Hidden Love - Capítulo 8

 Ella podía oler la fresca fruta de lima de su cuerpo que se mezclaba con un aroma a cigarrillo. La luz del sol hace que su cuerpo parezca dorado, le ayuda a parecer amable.

Han pasado dos meses desde su último encuentro. Duan Jia Xu tiene el pelo corto. Sang Zhi siente que es más alto que antes, aunque no sabe si es una mera ilusión suya o no.

Sigue pareciendo indisciplinado y deslumbrante.

El corazón de Sang Zhi late muy rápido.

Debido a sus palabras, ella carece de confianza en sí misma, como si estuviera haciendo actos que perturban su conciencia. Está ansiosa y no sabe dónde poner las manos.

Al cabo de un rato, le devuelve la muñeca a sus manos. Dice:

—No sabía que era tuya.

Sang Zhi baja la cabeza y mueve el cuerpo porque está avergonzada.

No obtiene respuesta de él, sólo señala la caja en la parte trasera del vehículo. Ella explica seriamente.

—Vengo a ayudar a Ge Ge a mudarse. Veo que hay cosas dentro, así que quiero ayudarle a subirlas.

Espera varios segundos, pero él sigue sin decir nada.

Sang Zhi duda un rato y añade:

—Si hubiera sabido que la muñeca era tuya, no la habría sacado.

—.... —Las cejas de Duan Jia Xu se mueven. Endereza la espalda y repite sus palabras una vez más—. Si hubieras sabido que era yo, ¿no ayudarías a subirla?

Sang Zhi asiente inmediatamente:

—Por supuesto que no.

—¿Dijiste que 'por supuesto que no'? —Duan Jia Xu dice perezosamente, su tono suena como si la estuviera criticando—. Xiao Hai (niña pequeña), ¿tienes algo de bondad en ti?

—.......

Cuando ella la toma, él dice que es una ladrona. Pero cuando no la toma, dice que no tiene bondad.

Este hombre es demasiado apto para cambiar.

Duan Jia Xu dice de nuevo:

—¿Te olvidas de cuando Ge Ge te ayudó mucho?

Sang Zhi se siente infeliz y tararea:

—Lo recuerdo.

—¿Entonces no deberías tratarme mejor?

Sang Zhi lo mira y no dice nada.

Duan Jia Xu se ríe ligeramente y ya no se burla de ella. Le devuelve la muñeca.

—Si te gusta, tómala y juega con ella.

Sang Zhi mueve su mano derecha para agarrarla pero de repente recuerda que él dijo "¿te gusto?" . Ella cancela su intención de tomarla. No se atreve.

—¿No la quieres? ¿Entonces la tiraré?

Sang Zhi finalmente la toma.

Duan Jia Xu encuentra esto hilarante.

—Si la quieres sólo tómala. Xiao Hai, no debería ser tan difícil.

Sang Zhi no se alegra al escucharlo.

—Dijiste antes que soy una pequeña ladrona.

—Ge Ge está bromeando contigo —Duan Jia Xu agarra los libros de los baúles y cierra la puerta—. Vamos, subamos.

Sang Zhi lo sigue y no dice nada más.

Duan Jia Xu mira un rato su teléfono y le pregunta.

—¿Eres infeliz?

Sang Zhi sigue callada.

Sang Zhi dice sinceramente:

—Esta muñeca es muy fea.

—¿Fea? —Duan Jia Xu levanta las cejas y la mira—: Creo que tiene buen aspecto.

—¿Por qué la compraste?

—No la compré —Duan Jia Xu se lo piensa y dice sin miramientos—. Olvidé dónde la conseguí.

Sang Zhi de repente entiende algo, pregunta:

—Ge Ge, ¿esto era de alguien?

Duan Jia Xu:

—Em, creo que sí.

Sang Zhi ya no tiene interés:

—Entonces déjame devolvértela.

—¿No te gusta? Entonces dámela, yo me la quedo.

Sang Zhi se la devuelve.

Duan Jia Xu pregunta de nuevo:

—¿Tu mochila se siente pesada?

Sang Zhi:

—Está bien.

Duan Jia Xu pregunta de nuevo.

—Más tarde subiremos cinco pisos, ¿podrás hacerlo?

—Por supuesto. Tengo trece años, no tres —Sang Zhi frunce el ceño y se siente insatisfecha de que esté cuidando de ella como si cuidara de un niño de tres años—. Además, si no puedo hacerlo, ¿quizá quieras llevarme a la espalda para subir?

Duan Jia Xu la mira y dice:

—Es posible.

Sang Zhi:

—Sigue soñando.

Duan Jia Xu hace una pausa y de repente se ríe:

—¿Sigo soñando?

Sang Zhi frunce los labios:

—Claro que sí.

—De acuerdo —Duan Jia Xu lo admite sin más—. Sigo soñando.

Coloca la muñeca encima de los libros. Es bastante pesado.

La escalera no es ancha, pero sube y baja mucha gente.

Duan Jia Xu tiene miedo de que la aplasten, así que toma la iniciativa de caminar delante y deja que ella lo siga detrás.

Ambos suben en silencio.

La fuerza fisica de Sang Zhi no es realmente buena, esta vez esta jadeando y su cara se sonroja. Su frente está toda sudada. Cuando llegan a la última escalera, se agarra a la pared y se arrodilla. Dice:

—No puedo más. Necesito descansar un rato.

Duan Jia Xu la mira durante dos segundos.

—De acuerdo, te recogeré dentro de una hora.

Sang Zhi inmediatamente le sujeta la pierna derecha y dice descaradamente:

—Sólo necesito un breve descanso, cómo voy a necesitar una hora.

Duan Jia Xu se burla de ella:

—Xiao Hai, tu fuerza física es demasiado escasa.

Sang Zhi refuta:

—Es claramente porque tu escuela es mezquina. Esta escuela no tiene ascensor.

—Este edificio consta de seis plantas, ¿por qué iba a tener ascensor?

Sang Zhu refunfuña.

—Entonces ustedes deben tener mala suerte, este edificio tiene seis pisos y ustedes viven en el quinto piso.

—Bien, levántate ya —Duan Jia Xu mira su teléfono—, Más tarde se te entumecerán las piernas.

Parece que quiere apresurar las cosas.

Ambos llegan por fin al quinto piso.

Sang Zhi lo sigue para tomar la dirección correcta, mira a su alrededor con curiosidad.

Muy rápido, llegan a la habitación 525.

La puerta se abre, Duan Jia Xu entra y coloca los libros en la mesa más cercana.

Sang Zhi también entra y mira a Sang Yan.

Sang Yan duerme en la cama opuesta a la de Duan Jia Xu. Esta vez Sang Yan está sentado en su silla y coloca sus largas piernas sobre la mesa. Bebe el agua relajadamente:

—Buen hermano, esto debe ser duro para ti.

Actúa como si necesitara unos azotes.

Sang Zhi está descontenta:

—Dijiste que no tenías tiempo para recogerme.

Sang Yan se calma y dice:

—Sí, acabo de terminar de ordenar. Sólo me siento a descansar.

Entonces hay otra persona en la habitación. Un hombre regordete asoma la cabeza.

—Yi, ¿esta es la Mei Mei (hermana menor) de Sang Yan?

Sang Zhi asiente.

—Ni Hao (Hola).

Otro hombre sale por el balcón:

—Mierda, Xiao Mei Mei es muy linda.

Sang Yan retuerce la botella de agua y la lanza hacia ese hombre:

—No digas malas palabras.

Ese hombre es rápido y atrapa la botella.

—¿Quién eres tú para enseñarme esto, normalmente eres...? —De repente se da cuenta de algo y se ríe—. Oh, es que tengo la lengua suelta. Xiao Mei Mei, no aprendas esto de mí.

Sang Zhi asiente en silencio.

Luego desvía su mirada hacia Duan Jia Xu y rápidamente baja la cabeza.

Duan Jia Xu ordena las cosas de su mesa. Luego retira su silla hacia el lado de Sang Yan y le dice despreocupadamente:

—Xiao Mei Mei, siéntate aquí.

Sang Zhi se limita a decir

—Oh.

Luego Duan Jia Xu va al baño.

El pequeño y estrecho dormitorio se vuelve ruidoso. Sang Zhi empieza a entender a grandes rasgos las condiciones del dormitorio. Ese hombre regordete se llama Qian Fei. El hombre que estuvo a punto de decir malas palabras se llama Chen Jun Wen. Todos se llevan bien, son ruidosos.

Sang Yan está jugando con el teléfono mientras charla con ellos.

Mientras charlan, de repente llaman a la puerta. Todos en el dormitorio acordaron tener una barbacoa fuera de la escuela.

Están de acuerdo en traer a Sang Zhi con ellos.

Después de un rato, Duan Jia Xu sale del baño. Lleva otra ropa. Se dirige a su mesa y no participa en la conversación. Abre el cajón y saca la cartera.

Chen Jun Wen lo mira y sonríe:

—Lao Xu, acabamos de mudarnos hoy. Más tarde vamos a comer hotpot.

—¿Esta noche? —Duan Jia Xu niega con la cabeza—. Ustedes pueden irse, yo tengo cosas que hacer esta noche.

Sang Zhi lo mira inmediatamente.

Qian Fei dice:

—¡Por qué te vas esta noche! ¿Es porque tienes novia? ¡No puedes hacer esto! ¡Somos un grupo! Si tienes novia, ¡deberías ayudarme primero a encontrar una!

Chen Jun Wen empieza a pelearse con Qian Fe:

—No, deberías encontrarme a mí primero.

Qian Fei:

—No tengo ningún requisito alto, sólo quiero una novia con buen carácter.

Chen Jun Wen:

—Estoy de acuerdo siempre y cuando sea una ella.

Qian Fei:

—Yo también estoy bien con un hombre.

—.....

Sang Zhi los observa y de repente habla:

—¿No están detrás de mi Ge Ge?

Sang Yan:

—.....

Chen Jun Wen la mira con ojos aterradores:

—Xiao Mei Mei, no puedes comer ningún alimento descuidadamente, ¡tampoco deberías ser descuidada con tus palabras ah!

Qian Fei se sienta y mira a Sang Yan. Se acaricia la barbilla.

—Por lo que veo, Sang Yan es realmente muy guapo.

Sang Yan dice:

—Lárguense ustedes dos.

Duan Jia Xu se ríe sin hacer ruido y levanta su mochila negra:

—Yo me iré primero. Ustedes deberían charlar —Entonces empieza a salir de la habitación. Antes de desaparecer, gira su cuerpo y camina hacia Sang Zhi. Acaricia la cabeza de Sang Zhi y dice—: Esa muñeca si la quieres, tómala.

Luego se marcha.

Chen Jun Wen suspira:

—Entonces vámonos.

Qian Fei:

—Está bien, yo también tengo hambre.

Sang Yan mira a Sang Zhi:

—Xiao Gui (Pequeño fantasma), ¿quieres comer hotpot?

Sang Zhi se calla y niega con la cabeza:

—Me voy a casa.

—¿No quieres comer nada? —Sang Yan frunce el ceño—: Después de comer, te llevaré a casa.

Sang Zhi sacude la cabeza.

Sang Yan está impaciente, se levanta y dice:

—Piénsalo, iré al baño.

Sang Zhi se levanta en silencio y empuja la silla de Duan Jia Xu a su lugar anterior. Luego mira la muñeca que tiene sobre la mesa. Duda un momento y la agarra. Está un poco deprimida.

Qian Fei se pone los zapatos y justo a tiempo ve lo que hace Sang Zhi. Le pregunta:

—¿Duan Jia Xu no tiró eso?

Al oír las palabras de Qian Fei, Chen Jun Wen dice inmediatamente:

—Parece que lo pone como adorno en su cama.

Qian Fei:

—¿No da demasiado miedo poner algo en la cama?

Sang Zhi la toma y trata de ser curiosa. Pregunta:

—¿No es esto un regalo de la novia de Jia Xu Ge Ge?

Chen Jun Wen dice inmediatamente:

—¿Qué novia, cómo puede tener tiempo para tener novia?

Qian Fei:

—Cierto ah, está tan ocupado como un perro.

Chen Jun Wen:

—Por qué no estoy ocupado pero no puedo tener novia.

—¿Cuál es la razón si no? Es porque eres feo —Qian Fei toma la muñeca de Sang Zhi y piensa en ello—. Esta muñeca parece ser la recompensa cuando Duan Jia Xu ganó una competición. Lo recuerdo.

Chen Jun Wen:

—Cierto ah, es del último semestre.

Sang Zhi suspira aliviada.

En el dormitorio, hay dos baños. Por culpa de Sang Zhi, los dos hombres no se atreven a cambiarse de ropa en la habitación. Sólo van al otro baño y se cambian de ropa.

Sang Zhi mira la muñeca que tiene en la mano. Abre su mochila y la mete dentro.

Como es demasiado grande, vuelve a sacarla. También lo saca todo y lo pone en la mesa de Duan Jia Xu. Se esfuerza por meterlo todo dentro. Al cabo de un rato, todo está dentro.

Sang Zhi sonríe y cierra su mochila.

Al momento siguiente, Sang Yan y otros dos hombres salen del baño.

Sang Zhi se pone la mochila y finge estar tranquila. Camina hacia Sang Yan.

Sang Yan agarra un pañuelo para limpiarse la mano y pregunta:

—¿Terminaste de considerarlo?

Sang Zhi:

—Iré a casa a comer.

Sang Yan asiente:

—De acuerdo, te llevaré a la parada de autobús.

 

***

 

Por la noche 11:00 p.m.

La hora en que Duan Jia Xu regresa al dormitorio.

Chen Jun Wen y Qian Fei están sentados jugando en sus computadoras. Son muy ruidosos. Sang Yan está tumbado en su cama y no se mueve. Oye un movimiento y levanta la cabeza perezosamente.

—Hola, Duan JiaXu.

Duan Jia Xu deja su mochila sobre la mesa.

—¿Qué?

—Mi Mei me llamó antes —Sang Yan le pasa el teléfono—. Me dijo que tienes cosas que dejaste en casa. Le pregunté al respecto, pero ella no quiere decirme. Deberías llamarla y preguntarle.

Duan Jia Xu abre su armario y no encuentra su ropa.

—Llámala y dámelo cuando coneteste.

Sang Yan está muy cansado. Encuentra el número de Sang Zhi y la llama. Luego le pasa el teléfono a Duan Jia Xu. Duan Jia Xu lo agarra y se lo acerca a la oreja. Luego va al balcón a recoger su ropa.

Contesta la llamada.

—¿Ge Ge?

Duan Jia Xu dice perezosamente.

—Xiao Hai, qué dejé en tu casa.

—....... —Sang Zhi se calla y muy rápidamente vuelve a decir con sentimiento de culpa—. Ge Ge, no eres tú quien dejó algo en mi casa, sino que algo mío está en tu casa.

—¿Qué cosa?

Sang Zhi dice con sinceridad:

—Mi tarea.

Duan Jia Xu sólo dice "em" casualmente.

—¿Dejaré que tu Ge te la envíe mañana por la mañana?

—Pero no la he hecho....

—........

Duan Jia Xu deja de recoger su ropa y guarda silencio durante unos segundos. De pronto comprende por qué lo busca.

—¿Quieres que te ayude a hacerla?

Sang Zhi parece darse cuenta de que su petición es algo molesta, y se explica con desgana:

—Al principio también puedo hacerla yo sola. Pero, se trata de hacer una entrada de diario de 500 palabras. No puedo terminarla mañana por la mañana.

—.......

Duan Jia Xu sonríe prepotentemente:

—Entonces, ¿por qué no trataste de encontrar a tu Ge.

Sang Zhi:

—Él no me ayudará.

Duan Jia Xu:

—¿Entonces crees que yo te ayudaré?

Entonces ambos se quedan en silencio.

Después de un rato, Sang Zhi habla con tono sollozante, está deprimida:

—Sólo ayúdame a hacerla..... ese profesor da mucho miedo. No me atrevo a hacer la tarea, excepto la de literatura.....

—......... ¿Por qué lloras ahora? —Duan Jia Xu se queda sin habla pero feliz—. Xiao Hai, de acuerdo, mañana levántate más temprano. Ve a la escuela y hazla. También te la llevaré más temprano, ¿de acuerdo?

Sang Zhi empieza a sollozar.

—No puedo.

Pregunta Duan Jia Xu:

—¿Por qué?

—Yo, yo no puedo despertarme antes.... huhuhu.....

—.........

 

***

 

Intermezzo:

Duan Jia Xu dice:

—¿Cómo puedes ser tan audaz y asegurar que no puedes despertar mañana?

Sang Zhi:

—.....Huhuhu........

Duan Jia Xu:

        —De acuerdo, lo haré.




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