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Youkoso Jitsuryoku Shijou... Tercer Año Volumen 2 - Epílogo

 COMIENZA OTRA HISTORIA

 

Era poco antes de las 11:00 a. m. de un sábado a finales de mayo cuando salí de mi habitación para ir a una reunión. Y justo cuando salía del vestíbulo del dormitorio, la persona con la que había quedado me llamó.  

—Buenos días, Horikita-san.

Karuizawa-san, llegó un poco antes de lo previsto, sonreía.  

—Buenos días. Siento haberte contactado tan de repente anoche.

 Como acabo de mencionar, le mandé un mensaje a Karuizawa-san la noche anterior para pedirle que nos viéramos. No me habría sorprendido que tuviera planes, dada la cantidad de amigos que tiene, pero aceptó encantada.

—¡No pasa nada! Es que recibir una invitación tuya, Horikita-san, es algo nuevo y emocionante, así que me alegré.

Estaba deseando que llegara el momento, añadió con una sonrisa.

—Pero... ¿por qué llevas el uniforme?

—Tengo que asistir a una reunión del consejo estudiantil a las dos en punto.

Estaba prohibido entrar al recinto escolar con ropa informal. Le expliqué que sería una molestia salir antes del mediodía con ropa informal, solo para tener que volver a cambiarme y ponerme el uniforme. Los días libres, algunos estudiantes venían a la escuela para las actividades del club, así que, aunque éramos una minoría, no me preocupaba ser la única que destacara.

—Ser presidenta del consejo estudiantil parece mucho trabajo. Yo nunca podría hacer algo así —Dijo—: Ni hablar, ni hablar —mientras miraba hacia el centro comercial Keyaki—. Entonces, ¿cuál es el plan? La verdad es que tengo ganas de que me acompañes, Horikita-san.

—Si eso es lo que esperabas, me temo que tendré que disculparme. No te invité a salir para divertirnos.

Mientras le ofrecía una ligera disculpa, Karuizawa-san abrió mucho los ojos, como si acabara de darse cuenta de algo.

—Eh, ah... No me digas... ¿hay algo que quieras saber sobre Ayanokouji-kun?

—Eres muy perspicaz. Ese es uno de mis objetivos.

—Bueno, el examen especial acaba de terminar sin problemas, así que me imaginé que podría ser eso. Pero, aun así, no hay garantía de que pueda ayudarte, ¿sabes?

—Lo entiendo. Pero si es algo que ni siquiera tú sabes, entonces puedo rendirme.

Después de todo, entre todas las personas que conocía, ella era sin duda la que mejor conocía a Ayanokouji-kun.

—Está bien. Entonces pregúntame lo que quieras. Si es algo que sé, ¡te responderé lo que sea!

Después de decir eso, pareció pensárselo mejor y se rascó la cabeza nerviosa.

—Lo siento, quizá "cualquier cosa" es demasiado. Pero puedo hablar de casi todo, así que, sí.

Karuizawa-san se corrigió, sonrojándose.

Fue una reacción un poco curiosa, pero sería más que suficiente con que me contara lo que pudiera.



—Gracias.

La respuesta sincera, no, positiva de Karuizawa-san me tranquilizó.

—No tengo intención de ocultarte nada ni de contarte mentiras torpes. Te contaré todo sobre por qué quiero saber sobre Ayanokouji-kun y cuáles son mis pensamientos, así que me gustaría que me escucharas.

—Por supuesto. Puede que no lo parezca, pero soy muy buena guardando secretos, ¡así que adelante!

Confiando en ella, le dije que, como primer paso hacia mi objetivo de derrotar a Ayanokouji-kun, tenía pensado empezar por averiguar más cosas sobre él, y mencioné también los nombres de Kushida-san e Ibuki-san.

Y que, para ello, también estaba pensando en investigar sus raíces.

Le expliqué todo esto a Karuizawa-san.

—Ya veo. Yo... Sí, desde antes de empezar a salir con Kiyotaka, ah... quiero decir, Ayanokouji-kun, solía preguntarme mucho cosas como cómo era en la secundaria, así que lo entiendo. Ah, y lo siento, puede que todavía se me escape llamarlo por su nombre de pila.

—No me importa. Si te resulta difícil usar su apellido, puedes hacer lo contrario.

—Nn-nn, se trata de establecer límites. Para mí... ¿sabes?

—Ya veo...

—Salía con Ayanokouji-kun, pero, sinceramente, dudo que tenga mucha más información que tú. Intenté preguntarle sobre su pasado varias veces, pero creo que nunca me dio una respuesta clara.

—¿Cosas como en qué prefectura vivía o dónde estaba su secundaria?

—Sí. Le pregunté cosas como qué comidas le gustaban y cuáles no, o sus gustos en cuanto a ropa, pero...

Mientras hacía un gesto de recordar, Karuizawa-san comenzó a contarme lo que había visto y oído por sí misma.

 

PARTE 1

LLEGAMOS al centro comercial Keyaki. Continuando con nuestra conversación, paseamos sin rumbo fijo por el centro comercial. Justo cuando estaba pensando en sugerirle que almorzáramos en un rato.

—En realidad, hay otra razón por la que te llamé para que vinieras aquí. Y tuve la suerte de encontrarla.

—¿Eh? ¿Qué quieres decir?

Ante Karuizawa-san, que ladeaba la cabeza, simplemente dirigí mi mirada en esa dirección y le pedí que me siguiera.

—... ¿Amasawa-san?

Murmuró el nombre al ver la espalda de una estudiante solitaria con dos coletas rojas que caminaba delante de nosotros.

—Amasawa Ichika-san tiene una conexión con el pasado de Ayanokouji-kun. Por eso la estoy investigando ahora mismo.

—Ahh... Así que eso es lo que pasa.

A mi lado, Karuizawa-san no mostró sorpresa, sino más bien una mirada de comprensión.

—¿Acaso sabías algo sobre su relación?

—No, en absoluto. Pero he visto a Ayanokouji-kun y Amasawa-san hablando un poco. Tenía la sensación de que no era solo una simple relación entre senpai y kouhai que habían establecido en esta escuela.

No parecía que hubiera ninguna diferencia en la información que teníamos, pero su opinión me tranquilizó.

El hecho de que percibimos lo mismo me animó a continuar con la tediosa investigación.

—¿Vamos a seguirla ahora? Oye, ¿deberíamos hacerlo?

—... Pareces muy emocionada con esto.

—No me importa hacer cosas de espionaje. Quiero decir, ¿hay alguien a quien realmente le disguste?

Bueno, si lo consideraba una extensión de un juego, tal vez no sería tan malo...

Nuestro objetivo tenía alguna conexión con Ayanokouji-kun y, además, era bastante hábil.

Sabiendo que había muchas probabilidades de perder nuestra única pista si fallábamos, me resultaba imposible disfrutar.

—Por ahora, te contaré lo que he deducido al observar a Amasawa-san últimamente.

Era algo que había notado al observar a Amasawa-san después de clase durante los últimos días.

Normalmente actuaba sola la mayor parte del tiempo y nunca la vi pasando tiempo con compañeros de clase o amigos. Por supuesto, respondía con una sonrisa si alguien le hablaba, fuera chico o chica, pero inmediatamente volvía a estar sola y nunca se unía al grupo que se le acercaba.

Parecía ser su postura no formar ninguna relación particularmente cercana.

Esa preferencia por la soledad parecía algo similar a la de Ayanokouji-kun, pero tal vez eso fuera exagerado. En su caso, no era que no hiciera amigos; más bien, era del tipo que no podía, aunque quisiera.

—Es una actuación... No, no puede ser, ¿verdad? Seguro que no.

—No creo que fuera una actuación. Esa similitud parece otra cosa que tienen en común.

Dejando de lado lo patética que era que yo no supiera eso sobre él, su forma de interactuar con la gente realmente no era muy hábil. Probablemente esa era su verdadera personalidad.

El tiempo pasó mientras seguíamos a Amasawa-san desde la distancia.

Lo ideal habría sido hablar con ella directamente.

Pero el mundo no es tan amable como para que ella hable con sinceridad así como así.

Otra persona, esta vez un estudiante, llamó a Amasawa-san.

Solo hablaron durante unos cinco segundos y parecía poco más que un saludo.

Aun así, me propuse recordar a todos los estudiantes que hablaban con ella.

Recopilar información de forma indirecta era lo único que podía hacer en ese momento.

Justo cuando estaba memorizando su rostro, el teléfono que sostenía en mi mano derecha vibró.

—¿Qué pasa?

—Espera.

[Estoy esperando en la sala del consejo estudiantil.]

Saqué mi teléfono, miré el mensaje en la pantalla e incliné la cabeza, pensativa.

—...¿Quién es?

Un mensaje tan breve, de un contacto no registrado.

No especificaba la fecha ni la hora, pero ¿eso significaba que era ahora mismo?

Si mi cita de las dos de hoy se hubiera adelantado, no habría sido extraño recibir un mensaje de Nanase-san. ¿Entonces se trataba de otra cosa? Mientras estaba perdida en mis pensamientos, Amasawa-san siguió caminando por el centro comercial Keyaki.

Aunque sabía que tenía que seguirla, apagué la pantalla de mi teléfono y cerré los ojos.

—Supongo que no hay otra opción...

Mientras se me hubiera confiado el cargo de presidenta del consejo estudiantil, no podía actuar solo por mis sentimientos personales.

Si alguien me estaba esperando en la sala del consejo estudiantil, tenía el deber de responder lo mejor que pudiera.

O, aunque hubiera un 99 % de posibilidades de que no fuera así, podría ser Ayanokouji-kun.

Como posibilidad realista, también podría haber sido parte del próximo examen especial.

—Lo siento. Sé que es repentino, pero tengo que ir al consejo estudiantil.

Me disculpé por tener que cortar la conversación antes de que pudiéramos siquiera almorzar, a pesar de ser yo quien la había invitado.

—No te preocupes. Y oye, no voy a seguir a Amasawa-san yo sola, así que no te preocupes.

Dándose cuenta por sí misma de lo que estaba a punto de advertirle, Karuizawa-san respondió en consecuencia.

Me disculpé con ella una vez más y decidí dirigirme a la escuela.

 

PARTE 2

Después de unos diez minutos, llegué frente a la sala del consejo estudiantil, pero no había nadie allí.

Tampoco había llegado ningún mensaje nuevo a mi teléfono.

En un día libre a esa hora, la sala del consejo estudiantil, que no se utilizaba, estaba cerrada con llave, como era de esperar.

—...¿Una broma?

Aunque sospeché, utilicé mi llave para entrar en la sala del consejo estudiantil por si acaso.

Por supuesto, no había nadie en la silenciosa sala y no se oía ni un solo ruido. Después de volver al pasillo, por si acaso, decidí esperar allí a la persona que envió el mensaje.

Pero, como imaginaba, la persona a la que esperaba nunca apareció y el tiempo simplemente pasó.

Me pregunto si habría sido mejor seguir a Amasawa-san. Empecé a sentir una pizca de arrepentimiento, pero como aún me quedaban unas dos horas antes de mis obligaciones oficiales en el consejo estudiantil, decidí regresar.

Después, bajé las escaleras hasta el primer piso. Desde allí, comencé a caminar hacia la entrada.

—Presidenta del consejo estudiantil Horikita.

Justo cuando daba unos pasos por el pasillo, un estudiante me llamó de repente por mi nombre.

Pero hasta ese momento no había visto a nadie. Sorprendida, me giré para mirar detrás de mí.

—Tú eres... Ishigami-kun, ¿verdad? ¿Necesitas algo de mí?

Ishigami Kyou-kun, de la clase 2-A, estaba allí de pie, vestido con su uniforme escolar.

Mientras recordaba su nombre, me pregunté por qué una persona tan inusual se acercaba a mí.

Al fin y al cabo, era sábado. Las posibilidades de encontrarme con alguien que no fuera un estudiante con actividades extraescolares debían de ser extremadamente bajas.

—Cuánto tiempo. Hay algo que me gustaría discutir, ¿me concederías un momento?

—Por supuesto. Hace bastante tiempo que no hablamos así.

—Aquella vez fuiste tú quien se me acercó, presidenta.

—Así es.

Recordé la vez que invité a Ishigami-kun a unirse al consejo estudiantil. Me rechazó tajantemente, pero unirse o no era una cuestión personal, así que, naturalmente, no podía culparlo.

Estaba bastante segura de que Ayanokouji-kun también estaba conmigo en ese momento...

—¿Te importaría si nos trasladamos a otro lugar?

—¿A otro lugar? ¿Es algo... difícil de hablar?

—Preferiría que nadie nos viera. No pretendo robarte mucho tiempo.

Dijo eso y, sin esperar mi permiso, se dio la vuelta y empezó a caminar.



No tenía ninguna razón urgente para volver rápido, así que no me importaba acompañarlo, pero...

No había nadie más merodeando por la escuela en este día libre, así que podíamos hablar en cualquier lugar sin problemas. Me pregunté si eso significaba que era algo que realmente no quería que nadie escuchara...

—¿Fuiste tú quien me envió el mensaje?

—¿Qué te hace pensar eso?

—Así que no vas a empezar con negarlo.

Cuando mencioné el mensaje, no se mostró desconcertado y sabía de qué estaba hablando.

Además, su actitud era una admisión natural y no tenía intención de ocultarlo.

—Si tienes algo que discutir, en un día libre como hoy, puedo escucharte en cualquier lugar. Pero dijiste específicamente que no querías que te vieran. Si usáramos la sala del consejo estudiantil, alguien podría pasar por allí, o yo tendría que llamar a los demás miembros del consejo. Además, te acercaste a mí cuando volvía de la sala del consejo estudiantil. De esa manera, podías confirmar que estaba sola antes de ponerte en contacto conmigo.

Supuse que se mantuvo fuera de mi vista, esperando el momento oportuno.

—Lo admito. Pido disculpas por el método indirecto.

—No me importa especialmente, pero si se trata de una consulta del consejo estudiantil que requiere urgencia, es posible que no pueda guardarme el secreto.

Cuanto más grande era el problema, más necesario era divulgar la información como consejo estudiantil.

Probablemente surgiría la obligación de informar no solo a los estudiantes, sino también a los profesores.

—No tienes que preocuparte por eso.

—Sin embargo, eso no es algo que puedas juzgar personalmente.

—En cuanto a mi consulta, has estado investigando a Amasawa, presidenta.

Ishigami-kun habló sin voltearse hacia mí, continuando caminando a un ritmo constante.

—¿Qué quieres decir?

Aunque sentí una ligera inquietud ante sus inesperadas palabras, primero fingí ignorancia.

Nunca había establecido una conexión entre Ishigami-kun y Amasawa-san, pero tal vez mi valoración de él fue demasiado ingenua. Ella debió de darse cuenta de que la estaba siguiendo desde el principio y pidió la colaboración de Ishigami-kun. Era un escenario perfectamente plausible y, sin embargo, no lo había considerado.

—No vas a empezar con negativas, ¿verdad?

Se detuvo y dijo eso mientras se daba la vuelta, mirándome a los ojos sin vacilar.

Era para descubrir y evaluar la agitación que yo intentaba ocultar.

Mi tardía desconfianza hacia él se disparó de golpe.

—Amasawa y yo estamos en la misma clase. Si ella hace algún movimiento sospechoso, es natural que me informe.

—...Supongo que sí.

Durante los últimos días, estuve bajo la suposición personal de que Amasawa-san era una estudiante que prefería actuar sola.

Pero en realidad no era así.

¿Le dijo a Ishigami-kun que le molestaba que la siguiera y le pidió ayuda?

No, pero...

—Así que no te gusta que investiguen a tu compañera de clase. ¿Es esto una advertencia?

—No. Sin embargo, necesito saber por qué el consejo estudiantil está investigando a Amasawa. Si ella es la fuente de algún problema, nosotros, como clase, nos veremos obligados a responder, ¿entiendes?

Era una razón perfectamente lógica. Para la clase A, que estaba gestionada con estabilidad, era lógico ser sensible a la mala conducta de un compañero de clase y no era de extrañar que estuvieran atentos.

—En ese caso, puedes estar tranquilo. Ella no tiene ningún tipo de problema.

Primero, tenía que aclarar el malentendido de Ishigami-kun.

Y hacerlo también me llevaría naturalmente a mi propio objetivo.

—¿Te importaría decirme la razón?

—¿Conoces a un estudiante de tercer año de la clase C llamado Ayanokouji-kun?

—Nunca he hablado con él directamente, pero ha sido objeto de diversas discusiones entre los alumnos de segundo año como el alumno que se trasladó voluntariamente de la clase A a la clase C.

—Ya veo. Así que lo conoces, como era de esperar. Cuando saco este tipo de temas, la mayoría de los alumnos quieren preguntarme qué opino al respecto, pero tú no pareces ser así.

—Por desgracia, no me interesan los estudiantes de otros grados. Dicho esto, no veo qué tiene que ver esto con tu investigación sobre Amasawa.

Ishigami-kun solo estaba interesado en los asuntos de su clase.

Eso no era una buena noticia para mí... pero continué con mi explicación de todos modos.

—Estoy buscando a cualquier estudiante que pueda saber algo sobre su vida antes de matricularse en esta escuela. Y al hacerlo, surgió la posibilidad de que Amasawa-san sea una vieja conocida de Ayanokouji-kun. Por eso quiero preguntarle los detalles, pero ella y yo no somos particularmente cercanas. No me atrevo a preguntarle directamente, así que estaba tratando de encontrar alguna pista.

—¿Por qué la presidenta del consejo estudiantil está investigando a quien traicionó a su clase?

—Aunque no es algo que ocurra con frecuencia en esta escuela, ahora que se produjo un cambio de clase, hay que ocuparse del asunto. Ahora se ha trasladado a la clase C y ahora somos rivales. Seguramente no es tan extraño que intente reunir toda la información que pueda para derrotarlo en el futuro, ¿verdad?

—Para conocer a tu enemigo, debes infiltrarte en su campamento. ¿Es eso lo que estás diciendo?

—Algo así. Puede que siga investigando a Amasawa-san, pero ten por seguro que no tendrá ningún impacto negativo en la clase A de segundo año».

—Entiendo. Sin embargo, no se sabe cómo lo percibirán los demás. Si la presidenta del consejo estudiantil tiene los ojos puestos en Amasawa, podría crear el malentendido de que nuestra clase tiene un problema. Me gustaría que resolvieras esto lo antes posible.

No es que quisiera tomarme mi tiempo, pero si fuera tan sencillo, no la estaría pasando tan mal.

—Por ahora, no tengo ninguna información sobre Ayanokouji-senpai, pero tengo en mente a alguien que podría saber algo sobre su pasado.

—¿En serio? ¿Quién es?

Le pregunté en respuesta a su intrigante afirmación, pero Ishigami-kun no respondió de inmediato.

—No me importa decírtelo, pero necesito que me prometas una cosa. Debes mantener en secreto la identidad de la persona que te dio el nombre de este estudiante, es decir, yo.

Por un momento, se me pasó por la cabeza que podría pedirme puntos privados como pago por la información, pero me equivoqué.

—Si eso es lo que deseas, prometo proteger tu anonimato.

—La persona en cuestión es un estudiante con una intuición bastante aguda. Es de esperar que intente averiguar cómo has llegado hasta él. Puedes manejar eso con el orgullo propio de la clase A y de la presidenta del consejo estudiantil, ¿verdad?

Me pidió confirmación, presionándome para dejar claro su punto de vista.

Quizás, desde la perspectiva de Ishigami-kun, esta persona es así de difícil de manejar.

No, eso era algo que yo sabía desde el principio.

Si se trataba de una persona que conocía el pasado de Ayanokouji-kun, era lógico que fuera alguien con una capacidad considerable.

—Haré todo lo posible. Por ahora, lo único que puedo hacer es pedirte que confíes en mi determinación.

Le respondí así, con la intención de negarme si me pedía que apostara algo o firmara un contrato.

—Muy bien. Confiaré en ti, presidenta del consejo estudiantil Horikita, y te daré la información.

—... Gracias.

—Es una estudiante de segundo año de la clase D llamada Nanase. Como es miembro del consejo estudiantil, debes conocerla bien.

El nombre de una persona que no había considerado como posibilidad, alguien que estaba demasiado cerca.

Al oírlo, mis pensamientos se detuvieron por completo y de repente.

—Me temo que no es así. Tuve la oportunidad de tomar el té con ella y le hice una pregunta similar. Me dijo que no lo sabía.

—¿Quizás simplemente no decía la verdad?

No era solo un pensamiento pasajero; Ishigami-kun me miró, con un tono de voz que insinuaba una pizca de confianza.

—...¿Por qué piensas eso? No puedo dudar de ella sin motivo.

«Después de todo, soy miembro de la clase A, así que constantemente recopilo información sobre las otras clases. Y al hacerlo, me enteré de que Nanase estuvo en contacto con Ayanokouji-senpai muy pronto».

—Eso es...

Era porque Nanase-san participó en el examen especial del año pasado, uno que solo se reveló a una parte de los alumnos de primer año, en el que recibirían puntos privados si lograban expulsar a Ayanokouji-kun.

Estuve a punto de decirlo, pero lo pensé mejor. No todos los alumnos de segundo año sabían de ese asunto, ni se había extendido entre los de tercer año.

Decidí que nadie ganaría nada si hacía un comentario imprudente y desenterraba el pasado.

—El primer examen especial del año pasado al que se enfrentaron ustedes, los de segundo año. Nuestra clase se puso en contacto con la clase de Nanase-san para coordinarnos, así que tal vez esa sea la conexión.

—Yo también lo sé. Pero, ¿podemos descartar la posibilidad de que Nanase orquestara incluso esa alianza inicial con el fin de ponerse en contacto con Ayanokouji-senpai?

—Si eran viejos amigos, podría haber hablado con él abiertamente. No habría necesidad de llegar a tales extremos...

—Puede que tengas razón. Si solo estoy pensando demasiado, no pasa nada. Por favor, olvídalo.

Ante eso, Ishigami-kun se retractó de su afirmación.

¿Nanase-san conoce el pasado de Ayanokouji-kun?

La única información con la que contaba era la afirmación de Ishigami-kun, por lo que no era especialmente creíble. Sin embargo, ahora que se había sugerido esa posibilidad, aunque fuera por un momento, se grabó en un rincón de mi mente contra mi voluntad.

Sentí que era imposible, pero si fuera cierto, eso significaría...

—... Me pregunto, ¿podría pedirte tu cooperación?

—¿Cooperación? ¿Para qué?

—Quiero investigar a Nanase-san, por si acaso. Aunque están en clases diferentes, ambos son de segundo año, así que estoy segura de que tienen algún contacto en su vida diaria.

—Puede que sea cierto, pero creo que me resultará difícil cooperar. Esa es parte de la razón por la que deseaba permanecer en el anonimato, ya que Nanase me tiene aversión.

—¿Le caes mal...? ¿Por la competencia entre clases o algo así?

—He tenido que intervenir en nuestros constantes problemas con Housen, de la clase D, incluso fuera de los exámenes especiales. Aunque no puedo determinar la razón exacta, estoy seguro de que le caigo mal.

La OAA confirmó que Ishigami-kun poseía una capacidad académica excepcional. No era el líder de su clase, pero suponiendo que contribuyera a ella en una posición cercana a la de un estratega, era natural que viera a Nanase-san —o más bien, a toda su clase— con hostilidad.

Sin embargo... ella no era del tipo de persona que detestaba abiertamente a alguien a nivel personal solo porque fuera un rival de clase. Al menos, esa fue la conclusión a la que llegué basándome en la información de la que disponía.

Si Ishigami-kun no tenía forma de saber eso sobre ella, era comprensible que lo interpretara de esa manera. O tal vez el chico que tenía delante simplemente no quería verse envuelto en problemas y estaba poniendo una excusa para no cooperar.

No sabía si era alguien en quien podía confiar, pero en ese momento solo quería un colaborador.

—Muy bien. No puedo actuar directamente, pero intentaré investigar hasta donde no se descubra mi identidad. Por si acaso Nanase no tiene nada que ver, también comprobaré si Amasawa o alguien más parece saber algo sobre Ayanokouji-senpai. Horikita, presidenta del consejo estudiantil, solo tienes que cumplir tu promesa y seguir adelante con tu propia investigación como mejor te parezca.

—Sí, gracias. Aunque me presionen para obtener información, te protegeré a toda costa.

—Espero que haya resultados positivos. Bueno, entonces...

Con esas palabras, Ishigami-kun me dio la espalda y empezó a caminar en dirección opuesta a la entrada. Probablemente era una precaución, fruto de su recelo a que Nanase-san lo viera conmigo.

Cuanto más intentaba investigar a Ayanokouji-kun, más sentía que me hundía en un pantano.

—Ayanokouji-kun, ¿qué eres exactamente...?

Aun así, no tuve más remedio que abrirme paso imprudentemente por el barro y seguir persiguiéndolo.

Sin embargo, mientras renovaba mi determinación, seguía sin ser consciente de nada.

Del nacimiento de Ayanokouji-kun.

De la existencia de una educación y unas instalaciones tan irreales y duras que nadie que viviera una vida normal podría imaginar.

Del hecho de que él fue el único que sobrevivió, mientras que los demás niños sucumbían uno tras otro.

Del cruel destino que le esperaba más adelante en la vida...

Ese fue sin duda el punto de inflexión.

Mi reencuentro con él, con Ishigami-kun, fue el comienzo de un gran cambio en mi vida.

Implicarme profundamente en la vida del hombre llamado Ayanokouji Kiyotaka...

Un encuentro orquestado.



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