¡ESTA! ¡ES! ¡LA! ¡AMABILIDAD! ¡DE! ¡SHI! ¡YAN!
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Tardó mucho en dormirse esa noche, así que a la mañana siguiente, Zheng Shuyi casi llegó tarde a su oficina otra vez.No tuvo tiempo de comprar café. Después de sentarse, buscó a su alrededor y no pudo encontrar el café instantáneo que tenía antes en la mesa. Por eso, lepreguntó a Kong Nan: ―¿Todavía tienes café?―No ―respondió Kong Nan―, hace tiempo que dejé de tomar café instantáneo.Zheng Shuyi bostezó:―Da igual, puedo aguantar un rato.Cuando dijo esto, Xu Yuling pasó por allí. Llevaba una taza de café americano en la mano.Xu Yuling se detuvo de repente.Zheng Shuyi la sintió por detrás y levantó la vista.Xu Yuling también parecía un poco demacrada hoy. El espeso maquillaje de su cara no conseguía tapar las ojeras. Definitivamente, tampoco había dormido bien anoche.Zheng Shuyi no se preocupó por ella. El conflicto entre las dos ya era obvio, no había necesidad de saludarla.En silencio, apartó la mirada y alargó la mano para abrir su laptop.En ese momento, le pusieron sobre la mesa una taza de café americano caliente. Zheng Shuyi retrocedió un momento y volvió a mirar a Xu Yuling.Alzó las cejas y dijo:―Acabo de comprarlo y aún no lo he bebido. Puedes quedártelo. Su tono era tranquilo y su expresión parecía normal, como si las dos fueran colegas y buenas amigas.Xu Yuling se marchó sin esperar la respuesta de Zheng Shuyi.Seguía sentada tratando de asimilar lo que había visto cuando Kong Nan también se giró hacia ella. Miró confusa el café y luego a Xu Yuling.―¿Qué... le pasa? Zheng Shuyi se señaló la nariz:―¿Tengo cara de saberlo?Kong Nan volvió a mirar el café y lo levantó. Empezó a examinarlo e incluso lo olió.―¿Podría ser venenoso...? Zheng Shuyi le siguió la corriente:―Esto ya no pasa ni en las series de teatro. Estamos en una sociedad moderna regida por la ley, así que no lo creo...Ambas se miraron pensando por qué había dado el café. Casualmente, Qin Shiyue llegó... tarde otra vez.Ni siquiera intentó ocultar su somnolencia mientras caminaba, casi como si estuviera a punto de dormirse.Al pasar por delante de Zheng Shuyi, le llegó a el aroma del café. Se detuvo y preguntó:―¿Tienes más café?Tanto Zheng Shuyi como Kong Nan la miraron. Zheng Shuyi sacudió la cabeza y contestó:―No, éste es el único que queda.Qin Shiyue bostezó de nuevo, y Kong Nan le tendió de repente el café. «Puedes tomarlo. Prueba si está envenenado».Zheng Shuyi:?Qin Shiyue tampoco se lo pensó demasiado, lo aceptó y se fue. Se sentó y tomó un sorbo, para inmediatamente después fruncir el ceño. Tanto Kong Nan como Zheng Shuyi se echaron atrás.Sin embargo, Qin Shiyue se limitó a mirar el café con detenimiento y dijo: ―Hmm, este café instantáneo está bastante bueno.Zheng Shuyi: ―...Kong Nan: ―...Toda esa mañana, Zheng Shuyi estuvo inmersa en este misterio que trajo Xu Yuling.Por la tarde, durante la reunión de equipo, Xu Yuling estaba sentada en el asiento de enfrente.Estaba allí en silencio, ordenando unos papeles impresos que llevaba en la mano. Nada fuera de lo común.―Muy bien, empieza la reunión.Tang Yi entró y se sentó. Sintiendo que la iluminación era un poco tenue, le dijo a Zheng Shuyi, que estaba más cerca del interruptor:―Shuyi, enciende las luces.Zheng Shuyi iba a decir que sí, pero Xu Yuling ya se había levantado. ―Yo puedo hacerlo.Dejó las cosas que tenía en la mano y caminó alrededor de la mesa de conferencias para encender las luces detrás de Zheng Shuyi.Esta vez, hasta Tang Yi echó un par de miradas más a Xu Yuling.Volvió a su asiento despreocupadamente, como si no percibiera las miradas extrañas de todos.-----
En la segunda mitad de la reunión, Tang Yi empezó a organizar nuevos trabajos para todos.―Será Año Nuevo la semana que viene, así que no tendremos mucho que hacer ahora. Lo más importante probablemente sea el proyecto de salida a laBolsa de Mingyu Cloud, que necesita algunos informes de seguimiento. Echó un vistazo a la oficina y dudó un poco.Mingyu Cloud era un conjunto completo de subempresas de intermediación financiera bajo el control del Banco Mingyu. Los críticos más reputados del sector financiero otorgaron al proyecto una calificación AA, la mejor posible. Esto incluso hizo subir el crédito de la empresa matriz del Banco Mingyu.En cuanto a su lanzamiento inicial de acciones, debe haber mucha atención mediática de por medio.¿Quién no querría hacer un reportaje de seguimiento de un acontecimiento tan importante?Por lo tanto, aparte de Zheng Shuyi, que no parece estar tan interesada, todos los demás en el equipo estaban enseñándole ojos de esperanza a Tang Yi.Después de mirar a su alrededor, Tang Yi se decidió y finalmente miró a Xu Yuling.No importaba lo que Xu Yuling hubiera hecho antes, al fin y al cabo era uno de los miembros clave de la editora de la revista. Tang Yi no quería perder a una persona como ella.―Xu Yuling, puedes hacerlo.En cuanto dijo esto, todos los demás pudieron adivinar la consideración de Tang Yi y nadie dijo nada.Xu Yuling abrió la boca y miró a Zheng Shuyi.-El representante legal de Mingyu Could era Shi Yan.Después de un segundo, Xu Yuling bajó la mirada y dijo con calma:―No estoy muy familiarizada con Mingyu, creo que Zheng Shuyi debería ir. ¿Zheng Shuyi?Levantó la cabeza de repente y miró desconcertada a Xu Yuling. Incluso Tang Yi pensó que había oído mal:―¿Qué dijiste? Xu Yuling repitió:―Creo que este proyecto será más adecuado para Zheng Shuyi.-----
Tras salir de la sala de reuniones, las pupilas de Kong Nan seguían como si hubieran sufrido un terremoto. Rápidamente tiró de Zheng Shuyi hacia la despensa.―¿Está bien Xu Yuling?Después de cada paso, giraba la cabeza para comprobar la expresión de Xu Yuling.―¡ Mingyu Cloud! ¡Ella no lo quiso! ¿Está loca? ―Quién sabe.La cabeza de Zheng Shuyi también estaba llena de signos de interrogación. Pero como ya tenía el encargo, no tenía tiempo de averiguar los pensamientos de Xu Yuling.Para este informe de seguimiento, el entrevistado principal era el director financiero de Mingyu Cloud, Qiu Fu. Después de enviar un correo electrónico y ponerse en contacto con él, Zheng Shuyi tomó su teléfono y envió un mensaje a Shi Yan.Zheng Shuyi: Pasado mañana iré a tu Mingyu Cloud, ¿estarás allí? Después de mucho tiempo, Shi Yan respondió con una sola palabra: No.Bien.Era normal, no podía estar todos los días en su filial. Por la tarde, Zheng Shuyi fue a la sede de Mingyu Cloud.Tras explicar su intención a la recepción, se dirigió a la sala de espera de clientes para esperar.En recepción llamaron al despacho del director financiero.―Hermana Lele, la periodista de “Fiance Weekly” que concertó una cita para ver al señor Qiu esta tarde ha llegado.―¿Fiance Weekly?Estas cuatro palabras golpearon un punto sensible de la memoria de Qin Lezhi. Sujetó el teléfono y miró por la ventana:―¿Qué periodista?La señora de recepción revisó la hoja de registro de visitantes y contestó:―Creo que es... ¿Zheng Shuyi? ―De acuerdo.Tras colgar el teléfono, Qin Lezhi miró hacia la puerta iluminada de la sala de conferencias y sonrió con satisfacción.-----
Zheng Shuyi estuvo sentada en la sala de espera durante mucho tiempo, pero nadie vino a informarle de nada.Lo único que recibió fue mucho café para beber.Cuando eran casi las cinco, finalmente no pudo esperar más. En recepción tampoco sabían qué pasaba, así que volvió a llamar a la oficina.―Eh, el caso es que el señor Qiu está un poco ocupado hoy y tiene otras reuniones. Probablemente no estará libre hasta dentro de un rato.Zheng Shuyi sólo podía seguir esperando.Después de la quinta taza de café, Zheng Shuyi miró el sol poniente por la ventana. Levantó su taza y tomó una foto contra el sol.Luego se la envió a Shi Yan.Zheng Shuyi: El café de aquí es muy bueno.Zheng Shuyi: Es que después de cinco tazas, estoy a punto de vomitar. Shi Yan:¿...?Zheng Shuyi: ¿A los Mingyu siempre les gusta hacer esperar a la gente? Zheng Shuyi: Por supuesto que no me refiero a ti, es que es tan aburrido TVT Shi Yan no volvió a contestar.Zheng Shuyi bajó la taza y se levantó para moverse. Volvió a mirar hacia la recepción, donde seguía sin haber movimiento.―¿Puede comprobarlo por mí otra vez? Si hoy está muy ocupado, puedo volver mañana.Dijo mientras se acercaba.Yi Yan, la joven de recepción, volvió a llamar al despacho del director financiero. Unos segundos después, miró a Zheng Shuyi y le resultó difícil explicárselo.―Um... que... el señor Qiu tenía algo que hacer y se fue hace ya media hora.Zheng Shuyi: ―...Suspiró y justo cuando estaba a punto de darse la vuelta, una mujer salió del ascensor y miró a su alrededor.―¿Está aquí la señorita Zheng Shuyi? ―preguntó. Zheng Shuyi se detuvo y agitó la mano:―Estoy aquí. La mujer se acercó:―Siento haberla hecho esperar tanto. Por favor, acompáñeme arriba, el señor Qiu llegará pronto.¿Eh?―¿No se ha ido ya el señor Qiu? ―preguntó Zheng Shuyi.La mujer asintió. Echó una mirada significativa a Zheng Shuyi y luego apretó los labios un poco nerviosa.―Sí, pero el señor Qiu ya está regresando. Quince minutos como mucho.
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