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Bueno, después de 7 años terminamos Gamers!, hace poco también terminamos Sevens. Con esto nos quedamos solo con Monogatari Series como seri...

Hidden Love - Capítulo 40

          —........

Sang Zhi deja de moverse, levanta la cabeza para mirarlo. Su mente se queda en blanco, siente que puede tener una ilusión por haber estado borracha anoche.

El coche está tranquilo, sólo se oye una música apacible.

Después de un rato, Sang Zhi se recupera y responde:

—¿Ah?

Duan Jia Xu mira al frente, Sang Zhi sólo puede ver su cara de costado. Él sonríe y dice casualmente:

—¿Qué pasa?

Sang Zhi pregunta por lo bajo:

—¿Qué quieres decir?

Duan Jia Xu no entiende:

—¿Em?

Sang Zhi:

—¿Ah?

—¿Ah qué? —La expresión de Duan Jia Xu no cambia, parece refinado y tranquilo y se ríe—. ¿Dije algo?

—...... —Sang Zhi dice vacilando—: ¿Nada?

Duan Jia Xu sigue sonriendo y no dice nada.

Sang Zhi nota que sus ojos parecen extraños. Retira la mirada y se queda perpleja. Baja la cabeza y saca un termo de su bolso. De repente, se lo sirve.

Duan Jia Xu se da cuenta de su movimiento y la mira.

—¿Qué estás haciendo?

Sang Zhi frunce el ceño y sigue sirviendo el agua:

—Para despejarme.

—....

Duan Jia Xu levanta las cejas y dice suavemente:

—Em, bebe más.

 

***

 

Ayer efectivamente esa bebida fue demasiado alcohólica, ahora se siente un poco enferma. Su cabeza se siente pesada, no tiene apetito para comer. Sólo quiere comer un poco de fruta o tal vez beber un tazón de sopa caliente.

Duan Jia Xu lo piensa y busca un restaurante cercano de estilo Guangdong.

Cuando el coche pasa por delante de una frutería, Duan Jia Xu entra y compra dos cajas de fresas. Cuando Sang Zhi está pidiendo, él se levanta y va al baño a limpiar las dos cajas de fresas.

Sang Zhi lo mira en silencio un buen rato, al final elige un tazón de gachas de huevo en conserva y carne magra.

Mirando que Duan Jia Xu está de vuelta, Sang Zhi le pasa el menú delante.

—Ya terminé. Ge Ge, mira qué quieres comer.

Duan Jia Xu deja las fresas a un lado y toma un pañuelo de papel para limpiarse la mano. Luego agarra el menú. La mira y le dice:

—¿Te basta con pedir un plato de gachas?

—No quiero comer esto —Sang Zhi señala—: Quiero comer fresas.

—Come un poco primero y luego podrás comer esto —Duan Jia Xu toma el bolígrafo y ordena varios alimentos del gusto de Sang Zhi—: Bebe el té primero. Más tarde tengo cosas que preguntarte.

—.......

Su tono suena como si quisiera ajustar cuentas después de la cosecha de otoño.

Sang Zhi hace una pausa y piensa en lo que pasó anoche cuando estaba borracha. Se explica:

—Anoche fuimos al bar cerca de la Universidad. La mayoría de los clientes son estudiantes. Los estudiantes de nuestra universidad van allí con frecuencia.

Duan Jia Xu pasa el menú al camarero y levanta los ojos.

—Entonces, la bebida la pedí al azar —Sang Zhi dice con sinceridad—: Tampoco había bebido nunca eso. No sabía que era demasiado alcohólico. Creo que se me da bastante bien beber. Tampoco quería desperdiciarlo....

—¿Con quién fuiste?

—Con mis compañeras de habitación.

—¿En serio? —Duan Jia Xu apoya la cara en una de sus manos. La mira—: Entonces, ¿cómo pude oír la voz de un hombre?

Sang Zhi recuerda lo sucedido.

—Es amigo de mis compañeras de habitación.

—Entonces, ¿por qué siento que su voz me es familiar? —pregunta perezosamente Duan Jia Xu—: Sang Zhi, ¿estás libre-?

—....... —Sang Zhi se sobresalta—: ¿Qué?

Duan Jia Xu:

—¿Es ese hombre?

Sang Zhi no ha respondido:

—Qué ese hombre...

No ha terminado sus palabras y de repente su mente repite lo que ocurrió el primer día que Duan Jia Xu fue hospitalizado. Escuchó la nota de voz de Jiang Ming. Esa vez Jiang Ming parecía decir esas palabras.

—.......

Este viejo, ¿por qué no se hizo policía?

Podía recordarlo.

Sang Zi se siente un poco oprimida:

—¿Por qué? Sólo conozco a varios amigos. No es un mal tipo. Tampoco he hecho nada malo.

—¿El apodo de ese hombre es Nan Hu Li Jing (Hombre zorro- seductor)? —Duan Jia Xu no la escucha. Simplemente agarra una tetera y se lo sirve en el vaso—. ¿Es Zhong Yang Kong Tiao?

—.....

Sang Zhi inmediatamente se siente tímida, su ira desaparece. No se atreve a mirarlo. Finge beber su agua y dice:

—No.

Duan Jia Xu sonríe:

—¿Entonces cuéntaselo a Ge Ge?

Empieza a hacer un discurso formulista.

A esta persona le encanta chismorrear.

Sang Zhi sólo dice con firmeza:

—No, no quiero.

Se hace el silencio.

Sang Zhi lo mira y se da cuenta de que no la está mirando. Sólo mira lo que hay sobre la mesa como si estuviera pensando en algo. En el momento en que Sang Zhi piensa que él se ha dado por vencido, se dispone a cambiar el tema de la conversación.

Duan Jia Xu repite de repente. Parece perdido en sus pensamientos:

—Nan, Hu, Li, Jing.

—.........

Duan Jia Xu gira la cabeza y pregunta:

—¿Él se parece a una chica joven?

Sang Zhi al principio no quería hacerle caso, pero al oír esto, no pudo evitar mirarlo. Lo mira durante dos segundos y refuta.

—No, es como......

Hablando de esto, de repente se detiene. Se esfuerza por pensar en una descripción exacta. Entonces dice:

—Un hombre muy Nan Hu Li Jing......

—......... —Duan Jia Xu casi se atraganta, dice absurdamente—: ¿Qué?

La persona que lo describe está delante de ella, pero este hombre no sabe sobre el hecho. Después de todo, parece que él siente que la descripción de ella es demasiado impensable. Es básicamente inexistente.

Sang Zhi siente que este asunto es demasiado sutil. Ella murmura:

—De todos modos mi descripción no es errónea, de todas formas es así.

Justo a tiempo la orden de Sang Zhi se sirve.

Ella no quiere seguir hablando de esto, teme que cuanto más pregunte él, quedará realmente expuesta. Sang Zhi usa su cuchara y se sirve medio tazón de las gachas. Pregunta:

—Ge Ge, ¿quieres comer gachas?

Duan Jia Xu le acerca su gran tazón de gachas.

—Puedes bebértelas.

Sang Zhi asiente y finge comer seriamente. No dice nada más.

Duan Jia Xu tampoco parece terminar de hablar de ese tema. Rápidamente, Sang Zhi escucha a Duan Jia Xu preguntar:

—¿A Xiao Sang Zhi le gustan los hombres musculosos?

—..... —Sang Zhi no quiere contestarle, está descontenta—. ¿Podrías no ser tan chismoso?

—¿Esto es ser chismoso? —Duan Jia Xu se ríe y sonríe—: Ge Ge nunca ve a alguien como lo que dijiste, por favor satisface mi curioso pensamiento.

Sang Zhi se obliga a no responder:

—Por favor, mírate en el espejo, ¿de acuerdo? —Se contiene y le reprocha—. Sólo estás siendo chismoso, eres el hombre más chismoso que he visto.

—....... —Duan Jia Xu levanta las cejas—: ¿El más?

Sang Zhi ni siquiera parpadea:

—Correcto.

Duan Jia Xu:

—¿Tan serio es?

—Em.

—De acuerdo —Duan Jia Xu golpea la mesa con el dedo—: Al oír tus palabras, Ge Ge se siente un poco desconsolado.

Sang Zhi lo mira y mueve los labios, quiere decir algo.

Al momento siguiente, Duan Jia Xu levanta los ojos.

—Pero efectivamente Ge Ge es muy chismoso.

—.........

—¿Así que Xiao Sang Zhi se lo cuenta a Ge Ge?

—.......

 

***

 

Ella sabe que esta persona no tiene vergüenza, a Sang Zhi ya no le importa. Para sus preguntas, no responde a todas. Elije las preguntas que quiere responder.

Después de la comida, se sientan un rato y cuando ya es casi la hora, empiezan a moverse para salir hacia el aeropuerto.

Sang Zhi se sienta en el asiento del copiloto, saca su caja de fresas y se las come. Debido a la comida caliente que comió antes, todo su cuerpo se siente confortable. Su cabeza ya no pesa tanto.

Duan Jia Xu:

—Se tarda una hora en llegar al aeropuerto, ¿quieres dormir?

—No quiero dormir —Sang Zhi niega con la cabeza—. Dormiré en el avión.

Baja la cabeza y quita las hojas que quedan en las fresas. Justo cuando el semáforo se pone en rojo, Sang Zhi pregunta despreocupadamente:

—Ge Ge, ¿quieres comer fresas?

Duan Jia Xu la mira a ella y luego a la fresa durante dos segundos. Sonríe y dice:

—Em —Luego su cabeza se acerca más a ella. No mueve la mano, sólo abre la boca.

Es una señal clara.

Sang Zhi está estupefacta.

—¿Quieres que te alimente?

Duan Jia Xu:

—Em.

—¿Por qué me pides que te dé de comer? —Pregunta Sang Zhi, que inmediatamente le pasa la caja—. Ya le quité todas las hojas, come tú solo.

—Estoy sujetando el volante —Duan Jia Xu dice—. Mis manos no están limpias.

—..........

Después de varios segundos.

Sang Zhi toma un respiro y piensa que en el pasado también solía alimentar a Sang Yan con caramelos, no cree que sea inapropiado así que no responde con demasiada intensidad. Simplemente agarra una fresa y se la acerca a la boca.

Duan Jia Xu la muerde. Sus dedos accidentalmente tocan sus labios, se siente como si sus dedos accidentalmente tocaran algo caliente. Sang Zhi responde retirando su mano rápidamente.

Naturalmente, usa su ropa para frotarse los dedos.

Duan Jia Xu también se da cuenta. Muerde la fresa. El sabor agridulce de la fresa cubre su lengua. Se lame los labios. Sus labios se vuelven un poco rojos a causa del jugo. Su cara se vuelve aún más malvada y de repente la llama.

—Xiao Sang Zhi.

Sang Zhi se obliga a decir:

—¿Qué estás haciendo?

—Presta un poco de atención —La sonrisa de Duan Jia Xu es pícara y parece estar de buen humor—. No te aproveches de Ge Ge.

—.....

Sang Zhi casi pierde el gusto.

¡Podría! ¡Él! ¡No! ¡Ser! ¡Tan! ¡Desvergonzado!

 

***

 

Tras llevarla al control de seguridad, Duan Jia Xu sale del aeropuerto y regresa a su coche. Mira su teléfono y nota una llamada perdida. Es una llamada de Qian Fei. Le devuelve la llamada.

Qian Fei contesta en unos segundos.

—Lao Xu.

Duan Jia Xu:

—¿Em?

Qian Fei dice profundamente.

—No te pediré que seas mi padrino de boda.

—¿Por qué? —Duan Jia Xu encuentra esto gracioso—. ¿Tienes alguna objeción conmigo?

—Tanto hacia ti como hacia Sang Yan, por supuesto que la tengo —Qian Fei dice—. Si los dos se ponen a mi lado, parecería que vienen y quieren robarse a mi esposa.

—¿De qué estás hablando? —Duan Jia Xu dice—: ¿Sólo por eso?

—Espera, hay más, hay más —Qian Fei se ríe y dice—: Hablemos de la pequeña que me dijiste. Es la primera vez que te interesas por una mujer.

Duan Jia Xu;

—Adiós.

—¡Espera! —Qian Fei dice—: Ah, ha pasado mucho tiempo desde que nos conocimos, ¡ahora no vuelves a pensar en mí como tu hermano! Si no, cómo no me lo has contado.

—Sólo por este asunto sigues llamándome varias veces —Duan Jia Xu está feliz.

—¿Pero sigues sin decirme nada? Sólo tengo curiosidad! —Qian Fei dice—: No me digas que te sientes culpable porque esa chica es muy joven y no quieres perseguirla.

Duan Jia Xu se acaricia la frente.

—¿Por qué hablas tanto?

Qian Fei:

—¿Cómo la conoces? ¿En tu oficina?

—No.

—Tampoco oigo que vayas a otro sitio —Qian Fei dice—. Sé sincero, ¿has empezado a perseguirla? ¿No perderás el valor de intentar perseguirla sólo por su corta edad?

Duan Jia Xu guarda silencio y de repente sonríe:

—Me lo tomaré con calma.

Esa chica lo está considerando como su propio Ge biológico.

Si es demasiado, parece que no funciona.

Pensando en lo que hizo hoy, se aclara la garganta.

—No he hecho ese tipo de cosas, pero no sé por qué se siente un poco...

—........

—Práctico.

Al escuchar la respuesta que quiere, Qian Fei se siente un poco sorprendido.

—¿Acabas de mencionar sobre esto hace dos días? Dijiste que ella es joven, y me pediste que no mencionara esto. ¿Qué te pasó?

—.......

—¿Perdiste tu sentimiento de culpa?

—Soy viejo —Duan Jia Xu se ríe ligeramente—: ¿Qué debo hacer si lo tengo?

—..... —Qian Fei—: ¡Bruto!

Se hace el silencio durante varios segundos.

Duan Jia Xu mira hacia el asiento del copiloto.

De repente recuerda que la primera mañana que se despertó cuando estaba hospitalizado. Aquella joven estaba acurrucada y dormía en la silla del cuidador.

Él recuerda el día en que ella estaba borracha y, sin embargo, todavía recordaba los asuntos que necesitan atención después de su operación.

Recuerda la imagen de ella sentada en el asiento del copiloto de su coche. Estaba comiendo fresas y rellenándose las mejillas hasta parecer un pez globo.

Recuerda su sonrisa, el hoyuelo que aparece cuando sonríe.

Incluso piensa en su aspecto cuando lloraba por otra persona.

Duan Jia Xu baja la cabeza y sonríe. Dice:

—Es una buena sensación.

Qian Fei:

—¿Qué?

—También casi tengo treinta años, no he hecho nada de lo que quiero hacer, así que quiero probarlo —Duan Jia Xu dice por lo bajo—: Pero si la asusto, olvídalo.

—...........

—Pero siento —Duan Jia Xu se frota los labios, recuerda la respuesta de Sang Zhi y se ríe desanimado—. Mis acciones están bastante bien ¿verdad?





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