Xu se ríe:
—¿Ni siquiera te atreves a contar que me dejas la tarea?
—No —Sang Zhi no sabe cómo explicarse, sólo dice—: De todas formas no se lo cuentes.
—De acuerdo —Duan Jia Xu incluso se siente sorprendido de poder ser tan paciente con esta niña—. Mañana a las 06.00 a.m., recuerda despertarte. A esa hora también te llamaré.
Sang Zhi dice obedientemente:
—De acuerdo.
Duan Jia Xu:
—Ve a dormir.
Cuando oye que la llamada termina, cuelga el teléfono.
La pantalla del teléfono está apagada pero el teléfono de Sang Yan no tiene código de acceso. Lo apaga y encuentra el registro de llamadas. Mira el número de Sang Zhi y apaga el teléfono.
Recoge su ropa limpia y seca y vuelve a la habitación.
La habitación es muy ruidosa. Sang Yan ya se levantó de la cama. Está jugando su partida al lado de Qian Fei.
Duan Jia Xu le pasa el teléfono.
Sang Yan pregunta:
—¿Qué dejaste en casa?
Duan Jia Xu responde despreocupadamente:
—Sólo un juguete, déjaselo a ella.
Sang Yan asiente y no pregunta nada más.
Duan Jia Xu entra en la habitación para ducharse. Cuando termina y sale del baño, la luz está apagada. Utiliza la toalla para secarse el pelo. Luego va a su mesa y enciende la luz. Mira la mesa y no ve el libro de Sang Zhi.
Echa un vistazo dentro de su mochila.
Efectivamente tiene un libro azul claro, que evidentemente no es suyo.
Duan Jia Xu lo deja a un lado. Luego enciende su laptop para hacer el informe, que ha hecho durante dos días.
Sus compañeros se han calmado.
Todos empiezan a descansar. Sólo Duan Jia Xu sigue trabajando.
Cuando el reloj de su laptop indica que son las 02:00 a.m., finalmente la apaga y ordena sus cosas.
De repente se fija en el libro de Sang Zhi. Lo agarra y abre una de las páginas.
Es su último escrito.
Duan Jia Xu está interesado en leerlo. No respeta en absoluto la intimidad de la niña.
Echa un vistazo rápido.
El título es "Un perro callejero".
24 de junio de 2009, miércoles, día sombrío
Hoy el clima no ha sido muy bueno. Estaba oscuro. Parecía que iba a llover pronto. No traje mi paraguas. Cuando bajé del coche, aceleré para llegar rápido a casa. Volví corriendo hacia mi complejo. La vez que pasé por una espesa zona de hierba, de repente me di cuenta de un perro callejero todo negro.
En cuanto lo vi, dejé de moverme, mi humor de repente se volvió sombrío como el clima de hoy. Miré la cara del perro. De repente me sentí aún más triste, no pude controlarme y me acerqué a charlar con él.
Cuando vi al perro, me acordé de mi Ge Ge porque se parecía a él. Son muy parecidos, parece que es el hijo de mi Ge Ge.
...........
.............
Duan Jia Xu:
—........
Leer sus palabras de alguna manera hace que su cansancio desaparezca. De repente se ríe a carcajadas. Aunque no es tan fuerte como para molestar a todos en la habitación.
Duan Jia Xu se ríe durante un buen rato y cierra el libro. Va al baño a prepararse para dormir.
Cuando sale del baño, vuelve a ver el libro. Duan Jia Xu reflexiona un rato y piensa que Sang Zhi dijo: "No puedo despertarme". Se detiene un momento y vuelve a sentarse en su silla.
Saca su nuevo libro y arranca una nueva página vacía.
***
A la mañana siguiente.
Sang Zhi se esfuerza durante medio día y sigue oyendo sonar continuamente su despertador. En su mente, sigue buscando la forma de levantarse por Duan Jia Xu. Por fin se sienta.
Da una patada a la manta y se levanta de la cama para refrescarse.
Li Ping se ha despertado. Oye que se abre una puerta y piensa que Sang Rong se ha despertado. Al salir de la cocina, se da cuenta de que Sang Zhi tiene la cara cansada. Sang Zhi está sentada en la mesa del comedor desayunando. Se sobresalta.
—¿Zhi Zhi? ¿Por qué estás despierta tan temprano?
Sang Zhi se frota los ojos
—Dejé la tarea en la escuela. Debo irme temprano.
Esto nunca había pasado así que Li Ping no la regaña. Sólo le dice:
—Entonces déjame pedirle a tu papá que te lleve a la escuela. Puedes dormir en el coche un rato.
—No es necesario —Ella recuerda que Duan Jia Xu la está esperando en la parada del autobús. Sang Zhi dice—: Me puse de acuerdo con una amiga para ir juntas.
Li Ping no dice nada más. Sang Zhi carga con su mochila y sale rápidamente. Espera el autobús un rato. Sube al autobús más temprano y busca un sitio para sentarse.
Su cansancio ha sido sustituido por nerviosismo.
Cuando el autobús está a punto de llegar, se siente aún más nerviosa.
No sabe cómo puede estar tan nerviosa.
Sang Zhi se sujeta el cinturón de la mochila y baja del autobús.
No ve a nadie a su alrededor.
Teme que él esté detrás del cartel de la estación, así que da la vuelta. Pero sigue sin haber nadie.
Sang Zhi saca su teléfono y se da cuenta de que aún son las 06:30. Tampoco sabe el número de teléfono de Duan Jia Xu, así que no puede llamarlo. Está un poco deprimida y se sienta en el banco de la parada de autobús.
Al cabo de dos minutos, el teléfono de Sang Zhi empieza a vibrar.
La pantalla muestra la identificación de números desconocidos.
Sang Zhi contesta su teléfono.
Efectivamente es una llamada de Duan Jia Xu, su voz es magnética. Dice dulcemente:
—Xiao Hai, ¿estás despierta?
Le pregunta si está despierta o no.
Sang Zhi se queda muda y responde sin prisa:
—Estoy despierta —Se lo piensa y vuelve a preguntar—: ¿Sigues durmiendo?
—¿Em? —Duan Jia Xu se ríe ligeramente—: ¿Cómo no voy a estar despierto si te estoy llamando?
—No puedo verte.
—¿Tal vez porque aún no salgo de mi habitación?
Es completamente igual a la conjetura de Sang Zhi. Ella no se sorprende y simplemente patea la piedra delante de ella. Su rostro se vuelve serio.
—Ge Ge, si llegas tarde, entonces en el futuro tu novia se parecerá a Ru Hua.
Ella lo piensa y siente que no es lo suficientemente amenazante. Añade de nuevo.
—Su cuerpo será como un transformer.
Entonces siente que algo caliente se pega cerca de su cara.
Sang Zhi se sorprende y gira la cabeza para mirar.
Duan Jia Xu está apoyado en el cartel de la estación de autobuses. Lleva una botella de leche en la mano. Hoy viste una camiseta de rayas rojas. El color es tenue y parece insolente. Mira a Sang Zhi.
Él se yergue y dice con humor:
—¿Ru Hua?
—.......
—¿Transformer?
—......
—¿Cómo podría encontrar a alguien así?
—.......
—Xiao Hai —Duan Jia Xu actúa como si sonriera sin sonreír—. ¿Tienes algo de bondad en ti?
Ella no espera que él se acerque inmediatamente. Mirando su cara, Sang Zhi de alguna manera se siente tímida. Baja la cabeza y no se atreve a verlo. No dice nada más.
Después de dos segundos.
—Pero —Duan Jia Xu levanta una ceja y le pasa la botella de leche. Parece perdido en sus pensamientos y dice—: Escuchándote, esto parece ser.... ....fascinante.
—..........
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